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El periodo de transición o vacacional es el tiempo que transcurre desde el final de la temporada competitiva hasta el comienzo de la preparación de la nueva temporada. Es un periodo que suele tener una duración de entre 4-8 semanas en función de la disciplina deportiva, el nivel, la categoría, calendario o competición. En un mismo deporte puede haber otros periodos de descanso como es el caso del fútbol europeo, donde cada país los gestiona de una forma determinada, como son las navidades.

Equipos de la liga española suelen tener un periodo de descanso en navidad de unas 2 semanas de competición; en la Bundesliga Alemana también para la competición durante 4 semanas en navidad. Los equipos de la Premier league inglesa, lejos de hacer parones invernales es cuando mayor carga de partidos acumulan llegando a jugar 3 partidos por semana, alegando que es un periodo donde los fans están de vacaciones y puedan llenar los estadios. Pese a estas diferencias, los equipos top de cada país compiten entre ellos a partir de febrero en competiciones europeas.

Los periodos de descanso son breves y es posible que algunos deportistas no los puedan aprovechar por compromisos; sean estos personales, con patrocinadores, o con el club si les obligan a realizar entrenamientos. Otros esperan a las semanas sin competir para someterse a alguna cirugía o para empezar programas de rehabilitación. Sin embargo, cuando descansan lo hacen tanto a nivel físico, psicológico y alimentario, motivo frecuente de cambios en la composición corporal con aumento del peso graso y disminución de tejido muscular.

Desentrenamiento

El desentrenamiento se conoce como la pérdida parcial o total de las adaptaciones producidas por el entrenamiento, fruto de un estímulo insuficiente. Durante los periodos vacacionales en los deportistas puede producirse un periodo de desentrenamiento a corto plazo (periodo de entrenamiento insuficiente de 4 a 6 semanas). En deportistas bien entrenados, incluso un corto periodo de desentrenamiento se caracteriza por modificaciones en los estados cardiorrespiratorio, metabólico y muscular. Esto con reducciones en el consumo máximo de oxígeno VO2max entre 4 – 14 % en individuos con gran potencia aeróbica.

Por ello, los entrenadores crean programas de entrenamientos específicos para los periodos fuera de la temporada. No obstante, pese a los planes establecidos los deportistas ver mermada su composición corporal y por ende reducida su condición física. En un estudio de jugadores de fútbol profesionales de la liga griega se comparó un grupo de sujetos entrenados durante el periodo de transición vs. un grupo control que no entrenó. En ambos grupos se observaron disminuciones significativas en los valores de VO2max e incremento de la masa grasa. Sin embargo, al analizar los datos dichas modificaciones fueron significativamente menor. Esto en el grupo que realizó el plan de entrenamiento frente al que estuvo en reposo.

Estudios en el desentrenamiento

En otro estudio en jugadores de liga española de alto nivel, que llevaba jugando competición Europea durante los últimos 5 años y, por lo tanto, participaba en 3 competiciones (Liga Española, Copa de España y UEFA) se analizaron diversas variables para descifrar el efecto del desentrenamiento en la composición corporal, parámetros sanguíneos, rendimiento aeróbico, velocidad y salto y se observó lo siguiente:

  • Parámetros antropométricos
    • Aumento de masa grasa tras el periodo de transición (Aumento 10 %)
    • Reducción de masa libre de grasa en las extremidades inferiores.
  • Parámetros Sanguíneos
    • Aumento de eritrocitos, hemoglobina, y recuento plaquetario
    • Disminución de MCV, MCH, MCCH – Disminución de la transaminasa GPT y la enzima LDH
    • Aumento de ácido úrico, colesterol total y testosterona
  • Pruebas funcionales
    • Sin diferencias en salto vertical y velocidad
    • Reducciones significativas en la prueba de velocidad aeróbica máxima.
    • Reducciones de concentración de lactato tras la prueba de carrera de campo incremental.
    • Sin diferencias en frecuencia cardíaca máxima

Como resumen se vio mermada la composición corporal lo que está en concordancia con los resultados observados en otros estudios. Mismos donde los jugadores llegan a incrementar hasta un 20% su grasa corporal tras el periodo de inactividad. Por otro lado, la reducción de masa libre de grasa solo en los miembros inferiores demuestra que es fruto de la inactividad. Esto, ya que en el caso de los futbolistas es en los miembros utilizados habitualmente durante temporada competitiva. En cuanto a la reducción de velocidad aeróbica máxima los resultados concuerdan con los encontrados en investigaciones previas. Fue allí donde se observó que el tiempo hasta el agotamiento disminuyó entre 4 – 25 %. Esto como consecuencia de un estímulo insuficiente de entrenamiento tras un bajo estimulo de entrenamiento durante 8 semanas.

Disminuir reducción de rendimiento respetando el periodo de descanso

Observadas las reducciones de rendimiento podría resultar interesante dentro de lo posible no dejar de practicar actividad física, si bien se debe disminuir de forma drástica el volumen de entrenamiento. De todas formas, en ciertos casos el dar la libertad de 1 o 2 semanas (no más) podría ayudar a evitar sobre entrenamientos. Como ejemplo práctico se podría planificar 2 sesiones a la semana siendo una de ellas de entrenamiento aeróbico de alta intensidad (5 series * 4 min al 87-97 % de frecuencia cardiaca máxima con 2 minutos de recuperación activa entre repeticiones).

Con tan solo esas dos sesiones se evitaría reducciones de VO2max durante el periodo de transición. Añadir una tercerea sesión de fuerza/potencia con una separación de 48-72h de la anterior podría funcionar para reducir la disminución de las capacidades neuromusculares (ej. entrenar con cargas altas 4-8 repeticiones al 85-90 % de 1 repetición máxima en sentadilla) El mayor éxito en las intervenciones será aquella que cumpla con las necesidades específicas de cada deportista. Se tendrán en cuenta aspectos como la personalidad del deportista, así como sus preferencias y costumbres.

El hecho de poder practicar otras actividades de las que no puede disfrutar durante el periodo de competición, que le otorgue mayor disfrute y adherencia a la actividad a realizar. Siempre se buscará ir de menor a mayor grado de especificidad y atendiendo a cómo acabó el deportista la temporada. Partidos acumulados, estado físico, mental, lesiones, estado muscular, duración del periodo transitorio, etc.

Estas recomendaciones se pueden aplicar a multitud de deportes, por ejemplo Mujika sugirió que una reducción en las pérdidas durante el periodo transitorio, tuvo mayor relevancia para establecer nuevos récords personales en la siguiente temporada, que los propios efectos del entrenamiento durante el periodo preparatorio en nadadores profesionales.

Pautas nutricionales

En cuanto a recomendaciones en este periodo, es momento de incidir en la educación nutricional correspondiente a esta época, el objetivo será volver a los terrenos de juego en las mejores condiciones posibles. Respecto a los errores cometidos, el nutricionista debe comprender que para el deportista es un periodo de “liberación” tras una dura temporada de competición, donde muchos de ellos ingieren alimentos o bebidas en exceso y suelen optar por los alimentos restringidos durante la temporada tales como; bollería, snacks y alcohol junto con comidas muy abundantes.

Todo ello unido a que la actividad física será muy baja en comparación al resto del año, se traducirá en incremento de la masa grasa. La labor del nutricionista será hacer comprender al jugador que sí que es una fase de “liberación” pero que se puede planificar de forma adecuada y aprender a gestionar la alimentación sin tener la sensación de restricción.

Nutrición por fases en el deporte

Para el profesional en salud es importante conocer y dominar tantos campos como le sea posible. Esto permitirá que, además de tener una oferta laboral más amplia, pueda aplicar estos conocimientos en cualquier situación que se requiera. Así sucede en el ámbito deportivo, donde el profesional en salud sirve de guía y consejero frente a ciertas características importantes en los cambios del deportista profesional.

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