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La pelvis y su contenido conforman una de las regiones anatómicas más complejas debido a su disposición espacial, su entramado vascular y nervioso y las relaciones entre los órganos que la ocupan. El conocimiento profundo de la anatomía del suelo pélvico, no sólo nos permitirá el entendimiento de las patologías propias de esta región, sino también el de su tratamiento mediante técnicas quirúrgicas reconstructivas. En este artículo repasaremos las estructuras de la anatomía del suelo pélvico y sus funciones.

El suelo pélvico

La particular disposición del suelo pélvico en la posición de bipedestación propia del ser humano, hace a la pelvis susceptible de patologías secundarias al posicionamiento del centro de gravedad. El peso de todas las estructuras abdominales recae sobre un plano constituido por músculos y tejido conectivo, lo que, en el caso de las mujeres, puede dar lugar a la aparición de prolapsos genitales y otras disfunciones asociadas.

Estos planos musculares, fasciales y ligamentosos, además de dar soporte a los órganos pélvicos y abdominales, actúan como una estructura dinámica que participa en la continencia urinaria y fecal y en la función sexual. El diferente contenido de la pelvis en el caso de la mujer y del varón, por la diferente composición y situación de los órganos genitales y reproductivos, está directamente relacionado con los problemas asociados.

El suelo pélvico está constituido por el diafragma pélvico, el diafragma urogenital y la fascia endopélvica. Dichas estructuras separan anatómicamente la cavidad pélvica, situada cranealmente, del periné, situado más caudalmente, y actúan como estructuras de soporte y suspensión.

Diafragma pélvico

Está compuesto por el músculo elevador del ano y el músculo coccígeo, que se insertan en las paredes de la pelvis adquiriendo una disposición en forma de embudo abierto hacia arriba dando soporte a los órganos pélvicos

Músculo elevador del ano

Es un músculo plano y par que constituye un diafragma muscular que se extiende desde la pared anterolateral de la pelvis a la región sacra. Sus inserciones se encuentran en la pared posterior del pubis, la pared pélvica, la espina ciática, y un engrosamiento fibroso llamado arco tendíneo que cubre el músculo obturador interno. Sus fibras se entrecruzan con las del homólogo contralateral a nivel de la línea media por detrás de la vagina en la mujer, conformando una abertura en forma de U llamada hiato urogenital para el paso de la uretra y la vagina en el caso de la mujer, y alrededor del canal anal en ambos sexos dando lugar a un orificio para el recto.

Estas fibras se fusionan en la parte dorsal del orificio anal formando el ligamento anococcígeo que se inserta en el cóccix. El músculo elevador del ano se encarga de contraponer la presión intraabdominal, el diafragma toracoabdominal y el peso de las vísceras abdominales y está compuesto por el fascículo illococcígeo, el fascículo puborrectal y el fascículo pubococcígeo.

Músculo isquiococcígeo o coccígeo

Es un músculo par que forma la parte posterior del diafragma pélvico, de morfología triangular y que se extiende desde la espina ciática hasta el cóccix apoyándose sobre el ligamento sacroespinoso. Funcionalmente contribuye a la estática de las vísceras pélvicas, así como a la tracción en sentido dorsal del cóccix durante la defecación.

Diafragma urogenital

El diafragma urogenital es una lámina músculo-fibrosa que ocupa el espacio libre que dejan los músculos elevadores del ano en sus bordes mediales en el triángulo perineal anterior. Está constituido por dos planos musculares, el superficial y el profundo, y la membrana perineal.

Plano profundo

Está constituido por el núcleo tendinoso del periné, el músculo transverso profundo del periné y el músculo compresor de la uretra, que se disponen como una continuación del suelo pélvico en sentido caudal.

El núcleo tendinoso del periné se compone de fibras musculares lisas y estructuras tendinosas estriadas que van del pubis al isquion.

El músculo transverso profundo se encuentra en la parte central del periné, caudalmente a la membrana perineal y tiene una función estabilizadora aportando tono al suelo del periné. Su inserción se encuentra en la rama isquiopubiana e isquion y se dirige a la línea media paralelo al borde libre posterior de la membrana perineal, fusionándose con su homólogo en el núcleo tendinoso del periné.

El músculo compresor de la uretra es una fina lámina de músculo esquelético que da lugar a tres grupos de fibras diferentes: el músculo esfínter externo o estriado de la uretra que rodea dicho conducto, el esfínter uretrovaginal (fibras que rodean la uretra y la vagina en la mujer) y el músculo compresor de la uretra que se origina en las ramas isquiopubianas y se unen en la línea media ventralmente a la uretra. Dichos músculos intervienen en el mecanismo de la continencia urinaria.

Membrana perineal

La membrana perineal es una lámina fina de fascia de morfología triangular que se inserta a lo largo del arco óseo púbico hasta el isquion ocupando exclusivamente la región urogenital del periné y presentando un orificio en la parte anterior. Está formada por dos hojas (superficial o ligamento de Carcassone y profunda) entre las cuales se encuentran los músculos del plano profundo del periné.

Plano superficial

Está constituido por el músculo transverso superficial del periné, el músculo isquiocavernoso, el músculo bulboesponjoso y el músculo esfínter anal externo. El músculo esfínter anal externo rodea el con-ducto anal y se dispone en un fascículo interno o circular, y un fascículo externo o arqueado, extendiéndose desde el rafe anococcígeo hasta el núcleo tendinoso del periné. El músculo transverso superficial del periné discurre paralelo y superficial al músculo profundo del mismo nombre. Interviene en la micción, la eyaculación y la defecación. El músculo isquiocavernoso es también bilateral, de forma semicónica y se origina en la rama isquiopubiana. En la mujer discurre paralelo a la rama y se inserta en la región posterior del pubis, en el hombre se inserta en la albugínea del cuerpo cavernoso.

Fascia endopélvica

La fascia endopélvica es un magma de tejido conectivo donde se alojan los órganos del tracto urogenital, los vasos sanguíneos y las estructuras nerviosas y que se extiende desde el peritoneo hasta el diafragma pélvico. Dicha fascia se condensa en diferentes puntos dando lugar a las siguientes estructuras:

  • Ligamento de Makenrodt o cardinales (Paracolpos), que contribuyen a la fijación del aparato genital (parte superior de la vagina, cérvix e istmo) y se une a las paredes de la pelvis a nivel del obturador interno.
  • Ligamento uterosacro que se dirige desde el cérvix hacia la pared posterior de la pelvis rodeando al recto e insertándose en el periostio sacro a nivel de S2-S3.
  • Ligamentos pubocervicales se dirigen desde el pubis al cérvix pasando por debajo de la vejiga.
  • Ligamento puboprostático: aparece exclusivamente en el varón, y fija la vejiga y la próstata a la sínfisis del pubis.

Cirugía Urológica

El conocimiento profundo sobre la anatomía del suelo pélvico es fundamental para el eventual diagnóstico, tratamiento y pronóstico de diversas patologías que afectan al aparato genitourinario. La cirugía moderna ha avanzado a pasos enormes, con lo que la urología se ha visto beneficiada por hallazgos tanto técnicos como médicos en la atención al paciente. Por esta razón desde TECH Universidad Tecnológica te ofrecemos nuestro Máster en Actualización en Cirugía Urológica, un programa completo, cómodo y riguroso que te ayudará a estar al día con todas las novedades en esta área.

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