Warning: strpos() expects parameter 1 to be string, array given in /home/site/wwwroot/wp-content/themes/twentynineteen-child/functions.php on line 163

Las bases neurobiológicas del cerebro hacen parte de como el cerebro toma forma y se desarrolla poco a poco con cada nueva experiencia. De esta manera funciona también el proceso de transmisión del conocimiento. En este procedimiento de absorción de la información, el ser humano activa diversas zonas de su cerebro dependiendo de sus capacidades motoras y cognitivas.

Desarrollo cerebral

El desarrollo cerebral viene genéticamente determinado, de forma que la estructura neuronal se “repite” de humano a humano, casi de forma idéntica. Esto permite una identificación morfológica. Eso no quiere decir que los cerebros sean iguales, pero sí la distribución en lóbulos, áreas y regiones. También los surcos, tractos o ventrículos neuronales.

Los primeros estudios anatómicos del cerebro eran realizados post-morten. Se fijaban precisamente en las semejanzas y diferencias de los cerebros de personas que habían sufrido alguna psicopatología. Esto para compararlo con los cerebros sanos y, de esta forma, intentar comprender las implicaciones neuronales de dicha psicopatología. Existen algunos casos tan evidentes, como los provocados por la enfermedad de Alzheimer, desde la anatomía macroscópica; (con la pérdida de tejido cerebral y agrandamiento de los ventrículos) y la microscópica (presencia de ovillos neurofibrilares y de placas seniles).

En el desarrollo del cerebro existen dos etapas claramente diferenciadas: antes y después de nacer. A diferencias de otras especies, el cerebro humano está todavía sin terminar de formar en el momento del nacimiento. Esto conlleva que sea menos independiente y que requiera de cuidados y protección durante más tiempo. El desarrollo neuronal puede ser observable desde las cuatro semanas de gestación. A partir de ahí, empieza un proceso acelerado de formación de nuevas células, migración de las mismas, diferenciación y especialización para, con posterioridad, establecer las interconexiones axónicas entre ellas.

Con tres meses de gestación, el sistema nervioso está lo suficientemente formado para expresar los primeros reflejos básicos, como mover las articulaciones. Con cuatro meses están formados los ojos y oídos, pudiendo reaccionar el bebé a las luces y sonidos externos. Para los cinco meses empiezan los primeros movimientos controlados.

Localizacionismo

Con respecto al desarrollo de la localización de las funciones, en los niños existe una actividad cerebral menos localizada. Mientras que, en los adultos, esta se distribuye entre los dos hemisferios. Esto se debe a que la experiencia va especializando gradualmente las áreas y circuitos destinados al procesamiento de determinado tipo de información o a la realización de determinadas funciones.

Las áreas implicadas en las sensaciones son las primeras que maduran, seguido de las áreas implicadas en el control del movimiento. Por último, las áreas implicadas en la planificación y coordinación del sistema. Los primeros antecedentes del localizacionismo dieron como consecuencia que se partiera de la idea que el tamaño de la cabeza estaba asociada a dicha función, entendiendo que, a mayor volumen craneal, más capacidad se tendría.

Una teoría de la que se ocupó también la psicología comparada, una rama dedicada a analizar las semejanzas y diferencias de los humanos con otras especies vivas. Inicialmente se entendía que aquellas especies con un cráneo más grande, deberían de estar más preparadas y adaptadas a sus ambientes, debido a una facilidad en los procesos atencionales, perceptivos o mnémicos, entre otros.

Algo que parecía constatarse en apariencia, debido a la evolución de los restos óseos de los ancestros de los humanos, los cuales señalaban claramente un aumento del tamaño del cráneo, desde el Australopithecus al Homo sapiens en lo que se ha denominado como encefalización. Extrapolando esta visión al mundo animal, se ha llegado a considerar que las especies con un cráneo mayor que el humano deberían tener mayores capacidades o habilidades que este, tal sería el caso de animales como el elefante, considerado el mamífero terrestre que posee el cerebro más grande.

Lateralización

Este proceso de especialización y lateralización hace que la corteza vaya perdiendo redundancia en el procesamiento de la información, lo que es una ventaja pues lo acelera, pero, a su vez, hace que se vaya perdiendo flexibilidad en casos que se produzca deterioro por una lesión o daño. La plasticidad permite que, si se lesiona un área de un hemisferio, esta pueda ser compensada con la actividad del otro hemisferio, pero si se lesiona la misma área en ambos hemisferios, las posibilidades de recuperación son mínimas, pudiéndose perder por completo dicha capacidad.

Pioneros en estas investigaciones fueron las realizadas desde el National Institutes of Health’s (NIH) junto con el National Institute of Mental Health (NIMH) publicadas en el 2006 en la revista científica “Nature”, en donde se realizó un seguimiento de la maduración neuronal a través de la resonancia magnética funcional. En el estudio participaron 307 niños con edades comprendidas entre los 5 a 19 años, los cuales fueron separados en tres grupos según su nivel de inteligencia. Los hallazgos mostraron que la relación entre la corteza cerebral y la inteligencia varía con el tiempo, particularmente de la corteza prefrontal.

Así se comprobó cómo hasta los 7 años el espesor de esta es inferior a los que tienen puntuaciones más elevadas en inteligencia, pero que se va “espesando” notablemente hasta los 11 o 12 años, en el que se vuelve a reducir su tamaño. Los pequeños con un nivel de inteligencia media llegan a su punto más alto de espesor de la corteza, sobre los 8 años, empezando luego su declive. Estas diferencias posibilitan el desarrollo de una red de circuitos neuronales de pensamiento del alto nivel.

Antecedentes investigativos

El fenómeno de la lateralidad es uno de los más evidenciados en cuanto al localizacionismo de las funciones cognitivas. Término que, en muchas ocasiones, se ha asociado a la preferencia manual, distinguiendo así entre zurdos o diestros; algo que afecta tanto a las manos, pies, ojos y oído. Muchos artistas, científicos e incluso jefes de gobierno son zurdos y dentro de la creencia popular se entiende que esa dominancia de dicha mano se relaciona con la genialidad, pero ¿existe relación entre la dominancia y la genilalidad?.

Esto es lo que ha tratado de resolverse con una investigación realizada desde la Universidad de Flinders (Australia), junto con la Univresidad Monash y la Universidad de California (EE. UU.), cuyos resultados fueron publicados en el 2013 en la revista científica Journal of the Royal Statistical Society. En lugar de trabajar directamente con participantes, se estudiaron los datos, para ello, analizaron un informe anual sobre la juventud que se realiza en EE. UU. denominado National Longitudinal Survey of Youth.

Para este estudio se analizó el desarrollo cognitivo de zurdos frente a los diestros, para lo cual se fijaron cuatro parámetros: nivel de vocabulario, destreza con las matemáticas, capacidad lectora y de compresión de lo leído. No se encontraron diferencias entre zurdos y diestros en la capacidad lectora, siendo inferior el desempeño de los zurdos en las tres competencias restantes.

Un resultado imprevisto que va en contra de lo esperable, máxime que, como se ha indicado, existe multitud de personajes zurdos que han dejado su huella en la historia por su destacada aportación en el arte, las ciencias o la política. Según investigaciones precedentes, el 83 % de la población es diestra, porcentaje que se reduce al 63 % en otras investigaciones. Los zurdos representan entre el 1 al 30 % de la población.

El educador moderno

La educación y el proceso educativo ha tenido cambios constantes en los últimos años. Esto se debe a la gran cantidad de información que existe a disposición en la actualidad. Por esta razón se ha hecho necesario que los profesionales dedicados a este campo busquen y obtengan aún más conocimientos, y se ha logrado mediante la especialización, ofertada por instituciones como TECH Universidad Tecnológica.

Dentro de esta universidad virtual encontraremos categorizados sus programas educativos por facultades. Ejemplo claro es su Facultad de Educación. Allí pueden hallarse especializaciones tales como la Maestría en Flipped Classroom y la Maestría en Inteligencia Emocional para docentes. Sin embargo, para aquellos profesionales enfocados en temáticas como la revisada en el presente artículo, no cabe duda alguna que su elección debería inclinarse hacia la Maestría en Neurociencias para docentes.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *