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Es importante que el filósofo comience a profundizar sobre las herramientas esenciales para comprender en qué consiste ser racionales. Ser miembros de una comunidad lingüística y ser pensantes nos hace, a los humanos, conscientes de nosotros mismos, así como de nuestros cuerpos y los abordajes humanísticos.

Entrar en el lenguaje

Hay un momento en la vida de las personas en que las cosas cambian sustancialmente para cada individuo. Ese es el momento en que se inicia en el lenguaje. Se habla de entrar al lenguaje como quien entra a un juego, como si se entrara a un campo de juego en que se está disputando un partido de fútbol. Esta manera de hablar tiene una razón y es que hace mucho más claro la necesidad del lenguaje en nuestra constitución racional.

Ser humano y persona

Ser persona y ser humano no es exactamente lo mismo. De hecho, una es una categoría biológica y la otra es una categoría legal o jurídica. Por cierto, en ambos casos existen criterios para la aplicación del concepto. No obstante, se puede cambiar la legislación por razones morales, pero se necesitan otras razones si se quieren cambiar los criterios con los que se emplea el concepto de humano.

Segunda naturaleza

Con el ingreso al lenguaje opera un auténtico cambio en sí mismo. Se podría decir que un nuevo ser se ha engendrado; una nueva naturaleza tiene lugar en el mundo. Se trata de una segunda naturaleza, la cual se activa a partir de la primera naturaleza (biológica) por el hábito, dijo Aristóteles, o por el ingreso al lenguaje.

Constitución de la persona

Es el ingreso al mundo del lenguaje lo que otorga una nueva constitución, lo que da lugar a un nuevo ser. No es sencillamente el tiempo transcurrido lo que permitió ser lo que hoy se es, sino la formación conceptual. Se verá que poseer una formación conceptual no es simplemente haber aprendido a usar palabras, sino mucho más que eso. Es el auténtico mecanismo de la mente.

El individuo y la comunidad

Comunidad y lenguaje son términos que parecen formar parte indisoluble de un mismo juego lógico. Esto dicho en dos sentidos. Primero, no hay lenguaje sin comunidad. Por tanto, el individuo como ser pensante y consciente tiene como condición a la comunidad. En otro sentido, no se sabe de comunidad humana alguna que carezca de lenguaje. En el contacto fluido entre los niños, como lo revela el surgimiento del (NSL) Lenguaje de Signos Nicaragüense, los niños ingresan al lenguaje, generado por ellos mismos sin necesidad de que se les enseñe.

Cultura y significado

El concepto de significado es sustancial para cada individuo, pues son seres de la significación. Se responde a los dichos de otras personas, no por las características sonoras de sus emisiones verbales, sino por el significado que se dan a sus palabras. Toda cultura se edifica sobre el significado: las artes, las ciencias, la política, los deportes, los conflictos bélicos, el mundo laboral, la industria, producción agrícola, los ejércitos, etc. Todo surge en el espacio de la significación, es decir, en el espacio que habilita el lenguaje. Tomando de la computación una imagen que ilustre esto, se podría decir que el lenguaje es como el sistema operativo, mientras que la cultura son los archivos que se producen, se almacenan y se modifican en la memoria. Es decir, que el sistema operativo no condiciona el contenido de los archivos, pero hace posible que tales archivos existan.

Sociedad como suma de individuos

Una comunidad no es solo una suma de individuos. Es un nuevo cuerpo que toma lugar. La comunidad es un nuevo ‘organismo’ y como tal tiene su propia vida y su propia dinámica. La vida como individuos se configura a partir de la comunidad en que se habita, a partir de la comunidad que hizo moldo al individuo como ser pensante y consciente. La comunidad, y no solo la suma de individuos, es la condición para la existencia.

Persona como producto social

En el sentido en que se está considerando, la comunidad es condición para la persona, así como los individuos (no las personas) son condición para la comunidad. Muchos son los filósofos, comenzando por Hobbes, Hume, Locke, Kant y Rousseau, pero también algunos contemporáneos como John Rawls que han buscado una comprensión alternativa a la que se está ofreciendo. Estos filósofos se denominan contractualistas porque entienden que las personas, siendo condición de la comunidad, necesitan hacer entre ellas un pacto de convivencia, con lo que dan lugar a la comunidad.

Persona y cuerpo

Cuerpo vs tener cuerpo

Las personas no son simplemente un cuerpo o un objeto: las personas tienen un cuerpo. No se dice tampoco que se está o que se habita en un cuerpo como si se fuera un piloto que comanda una nave. Pero las personas no son tampoco un cuerpo y algo más. No se es un cuerpo, pero tampoco se es otra cosa. De hecho, no se es una cosa. Se tiene un cuerpo, no se podría no tenerlo, pero entonces, ¿qué se es? La respuesta es simple y contundente: se es una persona.

El fantasma en la máquina

Aun en estos días sigue presente la imagen clásica del fantasma en la máquina como ilustración de cómo se comprende el ser humano. Aun hoy se escucha una y otra vez hablar del alma o del espíritu, e incluso de la mente, como aquello que comanda al cuerpo, como si se tratara de una naturaleza etérea que habita en el interior del cuerpo. Aún hoy se sigue hablando de interioridad, de lo que hay en un espacio privado e inaccesible a otros en el que solo cada uno puede habitar y puede conocer. Este relato es parte de un viejo modo de comprenderse que se conserva al menos en el sentido común. En ocasiones también hace sus apariciones en ámbitos académicos.

Mente y cuerpo

Cuando en los días se habla pretendiendo cierta rigurosidad de cuerpo y mente, no se está hablando como lo hacía Descartes u otros dualistas anteriores o posteriores. Hoy no se habla de cuerpo como la cárcel del alma (Platón), ni como cuerpo físico (Descartes), ni como un objeto natural (de la biología). En todo caso, se hace una aproximación más a Aristóteles cuando dice que el cuerpo es constitutivo de la identidad. En este caso se agregará que el cuerpo es también un producto o una construcción cultural y, por tanto, lingüística.

Si bien existen otras consideraciones sobre el cuerpo, no siempre se encuentra con conceptualizaciones claras y bien desarrolladas. Por su parte, el concepto de mente, en una consideración propia, se puede asimilar al de significado en el lenguaje. La mente es el modo en que se comprende a otros y también el modo en que se comprende así mismo cada individuo, así como significado es el modo en que se comprende toda producción cultural. Reflexionando claramente sobre el concepto de significado, se logrará una buena comprensión del concepto de mente.

Monismo materialista

En el último siglo de producción y debate en el campo de la filosofía de la mente, han existido algunas interesantes propuestas, las cuales han tenido escasa y otras nula aceptación en el ámbito filosófico. Una de las propuestas que protagonizó aquellos debates que comenzaron en la segunda mitad del siglo pasado es la que se conoció como monismo materialista. El MM proponía la eliminación de todo dualismo del tipo mente/cuerpo y asumir que lo único de lo que las ciencias pueden estrictamente hablar es de la constitución material. Por lo tanto, las personas tienen que ser pensadas como un organismo biológico y un sistema nervioso, cuyo funcionamiento será, quizás en un futuro no muy lejano, el que dará las respuestas a todas las preguntas sobre el comportamiento inteligente. Por diferentes motivos que se irán desarrollando en lo sucesivo, se cree que esta comprensión debe, cuanto menos, ser complementada con aportes de la filosofía y la psicología.

Dualismo sustancial

Como ya se ha anticipado, una de las comprensiones más antiguas de cada individuo es el dualismo. De hecho, esta consideración atraviesa toda la historia del pensamiento occidental sin reparar en configuraciones culturales. Fue el filósofo y matemático francés René Descartes quien presentó una de las versiones más conocidas del dualismo cuando señaló que tanto mente como cuerpo son sustancias. Es decir, elementos que no necesitan de otros para subsistir. Son bien conocidas las dificultades que tuvo que atravesar Descartes cuando trató de explicar de qué manera cuerpo y mente, en tanto sustancias de naturaleza diferente, llegaban a interactuar.

La mente y el mundo

Realidad del mundo físico

Hay una clásica imagen que busca denotar a la filosofía insistiendo en que en sus cuestionamientos llega incluso a negar la realidad. Es también un rasgo que marca las actitudes más propias y características de los días actuales, el rechazo al pensamiento, el alejamiento de toda forma de indagación sistemática, de todo encadenamiento lógico de palabras y acciones. Se sabe que la filosofía en particular y el pensamiento reflexivo en general no gozan hoy de muy buena prensa. A diario se cruzan artículos en periódicos, blogs, revistas, redes y otros medios en los que se debate sobre la importancia del pensamiento crítico en las sociedades, pero también se ve, con no menos frecuencia que las preguntas que acompañan a casi cualquier propuesta educativa, es el clásico, ¿para qué sirve esto? En este desarrollo se está tratando de dar una respuesta.

Tipos de mente

En la actualidad existe un interesante debate, reabierto hace unas pocas décadas atrás, acerca de si puede hablarse de mente en el caso de otros seres vivos e incluso en el caso de artefactos inteligentes. El debate revela los modos y maneras de comprenderse y también de comprender a otros. No se trata de un asunto cerrado sino de qué es lo que se debería pensar hoy a fin de poder mejorar la comprensión de sí mismo.

  • Mente y conciencia: muchas veces se habla de mente y de conciencia como si se tratara de términos intercambiables. Sin embargo, esto no es así. Si bien estos conceptos son y han sido empleados de distintas maneras, es importante poder aclarar de qué se habla para poder entenderse. Una filosofía no comunicable siempre resulta sospechosa. Como ya se anticipó y se desarrolló, al hablar de mente se habla de la manera de comprender el comportamiento, que es el lugar en el que se hace manifiesta la comprensión y por lo tanto la racionalidad. Por otra parte, al hablar de conciencia, al menos en el ámbito de la filosofía, se hace referencia generalmente a la capacidad de recoger información perceptual de lo que sucede alrededor y poder usarla para ordenar el comportamiento.
  • Mente animal: los debates acerca de las maneras de conceptualizar, y por lo tanto de comprender el mundo, lo que acontece y transcurre alrededor incluye debates tan particulares como los que tienen lugar a partir de preguntas como: ¿tienen mente los animales? ¿Puede haber personas que no sean humanos? ¿Hay diferentes tipos de mente? Como se puede sospechar, todos estos asuntos han abierto interesantes disputas y han sacado a la luz, al menos, algunas cuestiones sobre las que no se estaban poniendo suficiente atención, como es el caso de la conciencia y del autoconocimiento.
  • Mente autoconsciente: se suele hablar de conciencia como algo que comparten los seres humanos, en diferentes grados, con las demás especies animales. Pero se habla de autoconciencia como aquello que caracteriza al sujeto como ser del lenguaje. Las personas son los únicos seres que son conscientes de sí mismos, es decir, son conscientes de su propia conciencia y de que habitan el mundo.

¿Dónde está la mente?

Este es uno de los temas que atraviesa la filosofía de occidente, tal como se mencionó. Esta, al igual que muchas otras preguntas que surgen quienes pretenden reflexionar, tienen la virtud o el defecto de inducir a cierto tipo de respuesta dado que asumen algo con lo que quizás los individuos no se habrían comprometido. En este caso, en el que se asume que la mente es algo que se encuentra en algún lugar.

  • Preguntas que desorientan: las preguntas que desorientan han llevado muchas veces a dar respuestas y a mantener posiciones del todo descaminadas. En consecuencia, a sostenerlas el tiempo suficiente como para generar alteraciones en algunas otras de las comprensiones. Es sin dudas el peor daño que hacen las preguntas mal formuladas y las investigaciones de escaso nivel reflexivo.
  • Preguntas tendenciosas: en ocasiones, las preguntas que se formulan en filosofía buscan ajustar imágenes del mundo que quieren ser intencionalmente reforzadas. De esa manera preguntar sobre cómo ajustar la mente en un mundo que tiene una descripción física o sobre qué pueden ser las personas más allá de su cuerpo. El materialismo o fisicalismo representa la mejor imagen del mundo, es decir, de lo que hay.

Trama de la vida

Cuando se dice, incluso desde foros filosóficos y humanistas, que lo que hay en el mundo es lo que la física dice que hay, olvida decir que las personas que habitan un mundo que no es el de la física. Cada individuo en el mundo es absolutamente diferente de aquel que la física describe. Lo cual, por supuesto, no significa cuestionar a las descripciones físicas o las metodologías científicas, sino advertir que lo que les resta decir a aquellos que afirman que la física describe la totalidad de lo que hay en el mundo, que el mundo que la física describe es el mundo físico, no es mundo de las personas o el mundo de la vida.

Significado

Lenguaje y significado

Lenguaje y significado son dos conceptos centrales para una reflexión. Como se dijo, el ser humano es un ser racional en virtud de ser habitante del lenguaje. No obstante, el significado es lo que las palabras, las acciones y las cosas adquieren en tanto forman parte de la trama de la vida. Es decir, se habita cada sujeto en un mundo en el que hay personas, objetos, sucesos y en el que se está también cada uno en virtud de que todo forma parte de un entramado de prácticas sociales. Las palabras, al igual que las cosas y lo demás, adquiere significado para sí mismo en la medida en que forma parte de la vida, de las acciones y de las interacciones.

  • Dos teorías del significado: hubo en el siglo pasado dos grandes teorías del significado. Una es la concepción semántica y la otra es la concepción pragmática. La primera alude a términos como referencia y verdad y explica que los términos del lenguaje adquieren su significado en virtud de su vínculo con la realidad. Frente a esto, la teoría pragmática explica que los términos del lenguaje adquieren su significado en virtud del uso que se hace de los mismos.
  • Platonismo y comprensión: cuando se habla de comprensión, es casi inevitable referirse al platonismo. Esto es a una cierta manera de comprender en cómo es posible que un signo adquiera significado. Básicamente, el platonismo es la comprensión según la cual hay algo semejante a un sentido que permite captar (ver) significados u objetos intelectuales.

Fábrica de significados

¿Cómo se construyen lo significados? Los significados son instituidos en las prácticas sociales. Es decir, son las prácticas finalmente las que permiten comprender el contenido de las acciones humanas.

Prácticas sociales

Para entender qué son las prácticas sociales se podría tomar como ejemplo nuevamente a un juego. Las prácticas que se instituyen en una comunidad son como las reglas de un juego. Las acciones que los jugadores puedan llevar a cabo dependen de esas reglas y, a la vez, son esas reglas las que otorgan significado. Por lo tanto, permiten comprender las acciones que los jugadores llevan a cabo. Hay que pensar qué serían esas acciones si no existieran tales reglas: sencillamente ni siquiera habría juego.

  • Trasfondo de la comprensión: en última instancia, lo que permite comprender las acciones o las jugadas de un individuo en un juego son las reglas o las prácticas que se han instituido en una comunidad. De esta manera, pagar impuestos, tomar un café, pedir comida, enviar un mensaje telefónico, ir a un estadio a ver un juego, cursar una carrera, fumar un cigarrillo, etc, son actividades que se pueden comprender y describir perfectamente cuando se observa que alguien las ejecuta. Son las prácticas sociales las que, finalmente, permiten la comprensión del comportamiento humano en el contexto de cada comunidad.
  • Cordura y locura: ssí como son las prácticas las que permiten asignar significado o contenido a las acciones humanas, también se pueden utilizar con otros fines. Hay que pensar qué sucedería si un individuo con el que se pretende jugar una partida de ajedrez pretendiera hacer movimientos no permitidos. Seguramente se diría que no conoce suficientemente bien el juego. Pero si luego de que se le explican las reglas continuara pretendiendo hacer movimientos prohibidos e incluso llegara a pretender mover las piezas del adversario e introducir objetos que no pertenecen al juego, ¿se seguiría diciendo o pensando que se equivocaba en sus primeros movimientos o que desconocía el juego?
  • Genialidad y delirio: no hace falta decir que se tiene una imagen estereotípica de los genios como si fueran personajes excéntricos y tuvieran un rasgo de locura. Es cierto que esto en ocasiones puede darse. Sin embargo, la locura del genio muchas a veces no es más que un rasgo de excentricidad que poco tiene que ver con el delirio y mucho menos con la ausencia de esfuerzo.

Norma y sanción

Las normas definen, en buena medida, a la comunidad en que se instituyen. Las normas no solo aportan previsibilidad, sino que al igual que las reglas de juego, hacen posible que los miembros de una comunidad tengan comportamientos comprensibles y esperables. Los sistemas jurídicos, pero también los sistemas morales y todas las instituciones de una comunidad, forman parte de un gran entramado que dan sentido no solo a las acciones de otros. Dan sentido a las propias.

Comunidad lingüística

Juicio

Juzgar es una actividad fundamental en la vida. Se está buena parte del tiempo juzgando, aun cuando no se hagan emisiones o se pronuncien palabras. Juzgar es lo que se hace cuando se decide cruzar la calle porque se ha visto y juzgado que no había ningún riesgo. Juzgar es lo que se hace cuando se decide enviar un mensaje a una amiga para invitarla a cenar porque se ha juzgado que eso sería muy agradable.

Criterio

Juzgar exige observar criterios. Continuando con la analogía de los juegos, se podría decir que juzgar es como hacer una jugada en un juego, para tomar la conocida expresión de Ludwig Wittgenstein (1889–1951). Juzgar es decir o pensar cómo son las cosas o cómo deberían ser las cosas.

  • Existencia: lo que existe depende de lo que hay, pero también de lo que se juzgue que hay. Son las prácticas conceptuales que se plantan con los comportamientos lo que definirá, junto con condiciones que no dependen de cada individuo, las que instituirá la existencia. Los seres humanos son seres lingüísticos. No solo se nombran las cosas, se conceptualizan y con esto se define en buena medida qué hay.
  • Identidad: es lo que se puede predicar de dos objetos a los que se les aplican los mismos conceptos. Es decir, a los que se incorporan las mismas tramas conceptuales o las mismas tramas de la vida.

Concepto

El filósofo americano Robert Brandom (1950) afirma que los conceptos se hallan implícitos en las normas sociales. De tal manera que diferentes normas (o reglas) darán contenido a diferentes conceptos. Se podría decir entonces que los conceptos no tienen que confundirse con nombres o sencillamente con palabras. Conceptos como hombre, perro o planta definen la conducta. Es decir, algo será percibido, comprendido y tratado por cada individuo como un hombre, como un perro o como una planta.

Tener conceptos y creencias

Observando el comportamiento, es decir, las acciones que una persona lleva a cabo, se pueden saber generalmente qué conceptos posee y qué creencias tiene. Las creencias y los conceptos que se puede atribuirle dependerán de sus acciones. Por ejemplo, si habla con una persona, si riega a una planta y le acerca un recipiente con agua a un perro, se podrá decir, en principio, que posee los conceptos persona, perro y planta, sin necesidad siquiera de que conozca las palabras correspondientes. Una persona que riega una planta revela su conocimiento, en algún grado, de lo que es una planta. Es decir que posee el concepto planta. Se puede, además, observando, atribuirle la creencia de que la planta necesitaba agua.

Aprendizaje

Cómo se aprenden los conceptos es algo difícil de establecer. Wittgenstein decía que se le mostraba a un niño tres o cuatro ejemplares de un perro y se le decía qué eso es un perro. Al hacer esto, no se le decía menos de lo que cada individuo sabía.

Comprensión y conocimiento

Conocimiento y comprensión, tal como lo indica el sentido común, no son la misma cosa. El conocimiento se ha definido como la creencia verdadera y justificada. Es decir, se trata de juicios (oraciones declarativas) a los que se puede justificar y probar que son verdaderos (no se sabe bien qué sea esto último). Por ejemplo, alguien puede creer con cierta justificación que Montevideo es la capital de Uruguay; esto es conocimiento puesto que ese juicio es verdadero. La comprensión involucra una trama inferencialmente articulada de creencias.

Adquirir conceptos

Se adquieren conceptos en la medida en que se dominan nuevas prácticas. Hay que recordar que los conceptos están implícitos en las prácticas sociales, por lo cual se dice que esas prácticas tienen naturaleza conceptual o lingüística.

Autonomía

Adquirir conceptos, en tanto supone un dominio de nuevas prácticas, habilita a percibir, a pensar, a decir y a actuar en maneras que antes se desconocían. Adquirir conceptos es educarse y, por lo tanto, adquirir posibilidades expresivas.

Rediseño y autoconocimiento

Educarse es también rediseñarse, dar forma. Como se dijo, la educación puede ser pensada genéricamente como la adquisición de conceptos. Son esos conceptos las herramientas necesarias para la reflexión, así como para el autoexamen.

Cultura: el mundo del sentido

La trama de significaciones

Se habita actualmente en tramas de significaciones. Las creencias, los deseos y en general el pensamiento es lo que da forma y contenido a los comportamientos y por lo tanto también a la vida. Esos comportamientos contribuyen también a la institución de prácticas y por lo tanto de significaciones.

Marginalidad

La marginalidad es la incómoda posición que ocupa quien se sitúa al límite del espacio de significación. La locura es marginal, pero también lo es la falta de educación. También lo es la falta de recursos para educarse, como lo es la falta de recursos para hacer algo más que conservarse con vida. La cultura integra, pero también define y genera espacios de marginalidad.

Diversidad cultural y comprensión

¿Cómo piensan los otros el mundo?

Los otros son otros en tanto son idénticos y diferentes. En otras culturas o comunidades instituyen otras prácticas y por lo tanto tienen otros comportamientos. En la misma cultura o comunidad se instituyen prácticas en base a las cuales los otros actúan, y muchas veces actúan de maneras diferentes a las propias, aun cuando lleven a cabo las mismas prácticas. Esto muestra que su pensamiento es diferente al del resto de individuos.

¿Cómo influye el pensamiento de otros?

El pensamiento de otros puede influir en mayor o menor grado, todo dependerá del vínculo que se haya establecido con esos otros. Si los otros son personas que tienen un vínculo cercano con cada uno, su influencia será mayor, o al menos se estará más expuesto a su influencia. Quedará en cada uno el aprender a tratar con esas influencias.

Introducción a las humanidades

Las humanidades son, hoy en día, una disciplina polémica. El estudiante que pasa por el Máster en Educación Católica para Filósofos o el Máster en Epistemología y Filosofía de la Ciencia puede reparar en la amplitud de sus cuestiones gracias a la recopilación de excelencia hecha por TECH Universidad Tecnológica.

Al estar siempre rodeada de amenazas y riesgos por parte de los gobernantes, que la ven como una competencia hacia su modelo de pensamiento, parece fundamental obtener conocimientos filosóficos y profundos para formar un criterio fuerte en la actualidad. Precisamente por eso mismo, el Máster en Didáctica de la Filosofía y Valores aparece como una ciencia completamente imprescindible para cualquier profesional.

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