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El periodismo de sucesos es una especialidad tradicional e histórica muy conocida por comunicar hechos informativos. Lorenzo Gomis (1991) asegura que la presencia de los sucesos en los periódicos es inevitable, porque “las malas noticias son malas, pero son noticias.”. Es la crónica de un hecho delictivo o de alguna catástrofe tomada puntualmente en el primer acercamiento a pie de noticia.

En la página de sucesos de un periódico o en la crónica de sucesos de un informativo de televisión o de la radio, tienen su arranque la mayoría de los acontecimientos que, más tarde, dan lugar a un proceso judicial: “[…]es la noticia en la calle, la primera crónica del crimen entre los gálibos policiales y las luces de las ambulancias, con un cuerpo sin vida cubierto por una manta que yace en un cruce de calles.” (Gomis, L, 1991).

José Manuel de Pablos Coello (1997) considera que las malas noticias tienen siempre más interés que las noticias normales: “Las malas noticias y las desgracias ajenas originan ansiedad en los lectores y a su estela aparece brillante una manifestación humana del efecto Pavlov en los animales: se despereza un angustioso interés por conocer detalles, por estar alerta ante la mala nueva que afecta a otros”.

Definición del periodismo de sucesos

A continuación se exponen distintas definiciones aportadas por diversos autores:

Martínez de Sousa (1981): en sentido genérico es suceso todo lo que sucede, pero, en sentido periodístico, se entiende que es “[…]aquel que se desarrolla con desprecio de las leyes humanas, cuyo esclarecimiento corresponde a la policía o en el que intervienen los bomberos u otros cuerpos de asistencia social: asesinatos, incendios, robos, hundimientos, atracos, inundaciones, accidentes, etcétera”. El autor aclara que en general son noticias de interés humano, caracterizadas por no ser de contenido político, económico, cultural, ni deportivo.

Kayser (1983): el autor expresa que la información de sucesos es de las secciones o categorías más considerables y, por su contenido, una de las más variadas, incluyendo catástrofes naturales, accidentes, crímenes y delitos y varios.

Martínez Albertos (1983): también destaca la importancia del interés humano en el contenido de las noticias sobre sucesos, pero específica y profundiza más en el concepto: “Dentro del suceso caen los hechos sangrientos –asesinatos, homicidios, accidentes, catástrofes– y los hechos simplemente morbosos – otro tipo de crímenes, especialmente los relacionados con la propiedad privada y el sexo–. Suceso es también cualquier acontecimiento no específicamente criminal que, sin tener significación política, económica, cultural, etc., lleve consigo unos ingredientes básicos de interés humano que apelen directamente a ese fondo de humanidad, a esos instintos humanos en el desarrollo de la acción”.

Ignacio de la Mota (1988): señala que el suceso es una cosa sucedida. Sobre todo si es importante y se convierte en hecho noticiable, especialmente “si se refiere a un hecho selectivo o accidente desgraciado”.

Westphalen y Piñuel (1993): se trata de una información que “[…]concierne a los acontecimientos menores de la vida cotidiana; categoría redaccional que comporta este tipo de noticia”.

Periodismo de sucesos en el periódico

En la actualidad, la tradicional Sección de Sucesos ha sido prácticamente eliminada de las páginas de los periódicos de información general. Esto a fin de ocupar espacios más heterogéneos y diversos. Las noticias de sucesos aparecen mezcladas con otras informaciones de otros contenidos temáticos. Esto dentro de las clásicas secciones de Local, Provincial, Regional, España/ Nacional, Sociedad e incluso Internacional, o en la de ahora denominada Sección de Actualidad.

Los sucesos se han publicado diariamente en las páginas de los periódicos. Sin embargo no cuentan con la distinción temática y tipográfica de hace algo más de veinte años. Juan Emilio Ballesteros señala que durante el proceso de transición política: “[…] se reconvirtió la Sección de Sucesos de la España profunda, alejada del amarillismo y la sangre, con una tendencia hacia un periodismo más social.

Desapareció este tipo de información como etiqueta de suceso y evolucionó hacia un periodismo de investigación, pero enfocado hacia los temas de sucesos. Una apuesta por un periodismo más social y menos escabroso. En el presente la información de sucesos no ha desaparecido ni mucho menos, sobre todo en la televisión que se ha reactivado como una auténtica crónica negra” (como se citó en Cárcela, 2015).

A partir de la década de los 90 del siglo pasado empezaron a desaparecer progresivamente las secciones de sucesos en los diarios españoles. Francisco Correal (2015): el periodista sevillano comenta que una de las características destacables de la Prensa durante el periodo que comprende de 1988 a 1998 fue la desaparición de la Sección de Sucesos, debido a que “[…]un buen día pasó a estar mal vista en todos los periódicos. Hoy ha vuelto a ser la reina, aunque la llamen de Sociedad u otras mandangas”.

La evolución del periodismo de sucesos

El periodismo de sucesos ha pasado por una etapa de declive en muchos países y parece remontar en la actualidad debido a la profesionalización. Además del buen hacer de los periodistas especializados, unido al interés permanente que suscita esta temática en la audiencia. La culpa del menoscabo del periodismo de sucesos se ha debido sobre todo a los excesos cometidos por algunos programas televisivos. Estos convirtieron en puro espectáculo determinados asesinatos o violaciones, o desapariciones de cadáveres.

Los sucesos tienen el protagonismo que merecen, sobre todo en el ámbito local, siendo valorados por lo que son; una información periodística especializada que debe ser tratada con rigor, calidad y aporte de fuentes contrastadas. Se puede comprobar en informaciones de la prensa y sus ediciones digitales. Las páginas locales de los periódicos, incluso en las de ámbito provincial y regional, son en donde tienen mayor protagonismo las noticias de sucesos.

Además, en la radio se observa un auge en el tratamiento informativo de los sucesos. No solo en los boletines horarios nacionales, sino también en los regionales y locales con información en directo desde el lugar del hecho. Asimismo, es sabido que también en la televisión, donde hay programas únicamente de sucesos, además de noticias de sucesos en directo en los informativos.

Se deduce, entonces, los reportajes sobre sucesos en la televisión son habituales. El periodismo judicial parte de la crónica de sucesos. Es considerado el primer escalón o peldaño antes de que la continuidad de esa noticia pase a disposición judicial. Puede que se haya producido un accidente aéreo, un derrumbe de un edificio. Esos sucesos terminarán en una investigación policial, en un caso judicial y en la mayoría de las ocasiones en un juicio y una sentencia de absolución y/o condena.

El especialista en hechos

Cubrir una noticia importante no será una tarea fácil en ningún caso. El tratamiento de los hechos en el momento resulta complejo debido a que nunca se está suficientemente preparado para un caso de alta importancia. Por esta razón, la información que se recolecte en una situación de alto impacto, debe ser cuidadosamente elegida, con el fin de que la misma sea veraz y comprobable por los espectadores.

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