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Las especies subrogadas son un grupo de especies, relativamente pequeño, sobre las que se han venido ejecutando acciones directas. Considerando que, a la vez que se actúa sobre ellas, se está realizando una labor de protección sobre otras especies presentes en dicho medio. Para considerar a estas especies como buenos indicadores de la diversidad del territorio, es necesario asumir que existe un alto nivel de relación espacial entre su distribución y la de los demás grupos.

Este hecho se ve facilitado hoy día gracias a las herramientas SIG que permiten el modelado de la predicción de distribución de especies. Esto gracias a relaciones entre variables ambientales.

Es una solución que ha sido aceptada en la gestión para la conservación de la biodiversidad. Fundamentalmente, en aquellos casos en los que existe una gran falta de información sobre abundancia y distribución de especies; focalizando los esfuerzos sobre estas como estrategia de conservación de parte de la biota regional. Las especies subrogadas se dividen en las siguientes categorías, que serán explicadas con detalle y, a través de programas de conservación, en las próximas páginas:

  • Especies clave o llaves (keystone species)
  • Especies paraguas (umbrella species)
  • Las especies bandera (flagship species)
  • Especies indicadoras

Las especies subrogadas a nivel individual se emplean, como se ha dicho, como centro de estrategias de conservación. Si el objetivo es conseguir las condiciones ecológicas idóneas del conjunto de especies características de un hábitat (Lambeck, 1997). Sin embargo, en otras ocasiones, resulta conveniente la división del conjunto en varios grupos de especies encabezados, cada uno de ellos, por una especie subrogada.

Especies clave (keystone species)

También conocidas como especies llave, se trata de aquellas que tienen un papel de especial relevancia en el ecosistema en el que habitan (Paine 1969, 1995). Por ello, el sentido ecológico de su conservación es muy evidente. Son fundamentales para el mantenimiento de la biodiversidad de la comunidad y su organización (Mills et al. 1993). Sin embargo, su identificación, a menudo, es bastante complicada (Power et al. 1996). Algunas de ellas presentan una alta capacidad de modificación física del ambiente en el que se desarrollan, como por ejemplo los castores que construyen diques formando pequeños embalses.

Otras, por el contrario, son grandes depredadores capaces de modular la abundancia de otros meso depredadores más pequeños. En muchos casos, las especies escogidas como clave son presas de pequeño tamaño y que presentan una alta distribución (Smith y Foggin, 1999). Sin embargo, es necesario realizar un análisis meticuloso previo, puesto que, en muchos casos, la consideración de estas especies como tales puede conllevar efectos no deseados.

El principal problema que ha sido identificado con estas especies es que el relevante rol que desempeñan, en el funcionamiento de la comunidad, ha sido detectado, una vez que la población ha desaparecido o ha llegado a niveles críticos, es decir, solo cuando la especie ya no puede cumplir con su función.

En este punto, el sistema presenta una tendencia hacia el encuentro de nuevos equilibrios, sufriendo una transformación y convirtiéndose en un ente distinto al original hasta el momento. Si esto ocurre, el retorno al estadio original es un proceso muy complejo, debido a que suele ser necesario recuperar la población original de la especie llave, la cual está prácticamente ausente en este nuevo equilibrio (Delibes, 2005).

Elefante africano (Loxodonta africana)

Uno de los grandes ejemplos de estos individuos es el elefante africano (Loxodonta africana). Este mamífero tiene una verdadera influencia sobre el consumo de plantones en la sabana, donde habitan otros grandes herbívoros (antílopes, cebras, etc.).

Su alimentación produce que el pastizal permanezca en un estadio prácticamente inalterable, favoreciendo la no conversión del pastizal en bosque, hecho que garantiza suficientes terrenos con hierba para las grandes poblaciones de herbívoros. Pero, no solo ellos se ven favorecidos por los abundantes pastos, sino que, pequeños roedores también se aseguran su nutrición, y, de este modo, los depredadores pueden contar con una gran cantidad de pequeñas presas.

Perros de las praderas (Cynomys)

Son considerados igualmente como especies clave. Mediante la creación de sus largas galerías, favorecen los procesos de drenaje, previniendo así la erosión e incrementando la oxigenación de los suelos y modificando la composición de los mismos. Estas especies que realizan cambios físicos en los ecosistemas también son considerados especies ingenieras.

Jaguar (Panthera onca)

Es una especie clave en Sudamérica, ya que regula las poblaciones de otros mamíferos del ecosistema, contabilizándose hasta un total de 87 tipos diferentes de especies. Tal es la importancia de esta especie dentro de su ecosistema que, en la Conferencia del Convenio sobre Diversidad Biológica celebrado en Egipto, se presentó el Plan Jaguar 2030: plan regional para la Conservación del felino más grande del continente y sus ecosistemas.

Este plan de conservación, avalado por 14 países (Argentina, Belice, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, Nicaragua, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Surinam y Perú), tiene como objetivo poner fin a las principales amenazas del felino más grande de América Latina: la caza ilegal de la especie, para la comercialización de sus pieles y colmillos, y la destrucción de su hábitat.

Fruto de lo anterior, el jaguar ya se considera extinto en Uruguay y en El Salvador, según la UICN, considerándose en grave peligro en otros países del continente. Las principales acciones del mismo se engloban en los siguientes bloques:

  • Conectividad. Los distintos núcleos están conectados, gracias a una red de corredores biológicos, formando la unidad del Corredor del Jaguar. Perú, Colombia y Ecuador ya formaron un corredor para esta especie, a través de las áreas protegidas que conectan sus fronteras. Es de especial importancia el mantenimiento de esta red, en su nivel regional y entre países, de cara al logro de los objetivos de la estrategia.
  • Acciones a escala nacional para la protección de sus hábitats, que estén coordinadas con el resto de socios del plan.
  • Identificación de 30 zonas prioritarias para su conservación con horizonte 2030.

Cocodrilo americano (Crocodylus acutus)

Ejerce una importante influencia sobre el ecosistema, ya que es el mayor depredador de los Everglades. Esta especie crea grandes agujeros que permanecen encharcados en la estación seca y que proporcionan reductos para peces, tortugas, aves e insectos del ecosistema. Sin embargo, las crías de esta especie muestran una gran sensibilidad a los altos niveles de salinidad de las aguas y, además, el incremento en el nivel de agua reduce la presencia de presas para cazar.

Esta especie se enfrentó al grave problema de la salinización de las aguas, provocada por la construcción de canales para drenaje de agua, desde los pantanos por el desarrollo de la agricultura, y se declaró en peligro de extinción a mediados de los setenta. Gracias a los esfuerzos de los planes de gestión, su población ha ido incrementando y se considera ‘amenazada’ en la actualidad, en la zona.

Nutria marina del Pacífico Norte (Enhydra lutris)

Es considerada una especie clave del ecosistema costero. Su alimentación se basa en erizos, los cuales se sustentan de quelpo, un alga marina. Esta alga es la base nutritiva para cangrejos, caracoles y otros organismos, por lo que, la presencia de las nutrias regula las poblaciones de erizos de mar, permitiendo los niveles necesarios de quelpo para todos los organismos. Pero, el quelpo tiene otras dos importantes funciones sobre el sistema: disminuye la erosión, al frenar la llegada de agua a las costas, y absorbe CO₂.

El profesional en el cuidado de especies

La fauna y su diversidad han sido temas de conversación desde hace ya más de una década. Al ver que el ser humano tuvo tal impacto en ciertas especies, se comenzó a notar la extinción de ciertos ecosistemas, preocupando a la comunidad. Por ello, se crearon diversas áreas dedicadas a la protección y cuidado de los animales salvajes, protegiendo la diversidad en estos ambientes.

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