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Los profesionales en fisioterapia hoy en día cumplen un papel crucial en la salud y el bienestar humano. La dedicación y el conocimiento que poseen aquellos que se dedican a esta labor no tiene comparación y hace parte de la manera correcta de realizar tratamiento frente a diferentes afecciones. La electroterapia de alta frecuencia es una de las técnicas utilizadas por estos profesionales, veamos un poco de ella en el presente artículo.

La alta frecuencia abarca ondas sinusoidales o corrientes alternas superiores a los 0.1MHz o 0.5MHz (100000 o 500000 pulsos por segundo) en función del autor. Las ondas con una frecuencia inferior a 1015- 1016Hz son consideradas radiaciones no ionizantes. Esto quiere decir que no poseen energía suficiente para ionizar la materia que atraviesan, produciendo únicamente una excitación de sus electrones.

Entre este tipo de ondas o radiaciones no ionizantes se encuentran las ondas cortas, las microondas, los infrarrojos y las ondas del espectro visible. Toda onda con una frecuencia superior a 1015-1016Hz posee la energía suficiente para ionizar la materia. Son capaces de arrancar electrones de las moléculas y producir mutaciones sobre el ADN (rayos ultravioleta, rayos X, rayos gamma…). En medicina son empleadas radiaciones ionizantes para el diagnóstico por imagen. Como es el caso de la gammagrafía y las radiografías, y para el tratamiento en especialidades como oncología, en el que se aplican tratamientos de radioterapia.

En el entorno de la electroterapia son empleadas las radiaciones no ionizantes entre las que se encuentran modalidades de electroterapia como la tecarterapia, la onda corta y la microonda. Su aplicación en el entorno de la electroterapia puede realizarse de forma continua (sin periodos de no emisión entre los pulsos) o pulsátil (con periodos de no emisión entre los pulsos).

Fundamentos físicos de la electroterapia de alta frecuencia

Las ondas electromagnéticas son campos eléctricos y campos magnéticos. Estos están situados de forma perpendicular, que viajan juntos en el espacio a través de la materia o el vacío, siendo capaces de desplazarse a 300.000.000 m/s en el vacío. El comportamiento de la radiación electromagnética puede ser descrito en términos de energía y partículas o quantums.

La energía en julios de un quantum de radiación viene determinada por el producto de su frecuencia y la constante de Planck, siendo capaz de almacenar mayor cantidad de energía cuanto mayor sea su frecuencia. Aunque la energía de las ondas electromagnéticas suele ser descrita en términos de electronvoltios, y son necesarias energías de 30eV para producir la ionización de átomos.

La longitud de onda de una radiación determinará el tamaño de la materia con la que podrá interactuar. De este modo se tiene que las ondas cortas no serán capaces de interactuar directamente con materia del tamaño de los átomos, mientras que las radiaciones gamma podrán colisionar directamente con los átomos de la materia generando cambios estructurales en ellos (ionización).

La electroterapia de alta frecuencia se lleva empleando como herramienta terapéutica en fisioterapia durante más de 50 años. En un comienzo su uso se restringía a afecciones del aparato musculo esquelético, pero su uso se ha extendido a otro tipo de patologías como las respiratorias y uro ginecológicas.

Posteriormente, se descubrió que sus efectos no se limitaban siempre al aumento térmico de los tejidos, y que en muchas ocasiones no era lo más indicado. En las aplicaciones de ciertas modalidades de corrientes de alta frecuencia, como las ondas cortas de forma pulsátil, existe un predominio de los efectos derivados del campo magnético, que interactúa con las moléculas del organismo sin generar efectos térmicos directos.

Aplicación de la electroterapia

Actualmente entre las modalidades de aplicación de electroterapia de alta frecuencia se encuentran aquellas en las que los efectos más notables son producidos por la generación de un campo eléctrico que desencadena efectos térmicos y aquellas en los que los efectos más destacables son consecuencia de la interacción del campo magnético que generan con el organismo, produciendo los denominados efectos atérmicos.

Estas últimas aplicaciones se diferencian de la magnetoterapia en que los métodos de aplicación no son iguales y en que la frecuencia de la corriente generadora posee una frecuencia totalmente distinta. De modo que sobre el paciente se puede aplicar en unos casos la propia corriente. Pero en la mayoría de los casos es la onda electromagnética la que se aplica. No siendo necesaria la irradiación de la corriente sobre el sujeto, sino su inducción.

P= V · I

La electroterapia de alta frecuencia, consiste en la aplicación de energía electromagnética de la banda inferior del espectro electromagnético. Al penetrar en los tejidos se transformará en energía térmica a causa de la ley de Joule por agitación de las moléculas e iones. Para esto primero se deberá tener en cuenta la potencia eléctrica (P) producida por el circuito en watts o vatios (W). Esta dependerá de la intensidad de corriente (I) y el voltaje o diferencia de potencial del circuito (V).

E= P · t

A continuación se tendrá en cuenta que la cantidad de energía disipada o energía térmica (E). Producida por el sistema en julios (J) . Dependerá de la potencia eléctrica que atraviesa el circuito y el tiempo (t) durante el cual lo atraviesa en segundos.

E= V · I · t

Una vez se tengan estos datos se puede generar un sistema de dos ecuaciones en las que se tendrá como resultado que la energía térmica generada dependerá del voltaje del circuito. Además de la intensidad de corriente y el tiempo durante el cual la corriente atraviesa el circuito.

E= R · I2 · t

En electroterapia la mayoría de dispositivos no proporcionarán el voltaje del circuito, sino que sólo se dispondrá de la intensidad de corriente como parámetro variable. Será necesario aplicar la ley de Ohm para sustituir el voltaje por otro parámetro que se pueda conocer. Como es la resistencia (R) de los tejidos que se están tratando al paso de la corriente que se aplica.

E= R · I2 · t

De modo que la cantidad de energía térmica generada dependerá de la impedancia o resistencia de los tejidos, la intensidad de la corriente y el tiempo durante el que la corriente atraviesa los tejidos. Normalmente en electroterapia las dosificaciones se suelen realizar en watts o vatios. Teniendo en cuenta la energía suministrada por segundo, pero no la cantidad de energía térmica.

Esto es debido a que la dificultad que supone tener en cuenta todas las resistencias o impedancias eléctricas de los tejidos que forman el circuito, su conductividad y constante dieléctrica, impide un cálculo exacto de los julios de energía térmica generada.

Contextualización de la electroterapia de alta frecuencia

Entre tantas técnicas y tratamientos diferentes que existen en la actualidad, el profesional de salud debe estar enteramente capacitado. Además de conocer el uso y los resultados de las diferentes técnicas, también debe tener pleno conocimiento en las contraindicaciones y posibles resultados adversos. Para esto, existen actualmente alternativas al aprendizaje presencial.

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