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Por competencia se entiende el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para la realización de actividades diversas con determinada calidad y eficacia. En este concepto se integra el saber, el saber hacer y el saber ser. La educación de las emociones permite producir un número infinito de acciones no programadas.

En la actualidad se busca un desarrollo personal que va más allá de las competencias profesionales habituales y que a pesar de que no existe todavía una conceptualización definitiva, ni una denominación unánime, aquí se va a hacer alusión a la propuesta de competencia desarrollada por Bisquerra y Pérez, entendida como “la capacidad para movilizar adecuadamente un conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para realizar actividades diversas con un cierto nivel de calidad y eficacia”.

Constructo de competencia emocional

En esta concepción se resaltan una serie de características:

  • Es aplicable a las personas, tanto de forma individual como grupal.
  • Implica unos conocimientos, unas habilidades y unas actitudes y unas conductas que se encuentran integrados.
  • Se desarrolla a lo largo de todo el proceso vital y, en general, siempre es posible su mejorar.
  • Puede ocurrir que se manifieste el dominio de una competencia en un área concreta y en un contexto dado y que la misma persona en otro contexto diferente pueda comportarse de manera incompetente.

Con respecto al concepto de competencia emocional se seguirá el trabajo de Bisquerra y Pérez, aunque igualmente obra una falta de consenso por parte de los expertos. En primer lugar, existen tres tendencias que difieren simplemente con respecto a la conceptualización: aquellos que abogan por la denominación de competencia emocional, otros que valoran como más adecuado hablar de competencia socioemocional y aquellos que optan por utilizar el plural: competencias emocionales o competencias socio-emocionales.

Para los citados autores las competencias emocionales son “el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales.” Antes de entrar plenamente en el modelo del GROP (Grupo de Investigación y Orientación Educativa) se presentan algunas de las propuestas más destacadas en relación con esta conceptualización. Por un lado, existe la propuesta de Salovey y Sluyter que hablan de cinco dimensiones básicas:

  • La cooperación.
  • La asertividad.
  • La responsabilidad.
  • La empatía.
  • El autocontrol.

Modelo de Saarni

El modelo de Saarni habla de las siguientes habilidades de la competencia emocional:

  • La conciencia del propio estado.
  • La habilidad para discernir las habilidades de los demás.
  • Habilidad para utilizar el vocabulario emocional y términos expresivos habitualmente disponibles en una cultura.
  • La capacidad para implicarse empáticamente.
  • Habilidad para comprender que el estado emocional interno no necesita corresponder con la expresión emocional externa.
  • La habilidad para afrontar emociones negativas mediante la utilización de estrategias de autocontrol.
  • La conciencia de que la estructura y naturaleza de las relaciones vienen definidas por la sinceridad emocional.
  • Simetría en la relación y la capacidad de autoeficacia emocional.

El modelo competencial del grop (grupo de investigación y orientación educativa)

Seguidamente, se ahonda en un modelo de educación emocional concreto, el modelo del GROP (Grup de Recerca i Orientació Educativa). El marco teórico que establece el mismo plantea el desarrollo emocional a partir de cinco competencias que se estructuran de la siguiente manera:

  • La conciencia emocional: es la capacidad para tomar conciencia de las propias emociones, de las de los demás y del clima emocional de un contexto determinado. Es muy importante recalcar que este es el primer paso para poder pasar a las otras competencias emocionales, puesto que, si no se es consciente de lo que se siente, no hay nada a regular, por ejemplo. Dentro de esta competencia se concretan una serie de micro competencias:
    • Toma de conciencia de las propias emociones: es la capacidad para percibir, identificar y etiquetar los propios sentimientos y emociones.
    • Dar nombre a las emociones: alude a la eficacia en el uso del vocabulario y las expresiones emocionales de forma pertinente en un contexto cultural determinado.
    • Comprensión de las emociones de los demás: es la capacidad para percibir las emociones y sentimientos de los demás e implicarse empáticamente en sus vivencias.
    • Tomar conciencia de la interacción entre emoción, cognición y comportamiento: hace referencia al vínculo entre los estados emocionales y el comportamiento, puesto que él une incide sobre los otros y ambos pueden regularse por medio de la cognición.

Regulación emocional

La regulación emocional supone tomar conciencia de la relación existente en entre la emoción, la cognición y el comportamiento para manejar las emociones apropiadamente. Las micro-competencias que la conforman son:

  • Expresión emocional apropiada: es la capacidad para expresar las emociones apropiadamente, entendiendo que el estado emocional interno no tiene por qué corresponder con la expresión externa.
  • Regulación de emociones y sentimientos: significa la aceptación de que los sentimientos y emociones a menudo deben ser gestionados. Incluye: regulación de la impulsividad, tolerancia a la frustración, perseverar en el logro de los objetivos, la capacidad para diferir recompensas inmediatas, etc.
  • Habilidades de afrontamiento: Habilidad para afrontar retos y situaciones de conflicto, con las emociones que generan. Esto implica estrategias de autorregulación para gestionar la intensidad y la duración de los estados emocionales.
  • Competencia para autogenerar emociones positivas: hace referencia a la capacidad para experimentar de forma voluntaria y consciente emociones positivas y buscar el bienestar personal.

Autonomía emocional

La autonomía emocional incluye un conjunto de características y elementos relacionados con la capacidad de autogestión personal. Contiene las siguientes micro-competencias:

  • Autoestima: se refiere la capacidad de mantener buenas relaciones con uno mismo, partiendo de una imagen positiva y un nivel de satisfacción personal.
  • Automotivación: es la capacidad para movilizarse e implicarse emocionalmente en actividades de diversa índole.
  • Autoeficacia emocional: se refiere a la percepción de que se es eficaz en las relaciones sociales y personales. Que se acepta la propia experiencia emocional, la cual es coherente con las creencias del individuo, permitiendo así un equilibrio emocional.
  • Responsabilidad: es la capacidad para responder ante los propios actos y decisiones.
  • Actitud positiva: alude a la capacidad para a adoptar una actitud positiva ante la vida, independientemente de las circunstancias, con la intención de ser bueno, justo, caritativo y compasivo.
  • Análisis crítico de normas sociales: hace referencia al análisis crítico de los mensajes sociales, culturales y de los medios de comunicación, relativos a normas sociales y comportamientos personales.
  • Resiliencia: Es la capacidad que se tiene para afrontar con éxito unas condiciones de vida sumamente adversas.

El profesional en educación deportiva

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