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El estudio de las emociones se ha ido sucediendo sin que realmente se haya conseguido dar una definición consensuada y aceptada de forma interdisciplinar. La facilidad con la que se encuentran artículos en la red sobre las emociones no corresponde con la verdadera dificultad que existe, en el mundo científico, para definirlas.
Frida y Scherer (2009) afirmaban que el concepto «emoción» es uno de los términos más imprecisos en el ámbito de las ciencias sociales, educativas y de la salud. En consecuencia, las emociones han sido estudiadas desde diferentes modelos y enfoques, y cabe mencionarlos en este artículo para poder acercarse a lo que hoy se conoce como emoción. Debido a que existen diversas perspectivas sobre el tema, se ha intentado comprender desde la evolucionista hasta la crítica social. Todas ellas han aportado mayor conocimiento a la dimensión emocional y por ende serán resumidas a continuación.
Teorías de algunos autores
La teoría evolucionista de Darwin y las emociones
Diferentes profesionales se han acercado al estudio de la emoción. Darwin, por ejemplo, lo hizo desde el punto de vista evolucionista. Bajo este paradigma las emociones son, sencillamente, una necesidad evolutiva de supervivencia; una respuesta adaptativa a estímulos externos tanto positivos como negativos que motiva a los seres humanos a actuar de una u otra forma. Por ende se asume que, ante una situación o persona que exija una respuesta emocional, se incrementa la atención y se facilita el procesamiento de dichos estímulos. Esto da como resultado una acción o una respuesta de tipo conductual.
Cuando esta conducta tiene un valor adaptativo, se considera que es una conducta instrumental porque ayuda a la persona a adaptarse y sobrevivir al entorno. Sin embargo, también es posible reaccionar de manera no adaptativa, como cuando se presentan síntomas de ansiedad en situaciones que requieren serenidad.
La diversidad de respuestas fisiológicas y conductuales se debe a la mediación cognitiva, es decir, al proceso mediante el cual se interpretan las estímulos que rodean a un individuo. Esta interpretación no es, necesariamente, consciente ni racional. De ahí que las respuestas también puedan ser adaptativas o desadaptativas.
La teoría Bio-informacional de Peter Lang
Gracias a esta variedad de respuestas, Peter Lang plantea esta teoría en la cual propone una jerarquización de las reacciones emocionales humanas.
Por un lado, se encontraría que la especificidad (o la respuesta emocional), fisiológica y conductual dependen del contexto específico en el que la persona se encuentre al momento de recibir el estímulo. Por otro lado, estarían los programas emocionales funcionando como rutinas de ataque, huida, búsqueda o aproximación, las cuales coincidirían con las categorías emocionales: miedo, ira y tristeza.
Finalmente se hallarían las disposiciones dimensionales, que son características que comparten todas las reacciones emocionales tales como: direccionalidad (aproximación o evitación), intensidad (mayor o menor requerimiento de energía) y control (continuidad o interrupción de la secuencia conductual).
Neurofisiología
Según lo expuesto anteriormente, se asume que las emociones surgen como reacción a un estímulo externo. Pero, a su vez, estos estímulos no evocan los mismos reflejos emocionales en todas las personas. Vico Fuillerat (2005) estudió el condicionamiento para entender el reflejo motor y el sobresalto, que sirven como modulación por los estados emocionales.
En concreto se sabe que el sobresalto, es decir, el patrón de activación motora intensa/aversiva y de inicio repentino, se potencia cuando se siente miedo. De la misma manera se ha hallado que, si el estímulo nuevo evocador del miedo aparece en un contexto de miedo condicionado, la reacción de sobresalto será mucho mayor. Esto conlleva a movimientos físicos específicos, los cuales forman parte del sistema defensivo general de los organismos ante una imagen desagradable y nueva.
Psicología social crítica
Belli (2009) afirma que las emociones tienen una naturaleza propia y que existen cinco miradas desde las que es posible acercarse a ellas:
- Antropológica. Hace referencia a la cultura; a la categorización de las emociones en función de la vivencia en el contexto social de las personas.
- Semántica. Se enfoca en el significado de las emociones y las categoriza en dos: emociones pasivas y activas (plano del movimiento) y emociones positivas y negativas (orden del valor).
- De comunicación. Esta mirada se centra en la comunicación de las emociones y entiende la emoción desde una perspectiva práctica y multidisciplinar. Asume que las emociones se producen en un contexto dinámico y no estático.
- Constructora de identidades. Considera que las emociones construyen la identidad de las personas y de las sociedades. En ella recoge tres perspectivas: la construccionista (engloba la psicoterapia de la subjetivación, la normativa de la realidad y las emociones, la ruptura entre palabras y emociones, el bloqueo emocional, el lenguaje corporal, etc), la socioconstruccionista (asume que las emociones, la acción y la intencionalidad operan en las personas según sus vivencias propias a lo largo del tiempo) y la postconstruccionista (estudia las emociones a partir del género y las costumbres, realzando la importancia de identidades).
- Simbólica. Asume que las emociones son incontrolables, que pertenecen al orden de lo natural. Así, la regulación emocional es posible gracias a la interacción simbólica entre el individuo y la sociedad.
El estudio de las emociones
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