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La historia del arte se ha desarrollado desde la antigüedad como disciplina humanística. Ha estado inmersa en algunas de las obras de los principales pensadores clásicos como Platón y Aristóteles. Todos incorporaron en sus producciones literarias comentarios, apreciaciones o capítulos enteros que prefiguraban la historia del arte como disciplina autónoma y académica dentro del conocimiento universal que debía ser transmitido desde la educación básica.
Perfil académico del historiador del arte
No se puede confundir la profesión de Historiador general o especializado en algún período con la profesión de Historiador del Arte, o de la Literatura, o del Derecho, o de la Filosofía. Clarificado esto, también es necesario afirmar que un licenciado en Historia del Arte que no sepa Historia no es un buen licenciado. Actualmente, si el seguimiento tutorial de los profesores no lo evita, en algunos planes de estudio de universidades, un alumno puede graduarse sin haber cursado una sola asignatura de Historia o de Geografía, a pesar de tenerlas como optativas.
A continuación se va a explicar brevemente cómo está planteado el grado de Historia del Arte. La Historia del arte como carrera universitaria plantea un recorrido desde el Antiguo Egipto, el Oriente próximo, el arte prehistórico. También incluye la iconografía y mitología, técnicas y estilos artísticos. El programa de historia del arte también ofrece asignaturas de Historia que, a su vez, complementan el conocimiento artístico. Por supuesto, asignaturas importantes serían: la de teoría del arte, literatura, cultura grecolatina. Incluso asignaturas que abordan la sociología y el estudio de cómo la estructura social influye en el desarrollo del arte. En el programa de historia del arte se tratan aspectos relacionados con la fotografía , el cine, el teatro y demás artes representativos del tiempo.
Disciplina fundamental para el conocimiento de nuestra historia
Considerando la historia del arte como una disciplina fundamental para el conocimiento de la historia y el entorno, es importante que el historiador del arte tenga en cuenta que, a la hora de enfrentarse a cualquier obra de arte ya sea pictórica, arquitectónica, escultórica, e incluso fotográfica y cinematográfica, se debe contar con el hecho de que en una obra artística también inciden y se resumen una serie de componentes.
Con lo anterior se tiene que los componentes son individuales, sociales y técnicos. Es decir, la historia del arte como fuente estética e histórica. Se quiere destacar qué elementos ha de tener en cuenta el experto o investigador a la hora de tratar una obra de arte como fuente de conocimiento de la sociedad.
Personalidad del artista
En primer lugar, hay que ocuparse de la personalidad del artista, ya que la obra es reflejo de una personalidad creadora. El interés por leer la personalidad de un artista a través de sus creaciones se puede comparar al realizado por un psicólogo cuando trata de conocer la personalidad del paciente.
Si el arte es un lenguaje, se tiene que los signos codificados deben ser entendidos por el espectador. La realidad está transformada. Es decir, ha pasado por el filtro de la propia personalidad del artista. Se puede tomar, por ejemplo, la representación de una figura humana que puede o no estar idealizada. Sea como sea, lo cierto es que está conectada con la figura real.
Influencia de las ideas de la época
Además de la personalidad del artista, el experto investigador tendrá que tener en cuenta la influencia de las ideas de la época: el mundo de pensamientos y sentimientos de la época. También el entorno en el que el artista trabaja. De vez en cuando, el vigor del elemento mental proporciona a la obra un sentido de anticipación. Allí es cuando se dice que la artista se adelanta su época y defiende fórmulas de sensibilidad que solo comparte la posterioridad siglos más tarde.
Circunstancias sociales
Por otro lado, también habrá que tener en cuenta las circunstancias sociales de la existencia del artista. Los seres humanos no viven aislados de los demás. En esta época, el comprador de arte es con frecuencia anónimo: un artista lleva sus obras a una exposición e ignora el destino final de sus creaciones. En otros tiempos, el artista trabajaba por encargo de una clientela. Por tanto, los valores y necesidades de los grupos sociales dominantes determinaban qué arte o artes se llevaban cabo en cada momento. Un ejemplo serían los castillos, que tienen una función dentro del mundo feudal. El protagonismo de las catedrales es sustituido por el de los palacios, porque hay familias importantes que requieren de estas edificaciones.
Conocimientos técnicos
Por otro lado, también influirán los conocimientos técnicos, las características del material sobre el que se trabaja y el desarrollo técnico que se tiene. Todo esto determina bastante las características de una obra. René Berger afirma que el decaimiento de las vidrieras en el Renacimiento se debe mucho a la búsqueda que en ella se dio de volumen y las perspectivas como si se tratara de cuadros de caballete. El mismo fracaso supone intentar con el óleo las transparencias de la acuarela o con el fresco la petición y detalle que se obtiene con el temple.
El estilo no supone un progreso sobre lo que el arte de un siglo implica, pero sí, en un sentido técnico, en cuanto que los medios de trabajo se van descubriendo y se van perfeccionando.
Concepto de belleza
Por último y no menos importante, sacar el concepto de belleza su prioridad sobre los precedentes. En cuanto al concepto de belleza, es equívoco pensar en creación o producción de objetos bellos tibiamente. La búsqueda de la belleza es una constante de la historia del arte y un elemento motor. No obstante, se debe entender que la belleza en el sentido de esplendor de la forma puede asimilar lo que coloquialmente designaríamos como feo. Más que la forma bella, el arte procura la forma significativa.
Se ha intentado explicar que la emoción estética puede ser generada por objetos que inspiran terror si son reales y tranquilidad si son simulados. La acción de la obra de arte desencadena en el espectador unos efectos que desbordan el simple goce ante algo bello. Como bien decía Picasso: “no se hace pintura para decorar habitaciones”, refiriéndose a esta dimensión metaestética.
Importancia del conocimiento del arte
En este apartado se pretende acercar a la realidad laboral de los licenciados y graduados en Historia del Arte. Con ello, analizar cuáles son las salidas más habituales de todos estos profesionales. Como se ha visto, son labores relacionadas con la protección del patrimonio histórico y su gestión. Obviamente están relacionados con el trabajo en museos y exposiciones (mediante cargos de conservador o técnico de museo) en empresas privadas del mercado artístico.
Cargos en los que un historiador del arte se puede desempeñar
- Protección y gestión del patrimonio histórico–artístico y cultural: servicios institucionales, monumentos.
- Trabajo en museos y exposiciones: conservador y otros técnicos.
- Trabajo en empresas de mercado artístico: galerías, anticuarios, subastas, etc.
- Enseñanza no universitaria.
- Enseñanza universitaria e investigación.
- Trabajo en editoriales: gestión de colecciones y divulgación.
- Medios de comunicación: documentalista, crítica y divulgación.
- Gestión cultural en o para empresas e instituciones: gestión de programas, asesoría técnica, recursos humanos, etc.
- Creación de contenidos en nuevas tecnologías.
- Difusión del patrimonio artístico: interpretación, gestión turística, programas didácticos.
Capacidades del historiador
Por supuesto, el historiador del arte puede enfocarse en cualquier otra profesión. A él se le atribuyen una serie de capacidades y habilidades: el profesional en la historia del arte posee amplios conocimientos espaciales, temporales geográficos e históricos, que a raíz del estudio de los contenidos habrá ido adquiriendo.
Hay que tener en cuenta la diacrónica general y regional que posee un historiador del arte. Se complementa con un amplio conocimiento de su entorno y un conocimiento de los distintos lenguajes empleados por el ser humano. El arte, al fin y al cabo, es un modo de comunicación y con él se desarrolla ampliamente la visión del mundo.
También, al historiador del arte se le atribuyen conocimientos en literatura, en registro documental, en iconografía y, por supuesto, en numerosas herramientas tecnológicas e informáticas. Estas son actualizadas y se utilizan no solo para el arte, sino para actividades como del inventario de una empresa, revisión de los datos o referencias bibliográficas en una biblioteca o en cualquier otro lugar. Se le atribuyen, también, cualidades y conocimientos a la hora de gestionar tanto fotografías como imágenes en movimiento al igual que todo tipo de material visual. El profesional en Historia del arte será un amplio conocedor de museología, museografía y gestión del patrimonio histórico-artístico y cultural.
¿Cómo transmitir la historia del arte en la educación básica?
Entre las salidas laborales planteadas, las que TECH Universidad Tecnológica va abordar principalmente es la docencia. Es por medio de esta herramienta que se crean posgrados de amplia temática como el Máster en Historia Universal y el Máster en Didáctica de las Ciencias Políticas, Geografía e Historia Universal en Secundaria. Ellos están enfocados desde la crítica artística hasta guardar relación con el patrimonio, la propia historia del arte, la tecnología y la visualización del mundo a través de la historia.
El reflejo de una disciplina cada vez más especializada y completa también se refleja en el Máster en Didáctica de la Historia y la Geografía en Secundaria y Bachillerato. La enseñanza de estos conceptos es una labor de gran responsabilidad debido a que somos vehículos del conocimiento del pasado a nuestro presente y futuro. La historia ha modelado tanto a nuestra sociedad como a nosotros mismos, por ende, transmitirla a los estudiantes más jóvenes es indispensable.