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A pesar de que el láser es un agente muy seguro que no debería generar ningún problema o efecto secundario, los fisioterapeutas que lo utilizan durante los procedimientos han definido una serie de contraindicaciones en su utilidad durante la electroterapia. De esta manera, los diferentes especialistas tienen en consideración estos factores con el fin de prevenir posibles impactos negativos en el cuerpo del paciente.

Grupos de láser según su efecto

Para comenzar, resulta oportuno considerar la clasificación de los equipamientos láser. Los láseres se dividen en cuatro grupos basados en el efecto que pueda producir en la retina, así como en la piel (la energía que emite por cm2 en el tejido humano).

  • El grupo I se considera seguro tanto para la retina como para la piel. Un ejemplo de este sería el puntero laser que se suele utilizar en las presentaciones.
  • El grupo 2 también se considera seguro tanto para las retinas como para la piel. Un ejemplo sería el lector del código de barras de un supermercado.
  • El grupo 3A /B es potencialmente peligroso para la retina, pero seguro para la piel. Lo constituirían los láseres terapéuticos que se emplean con mayor asiduidad en el contexto de la fisioterapia.
  • El grupo 4, también conocido como láser quirúrgico, presenta riesgo tanto para la retina como para la piel.

La potencia de salida es el factor decisivo entre los dos grupos: el grupo 3B tiene un mayor rendimiento y una potencia máxima mayor en comparación con el 3A. Esta categoría es muy amplia, y el riesgo para los ojos puede variar. Va desde riesgo leve cuando un rayo incide directamente en el ojo puede empezar a dañar la retina, pero solo después de un periodo de exposición mínimo de cinco minutos, a riesgo considerable cuando el daño térmico genera una lesión en la retina con únicamente un segundo de exposición). Este grupo de láseres tiene una potencia de 3 mW hasta 5 W. Por otro lado, los láseres terapéuticos son más frecuentes en el extremo inferior de este grupo, con el riesgo ocular mínimo asociado.

Seguir los criterios de seguridad es fundamental para cualquier modalidad del láser. Los que más se utilizan desde la fisioterapia entran en la categoría 3B . Como se ha mencionado anteriormente, son potencialmente peligrosos para la retina. Es recomendable que el paciente lleve las gafas protectoras proporcionadas por el fabricante, ya que estas van a ser diferentes en función de la longitud de onda del dispositivo. También puede haber riesgo para el terapeuta si se enciende sobre una superficie reflectante y est provoca que el haz se refleje en la cara, en un ángulo de reflexión que se aproxime a 180 grados. Toda esta situación se evitaría maximizando el cuidado por parte de quien lo aplica.

Reglas básicas de cuidado

Se recomienda asignar una habitación separada para el uso del láser. Sin embargo, en vista de la potencia de salida de los láseres utilizados en el contexto de la fisioterapia, esto podría parecer una precaución un poco extrema para los láseres de media potencia. Por ende es importante que se sigan las siguientes reglas básicas:

  • Las superficies reflectantes se deben eliminar del área en la que el láser estará operativo.
  • El haz nunca se dirige hacia otro integrante del personal.
  • La máquina solo se enciende después de haber sido correctamente posicionado el láser.
  • El láser debe estar funcionando en una habitación bien iluminada. Esto asegura que el personal en las proximidades del láser tendrá la dilatación pupilar máxima.
  • Cuando se utiliza el láser, el área de la piel a tratar debe limpiare con un éter o una preparación similar. Se recomienda para eliminar la refracción causada por la película hipolípida en la superficie de la piel.

Otras contraindicaciones

Una de las consideraciones más alarmantes que se haya podido establecer alrededor de este agente es si el láser es capaz de producir cáncer. Resulta necesario aclarar dos conceptos diferentes como son la oncogénesis (la producción del propio cáncer) y la proliferación de células neoplásicas ya formadas. Se han realizado estudios in vitro en donde se ha comprobado que si se aplica esta radiación láser a una formación neoplásica, esta es estimulada y prolifera, tratándose de un proceso bio estimulativo.

No obstante, no se ha demostrado que pueda tener efectos en el proceso de oncogénesis. Como conclusión en relación a este aspecto, parece razonable que se considere una contraindicación y mala praxis la irradiación con láser en el contexto de la fisioterapia. En conclusión, se trata de un proceso neoplásico (como pacientes con carcinoma activo o sobre ciertas lesiones potencialmente malignas).

No parece que el láser pueda llegar a generar una situación teratógena. Al día de hoy no se ha publicado nada que aporte evidencias al respecto. Sin embargo, no se suele recomendar la irradiación en el abdomen de embarazadas, especialmente en el primer trimestre, que es en el que más riesgo hay de abortos. No hay una explicación definida por la cual se pueda culpar a este agente de esa situación, pero por motivos preventivos se suele evitar.

Prácticas a evitar

Otra práctica que se debe evitar es la irradiación de láser sobre pacientes que presenten trastornos hemorrágicos o tendencias a hemorragia. Tal es el caso de los hemofílicos por la vasodilatación que llega a producir el láser.

Está descrito también que hay que evitar proyectar radiación a tejidos que presenten heridas abiertas o infectadas. Se ha visto que el láser, en esas circunstancias, puede llegar a promover algunos agentes infecciosos como E. coli. La cardiopatía podría considerarse una contraindicación relativa según en qué zona se proyecte la irradiación. Se ha descrito que la irradiación sobre el cuello y la región precordial puede llegar a generar alteraciones en la función cardiaca en este tipo de pacientes.

Como una contraindicación formal, se podría añadir a aquellas personas que cursen con fotosensibilidad. Se puede valorar la posibilidad de hacer una pequeña exposición al agente para valorar cómo se tolera.

Electroterapia para la salud

La electroterapia es una rama de la fisioterapia que se basa en la aplicación de campos electromagnéticos para el tratamiento de diferentes patologías. Si bien es cierto que existen diversas especializaciones en esta disciplina (como las desarrolladas en el Máster en Avances en Fitoterapia Aplicada o el Máster en Ecografía Músculo-Esquelética en Fisioterapia), TECH Universidad Tecnológica también enfatiza uno de sus programas en esta rama laboral.

El Máster en Electroterapia en Fisioterapia tiene una aplicación amplia que va desde la generación analgésica hasta la estimulación de fibras nerviosas. Incluso pasa por la modulación de la actividad de diferentes áreas encefálicas, lo que significa que provee de información completa al estudiante que pase por este programa académico con el fin de convertirse en un profesional destacado.

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