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La veterinaria es una profesión que en muchas ocasiones puede presentar situaciones verdaderamente retantes para el profesional. Esto puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza para el mismo, si no cuenta con las herramientas necesarias para afrontar lo que se presente. Una de estas situaciones se da con la rehabilitación animal. En esta ocasión veremos un caso puntual con el equino, donde la cabeza, cuello, dorso y pelvis del caballo, juegan un papel importante desde el primer momento.

Cabeza, cuello, dorso y pelvis

La columna vertebral del caballo se extiende desde los cóndilos occipitales hasta la cola y consta de aproximadamente 50 vértebras, incluyendo las vértebras coccígeas. La columna conforma el eje del cuerpo, por lo tanto, tiene una función importante en el mantenimiento de la postura y la locomoción. Por otra parte la columna vertebral representa el soporte del peso corporal, proporciona sitios de unión para los tejidos blandos y conecta las cuatro extremidades.

Consta de 7 vértebras cervicales, 18 torácicas, 5-6 lumbares, 5 sacras y 15-18 caudales o coccígeas; todas están fuertemente interconectadas por articulaciones, ligamentos y músculos, los cuales proporcionan estabilidad, flexibilidad y movimiento. La columna se organiza en unidades segmentarias estructurales y funcionales, las cuales están formadas por pares de vértebras consecutivas que abarcan: articulaciones sinoviales dorsales bilaterales y una articulación fibrocartilaginosa axial con un disco intervertebral grueso entre los cuerpos vertebrales.

Cada una de estas articulaciones permite movimientos sutiles; no obstante, en conjunto, dan a toda la columna vertebral un rango de movimiento significativo. El movimiento segmentario está limitado por los procesos vertebrales de cada grupo vertebral. Las vértebras cervicales tienen mucha libertad de movimiento. El atlas articula con los cóndilos del hueso occipital, proporcionando gran movilidad al cráneo.

El grupo torácico presenta un movimiento lateral, principalmente, debido a las largas apófisis espinosas que limitan la flexión-extensión; además, posee articulaciones facetarias costales, permitiendo la interacción con el tórax. En la región lumbar se observa principalmente movimiento vertical (flexión-extensión), por tanto, el movimiento de lateralización es menos acentuado debido a los procesos transversos largos e interarticulados. Las vértebras sacras se fusionan en un hueso sacro, con un rango de movimiento limitado.

Anatomía funcional de la cabeza y cuello

La unidad de cabeza y cuello juega un papel importante en el equilibrio y la locomoción. La modificación de la posición de la cabeza y el cuello cambia el centro de gravedad, lo que es importante en el cambio de velocidad en los tres aires y en el movimiento.

En esta unión está implicada la articulación atlanto-occipital, donde se articulan los cóndilos del hueso occipital y las superficies articulares del atlas (C1) mediante dos articulaciones que pueden comunicar con la edad; su movimiento se limita a la flexión, extensión y a cierta lateralización. La articulación atlanto-axial es la articulación comprendida entre el axis (C2) y el atlas y presenta, mayoritariamente, movimientos de rotación.

El resto de las vértebras cervicales se conectan mediante dos tipos de articulaciones: las de los cuerpos vertebrales, formadas por los discos intervertebrales con movimiento en todos los planos; y, por otro lado, la articulación entre las facetas articulares en los arcos vertebrales (con movimiento restringido, permitiendo la lateroflexión).

Se ha descrito, recientemente, a los discos intervertebrales entre los cuerpos vertebrales como elementos compuestos de un núcleo pulposo y un anillo fibroso, cuyo grosor disminuye a lo largo de la región torácica y lumbar. Su función es la dispersión de las fuerzas de compresión. La flexión del arco vertebral provoca la compresión del lado ventral del disco intervertebral y un movimiento dorsal del disco.

Las vértebras están conectadas por ligamentos que estabilizan la columna de forma pasiva. Se pueden dividir en ligamentos cortos y largos. Los ligamentos cortos conectan dos vértebras consecutivas que estabilizan, mientras que los ligamentos largos unen todas o la mayoría de las vértebras, restringiendo el movimiento de toda la columna toracolumbar. Los ligamentos específicos de la región de la cabeza y el cuello estabilizan las articulaciones entre el cráneo-C1 y entre C1-C2.

La nuca

El ligamento nucal soporta el peso de la cabeza cuando se eleva. Se trata de una estructura especializada que ayuda a sostener la cabeza y las vértebras cervicales superiores tanto en la posición de apoyo como durante el desplazamiento. Tiene un alto contenido de elastina que contribuye al movimiento de la cabeza y el cuello durante los tres aires. Se compone de dos partes: la funicular y la laminar.

La parte funicular se origina en la protuberancia occipital externa y recibe las láminas nucales en la C3. Esta se inserta en la apófisis espinosa de T4. La parte laminar se origina a partir de las apófisis espinosas del axis y las sucesivas vértebras cervicales. Se inserta en las primeras vértebras torácicas. Entre el ligamento nucal y la segunda o tercera vértebra torácica se encuentra la bursa subligamentosa supraespinal o supraespinosa, y entre el ligamento nucal y el atlas o axis, las bursas nucal craneal y caudal, respectivamente.

Las posiciones inducidas de la cabeza y el cuello parecen descargar ciertas porciones del ligamento nucal o, por el contrario, sobrecargar las inserciones en el occipital y la apófisis espinosa dorsal de C2, lo que puede tener implicaciones en la formación de entesofitosis y movimientos de sacudida de la cabeza.

Las vértebras

Las vértebras cervicales están rodeadas por una gran masa muscular, cuya función reside en el soporte postural estático y dinámico de la cabeza, así como la amortiguación de las oscilaciones locomotoras asociadas con el impacto de las fuerzas de reacción contra el suelo.

Los músculos intrínsecos de la región cervical y de la unión cervicotorácica incluyen: músculos superficiales con fibras largas y paralelas, los cuales contribuyen a los movimientos generales del cuello; y una serie de músculos paraespinales profundos con fibras cortas, los cuales estabilizan las articulaciones intervertebrales individuales y proporcionan control postural.

Los músculos espinales que se limitan al esqueleto axial pueden describirse como intrínsecos y los músculos espinales que tienen unión al esqueleto axial y apendicular se pueden llamar extrínsecos:

Musculatura lumbar

  • Los músculos cervicales intrínsecos dorsales se extienden entre las apófisis espinosas torácicas, las vértebras cervicales y la cabeza. Son extensores de la columna cervical, elevan el cuello y extienden la nuca (horizontalizan la cabeza). Los más importantes son el músculo esplenio y el semiespinal capital.
    El músculo esplenio se localiza dorsal al cuello y ventral al músculo romboides. Se origina en el borde craneal de la fascia toracolumbar, apófisis espinosas de las tres primeras vértebras torácicas y el rafe medio del cuello.
    La parte cefálica se inserta en la cresta nucal y en la apófisis mastoides con el longuísimo capital. La parte cervical se inserta en la parte caudal del ala del atlas y los procesos transversos de la tercera a la quinta vértebra cervical. Su función es la extensión del cuello y su acción unilateral, pero también lateraliza el cuello y juega un papel importante en el mantenimiento del equilibrio durante el galope. Está inervado por las ramas dorsales de los nervios cervicales.
  • Los músculos cervicales intrínsecos ventrales son el músculo braquiocefálico, el esternocefálico y el músculo escaleno. Son flexores de la columna cervical: bajan el cuello y flexionan la nuca. Se debe tener en cuenta que el descenso del cuello corresponde a una flexión cervical y no a una extensión.
  • Los músculos extrínsecos de la región cervical se insertan desde el cuello hasta las regiones corporales adyacentes: mandíbula, cabeza, extremidades anteriores, unión cervicotorácica, esternal y costal. Tienen una doble función: cuando la extremidad está fija, ayudan a la movilidad vertebral, y cuando la columna está estática, inducen el movimiento de la extremidad. En la extremidad torácica, los músculos dorsales del grupo extrínseco suspenden la extremidad, mientras que los músculos extrínsecos ventrales suspenden el cuello y tronco de las extremidades.

El especialista en rehabilitación veterinaria

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