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Son varios los mitos existentes en relación con el aprendizaje y el cerebro, bien por desconocimiento o porque hasta hace poco no existían datos científicos al respecto. Uno de los principales neuromitos gira en torno a la edad, donde se ha considerado que esta actividad era propia de los jóvenes más que cualquier otra población.
Edad del aprendizaje
Algo que a falta de datos provenientes de la neurociencia se trataba de explicar era que los pequeños y jóvenes tienen motivación y tiempo para el aprendizaje. Prácticamente es lo único que hacen: estudiar, comer y jugar. En cambio, los adultos están demasiado ocupados para poder sacar unas pocas horas a la semana para estudiar un segundo idioma, por ejemplo. Esta es una explicación que parecía que satisfacía a todos, pero ¿se puede aprender a cualquier edad?
Estudio relacionado
Esto es lo que se ha tratado de responder con una investigación realizada desde la Universidad de Florida (EE.UU.) cuyos resultados han sido publicados en el 2016 en la revista científica Frontiers in Aging Neuroscience.
En el estudio participaron noventa y tres adultos, de los cuales el 60% eran mujeres, con edades comprendidas entre los 43 a 85 años. A todos ellos se les pidió que completaran los test estandarizados, incluidos en el NIH Toolbox. Incluía pruebas de memoria episódica, memoria de trabajo, ejecutivo central, lenguaje y atención. Además del Montreal Cognitive Assessment (MoCA), que evaluaba la orientación, la atención, la memoria a corto plazo, el pensamiento abstracto, la fluidez verbal y la función ejecutiva visual. Igualmente se registró mediante resonancia magnética un área concreta del cerebro, el hipocampo, responsable de la consolidación de las huellas de memoria.
Los resultados muestran una reducción del tamaño del hipocampo entre los mayores, lo que hace que obtengan peores resultados. Según los autores, el decremento del hipocampo se debe al envejecimiento, por lo que a medida que pasan los años el resto de las capacidades, incluida la de adquirir nuevos conocimientos, se va a ir perdiendo. Estos resultados van en contra de lo expuesto con anterioridad, con respecto a que se puede aprender en cualquier momento. Aún y con los beneficios de la regeneración neuronal, parece que si el cerebro se va deteriorando con el paso del tiempo, esto va a tener un efecto directo en la pérdida de posibilidades.
Deterioro del hipocampo
Con estos resultados neuronales se puede afirmar que los mayores van a poder seguir aprendiendo gracias a la regeneración neuronal, pero les va a costar más debido al deterioro del hipocampo. Es algo que está de acorde con la experiencia directa de los usuarios, por lo que no hay que recurrir a teorías explicativas como la «falta de tiempo» para ello.
A pesar de los datos anteriores, hay que recordar que la edad va a jugar un papel decisivo en el rendimiento del cerebro. Provoca que este poco a poco vaya perdiendo funciones, ya sea por el desgaste o por la acumulación de “problemas”. Proviene de algún trastorno, enfermedad e incluso por la alimentación que se lleve.
Impacto del azúcar
Así, en los últimos años se está incrementando la conciencia sobre los peligros del azúcar. La ingesta masiva de azúcar se ha demostrado que se relaciona con importantes problemas de salud. El problema es que el azúcar no siempre es «visible», ya que muchos artículos lo contienen sin hacer indicación al respecto, y otros lo utilizan como aditivo para aumentar sus ventas.
Desde la Organización Mundial de la Salud están realizando campañas de concienciación sobre la necesidad de reducir el consumo de bebidas azucaradas para evitar el sobrepeso y la obesidad infantil. Estos, a su vez, tienen problemas añadidos como la diabetes tipo 2, hipertensión arterial. Estos cursan con problemas respiratorios y del sueño. Es un aspecto que también afecta a los adultos, ya que cuanto mayor tiempo se esté consumiendo, los efectos negativos también se van acumulando. ¿Pero qué efectos tiene en el cerebro el consumo de bebidas azucaradas?
TDH
Por tanto, la alimentación va a tener un papel destacable en la evolución del cerebro con el tiempo, pero también los problemas que se tuvieron de “pequeño”. Así el TDAH en adultos se está convirtiendo en un nuevo campo de investigación, ya que hasta ahora los esfuerzos se habían centrado en el TDAH en la infancia.
Hay que tener en cuenta que hasta la fecha el TDAH no tiene “cura”, aunque sí pueden controlarse sus síntomas. Esto es, cualquier pequeño que haya sido diagnosticado como TDAH va a serlo toda su vida. Es decir, se va a caracterizar por un déficit de atención. Además va a presentarse hiperactividad en sus decisiones y comportamiento.
Si bien los padres se preocupan por procurarle la atención pertinente cuando estos son pequeños, parece que el “problema” se disipa en eso que se llama la adolescencia. Allí los problemas de atención o conducta son atribuidos a la rebeldía que muestran algunos jóvenes, más que a los efectos de seguir sufriendo las consecuencias de su TDAH. Sin embargo, a nadie le gusta estar de por vida “etiquetado” y menos estigmatizado, por lo que los propios jóvenes y sus familias acaban ignorando y dando de espaldas al tratamiento del TDAH que llevaban desde pequeño.
Cerebro del autismo
Una de las mayores dificultades teóricas a la hora de establecer un diagnóstico clínico es saber si se tratan de diferencias cualitativas o cuantitativas. La cuestión es saber si aquello a lo que se categoriza como trastorno está por encima o por debajo de lo normal. Sería el caso de la aproximación cuantitativa: por ejemplo con la inteligencia. Puede tratarse de algo totalmente diferente, como en el caso del trastorno de esquizofrenia.
En el caso concreto del autismo, ahora denominado del trastorno del espectro autista, se ha observado cómo el paciente diagnosticado tiene afectada determinadas áreas, especialmente la relativa al mundo social, mientras que las otras muestran un desarrollo normal.
Las personas con trastorno del espectro autista muestran dificultades para atender, comprender y mantener las relaciones sociales. Aunque existen diferencias individuales, además tienen problemas en comunicar, especialmente en lo que se refiere al mundo de las emociones.
Neurociencia
Las neurociencias se han convertido en una forma revolucionaria de atender casi todas las áreas del desarrollo humano. En el caso de la mente y el cuerpo, su unión puede ser profundizada por medio de la fisioterapia y los programas de TECH Universidad Tecnológica.
Los nuevos procedimientos científicos en las disciplinas que giran alrededor de estos temas pueden ser estudiados en el Máster en Ortopedia Infantil o el Máster en Fisioterapia Neurológica en Enfermedades Degenerativas. Sin embargo, es el Máster en Neuroeducación y Educación el posgrado ideal para la comprensión más profunda de todos estos procesos cognitivos.
Con todas estas herramientas de alto nivel podrás especializarte de la mano de los mejores profesionales que cuentan con una amplia experiencia en el sector.
