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La hipnosis clínica es un instrumento con el que los médicos son capaces de conectar con las estructuras subcorticales para, posteriormente, cambiar las memorias traumáticas o incidir en planos alejados de la voluntad. Desde ahí pueden incidir en el dolor, la ansiedad o el estado de ánimo descompensado. Numerosos estudios indican que cualquier procedimiento de psicoterapia es mucho más eficaz si se realiza en estado hipnótico.

Definición del concepto «hipnosis»

El vocablo hipnosis deriva del griego Hipnos, que significa “sueño”. Fue James Braid en 1843 quien acuña este término. Esta será la primera contradicción, ya que el sujeto hipnotizado no está dormido, ni tiene una actividad onírica como la que ocurre en el sueño natural. Aunque, eso sí, con hipnosis el insomne podrá entrar mucho antes en dicho sueño natural.

Una segunda acepción del término hipnosis es “adormecer”, término quizás más exacto para la realidad del estado hipnótico. Siendo un estado diferente al que tenemos en vigilia, no tiene nada que ver con el de dormir que todos tenemos en el ciclo sueño-vigilia.

Si continuamos mirando en el diccionario, encontramos la palabra «hipnotismo» que proviene del vocablo anglosajón “hipnotism” y que se puede traducir como “método para producir un sueño artificial”. En esta definición ya se diferencia el hipnotismo como una forma de introducir al sujeto hipnotizado en un estado diferente del sueño natural.

Otro concepto contradictorio es el de los sinónimos que se aceptan como voces del término “hipnosis”. De esta forma, en el diccionario general de sinónimos y antónimos de la lengua española de José Manuel Blecua, encontramos como sinónimos de hipnotizar: magnetizar, fascinar, hechizar, seducir, cautivar y asombrar. Muy lejos está todavía el significado de estas palabras o expresiones de comprender y también de definir las verdaderas sensaciones que tiene un sujeto hipnotizado.

Quizás todos estos sinónimos serían capaces de explicar mejor la sensación, emoción u opinión que podrían tener los espectadores en una sesión de hipnosis, y no lo que siente o le ocurre al sujeto hipnotizado.

Cualidades de un hipnotizador

Como referencia a las cualidades del hipnotizador, numerosos estudios nos indican que las cualidades que definen a un hipnotizador exitoso son muy, muy mínimas. Una gran variedad de personas, incluyendo algunas que hablan mal el idioma que usan en el evento, pueden hipnotizar con todo éxito.

La hipnosis en sí no contiene ningún peligro. Es una técnica que puede ser aprendida. Sin embargo, al igual que ocurre con un bisturí, su uso será diferente si el hipnotizador sólo sabe realizar la técnica o tiene conocimientos más amplios de psicoterapia. Es quizás ésta una de las causas por la que la hipnosis ha tenido mala prensa: porque hubo personas que la utilizaron para el espectáculo o para otros menesteres menos sensatos.

No obstante, citando a Hilgard, “si la hipnosis funciona, no es ofensivo el que un poco de magia se combine con la ciencia”. La magia a la que se refiere Hilgard es la magia racional, que nos sirve para saturar la parte más crítica y analítica de la mente humana. De esta forma se pueden mandar mensajes a la parte simbólica donde se ubica la imaginación, que es precisamente con la que se trabaja en hipnosis. Por lo tanto, los usos de la hipnosis son el problema y no la técnica en sí.

Contradicciones

La disociación (capacidad de operar mentalmente en más de un nivel al mismo tiempo) suele ser una consecuencia del estado hipnótico. Como ya sabemos, los cuadros psicóticos y algunos trastornos graves de la personalidad tienen como uno de sus síntomas más negativos la disociación de la realidad a través de alucinaciones y discursos delirantes.

Si se realiza la hipnosis con sujetos con historia de crisis psicóticas o con un trastorno de la personalidad grave, al ser hipnotizados pueden tener una crisis o brote, por lo que no es aconsejable utilizar hipnosis con estos pacientes. Realmente su uso en personas con diagnóstico psicótico no les produce ningún daño en sí. El problema puede aparecer si el hipnotizador no está familiarizado con estos cuadros o no tiene recursos para controlarlos y manejarlos.

Otro grupo de sujetos en los que no es recomendable utilizar la hipnosis, es aquel que ha tenido crisis epilépticas. En este caso, también se puede producir un cuadro comicial al realizar hipnosis. No obstante, el motivo de estas reservas no es por lo dañino del estado hipnótico, sino por el poco uso que tiene provocar las crisis.

Es importante seguir esta máxima psicoanalítica: “si llamas a los fantasmas y vienen, no puedes salir corriendo”. Tal como recomienda Hilgard, solo deberíamos realizar hipnosis en aquellas situaciones en las que sabríamos qué hacer y estamos preparados para ello por nuestra formación, sin hipnosis.

Impacto positivo

El tratamiento de niños y ancianos con hipnosis clínica tiene unos resultados muy positivos. Las opiniones negativas son infundadas por la confusión y la ignorancia. No hay ninguna razón, que no sea las anteriormente mencionadas, para no realizar hipnosis en estos grupos de edad. Es más, tanto niños como ancianos, en ocasiones tienen a través de la hipnosis un único vehículo de comunicación emocional dentro de lo que denominamos «Psicoterapia de Tiempo Limitado».

Tanto es así que es muy utilizada en la práctica una técnica denominada “brazo soñador”, propia de Bandler y Grinder fundadores de la PNL. En ancianos funciona de maravilla estimularles para que hablen de su pasado. En ese momento se nota cómo poco a poco van visualizando lo que ocurrió, cambiando su estado mental y entrando en un estado hipnótico profundo.

Ingredientes en el espacio relacional

El consentimiento

El consentimiento puede ser más o menos implícito, de tal forma que el hecho de acudir a una consulta, ya en sí, implica un nivel de consentimiento.

Paúl-Cavallier dice: “Cada aceptación de un consentimiento da acceso a un consentimiento mayor”. Al darnos su consentimiento, el paciente entrará con más facilidad en un estado hipnótico en el que la conciencia es menos crítica y está modificada, dejando de controlar, por tanto, la realidad del entorno que le rodea.

De esta forma su conciencia se hace más permeable. Permite que el inconsciente acepte un nuevo mensaje más adaptado a su realidad y las experiencias negativas del pasado no influyan en la toma de decisiones del presente. Tampoco condicionan, bajo esa vertiente negativa, el futuro.

La fijación

La fijación acredita el consentimiento, lo confirma y autoriza. Si le decimos al paciente que sienta el peso de sus ojos al mirar a un punto fijo, éste colocará como foco de atención principal en los ojos. Con esta fijación de su percepción nos vuelve a indicar de forma implícita que consiente nuestra sugerencia y satura su conciencia. Cuando estas percepciones las fija en el interior, el control de la conciencia del paciente coincide con el control de las inducciones. Se establece una conexión y un vínculo singular, como determinábamos en nuestra hipótesis, entre el terapeuta y aquel.

En este momento, el paciente relaciona al terapeuta como su propia conciencia, resultando una colusión (unión de dos ilusiones) recíproca. El paciente percibe como suyo lo que escucha del terapeuta y lo realiza de forma inconsciente. Tiene la sensación de automatismo a nivel consciente y, por lo tanto, como algo que está fuera de su control voluntario, realizándose de forma natural.

La sujestión

La sugestión será el tercer elemento indispensable en la inducción hipnótica y en el proceso terapéutico que pretende la Psicoterapia de Tiempo Limitado. La sugestión es un mensaje en el que es mucho más importante la forma de cómo se dice, que el contenido de éste. La cadencia de la voz, el ritmo, el tono, y sobre todo la prosodia, serán realmente los elementos sugestivos del mensaje. Es importante que el simbolismo de la sugestión sea coherente con el marco de referencia del paciente. Este debe sentirse de nuevo “en su casa”, y no se le debe mandar un mensaje de sugestión como “invitado”.

Hipnosis clínica

La intervención de la medicina en la psicología es muy importante. Desde distintos enfoques, TECH Universidad Tecnológica ha creado programas docentes de alta calidad que esperan capacitar a los estudiantes en la psicoterápia médica como, por ejemplo, en la Maestría de Psicología de Urgencias y Emergencias para Médicos y la Maestría en Terapia del Bienestar Emocional para Médicos.

Siguiendo con el mismo objetivo, la institución también tiene disponible la Máestría en Hipnosis Clínica y Relajación en Medicina, juntando a la psicología y la medicina en un mismo posgrado direccionado al estudio del comportamiento humano.

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