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La catarata es la causa más común e importante de pérdida visual en pacientes mayores de 50 años, constituyendo una de las principales indicaciones quirúrgicas en el grupo de pacientes que superan esta edad. Progresivamente, y debido al aumento de la esperanza de vida y a la mayor exigencia de una buena calidad de la misma por parte de los pacientes se produce un aumento progresivo de la demanda de intervenciones quirúrgicas de catatara en los países desarrollados. Esto implica una mayor exigencia a los sistemas sanitarios, que la mayor parte de las veces es difícil de conseguir y por tanto, las listas de espera quirúrgica de cirugía de catarata son cada vez mayores y la posibilidad de satisfacer al usuario de la sanidad es cada vez menor.
Dispositivos del Cálculo Biométrico
Medición de la longitud axial
La longitud axial es la distancia desde el ápex corneal hasta la fóvea. En un estudio realizado sobre la normalidad de la longitud axial se estimó una media de 23,46 ± 1,03 mm, una profundidad de cámara anterior de 2,96 ± 0,45 mm y un grosor del cristalino de 4,93 ± 0,93 mm. El cálculo de la longitud axial se denomina biometría.
Existen dos métodos, principalmente, para la estimación de la biometría: la ultrasónica y la óptica.
Biometría ultrasónica
Se basa en la emisión de ultrasonidos y de los ecos generados al atravesar los diferentes medios del ojo. La medida de la distancia se basa en el tiempo transcurrido hasta la emisión de los diferentes ecos y la velocidad de transmisión del sonido.
Tipos de biometría ultrasónica
- Biometría de contacto: El transductor contacta directamente con el epitelio corneal.
- Biometría de inmersión: El transductor se introduce en una copa de exploración llena de líquido y no contacta directamente con la córnea. De esta manera, se evita la compresión de la córnea que se traduce en una medición de la longitud axial menor de la real. Esta situación cobra mayor importancia, sobre todo, en ojos cortos, con una mayor relevancia en el resultado refractivo final.
Técnica biométrica
- El paciente debe estar en ortotropia con fijación en un punto lejano.
- Tiene que existir congruencia de las medidas por lo que una longitud axial de 20 mm en un paciente con -5 D forzaría a repetir la medida.
- Ganancia: se refiere a la amplificación de los ecos y puede ser modificada por el explorador. Una mayor ganancia aumenta la sensibilidad por lo que será más sencilla la identificación de los ecos pero, a costa de una pérdida de resolución que puede traducirse en una asignación equivocada de los ecos. La ganancia óptima sería la mínima que permitiera una generación de ecos adecuada.
- Historia clínica: hay que modificar la técnica exploratoria en función de si el paciente es afáquico, pseudofáquico o tiene aceite de silicona.
Biometría óptica
Se basa en la interferometría de coherencia parcial para la medición de la longitud axial. El interferómetro emite una luz mediante un láser de diodo de longitud de onda infrarroja (780 mm). La onda es dividida por un divisor óptico y reflejada hacia el ojo por dos espejos, uno fijo y otro móvil. Los reflejos producidos por ambas ondas entre los diferentes medios del ojo, con diferentes índices de refracción, son dirigidos hacia un fotodetector para su análisis mediante un software específico. Los reflejos de referencia para el cálculo de la longitud axial son el de la cara anterior de la córnea y el
epitelio pigmentario de la foveola.
Esta técnica mide un eje anteroposterior visual, mientras que el biómetro ultrasónico mide un eje anteroposterior geométrico. La cara anterior de la córnea es una referencia para ambas técnicas, pero el interferómetro mide hasta el epitelio pigmentario retiniano mientras que el biómetro ultrasónico lo hace hasta la membrana limitante interna de la retina.
Medición de la profundidad de cámara anterior
La profundidad de la cámara anterior (anterior chamber depth o ACD) es la distancia entre la córnea y la cápsula anterior del cristalino. Se utiliza en algunas fórmulas biométricas para predecir la posición de la lente intraocular en el interior del ojo. Como ocurría con la longitud axial, se pueden utilizar la biometría ultrasónica y óptica.
Medición de la córnea
La medición de la potencia refractiva media de la córnea es necesaria para el cálculo biométrico ya que la correcta combinación de la potencia de la lente, junto con la córnea, conseguirá un adecuada proyección de los haces de luz en la fóvea.
La córnea supone el 80 % de la potencia dióptrica de la córnea, siendo su cara anterior la más influyente en el resultado refractivo. Es más curva en el centro que en la periferia, propiedad definida como asfericidad prolata. Esta asfericidad induce una aberración esférica positiva que se incrementa con la edad.
Las fórmulas biométricas necesitan un valor de potencia corneal que se denomina valor K, calculado en dos puntos situados a 90º uno respecto del otro, en la curvatura corneal anterior.
Existen varias formas de obtener el valor K siendo las más utilizadas la queratometría manual, la queratometría automática y la topografía corneal.
Queratometría manual
En todos los queratómetros manuales, el observador debe enfocar y centrar las miras, así como modificar su posición para obtener la medida. En los tipo Helmholtz, las miras son fijas y dan la medida directamente, mientras que en los tipo Javal las miras son móviles y hay que realizar la medida en cada posición. Los meridianos curvo y plano se miden consecutivamente.
Están sujetos a errores de lectura y de enfoque, así como de descalibración. La acomodación del observador puede disminuir la distancia objeto-imagen, causando que la medición resulte en una córnea más plana. El enfoque debe realizarse lentamente, manteniendo una acomodación relajada a medida que el observador se acerca a la máquina y siempre manteniendo la distancia adecuada.
Queratometría automática
En la queratometría automática las lecturas las realiza, directamente, el aparato midiendo la distancia entre varios puntos de una luz infrarroja reflejados en la córnea. Normalmente, miden un área corneal que varía entre 3 y 3,3 mm. Suelen ser dispositivos combinados con los refractómetros y aportan rapidez, exactitud y gran reproducibilidad por lo que, hoy en día, constituyen el método de elección para el cálculo de la K. No se ve afectada si se realiza tras la tonometría de aplanación o la gonioscopia. Las fuentes de error podrían venir determinadas por pequeñas irregularidades corneales, ya que grandes irregularidades impedirían la obtención de la medida.
Topografía corneal
Aporta más información que los queratómetros convencionales para la cuantificación del astigmatismo irregular, indicación de cirugía corneal refractiva, medición de la asfericidad, cálculo exacto de lentes intraoculares tóricas, etc.
En córneas normales, la queratometría automática y la topografía pueden ser utilizadas indistintamente, aunque ambas tecnologías no son intercambiables y habría que corregir la constante de la LIO si se cambia de una a la otra. Sin embargo, si existiera alguna anomalía corneal o diferencia entre la cara anterior y posterior de la córnea, como ocurre tras cirugía refractiva, la topografía tendría un papel más relevante.
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