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Es importante destacar que la educación es el pilar de una sociedad organizada de manera adecuada. Para ello muchos autores se han adentrado en cuales son los puntos clave para optimizar el proceso de aprendizaje. Además, los profesionales de la Educación para Altas Capacidades se especializan en diferentes áreas, con el fin de dominar los diferentes modelos educativos.
El escritor y educador Ken Robinson, doctor por la Universidad de Londres, se ha convertido en uno de los más brillantes conferenciantes y aporta ideas que pueden aclarar el paradigma educativo actual. Para Robinson la educación ha de basarse en una serie de principios como son:
Puntos clave de la educación
- Impulsar la creatividad al igual que la alfabetización.
- Los niños tienen una capacidad para innovar y unos talentos extraordinarios que están desperdiciados.
- Evitar el miedo a la equivocación y aprovechar el error como fuente de aprendizaje.
- Dar mayor importancia a las enseñanzas artísticas, no solo música y plástica, sino también expresión corporal, para potenciar hemisferio izquierdo.
- Valorar las capacidades de los alumnos y tener en cuenta que la inteligencia no es igual al rendimiento académico.
- Educación no es evolución, sino revolución al considerar los talentos y capacidades de cada alumno, no con el objetivo de ir a la Universidad sino con la meta puesta en el desarrollo personal.
- El sistema educativo deberá permitir que afloren esos talentos sumergidos y naturales cuando se den las circunstancias adecuadas para ello. Hay que cambiar la concepción sobre el término inteligencia considerando la dinámica e interactividad que le convierte en un elemento único. Cada persona ha de encontrar su talento y desarrollarlo.
- La educación ha de personalizarse y volverse orgánica, respetando el crecimiento natural y alimentando las necesidades verdaderas de cada niño.
- Se debe educar a los niños para extraer su imaginación y creatividad no solo pensando en unas habilidades concretas.
- Para educar hay que alentar la pasión, sin emoción no hay educación, cuando se hace lo que se gusta, es posible sentirse pleno, feliz.
Rol del docente más allá de la transmisión de conocimientos
El rol del docente en la escuela de nuestro siglo ha de adaptarse a la demanda de una sociedad moderna y de un alumnado que aprende de otra forma y que vive en un mundo globalizado con alto impacto visual, con fuerte presencia de las nuevas tecnologías, con un ritmo de vida cambiante y con unas exigencias del entorno cada vez más específicas.
El modelo tradicional de transmisión de la información de forma unidireccional no sirve, no es lo mismo enseñar que aprender y tampoco es igual transmitir información que generar conocimiento. Para que el profesor se convierta en un verdadero docente, no sólo instructor sino educador en sentido integral, han de convivir una serie de condiciones o prerrequisitos como son:
- Implicación del docente en el conocimiento profundo de sus alumnos más allá del mero rendimiento académico.
- Adquisición de competencias digitales por parte del docente para dar respuesta a la demanda virtual y la digitalización de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
- Ejercer un liderazgo como referente en el grupo clase, como modelo para el alumno que quiere aprender y que ve en su profesor un acompañante que da alternativas, que es flexible y que es exigente pero respetando el estilo de aprendizaje de sus alumnos.
- Mantener una actitud positiva y abierta hacia las nuevas experiencias y los nuevos aprendizajes, colaborando con los agentes educativos y dinamizando la participación de toda la comunidad educativa.
- Potenciar la innovación educativa y la renovación pedagógica como un valor necesario y una constante en el desarrollo profesional y personal.
Los puntos clave en los diferentes estudiantes
Los alumnos con necesidades educativas específicas derivadas de su alta capacidad demandan este tipo de docente activo, preparado, abierto, flexible e implicado. Ciertamente todos los alumnos necesitan a este docente porque todos los alumnos, en algún momento a lo largo de su itinerario educativo, van a presentar algún tipo de necesidad.
Seguramente, en la medida en que los docentes alcancen este alto grado de excelencia profesional y educativa las necesidades educativas serán menos evidenciables. No se debe olvidar que, muchas veces, las necesidades educativas aparecen o se manifiestan porque hay algún tipo de desadaptación o desajuste, tanto interno como externo, sin embargo, cuando el entorno es adaptativo e inclusivo, se minimizan dichos desajustes y se normaliza el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Para que los alumnos se desarrollen de forma armónica y feliz lo que más van a necesitar, con toda probabilidad, son docentes que también se desarrollen de manera armónica y feliz. Estos deben ser capaces de transmitir un modelo vital excelente e íntegro, de contagiar que no de imponer. Que no enseñen los valores ni intenten transmitir buenas prácticas, sino más bien que lo vivan.
En el “Index for Inclusion” Tony Booth y Mel Ainscow sustituyen el concepto de necesidades educativas especiales por el término barreras para el aprendizaje y la participación. La inclusión educativa, de todos los alumnos, implica valorar a cada alumno por igual, incrementar la participación del alumno, eliminar la exclusión, reestructurar políticas y prácticas para responder a la diversidad, reconocer la globalidad pero también la localidad de la educación, transformar la diversidad en oportunidad de aprendizaje, contar con toda la comunidad educativa y reconocer la inclusión en educación como una inclusión en la sociedad.
Rol del alumno en el nuevo contexto de aprendizaje
Es innegable el importante rol que desempeña el docente en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Como se ha visto, pero al mismo tiempo no se puede obviar la importancia del rol del alumno.
Entre docente y discente ha de coexistir la coherencia y la gestión del aprendizaje con fines comunes, pero si el educando no participa de manera activa, si no se emociona, si no se implica en todo el proceso, el aprendizaje se convierte en fracaso. Por ello el rol del alumno en educación es vertebral ha de trabajarse para conseguir que el alumno adquiera hábitos de trabajo, autorregule su aprendizaje, aprenda a cooperar y gane las competencias básicas necesarias para crecer y desarrollarse en los diferentes contextos vitales.
El alumno aprende cuando quiere aprender, cuando tiene voluntad. También es necesario, en segundo lugar, que aprenda a respetar normas, a ser autónomo. En tercer lugar es fundamental una buena planificación y organización en espacio y tiempo. Todo ello, en cuarto lugar, se consolidará con estrategias metacognitivas y metalingüísticas asimiladas para transferir lo aprendido.
Es evidente que se ha pasado de un modelo en el siglo XX centrado en el profesor a un modelo en el siglo XXI centrado en el alumno. Actualmente se tiene más en cuenta el contexto, el espacio, los tiempos, el movimiento y la competencia. No es tan importante el cuánto aprende el alumno sino el cómo y el para qué. Todo ello dota al alumno de un protagonismo y un liderazgo que hace pocas décadas no tenía. Los alumnos con altas capacidades pueden y deben ser un ejemplo y un modelo a la hora de desarrollar el rol de los demás alumnos. Para ello es necesario que ejerzan su liderazgo y que se sientan acompañados y valorados.
El principal actor de la transmisión del conocimiento
El proceso de transmisión del conocimiento ha sido transformado de manera que, no se permita un margen de error dentro del mismo. Esto ha ampliado las posibilidades a los educadores dentro y fuera del aula. A su vez, también exije que el profesional de la educación se encuentre mucho mejor preparado para las diversas situaciones que se puedan presentar en su labor.
Afortunadamente, las herramientas virtuales hoy en día ofrecen un sinfín de posibilidades. Una de ellas es TECH Universidad Tecnológica, en la cual se oferta un amplio portafolio de especializaciones para profesionales. La Facultad de Educación oferta especializaciones de alto nivel intelectual como el Máster Dirección y Gestión de Centros Educativos y el Máster en Didáctica de Geografía e Historia de Primaria. Además, si tu interés intelectual se enfoca en los campos más complejos y desafiantes, el Máster en Altas Capacidades y Educación Inclusiva es el indicado para ti.