Los programas globales y regionales de salud (OMS, OMS Europa), han reconocido a los cuidados paliativos formulando definiciones y guías prácticas. El rápido crecimiento de esta disciplina es, sin duda, el resultado a la necesidad de entender el sufrimiento de los pacientes y el esfuerzo por cuidar de los individuos sin importar el pronóstico que tengan.
A lo largo de este texto ahondaremos en la actualidad que rodea esta rama del conocimiento, a fin de que los lectores puedan estar actualizados sobre el desarrollo en cada región, de modo que entiendan a profundidad las fortalezas y falencias que existen actualmente en los sistemas de salud.
La importancia de la medicina paliativa
La provisión de los cuidados paliativos requiere, entre otros elementos, la disponibilidad de drogas lícitas sometidas a fiscalización internacional. Para ello es necesario que los países cuenten con estimaciones sobre la cantidad de analgésicos opioides que requieren para satisfacer la demanda de su población en situación de dolor. Sin embargo, el control que se ejerce sobre los opioides, para evitar su desvío en función de las tareas de prevención de abuso y control del delito, también menoscaba la disponibilidad y el acceso de dichas sustancias con fines médicos.
Se calcula que todos los años más de 20 millones de pacientes que necesitan cuidados paliativos al final de la vida, son niños. Si se incluye a todas las personas que podrían recibir cuidados paliativos en una fase anterior de su enfermedad, la cifra correspondiente ascendería al menos a 40 millones.
Los cuidados paliativos y terminales a menudo abarcan algún tipo de apoyo a los familiares del paciente, lo que significa que las necesidades de atención se multiplicarían por más de dos. En 2011, unos tres millones de pacientes, la mayoría de ellos terminales, recibieron cuidados paliativos. Aunque gran parte de ese tipo de asistencia se presta en los países de ingresos altos, casi el 80 % de las necesidades mundiales de asistencia paliativa corresponde a países de ingresos bajos y medianos.
Finalmente, La Organización Mundial de la Salud (OMS) junto con la Alianza Mundial de los Cuidados Paliativos (WPCA) han desarrollado el “Atlas Mundial de Cuidados Paliativos al Final de la Vida” obtenido la siguiente cifra descorazonadora: solo una de cada diez personas que necesitan atención sanitaria para aliviar el dolor, los síntomas y el estrés causados por enfermedades graves la reciben.
Panorama en Europa
En este contexto los países europeos fueron los que marcaron un antes y un después en los cuidados paliativos, pues fueron los trabajos de Vittorio Ventafridda sobre el tratamiento del dolor en cáncer, la creación de la sociedad europea en 1988, y el inicio de políticas institucionales, como en Francia que aprobó una ley integral de cuidados paliativos el 9 de junio de 1999.
En los países del Este, cabe resaltar el ejemplo de Polonia, que en el año 1995 reconoce la medicina paliativa como especialidad médica primaria y desde entonces y gracias a este impulso se han puesto en marcha más de treinta unidades de hospitalización y más de cien equipos de atención en domicilio.
La Asociación Europea de Cuidados Paliativos (EAPAC), referente de 22 países europeos, elaboró en el año 2009 las reglas y normas de esta disciplina en Europa, en las que se incluyen las recomendaciones para una terminología común europea sobre los objetivos y requisitos mínimos para el establecimiento de los servicios. Los objetivos generales propuestos son:
- Desarrollar y fomentar la continuidad de la atención en todos los entornos.
- Promover la calidad y reducir la variación en los nuevos y ya existentes programas de este tópico.
- Facilitar las asociaciones de colaboración entre programas de atención paliativa, de la comunidad de hospicios y una amplia gama de otras asistencias sanitarias. •
- Facilitar el desarrollo y mejora continua de los programas clínicos.
- Establecer las definiciones aceptadas de manera uniforme de los elementos esenciales en cuidados paliativos que promuevan la calidad, consistencia y fiabilidad de los servicios.
- Establecer objetivos nacionales para acceder a cuidados paliativos de calidad.
- Fomentar medidas para el funcionamiento de estos cuidados e iniciativas de mejora de la calidad.
Panorama en Latinoamérica
En EE.UU. suponen 277 billones de dólares y 1,3 trillones de pérdidas de actividad. Más del 50 por ciento de las personas con alguna enfermedad crónica tiene más de una enfermedad. Los costos en los pacientes con más de una, llegan a multiplicarse por seis respecto a los que tienen una o ninguna. Aproximadamente una tercera parte de quienes necesitan cuidados paliativos tiene cáncer. El resto padece de enfermedades degenerativas que afectan al corazón, los pulmones, el hígado, los riñones o el cerebro, o enfermedades crónicas o potencialmente mortales, como la infección por VIH y la tuberculosis farmacorresistente.
Si bien los opiáceos están en la lista de medicamentos esenciales de la OMS, su uso en la región de las Américas es relativamente bajo. Para 2013, el promedio de consumo en la región fue de 1,85 mg per cápita, mientras que en Estados Unidos y Canadá fue de 88,73 mg per cápita (AMRO,2014).
La OMS recomienda tres medidas para lograr el desarrollo de los programas efectivos de cuidados paliativos: políticas gubernamentales, educativas y de medicamentos. Sin embargo, según la publicación de 2012 de la OEA, solo tres países de la región tienen una ley de Cuidados Paliativos. Hay planes/programas nacionales de Cuidados Paliativos en siete países, cinco de ellos integrados con cáncer y dolor.
Es importante resaltar que la implementación de servicios de cuidados paliativos es factible y costo-efectiva sobre todo si se realiza en colaboración con países con problemática y sistemas sanitarios similares, y con la ayuda de organizaciones expertas.
Por otra parte, el servicio médico debe proporcionarse en observancia de los principios de la cobertura sanitaria universal. Todas las personas, independientemente de sus ingresos, del tipo de enfermedad que padezcan o de su edad, deben tener acceso a un conjunto de servicios sanitarios básicos, incluidos los cuidados paliativos. En los sistemas financieros y de protección social debe tenerse en cuenta el derecho humano de la población pobre y marginada a contar con cuidados paliativos.
La especialización profesional como motor de desarrollo
Como hemos observado a lo largo del texto, los cuidados paliativos representan un área de suma importancia para el desarrollo de los sistemas sanitarios, por lo cual es fundamental encontrarse con profesionales actualizados en las tendencias que rigen esta disciplina. De este modo se logrará garantizar un servicio con los más altos estándares de calidad, al mismo tiempo que se mejoran los procesos dentro de las instituciones.
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