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La relación entre humanos y animales desde su origen ha planteado innumerables preguntas en diversas áreas temáticas. Mientras la ética animal se pregunta por la validez moral de los animales, el campo de los estudios animales es mucho más diverso. Abarca otros ámbitos, allende la filosofía moral, como las ciencias naturales, sociales y las humanidades, para responder a las preguntas de la relación humano-animal. Por su parte, los estudios críticos animales surgen como una respuesta ante la inmensidad de ámbitos de los estudios animales.

La ética animal

El dilema ético en la experimentación animal está en relación con la posible contraposición entre dos valores. Por un lado, el atentar a la sensibilidad de los animales y la posibilidad de daño que pueden llegar a sufrir en el propio experimento; por otro lado, la necesidad de estos experimentos, pues son vitales para la protección de los humanos, e incluso, para la salud y seguridad de los propios animales. La ética animal estudia la consideración moral que deben recibir los animales no humanos e investiga la relación humano-animal. Así, preguntándose por la moralidad de los actos humanos hacia los animales.

La ética animal es un campo emergente. Según Peter Singer (2006) la filosofía se vio envuelta en la cuestión de los animales a partir de 1972, cuando se editó la obra Animals, Men and Morals, a su juicio “el primer trabajo moderno en que filósofos discutían sobre la ética de nuestro tratamiento a los animales”. En el artículo sobre experimentación con animales escrito por el psicólogo Richard Ryder, el autor habló por primera vez del término ‘especismo’ (speciesism). Este concepto se ha usado para “describir la discriminación generalizada practicada por el hombre en contra de las otras especies”.

Paralelamente, Peter Singer recobró este concepto en su libro Animal Liberation. Así, definiéndolo como “un prejuicio o actitud parcial favorable a los intereses de los miembros de nuestra propia especie y en contra de los de otras”. Estos y algunos otros autores coinciden en que el especismo antropocéntrico antepone que los intereses del ser humano deben prevalecer por encima de los intereses del resto de animales.

Deontología veterinaria

Para determinar si el especismo antropocéntrico puede estar o no justificado, en la ética se puede examinar desde diferentes enfoques normativos; entre otros, el utilitarismo, la deontología, el contractualismo y el igualitarismo. Para el utilitarismo, lo que tiene relevancia moral son las consecuencias de los actos, es decir, que sean buenas o malas. El uso de animales no humanos puede ser aceptable solamente si la felicidad que brinda su explotación es mayor que el daño que causa. Sin embargo, es muy difícil imaginar alguna forma en la cual esto podría ser posible.

Los animales no humanos son dolorosamente privados de su vida después de haber sido privados de la mayor parte de las experiencias positivas que podrían haber tenido, y después de haberlos hecho sufrir terriblemente. Los humanos deberían aplicar el principio de igual consideración de intereses. Esto porque los animales también tienen interés en no sufrir y en satisfacer sus estados de necesidad.

La ética deontológica parte de la premisa de que existen obligaciones o deberes morales que deben cumplirse independientemente de la consideración de sus consecuencias. En este sentido, el derecho tiene prioridad sobre el bien o el fin de la acción. Así, quienes han examinado la cuestión de la consideración moral de los animales desde un punto de vista deontológico de los derechos, han indicado que hay ciertos intereses que cada animal sintiente tiene que no pueden ser vulnerados.

Para Tom Regan, los animales serían “sujetos de una vida”. Esto sería así no por el mero hecho de estar vivos, sino por tener la capacidad de poseer experiencias. Esto es algo que sucede en el caso de todos los seres sintientes, sean humanos o no.

Los estudios animales

Los estudios animales (EA) abarcan un complejo número de disciplinas muy amplio. Cada una de ellas plantea algún tipo de relación con los animales no humanos. Están presentes en áreas tan variadas como las ciencias naturales, las humanidades y las ciencias sociales. Su origen se remonta al proceso de revolución agrícola del Neolítico y la domesticación de los primeros animales y cultivos hace aproximadamente 12 000 a 14 000 años.

En esta época los seres humanos comenzaron a vivir en comunidad, protegiéndose contra las inclemencias de la naturaleza. Además, defendiéndose de los animales salvajes con los que convivían en el mismo territorio.

Entonces se originó el proceso de domesticación de algunos animales, y se comenzó a recopilar el conocimiento técnico que supone modificarlos en relación con sus antepasados salvajes “para aumentar su utilidad para los humanos, que controlan su reproducción, sus cuidados y les proporcionan alimento”. Actualmente, los estudios animales son un área ascendente y productiva en investigaciones, que indaga y reflexiona sobre las relaciones entre humanos y animales. El Wesleyan Institute (2011) define los EA así:

«Un campo emergente en las humanidades, las ciencias y las ciencias sociales para investigar las relaciones pasadas y presentes entre los animales humanos y no humanos, la representación de esas relaciones, sus implicaciones éticas y sus efectos sociales, políticos y ecológicos en y sobre el mundo”.

La consolidación de los EA como un área independiente data de hace relativamente poco tiempo, influenciada por la etología y las ciencias del bienestar animal. Las investigaciones de los EA aún se encuentran en una etapa incipiente.

Los estudios críticos animales

Teniendo en cuenta la gran variedad de áreas que forman parte de los estudios animales, los estudios críticos animales (ECA) promueven la politización de la relación humano-animal y la crítica a su tradición antropocéntrica. Cuestionan el dimorfismo humano-animal como una relación de sumisión contra los no humanos (como las relaciones desiguales de género, de clase o de raza) que reducen el valor y la agencia moral exclusivamente al ser humano. Los estudios críticos animales (ECA) conceptualizan ‘animal’ incluyendo a todos los seres sintientes, esto es, también a los humanos.

Su análisis denuncia cómo la teoría y la práctica de lo humano “ha llegado a ser dualista, especista, racista, patriarcal e imperialista”. En los ECA el objetivo no es la investigación como ejercicio académico y teórico, sino que al mismo tiempo e irrevocablemente, es una manera de visibilizar las relaciones de opresión ejercidas por los humanos contra los no humanos.

Es así como los ECA concretizan lo humano y lo animal para superar la dualidad versada por el paradigma humanista. Porque el tratamiento que se da a los animales es una cuestión ética, bioética y también política, desde que se despliega el conocimiento científico y el hacer técnico para su explotación y aprovechamiento como recursos.

La única instancia que más ha discutido sobre los animales usados en la investigación está en el seno de los comités de bienestar animal o comités de ética de la investigación con animales en universidades y centros de investigación. En ellos, no se debate si los animales deben o no estar presentes en los diferentes ámbitos de la investigación científico-técnica, sino en cómo hacer esta explotación económicamente más rentable, o moralmente menos apremiante cuando se debaten medidas de bienestar animal en la investigación.

El bienestar del humano y el animal

En los ensayos clínicos existen muchos campos en los cuales será necesario el uso de animales para el proceso de experimentación. Esta acción entra en una balanza entre las necesidades humanas y la ética-moral del ser humano. Por ello, el profesional de este ámbito debe conocer en su totalidad su nivel de impacto, tanto positivo como negativo que se pueda dar en ambas partes. Para ello, se interpone la ética profesional como pilar principal para evaluar que debe realizarse y a que interponerse.

TECH Universidad Tecnológica actualmente desarrolla un amplio portafolio educativo abarcando diferentes áreas de alta demanda en el campo laboral del profesional. Dentro del mismo se encuentra su Facultad de Veterinaria, dedicada completamente a este campo. En ella, se encuentran posgrados tales como el Máster en Rehabilitación Equina y el Máster en Medicina y Cirugía de Aves. Sin embargo, para aquellos profesionales que buscan dominar el campo de la experimentación en veterinaria, no cabe duda que su mejor decisión será optar por el Máster en Ensayos Clínicos Veterinarios.

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