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La estrategia Competitiva es la forma mediante la que una empresa se enfrenta a sus competidores para intentar obtener un rendimiento superior. Es aquella que determina como competirá la organización en el mercado o sus líneas de negocio. Esta última descripción significa que cuando una empresa participa en distintos negocios, cada uno de ellos tendrá su propia estrategia competitiva. Estas estrategias son diseñadas por profesionales en mercadeo y finanzas, brindando así seguridad en cada una de las decisiones a tomar.
Una estrategia competitiva es la actuación que la empresa emprende para lograr una ventaja competitiva, junto a los productos y servicios que ofrece y los clientes a los que quiere llegar. Cuando una organización opera en varias líneas de negocio distintas, aquellas que son independientes de las demás y cuentan con sus propias estrategias competitivas se denominan unidades estratégicas de negocio (UEN).
La ventaja competitiva
La ventaja competitiva es cualquier característica de la empresa que la diferencia de otras colocándola en una posición relativa superior para competir y que le permita obtener un rendimiento superior. Es el factor que distingue a una organización o empresa respecto de las demás, su sello distintivo y elemento fundamental en el desarrollo de una estrategia competitiva eficaz. El rasgo diferenciador puede derivar de:
- Las competencias fundamentales de la organización; Estas le permiten hacer algo que las demás no pueden hacer o que puede hacerlo mejor que todas las demás.
- Los recursos de la empresa, cuando dispone de algo de los que los demás carecen.
Para que una característica empresarial pueda ser considerada ventaja competitiva, debe reunir los siguientes requisitos:
- Necesita estar relacionada con un factor clave de éxito en el mercado.
- Debe ser suficientemente sustancial como para suponer realmente una diferencia.
- Necesita ser sostenible frente a los cambios del entorno y las acciones de la competencia, aunque ninguna es eterna.
A estos tres requisitos se debe añadir una máxima. Ninguna ventaja competitiva lo es realmente si no se traduce en una mayor rentabilidad sostenida en el tiempo, por lo que el concepto de ventaja competitiva lleva al concepto de rentabilidad o de creación de valor.
El mantenimiento de la ventaja competitiva
Todas las organizaciones o empresas cuentan con recursos (activos) y capacidades (cómo se lleva a cabo el trabajo). Pero no todas presentan el mismo éxito ante los mercados.
La generación de una ventaja competitiva es la razón que determina una situación de dominio, por la que el comprador está dispuesto a pagar un mayor precio o a preferir la marca antes que sus competidores ante un mismo precio. Esta representa que la empresa está explotando sus recursos con eficacia y desarrollando sus competencias fundamentales de manera eficiente.
La ventaja competitiva una vez generada hay que gestionarla para mantenerla, frente a las acciones de la competencia y los cambios que se puedan producir en el sector industrial. La inestabilidad del mercado, las nuevas tecnologías y cualquier modificación de las condiciones del entorno pueden amenazar los intentos de crear una ventaja competitiva que sea sostenible a largo plazo.
La dirección estratégica pretende el mantenimiento de su ventaja competitiva en el tiempo, que representa un mejor posicionamiento de sus organizaciones en el mercado.
Una de las contribuciones más relevantes en este sentido, es la de Michael Porter, al sostener que se debe hacer para generar una ventaja competitiva sostenible. En ella parte importante de la labor es realizar un buen análisis del entorno competitivo, que desglosa en el modelo de las cinco fuerzas. Porter demuestra que en todos los sectores hay cinco fuerzas que dictan las reglas de la competencia y que determinan su atractivo y rentabilidad.
Las cinco fuerzas de Porter
Los cinco factores del entorno competitivo, conocidos como modelo de las cinco fuerzas de Porter, son:
- El grado de rivalidad del sector o intensidad competitiva. Representa la intensidad de la actuación de los competidores de un mercado o industria, señalando que, a mayor intensidad, la posibilidad de obtención de buenos rendimientos disminuye y, por tanto, el atractivo de la industria.
- La amenaza de entrada de nuevos competidores o barreras de entrada. Hace referencia al número de nuevos competidores que quieren entrar en una industria y los factores que dificultan esa entrada.
- La amenaza de productos sustitutivos. Hace referencia a la incorporación de nuevos productos que satisfacen las mismas necesidades de los clientes que está ofreciendo el sector industrial.
- El poder de negociación de los clientes. Es la capacidad de imponer sus condiciones en las negociaciones que realizan con los proveedores del sector industrial.
- El poder de negociación de los proveedores. Es la capacidad de imponer sus condiciones en las negociaciones que realizan con los clientes del sector industrial.
Las posibilidades de mantenimiento de una ventaja competitiva dependen de:
- Establecer barreras a la imitación, que impidan a los demás competidores reproducir la ventaja competitiva, por ejemplo, mediante patentes, marcas, la posesión de activos únicos o la cultura corporativa.
- La capacidad que tienen los competidores de imitar una ventaja competitiva.
- El dinamismo de la industria, cuando es mayor, las ventajas competitivas son más transitorias.
Elección de una estrategia competitiva
Una vez evaluadas las cinco fuerzas competitivas y realizar un Análisis DAFO, que permite determinar cuál es la posición respecto a la competencia (Fortalezas y Debilidades) y respecto al entorno general (Amenazas y Oportunidades), la dirección estará en disposición para seleccionar una estrategia competitiva adecuada, es decir aquella que se ajuste a las fortalezas competitivas de la empresa, en sus recursos y capacidades, y del sector en el que opera.
La elección de una Estrategia Competitiva, que otorgue a la empresa una ventaja competitiva en un determinado ámbito competitivo presenta, inicialmente, dos grandes alternativas, según Porter:
Liderazgo en costes.
Supone tener unos costes inferiores a los de sus competidores en un producto o servicio similar o comparable en calidad. La estrategia de liderazgo en costes implica que la empresa es muy eficiente, al hacer todo lo posible por reducir sus gastos, que contribuye, por diferencia con los precios en el mercado, a mantener un margen que le hace ser muy competitivo, por el atractivo que supone para un comprador adquirir un producto similar a un precio más bajo. La aplicación de la estrategia de liderazgo en costes es especialmente recomendable, cuando:
- Los clientes son especialmente sensibles al precio y no existen costes de cambio de proveedor para ellos.
- La competencia en precios es intensa en el sector industrial, siendo factor clave de éxito.
- El producto está estandarizado y es ofrecido por múltiples operadores.
- La dificultad en una diferenciación significativa del producto para los consumidores.
- Los clientes de las empresas del sector industrial tienen un alto poder de negociación.
- La incorporación de nuevos competidores al sector requiere que reduzcan los precios para hacerse con una cartera de clientes.
Estrategia competitiva en el mundo real
El mercado actual es completamente competitivo; El surgimiento de nuevas marcas y el cambio constante de públicos objetivos hace más complejo el éxito de un producto o servicio. Debido a estos cambios constantes, los profesionales enfocados en estas áreas deben focalizarse en la actualización constante del conocimiento.
Para ello existen diferentes opciones, la más acertada de ellas actualmente es TECH Universidad Tecnológica. Su facilidad de estudio, al ser la mayor universidad virtual, hace que el profesional pueda adquirir más conocimientos en menor tiempo. Este es el caso de su Escuela de Negocios, donde es posible hallar especializaciones de alta calidad tales como el Máster en Dirección Comercial y Ventas y el Máster en Digital Business
A su vez aplica los mismos en el campo digital siendo esta la metodología. Uno de los mejores masters es el Máster en Dirección de Compras y Aprovisionamiento, ya que se enfoca en preparar al profesional, para su lanzamiento al mercado.