El objetivo de estudiar la alimentación en la práctica deportiva es, básicamente, establecer una aclaración conceptual sobre el coaching deportivo. Así mismo, busca identificar los modelos de liderazgo y conocer sus diferencias conductuales con el fin de comprender el papel del coach en el rendimiento deportivo, lo cual puede darse a través de diferentes valores y competencias.

Coaching deportivo

La psicología deportiva, centrada en el apoyo a la actitud mental del deportista y dirigida a promover la motivación y la cohesión en el equipo con el objetivo de alcanzar las metas deseadas y mejorar el rendimiento, es lo que se podría entender como coaching, pero antes de hablar del coach en necesario detenerse en la figura del psicólogo del deporte.

El psicólogo del deporte también ayuda a mejorar el rendimiento del deportista. Pero no solo eso: la principal diferencia respecto al coach es que el psicólogo en el área individual diagnostica la personalidad de cada jugador y puede tratar cualquier tipo de trastorno. Por otra parte, ofrece orientación personal en casos de conflictos, evita las reacciones negativas ante una lesión, ofrece apoyo para lograr conductas de éxito, consolida la autoimagen del deportista y trata el estrés y la fatiga personal. En el área grupal, evita la frustración y el miedo del equipo, además de resolver conflictos grupales y conformar el clima positivo en el grupo.

Por otra parte, el coaching es un proceso de aprendizaje interpersonal entre un maestro (coach) y un aprendiz (coachee), cuyo propósito es el desarrollo de nuevas conductas. El coaching deportivo enseña al entrenador a mejorar su liderazgo, a confiar en uno mismo, a motivar la acción y en definitiva, a convertir sueños en metas realistas y alcanzables. El coaching toma como punto de partida la situación actual del deportista y se centra en lo que éste esté dispuesto a hacer para llegar a donde le gustaría estar en el futuro, siendo conscientes de que todo resultado depende de las intenciones, elecciones y acciones del deportista, respaldadas por el esfuerzo del coach. El coach ayuda en el establecimiento de objetivos y en la reestructuración cognitiva (control de pensamientos y conducta) del deportista, con la finalidad de mejorar su rendimiento.

Fases

La finalidad del coach es mejorar el rendimiento del deportista, pero ¿cómo lo hace? Además de facilitarle al deportista los tres tipos de apoyo que se han descrito anteriormente, le ayuda a modificar sus conductas negativas y a reforzar las positivas, en definitiva, intenta desarrollar su actitud mental, mejorando la forma de actuar, el comportamiento, y la manera en cómo el deportista afronta determinadas situaciones. Se pueden atender tres fases bien diferenciadas en cuanto a la intervención del coach:

  • Evaluación de la situación. En primer lugar, el método utilizado por el coach tiene su punto de partida en el contacto inicial con el deportista. Se realiza una evaluación inicial con preguntas para evaluar la situación, y posteriormente, establecer los objetivos a corto, medio y largo plazo
  • Establecimiento de puntos de mejora. Hay preguntas para establecer puntos de mejora en el ámbito profesional del deportista.
  • Establecimiento de objetivos. Se toma como núcleo central de la intervención la información obtenida en los dos puntos anteriores. Se explica la diferencia entre objetivos de resultado y objetivos de rendimiento basado en ejemplos, y se establece un objetivo individual, de rendimiento y otro objetivo para realizar en el próximo partido. El deportista debe comprometerse a su cumplimiento.

Análisis del liderazgo

El proceso de coaching deportivo es como un bucle de retroalimentación que no debería terminar si se pretende una mejora constante, ya que siempre hay un campo en el que se tiene que mejorar y aprender. El entrenador no sólo debe obtener un buen rendimiento de sus deportistas, también debe lograrlo de sí mismo e intentar siempre hacerlo con el mejor resultado posible.

El liderazgo debe ser considerado de forma específica o contextual. El líder lo es en una situación y contexto específico y podría no serlo en otro. El liderazgo del entrenador es el resultado de la congruencia de la percepción que él mismo tiene de su estilo, la percepción de sus deportistas y del estilo preferido por los mismos. A este respecto, puede afirmarse que existe una gran discrepancia entre la autopercepción del entrenador y la de sus deportistas (existiendo diferencias en un 85% de los ítems), en la misma línea de resultados que se mostraron en el estudio de Urra. La congruencia entre la conducta requerida y la real, independientemente de la preferida, es que favorece en mayor medida el rendimiento, y cuando ambas son discrepantes, la consecuencia suele ser la falta de interacción entrenador/jugador.

Se destaca la alta discrepancia entre las percepciones de los entrenadores y las de sus deportistas, percibiendo los deportistas que el estilo de liderazgo de los entrenadores era más similar al del “entrenador de alto rendimiento”. Los aspectos donde mayor congruencia existió hacen referencia a la falta de cercanía afectiva y a la falta de confianza que percibían los deportistas y que no percibían los entrenadores. Esta discrepancia en las percepciones hizo concluir a los autores que se hace necesaria la implantación de un programa de intervención en liderazgo.

Pasos para el coaching

  • Tomar conciencia de la realidad que rodea al entrenador. Por un lado, identificar todo aquello que produce una disminución en el rendimiento, analizarlo y descartarl. Por otro lado, potenciar todo aquello que consiga un mayor desempeño en su labor. Los aspectos a eliminar o potenciar están relacionados con el entorno, el comportamiento o la conducta, las capacidades y habilidades, con las creencias o valores y con la identidad.
  • Tener voluntad para que se produzca el cambio en el entrenador. Una vez iniciado el autoanálisis para la mejora, detectar en qué aspecto debe mejorar para aumentar el rendimiento de su equipo o jugador, siendo muy importante la disciplina y la ambición del entrenador para que se alcancen las metas.
  • Disponer de herramientas y recursos para favorecer el cambio. Se debe focalizar la atención en todo aquello que esté en su alcance para mejorar, aprovechando los recursos disponibles. Para ello, el entrenador debe formarse para ser un buen comunicador, saber liderar a su equipo, ser justo y equilibrado, ser un buen motivador y creer en sí mismo.
  • Establecer el plan de acción y ponerlo en marcha. Cuándo comenzar, de qué manera hacerlo y, lo más importante, hacerlo.

Modelo Multidimensional del Liderazgo

El Modelo Multidimensional del Liderazgo de Chelladurai está basado en cuatro aspectos:

  • El comportamiento del líder.
  • Los antecedentes del comportamiento del líder.
  • La influencia del liderazgo transformacional (el carisma).
  • Los resultados de la conducta del líder (retroalimentadores del sistema).

La hipótesis de este modelo resalta que el rendimiento y la satisfacción de los deportistas estarán positivamente relacionadas con el grado de congruencia entre la conducta preferida, la requerida y la real. El modelo de liderazgo multidimensional de Chelladurai ha recibido mayor atención científica y se ha utilizado en diversos contextos socio-culturales, teniendo un mayor consenso en la comunidad científica.

Transmisión de valores

El coach debe ser capaz de priorizar sus funciones, sabiendo de antemano que no todos los entrenadores hacen bien de educadores o viceversa. El coach debe formarse para tener las habilidades y los atributos necesarios para saber educar, y, sobre todo, entrenar, pero no todos los entrenadores hacen bien de educadores físicos.

El entrenador tiene el rol principal en la instauración y organización de un ambiente positivo para el correcto desarrollo de los jóvenes jugadores. Desde el punto de vista social, el deporte es más importante para la juventud como herramienta educacional para promover competencias de vida que para formar a unos pocos deportistas de élite u obtener éxitos olímpicos. De hecho, la mayoría de niños y niñas que acuden a equipos deportivos no llegan al profesionalismo cuando son adultos.

En el estudio de Saffici entienden que en el ámbito de la educación física existe cierto vínculo entre la enseñanza y el entrenamiento, afirmando que muchos educadores asumen el doble papel de la enseñanza y el coaching, ya que la única diferencia respecto a la enseñanza reside en la exigencia respecto al nivel técnico y el rendimiento en la mejora de las habilidades del jugador. La enseñanza deportiva, como práctica que queda para la vida actual y futura, también forma parte de la labor educativa de los entrenadores.

Tipos de entrenadores

Entrenador, entrenador/maestro, maestro/entrenador y maestro. Cada uno de los profesionales atiende a distintas demandas en su labor profesional, las prioridades y motivaciones difieren para cada perfil. Los entrenadores/maestros deben establecerse para que sus alumnos sean responsables y disciplinados en el aula, no enfocándose en el rendimiento sino en el esfuerzo durante el proceso de aprendizaje ya sea de un concepto o de una técnica deportiva.

En cambio, los maestros/entrenadores deben recordar que son contratados para ser maestros y educadores primero, dejando en un segundo plano las responsabilidades de su perfil de coaching, ya que no debe desvirtuar la enseñanza.

Por otra parte, dentro de la Psicología del Deporte, demostrar la utilidad del entrenamiento de habilidades psicológicas en el ámbito deportivo ha sido y es uno de los objetivos fundamentales. La aplicación de programas psicológicos para el entrenamiento de habilidades como el control de estrés, la programación de objetivos o el control de la atención, mejoran el rendimiento de los deportistas.

Nutrición y ejercicio

La actividad física aumenta las necesidades energéticas, así como algunos nutrientes. Por ende, es importante que los deportistas acudan a un experto con el fin de ser dirigidos al consumo de una dieta equilibrada basada en una gran variedad de alimentos.

En este sentido, TECH Universidad Tecnológica, a través del Máster en Diabetes o el Máster en Nutrición Clínica en Medicina, entre otros, ofrece el criterio de selección correcto para que el estudiante se convierta en un profesional capacitado para tratar los problemas más complejos en relación a la comida y a la salud.

Sin embargo, ligando las anteriores disciplinas al ejercicio, el Máster en Nutrición Deportiva en Medicina es fundamental ya que es capaz de dirigir al deportista y asesorarle en materia funcional para que siga conservando su salud.

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