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Una de las principales debilidades diagnosticada en el mundo de la investigación en comunicación es la débil formación con la que muchos participantes llegan a las últimas etapas de sus estudios. Se les pide generar un proyecto de investigación (trabajo de grado) sin haber sido formados debidamente en el área. Este artículo brinda información importante al lector en las fases que hay que cubrir para generar un proyecto de investigación factible y sólido, además de las diferentes herramientas que pueden aparecer en la elaboración de Instrumentos adecuada y concisa.

Aprenderá a discriminar el enfoque correcto dependiendo de los propósitos perseguidos en el proyecto. Del mismo modo, aprenderá a discriminar las herramientas adecuadas para la recogida de la información y su posterior procesamiento. En este tema se abordará el proceso que conlleva la elaboración de instrumentos de investigación. Se definirán sus dimensiones, sus componentes básicos y los atributos necesarios para su correcta validación. Para la elaboración de instrumentos debe tenerse claridad de los conceptos sobre constructo teórico, medición, confiabilidad y validez. Para Kerlinger (1988), un constructo es un concepto.

Un concepto abstrae las generalizaciones de casos particulares; sin embargo, como constructo tiene el sentido adicional de haberse desarrollado o adoptado deliberadamente con un fin científico. El constructo es parte de los esquemas teóricos y está relacionado con otro. Según Gras (1980), un constructo es la representación sobre algún aspecto sobre el objeto que será observado, medido y relacionado con otros constructos. Además, Briones (1998) establece que los constructos son medibles a través de sus manifestaciones externas, es decir, sus indicadores. Los constructos pueden ser definidos como propiedad subyacente medidos solamente en forma indirecta, son definiciones mentales de los eventos de objetos, los cuales pueden variar.

Tipos de validez

Validez de Contenido: se refiere al grado en que un instrumento refleja un dominio específico del contenido de lo que se quiere medir, se trata de determinar hasta dónde los ítemes o reactivos de un instrumento son representativos del universo de contenido de la característica o rasgo que se quiere medir, responde a la pregunta cuán representativo es el comportamiento elegido como muestra del universo que intenta representar.

Validez de Constructo: intenta responder la pregunta ¿hasta dónde el instrumento mide realmente un rasgo determinado y con cuánta eficiencia lo hace? Al respecto, Gronlund (1976, citado por Ruiz Bolívar, op. cit.) señala que esta validez interesa cuando se quiere usar el desempeño de los sujetos con el instrumento para inferir la posesión de ciertos rasgos. Para estudiar este tipo de validez es necesario que exista una conceptualización clara del rasgo estudiado basado en una teoría determinada. La teoría sugiere las tareas, pruebas que son apropiadas para observar el atributo o rasgo y las evidencias a considerarse en la evaluación. Cronbach (1960, citado por Ruiz Bolívar, op. cit.) propone los siguientes pasos:

  1. Identificar las construcciones que pudieran explicar la ejecución en el instrumento.
  2. Formulación de hipótesis comprobables a partir de la teoría.
  3. Recopilación de los datos para probar las hipótesis.

De manera que la confiabilidad es un hecho empírico, que se enfoca en la probabilidad de obtener los mismos resultados al utilizar el mismo instrumento, mientras que la validez se cuestiona que un instrumento sea válido para qué o en función de qué (Carmines y Zeller 1987).

Elaboración de Instrumentos: pasos para validar un instrumento

Paso N° 1: Revisar la literatura

Supo (2013)** describe y señala los pasos a realizar al momento de validar un instrumento. Antes de pensar en construir un instrumento, se debe saber si ya existe un instrumento o teoría previa para la medición que se pretende actuar. La revisión de la literatura consiste en la revisión del conocimiento que se tiene -hasta este momento- del concepto que se desea medir, entonces se va a presentar alguna de estas tres circunstancias:

  1. Primera circunstancia, el concepto está plenamente definido.
  2. Segunda circunstancia, el concepto está parcialmente definido.
  3. Tercera circunstancia, el concepto no está definido.

Se ve un ejemplo en cada una de estas tres situaciones y lo que se debe hacer para construir un instrumento que tenga validez de contenido. Segundo, el concepto está parcialmente definido: existen circunstancias en las cuales se puede encontrar teoría medianamente consistente sobre un concepto; pero no hay instrumentos y tampoco hay un consenso acerca del concepto que se desea medir.

Tercero, cuando el concepto no está definido. Cuando no existen teorías, no hay publicaciones al respecto, ni tampoco existen investigadores dentro de la línea de investigación donde se pretende construir el instrumento. El investigador tendrá que considerar la pertinencia de acuerdo a su experiencia de enunciar a su propia teoría; tendrá que definir el concepto para poder construir su instrumento. (p. 89)

Paso N°2: Explorar el concepto

Este procedimiento se realiza únicamente si se encuentra en las dos últimas situaciones: cuando el concepto está parcialmente definido o cuando el concepto aún no está definido, porque si se encuentra que el concepto está plenamente definido, entonces construir un instrumento cuyo contenido alcance el constructo no tiene ninguna dificultad. Como se había mencionado, cualquiera puede elaborar un examen de aritmética que involucre la suma, resta, multiplicación y división a fin de evaluar el nivel de conocimientos en un grupo de niños previamente entrenados.

En este momento se debe anunciar que existen dos niveles de exploración: en la población y entre expertos. El primer caso, exploración con respecto a la población es cuando se entrevistan a los sujetos que más adelante serán objetos de evaluación; y el segundo caso, en expertos, es cuando se entrevistan a personas que, no siendo investigadores, conocen más acerca del tema que se desea medir.

Paso N° 3: Enlistar los temas

Para citar un ejemplo estándar, si se quiere construir un instrumento que al final tenga 20 ítems o enunciados, se debe reunir mediante este procedimiento de enlistar los temas unas 100 palabras clave que se obtendrán del discurso. A continuación se deben agrupar los conceptos, una vez que se ha conseguido el listado de palabras clave a partir de las entrevistas realizadas, se va a resumir el número de temas, muchos de ellos estarán repetidos y muchas respuestas serán coincidentes entre las personas que se han entrevistado.

Paso N° 4: Formular los ítems

Un ítem o reactivo es un enunciado u oración que se escribe en forma interrogativa o afirmativa y que constituye el cuerpo fundamental del instrumento que se pretende construir. ¿Y con qué temas o tópicos se van a formular estos ítems? Pues con el listado de respuestas resumidas o sintetizadas que se habían obtenido en el paso anterior. (p. 90).

Paso N° 5: Seleccionar los jueces

En primer lugar, se va a diferenciar el concepto de juez y de experto, porque son dos términos que en muchas ocasiones se consideran como sinónimos y no necesariamente lo son. Por otro lado, un juez, dentro del tema de la validación de instrumentos, es una persona que ayuda a evaluar los ítems que se han formulado y si bien son investigadores, su línea de investigación no necesariamente es la misma que la que se utilizará, de manera que no necesariamente son expertos en el tema que se está investigando.

Herramientas en la recolección de información

En el campo de la comunicación en muchos ámbitos, el profesional deberá hacer uso de sus conocimientos y habilidades con el fin de recolectar la información necesaria para la construcción de un escenario o noticia. Conocer cada una de ellas le permitirá ampliar su espectro de forma adecuada, y de esa manera que cada uno de sus mensajes emitidos sea transparente claro y conciso, además de brindar una credibilidad optimizada para todos sus espectadores.

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