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Primero, a lo largo del texto, se profundizará en las principales teorías relacionadas con la capacidad cognitiva y el desarrollo de esta. Así mismo, cabe explicar de qué se trata y a qué se refieren estos términos para que puedan aplicarse a la didáctica en primaria.

Definición

En primer lugar, hay que saber que la cognición es la capacidad humana de adquirir conocimientos a través de procesos como la percepción, la memoria, el razonamiento o la reflexión. De esta manera, se entiende por desarrollo cognitivo como el proceso mediante el cual el ser humano, en el transcurso de su vida, adquiere y aumenta sus conocimientos y habilidades a través del aprendizaje y la experiencia. Estos conocimientos y habilidades adquiridas serán empleadas por el ser humano para la resolución de problemas cotidianos.

Además, este proceso de desarrollo surge ante la necesidad humana de formar parte de una sociedad y de relación con los miembros de esta. Por tanto, está vinculada con la capacidad del ser humano de adaptarse en su ambiente. El desarrollo cognitivo no está relacionado con la inteligencia ni al coeficiente intelectual del sujeto, sino que forma parte de la personalidad de este.

Teoría de Piaget

Su teoría pretende explicar cómo el niño interpreta el mundo en las diferentes edades. Para esto, Piaget afirmaba que el conocimiento adquirido por el ser humano se organiza en lo que él llama esquemas. Estos esquemas están conformados por acciones, conceptos, actitudes, reacciones, teorías, sistemas, operaciones mentales con las que se organiza y gestiona la información que se recibe. Estos diferentes esquemas son formas de enfrentarse a las diferentes situaciones de la vida cotidiana. Están en relación con la capacidad de cada ser humano de resolver ciertas situaciones o problemas. Los esquemas, para Piaget, están directamente relacionados con la edad del niño.

Funciones invariables

Para Piaget, existen tres conceptos básicos que él llama “funciones invariables”. Estas marcan el desarrollo intelectual del niño:

  • Organización: se trata de una predisposición innata en todas las personas. Consiste en el ordenamiento de las estructuras y sistemas para comprender el mundo. Conforme el niño va creciendo, combina las acciones físicas con los esquemas mentales más complejos combinándose y coordinándose ambas estructuras en una más compleja, perfecta y eficaz.
  • Adaptación: es la capacidad que tiene el ser humano de adaptar sus estructuras mentales o conductas al ambiente en el que se encuentra. En la adaptación participan otros dos procesos básicos que sirvieron a Piaget para describir cómo se adapta el niño al entorno.
  • Asimilación: a través de este proceso, el niño incorpora los nuevos conocimientos a sus esquemas mentales ya formados. El niño relaciona la nueva información con ideas antiguas. Por ejemplo, si un niño pequeño nunca ha visto un tigre lo llamará “gatito”. La asimilación consiste, por tanto, en entender la nueva información a base de ajustarla y adaptarla a lo que ya se conoce.
  • Acomodación: es el proceso de transformar o modificar los esquemas actuales en función de los cambios del medio. La nueva información adquirida mediante la experiencia hace que los esquemas se modifiquen y se adapten a la realidad. Por ejemplo, cuando el niño es capaz de reconocer a un tigre en sí mismo sin la necesidad de recurrir a la semejanza con un gato. Por tanto, la acomodación es el proceso que consiste en variar los esquemas existentes para encajar la nueva información que difiere. El ser humano, para adaptarse a ambientes nuevos y complejos, tiende a utilizar los esquemas que posee (asimilación) y a modificar y aumentar los esquemas cuando se requiere de algo nuevo (acomodación). Por esta razón, afirma Piaget, ambos procesos están correlacionados y los dos son necesarios para hacer efectiva la adaptación al medio.
  • Equilibrio: este término se refiere a la capacidad humana innata de la búsqueda del balance en sus estructuras cognitivas. Para ello recurre a los procesos de organización, asimilación y acomodación. Piaget afirmaba que ante situaciones de desequilibrio con la que el niño se siente incómodo, este recurre a modificar las estructuras para recobrar el equilibrio. Este proceso de equilibrio permite alcanzar una mayor capacidad mental.

Estadios piagetianos

Teniendo como base los conceptos anteriormente explicados, Piaget afirmaba que el desarrollo cognitivo de los niños se produce a través de cuatro etapas. Son los llamados “estadios piagetianos”. Estos cuatro estadios se dan de manera ordenada en cada uno de los sujetos. Sin embargo, las personas avanzan a distinto ritmo, por lo que no todos entran en un mismo estadio a una misma edad. Las edades pueden variar, aunque sí existe una clasificación genérica por edades.

Cada estadio tiene unas características concretas y son jerárquicamente inclusivos. Es decir, las características del estadio inferior se integran con el siguiente. Esta transición entre las diferentes etapas es gradual. No hay un paso abrupto entre los estadios ya que en cada etapa existe una fase de preparación y una última que completa los objetivos. Los cuatro estadios piagetianos son:

Sensoriomotor

En esta etapa el niño solo tiene la capacidad de relacionarse con el mundo a través de las acciones y los sentidos. Estos niños, que en un primer momento son individuos “reflejos”, poco a poco aprenden a resolver problemas a través de actos físicos. Por tanto, está ligado con el desarrollo motor y sensorial del niño, pues son las acciones de su cuerpo las que le permiten encontrar las soluciones.

Piaget denominó como “reacción circular” a la forma de aprendizaje que se da en esta etapa. Este aprendizaje es resultado de la propia acción del sujeto que se repite continuamente (por esto es denominada “circular”). Existen tres tipos de reacciones circulares que aparecen progresivamente:

  • Las primarias, centradas en acciones que tienen como protagonista el cuerpo del niño (ej. abrir y cerrar los puños repetidamente).
  • Secundarias, vinculadas con la relación con objetos externos (ej. lanzar un juguete).
  • Terciarias: exploración de efectos novedosos (ej. golpear diferentes objetos creando diferentes sonidos).

Preoperacional

Esta etapa, que está comprendida entre los dos y los siete años, se caracteriza por que el niño comienza a pensar y a emplear algunos razonamientos lógicos simples. El niño en esta etapa amplía sus capacidades mentales y puede emplear símbolos como gestos, palabras, imágenes con los que el niño se sirve para representar la realidad en la que vive. Es decir, puede emplear palabras para comunicarse, números para contar o dibujos para expresar ideas.

Esta etapa se llama “estadio preoperacional” porque el niño sigue siendo limitado en sus capacidades mentales y no es capaz de realizar operaciones lógicas con la mayor eficiencia. Por esta razón, esta etapa es una transición o un primer paso a la etapa en la que el niño se puede resolver operaciones mentales más complejas.

Por último, para finalizar con esta segunda etapa, cabe mencionar que, al margen de estos progresos mentales que se dan en los niños, también existen ciertas limitaciones que también contribuyen, en cierta manera, en el desarrollo cognitivo del niño. En primer lugar, el egocentrismo: los niños interpretan el mundo a través de ellos mismos. También se produce una centralización, pues el interés que tienen los niños por una faceta única de un objeto le lleva a hacer juicios rápidos y a tener impresiones equivocadas del mismo y a dejar otros aspectos de lado.

Hay que tener en cuenta lo que se conoce como “pensamiento irreversible”. En esta etapa, el pensamiento del niño es muy rígido y no es capaz de transformar mentalmente una actividad que él tiene en su cerebro organizada de determinada forma. Por ejemplo, el niño sabe contar del 1 al 5 pero no del 5 al 1.

Operaciones concretas

En este momento, el niño comienza a realizar operaciones mentales y a emplear la lógica para poder reflexionar y llegar a conclusiones sobre los acontecimientos y objetos que se encuentran en su entorno. Para llegar a este punto de ser capaz de pensar y de razonar con lógica, el niño, al estar en constante evolución, ha avanzado con respecto a la etapa anterior en varios aspectos. Fundamentalmente, el niño va abandonando el pensamiento irreversible y reemplazándolo por un pensamiento reversible, menos rígido y más moldeable. También su pensamiento se vuelve menos centralizado y egocéntrico.

Durante el estadio de las operaciones concretas, el niño se vuelve más ordenado y sistemático a la hora de estructurar sus pensamientos con el fin de resolver problemas de manera más eficiente. Las formas con las que el niño, en este estadio, organiza el mundo son tres:

  • Seriación: es la cualidad que adquieren los niños para ordenar los objetos de forma progresiva en escalas atendiendo a una característica determinada. Por ejemplo, ordenar pelotas según su tamaño o cuerdas según su longitud.
  • Clasificación: consiste en la capacidad de ordenar objetos atendiendo a unas características determinadas y comunes entre los mismos. Por ejemplo, círculos con círculos o peces con peces.
  • Conservación: en esta etapa surge en los niños la noción de conservación. Es la capacidad de entender que las cualidades físicas de los objetos son constantes, no varían, aunque haya cambios superficiales en su forma o su aspecto. Por ejemplo, entienden que si en un vaso hay 200 ml de agua, al traspasarse el líquido a una jarra, sigue habiendo la misma cantidad, aunque en apariencia sea menor, por ser la jarra de mayor tamaño que el vaso.

Operaciones formales

Si la etapa anterior el niño, a través de los mecanismos ya mencionados, es capaz de resolver operaciones concretas, en este estadio el niño adquiere, o más bien aumenta su capacidad para solucionar problemas a través de la lógica.

Si es cierto que anteriormente el niño ya era capaz de emplear la lógica, lo hacía de manera limitada. Es decir, los niños en estadios anteriores razonaban lógicamente en lo referido a cosas tangibles y concretas como personas, lugares y cosas. Ahora, el ya adolescente es capaz de pensar en cosas no tangibles o imaginarias. Es el paso de lo real a lo posible. Ahora el adolescente es capaz de hacer supuestos y plantear distintas hipótesis o predicciones sobre el resultado, el llamado razonamiento hipotéticodeductivo.

Por ejemplo, son capaces de plantearse qué sucedería si en algún momento el sol se apagara. Ahora los adolescentes son capaces de pensar de una forma abstracta y reflexiva.

Perspectiva de Vygotsky

Su teoría destaca la relación del sujeto con la sociedad en la que se desarrolla, afirmando que solo es posible entender el desarrollo del niño conociendo y entendiendo la cultura de su entorno. Las formas de pensamiento no se deben a factores innatos, sino que son producto de la cultura, el entorno y la sociedad. A través del contacto con la sociedad, el niño incorpora en su pensamiento las herramientas que le permiten expresarse e interpretar el mundo como son el lenguaje, los números, el dibujo, los gestos.

Por tanto, la capacidad cognitiva del niño está plenamente influida por el medio. El desarrollo del pensamiento se produce a medida que el niño se va relacionando socialmente y va adquiriendo los diferentes recursos. Según Vygotsky, tanto la cultura del niño como su experiencia personal forman el desarrollo cognitivo del mismo. Al margen de esto, Vygotsky también afirmó que el niño tiene habilidades mentales básicas e innatas como la percepción, la atención y la memoria. Pero estas herramientas evolucionan gracias a las relaciones sociales.

Serán estos contactos con el entorno las que conviertan las habilidades sencillas en funciones más complejas como el lenguaje o la capacidad de realizar operaciones mentales difíciles.

Momentos

Vygotsky afirmó que estas funciones más complejas aparecen en dos momentos. Primero se manifiestan en un ámbito social y, en segundo lugar, en un plano individual. Por ejemplo, un bebé pone una cara de desagrado cuando un alimento no le gusta, estableciendo así una comunicación con su madre (primer momento). Pero ese gesto en el rostro del niño hace gracia a la madre y esta se ríe, por lo que el niño continúa realizando el mismo gesto para producir la risa de la madre (segundo momento).

Mientras que el primer momento no es intencionado, en la segunda acción el niño ya es consciente de su acto y lo realiza para comunicarse con la madre de manera voluntaria. Entonces se ha producido una función mental superior a la del primer momento. Se trata de un proceso de interiorización en el que el niño asimila una acción física o un pensamiento y lo convierte en un acto voluntario y con intencionalidad.

Herramientas

En cuanto a las herramientas que están a disposición del niño para que sean capaces de comprender e interpretar el mundo en el que se encuentran, Vygotsky habló de dos tipos: por un lado, las herramientas técnicas que sirven para modificar objetos o dominar el ambiente como son los lápices, papel, máquinas, juguetes. Por otro lado, están las herramientas psicológicas que sirven para organizar y controlar el pensamiento y la conducta del niño como son los números, el lenguaje, los dibujos.

Según Vygotsky, gracias a las relaciones sociales, las herramientas (tanto técnicas como psicológicas) de cada cultura son transmitidas a los niños, los cuales las interiorizan y conforman su propio pensamiento. Cabe mencionar que todas estas herramientas varían según el lugar, la época y la cultura de cada niño. También de sus experiencias y vivencias personales.

Etapas en el uso del lenguaje

El lenguaje es, para Vygotsky, la herramienta psicológica más importante. Es la que más influye en el desarrollo cognitivo del niño. Establece tres etapas en el uso del lenguaje:

  • Primera etapa: es la etapa del habla social pues el niño utiliza el lenguaje para poder comunicarse. Lenguaje y pensamiento son independientes.
  • Segunda etapa: etapa del habla egocéntrica. El niño empieza a conectar su pensamiento con el lenguaje que emplea. Por ejemplo, empieza a hablar solo mientras juega o pinta. Es un habla egocéntrica porque el niño no habla para comunicarse con nadie, sino que está manifestando sus pensamientos en voz alta, hablando con él mismo. En esta fase, el lenguaje comienza a desempeñar una función intelectual.
  • Tercera etapa: por último, el habla interna. Se da cuando el niño es capaz de reflexionar sobre problemas o acciones. El lenguaje no tiene que producirse mediante sonido, sino que el niño es capaz emplearlo mentalmente.

Albert Bandura y otros teóricos

Otro nombre relevante en el campo de las teorías del desarrollo del pensamiento es Albert Bandura. Este psicólogo canadiense desarrolló la teoría de aprendizaje social.

Bandura, al igual que lo hacía Vygotsky, plantea que el aprendizaje del niño no es individual, sino que muchos pensamientos y acciones humanas tienen un origen social. Pero también influyen los factores personales. Es decir, el desarrollo cognitivo del niño está producido por la sociedad y el medio, pero también por las experiencias propias. Los conocimientos, habilidades, creencias adquiridos, son el resultado de la interacción de la persona con la sociedad y el ambiente.

Este aprendizaje social y del medio se realiza a través de la observación. Los niños observan una serie de modelos (familiares, amigos, personajes famosos…) que existen en la sociedad y en el entorno que les rodean y se dedican a imitar. Los niños, suelen imitar el comportamiento o las acciones de aquellas personas que les sean similares, ya sea imitar a un modelo de una edad aproximada o del mismo sexo. A continuación, una vez el niño ha realizado la acción de imitar, esta produce una reacción del entorno.

Si la respuesta del entorno es positiva, el niño continuará realizando la imitación. Por ejemplo, el niño recoge los juguetes igual que hace su hermano mayor y el padre se lo agradece. Sin embargo, si la respuesta a la imitación ha sido negativa o de castigo, el niño rechazará volver a realizar la misma imitación. Por ejemplo, cuando el niño lanza un objeto igual que su primo y la madre le recrimina por ello.

Procesos de mediación

Pero ¿qué modelos imitan los niños? No todos los modelos de la sociedad son imitados por los niños. Bandura afirma que existe un proceso de pensamiento antes de la imitación y es el proceso de mediación. A través de él, unos modelos son elegidos para ser imitados y no otros. Bandura propone cuatro procesos de mediación:

  • Atención: solo se imitan modelos que destaquen por alguna cuestión y que llamen la atención del niño.
  • Retención: se imitan modelos que se recuerdan y que se han mantenido en nuestra mente. Si se ha olvidado el comportamiento, no se puede imitar.
  • Reproducción: es la capacidad de repetir la conducta del modelo. Solo se imitan los modelos que permiten nuestras limitaciones físicas o mentales.
  • Motivación: consiste en la voluntad que se tiene de imitar el comportamiento.

Didáctica en primaria

Las ciencias sociales tienen la finalidad de investigar al ser humano en su totalidad. Para esto, se requiere de un conocimiento que esté configurado por un modelo sólido educativo el cual TECH Universidad Tecnológica puede aportar a través del Máster en Geografía o el Máster en Historia Universal.

Así mismo, dentro de esta disciplina se incluyen diferentes disciplinas: Geografía, Historia, Política, Economía, Antropología, Demografía, Sociología, etc. Todas ellas están, por su parte, incluidas en el Máster en Didáctica de Geografía e Historia de Primaria.

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