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Para cualquier empresa es necesaria la búsqueda de nuevos colaboradores y talentos que brinden valores agregados novedosos a su estructura. Por ello se crean rigurosos filtros que permiten seleccionar el perfil indicado para cada cargo que la empresa requiera. Sin embargo, dentro de este proceso de selección y reclutamiento de trabajadores existen parámetros legales a tener en cuenta. En el presente artículo veremos un poco de ello.

El proceso de reclutamiento de trabajadores

El inicio de la relación laboral suele pasar por un proceso de reclutamiento y selección previa a la contratación. En este sentido el reclutamiento abarca distintas formas para conseguir una serie de candidatos para llevar a cabo el proceso de selección y la posterior contratación. Durante el proceso de reclutamiento las empresas pueden utilizar varias vías para poder reunir un elenco de candidatos. Las empresas adoptan un papel un poco activo en esta búsqueda, siendo las más comunes las siguientes:

Actitud pasiva

Determinadas organizaciones, normalmente las de mayor reputación o las más conocidas, pueden esperar a que sean los candidatos los que presenten sus currículums. La forma de recabar currículums puede ser presencial. El candidato acude personalmente a las dependencias de la empresa para entregarlo (o bien hacerlo llegar por correo postal); o lo hace a través de cualquier formulario habilitado para esta tarea en la página web de la empresa. De tal manera la empresa hace acopio de curriculum vitae que se podrán analizar en el momento en el que van llegando. O, cuando se libere un puesto que sea necesario cubrir.

Actitud activa

En otras ocasiones es la propia empresa la que debe de adoptar un comportamiento proactivo y realizar una búsqueda o un llamamiento para reclutar candidatos. Esto se puede realizar con la ayuda de varias opciones como lo son:

  • La búsqueda activa a través de cazatalentos o “headhunters”: se trata de contratar a profesionales especializados en la búsqueda de talento. Es la forma más “agresiva” de contratación, en el sentido de que es la propia empresa la que busca el perfil adecuado al puesto de trabajo. La misma contacta directamente con la persona a la que buscan proponerle ocuparlo. Existen algunos profesionales especializados en búsqueda de talento en redes sociales (nethunters). Su función es rastrear por internet los mejores perfiles para el puesto de trabajo.
  • La publicación de ofertas de empleo en portales de internet, tablones de anuncios especializados y en los medios de comunicación o por redes sociales. En función del puesto de trabajo y del perfil demandado será recomendable difundir la oferta por uno u otro medio (sobre las ofertas de trabajo se hablará más adelante para tratar la eventual discriminación que puede producirse por esta vía).
  • También se puede publicar la oferta en la propia página web de la empresa o bien en sus dependencias, sobre todo si se cuenta con establecimiento abierto al público. En algunas profesiones el conocimiento de la oferta de trabajo puede venir de la mano del “boca-oreja”, es decir, a través de los proveedores, de clientes, de amistades, etc.
  • Otra opción consiste en acudir a los intermediarios del mercado de trabajo (servicios públicos de empleo o agencias de colocación).

Adaptación del método de reclutamiento

En sí no existe un método de reclutamiento que sea mejor que otro, pues todo dependerá del puesto de trabajo en concreto que se pretenda cubrir, de igual forma que el público objetivo al que va dirigido. Por lo tanto, son varios los factores que cabe analizar al escoger el mejor procedimiento para cubrir la vacante en un tiempo razonable por la persona adecuada.

Siguiendo con el tema del reclutamiento, vale mencionar unas ligeras nociones sobre el papel que juega en este proceso la intermediación laboral en el empleo. Las empresas pueden acudir a un intermediario para que lleve a cabo las labores de búsqueda. Estas empresas especializadas tienen como ventaja la experiencia a la hora de reclutar candidatos y permiten que la oferta de trabajo llegue: o bien a un número importante de personas, o bien a un público o sector especializado.

En España la intermediación laboral es de carácter público y en este sentido, a nivel estatal, se cuenta con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que es un organismo con personalidad jurídica propia que se encarga de atender las necesidades del mercado de trabajo. Pese a que es un intermediario de las relaciones laborales, sus funciones se centran principalmente en la gestión de las prestaciones por desempleo y bonificaciones para incentivar la contratación.

Por su parte, son los Servicios de Empleo autonómicos los que dedican mayores esfuerzos a las labores de formación para el empleo y en publicar ofertas, es decir, en intermediación, pero esta misión también la pueden llevar a cabo empresas privadas, siempre en colaboración con los servicios públicos de empleo. De tal forma que existen agencias de colocación privadas cuyo objetivo es justamente aproximar la oferta y la demanda de trabajo.

Las agencias de colocación

Por otro lado las agencias de colocación no se inmiscuyen en la relación contractual, es decir, en ningún momento intervienen en el proceso de contratación, sino que su misión se limita al acercamiento de la oferta y la demanda, correspondiendo así a las empresas la decisión final y la subsiguiente contratación. Lo anterior dista en con la actividad de las ETT, que por el contrario, sí que contratan a trabajadores para cederlos posteriormente a otras empresas usuarias.

Por su parte, las Agencias de Colocación simplemente son un canal para que las ofertas lleguen a los trabajadores adecuados y sin llegar contratarlos laboralmente. Las Agencias de Colocación también se pueden ocupar de la ‘recolocación’, es decir, de la intermediación laboral en los casos de reestructuraciones empresariales.

En este sentido los procesos de despido colectivo que afecten a más de cincuenta trabajadores hacen que las empresas tengan la obligación de contactar con Agencias de Colocación para intentar “recolocar” a los trabajadores afectados por esta medida de reducción de plantilla. Entre las obligaciones o principios de la intermediación laboral se han de destacar las siguientes:

  • El carácter gratuito del servicio para los trabajadores (en el caso de las Agencias de Colocación que sí que pueden llegar a cobrar un precio a las empresas por el servicio prestado).
  • También deben de cumplir con la normativa de protección de datos.
  • Velar porque no se produzca discriminación en el empleo, haciendo que se pueda incluso resultar sancionadas en caso de permitir la publicación de ofertas discriminatorias.

El profesional en derecho laboral

Dentro de cualquier empresa existen diversos aspectos legales que pueden convertirse en una piedra en el zapato si no se tiene pleno conocimiento sobre ellos. Por esta razón la figura profesional en derecho se hace presente y necesaria en cada organización, ya que como tutor, guía y asesor, juega un papel crucial en el ámbito legal. Para ello cada profesional en derecho busca un campo de acción donde especializarse, de manera que pueda dominar por completo su elección.

En TECH Universidad Tecnológica se amplía cada día más la Facultad de Derecho, donde se ofertan programas de alta calidad enfocados en el éxito profesional. Ejemplos claros de esta afirmación son el Máster en Derecho Marítimo y Portuario y el Máster en Derecho Penal Económico y de la Empresa. Sin embargo, para aquellos profesionales que buscan complementar sus conocimientos profesionales con el ámbito laboral, no cabe duda que su mejor opción es el Máster en Asesoría Jurídica Laboral.

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