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El conducto dentinario y cementario son términos claves en la anatomía de las raíces dentales utilizados especialmente en endodoncia. El concepto actual en la anatomía radicular, que describe mejor la realidad anatómica de los diferentes dientes de la arcada, es el que señala que no en cada una de las raíces de un diente determinado se debe encontrar un nervio dentario o paquete vasculonervioso, sino que existe un sistema de conductos radiculares. Es decir, que la trama orgánica conectiva que nutre al diente se distribuye en el interior de ese diente a modo de múltiples vías que, entrando por el ápice radicular, se abren en un gran abanico de formas hacia la cámara pulpar.

Conducto dentinario

El contenido pulpar de cada una de las raíces del diente se sitúa en un conducto longitudinal de la raíz y, tal y como su nombre indica, sus paredes son de dentina. El conducto dentinario va desde la pulpa coronaria hasta el ápice radicular de tal manera que su límite coronario está en la cámara pulpar en los dientes unirradiculares y en los multirradiculares a nivel del suelo de dicha cámara pulpar.

El límite inferior, que es más estrecho que el límite coronario, está a nivel apical y marca el punto de inflexión con el conducto cementario siendo esta la zona más estrecha de todo el trayecto pulpar hasta el ápice. El límite de la preparación y de la obturación del conducto radicular se debe llevar hasta ese punto de inflexión. Es importante tener en cuenta la siguiente serie de particularidades.

Características del conducto dentinario

Como se ha mencionado, el conducto dentinario no es un simple conducto, sino que hay que pensar siempre en la posibilidad de que ese conducto tenga múltiples ramificaciones que el clínico tienen que identificar, limpiar, ensanchar y obturar. Igualmente, y si el conducto está totalmente formado, la terminación apical es siempre más estrecha que la zona coronaria. Es por ello que el conducto es cónico con la zona más estrecha a nivel apical.

En este punto más estrecho es donde se tiene que eliminar el paquete vasculonervioso que contiene y obturar posteriormente (límite cemento-dentinario). Si la formación de la raíz no está totalmente terminada, la forma cónica del conducto es cilíndrica o incluso cónica invertida y es mucho más difícil conseguir que la obturación se posiciones en la situación correcta.

En la zona apical el conducto dentinario se continúa con el conducto cementario que nunca se sitúa en el mismo eje que el anterior. Hay siempre, pues, una angulación entre el eje del conducto dentinario con el del cementario. La existencia de esa angulación junto con que en ese punto el calibre del conducto es el más estrecho, es lo que lleva a elegirlo como límite de la preparación y obturación del conducto.

Dentro del conducto dentinario se ubica el paquete vasculonervioso pulpar o pulpa radicular y por lo tanto las células que contiene son las propias de la pulpa es decir los odontoblastos (formadores de dentina), los fibroblastos (formadores de colágena y de la sustancia fundamental), células indiferenciadas o células de reserva o células madre (Stem Cells) que serían las precursoras entre otros de los odontoclastos en el caso de que haya un proceso de destrucción de la dentina, células de defensa como los macrófagos y los linfocitos y vasos sanguíneos, linfáticos y nerviosos. Por lo tanto, en todos los procesos de reparación o de destrucción de la pared dentinaria estarán involucrada dichas células y no otras (no hay cementoblastos, osteoblastos, etc).

Conducto cementario

El conducto cementario es la continuación del conducto dentinario gracias a la cual este se abre al periodonto apical. Tal y como se indica, sus paredes son de cemento radicular y no de dentina. Es la continuación apical del conducto dentinario y es hasta ese límite hasta donde se lleva la preparación y obturación del conducto.

El conducto cementario tiene forma tronco-cónica con el foramen menor que se continúa con el conducto dentinario y con su apertura mayor que se abre al periodonto apical. Es un conducto corto que ha sido objeto de una gran cantidad de estudios tanto histológicos como anatómicos teniendo que destacar en estos momentos los estudios realizados por Yury Kuttler (el libro se publicó en 1980) que hizo unas mediciones sumamente precisas. Basándose en estos estudios se puede determinar que la longitud de este conducto cementario se sitúa en el orden de 0’5 a 0’7 mm., pero es necesario tener en cuenta que estas mediciones son variables, ya que la longitud del conducto está condicionada a la mayor o menor aposición de cemento sobre sus paredes y sobre el ápice radicular.

Cuando el conducto cementario está en formación, su calibre es tan amplio como para permitir un gran aporte vascular al paquete pulpar radicular y cameral, lo que confiere a la pulpa infantil y juvenil una gran capacidad de reparación que tienen que inducir a ser cautos en el diagnóstico diferencial de afectación irreversible de la pulpa dentaria a estas edades. Cabe destacar que en los primeros estadios de formación radicular no hay angulación aparente entre el eje del conducto dentario y el cementario, lo que permite un aporte vascular muy fluido. La angulación se va produciendo a medida que se empieza a generar el cemento radicular periapical con lo que además se va cerrando la luz de este conducto y va estrangulando el aporte vasculonervioso al interior de la pulpa radicular. En estos casos la dificultad para determinar dónde se sitúa el límite cemento-dentinario se comprende fácilmente y es, por lo tanto, sumamente difícil conseguir un límite hasta donde quitar la pulpa radicular y obturar.

En la zona apical el conducto cementario se continúa con el foramen apical que es la abertura al periodonto apical. A este nivel, el conducto cementario se agranda hasta formar la apertura mayor de ese troco-cono. La longitud del conducto cementario puede variar dependiendo de la aposición de cemento, esa variación de longitud está íntimamente relacionada con la ubicación del foramen apical en relación al ápice radicular. El conducto cementario no termina en la punta de la raíz dentaria, sino que lo hace desviado hacia un lado o hacia otro y a una mayor o menor distancia dependiendo de la cantidad de cemento dentinario que se deposite a nivel del ápice radicular.

Conducto dentinario y cementario en la endodoncia

El conducto dentinatrio y cementario, porciones de la cavidad pulpar ubicadas en el tercio apical de la raíz, son a menudo factores de importancia en intervenciones endodónticas y microcirugías apicales. Por tanto, es un deber de todo profesional ubicado en esta especialidad conocer estos y otros elementos de la anatomía radicular para llevar su práctica a la excelencia. Desde TECH Universidad Tecnológica te ofrecemos nuestro Máster en Endodoncia y Microcirugía Apical, un programa completo, actualizado y enfocado en esta subespecialidad para que potencies tus conocimientos y tu panorama laboral.

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