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La importancia de la creatividad en la neuroeducación es uno de los conceptos más controvertidos en psicología, ya que es el que se refiere a la inteligencia, la cual ha sido descrita de muchas maneras según cada autor, aunque la definición más aceptada la equipara a la capacidad de resolución de forma satisfactoria de una serie de cuestionarios “estandarizados” para la población “diana”.
La evaluación de la inteligencia surgió en el siglo XIX, de la mano de Binet y Simon, con el objetivo de distinguir a los alumnos en distintos niveles de inteligencia y con ello detectar el retraso mental, diseñando el primer test que ofrece Coeficiente Intelectual (C.I.) el cual es obtenido mediante la división de la edad mental entre la edad cronológica multiplicada por 100, en lo que se conoce como ecuación Stern. Así, un niño de 10 años con la capacidad intelectual de otro de 13 años, tendría un C.I. de 130; siendo los valores promedios entre 90 a 110.
Este C.I. es una medida promedio que se extrae de los rendimientos en distintas pruebas cada una referente a un proceso psicológico. Mismo que es implicado en la inteligencia, como son la memoria, el entendimiento, la abstracción. La observación de Spearman sobre, que casi todas las medidas de inteligencia se solían relacionar entre sí, le posibilitó descubrir el factor común de inteligencia o factor “g”; considerando al resto de los factores, que no relacionaban con la inteligencia, como factor “s”.
A partir de ahí, han surgido diversas teorías, tratando de establecer el número exacto de factores que implicaría la inteligencia. Como en el caso del Thurstone quien la dividía en 7 (comprensión, visualización espacial, razonamiento, percepción, memoria, fluidez verbal y habilidad numérica); o Guilford que identificó 150 factores.
Tipos de inteligencia
El concepto de inteligencia, con el tiempo ha sido cuestionado, entendiéndose que no es algo unitario, surgiendo así la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner. Fue este autor quien estableció ciertas inteligencias, con las que la persona se relaciona con el mundo: la lingüística, la lógico-matemática; la corporal-cinética, la espacial, la musical, la interpersonal, la intrapersonal, la naturalista y la existencial.
- La inteligencia lingüística es la capacidad de comprender y manejar adecuadamente la comunicación, ya sea verbal, gestual, o de otro tipo. Las bases biológicas están localizadas en ambos hemisferios, pero sobre todo en el hemisferio izquierdo, en el área de Broca.
- La inteligencia lógico-matemática, equiparable al concepto de inteligencia unitario medido tradicionalmente como C.I. Sus bases neuronales se hallan en el hemisferio izquierdo para comprender y solucionar problemas matemáticos y el hemisferio derecho para comprender los conceptos numéricos.
- La inteligencia corporal-cinética, por el cual se domina la motricidad gruesa y final, permitiendo la expresión de emociones o el manejo de herramientas. El hemisferio izquierdo es el predominante en esta inteligencia.
- La inteligencia musical se corresponde con la capacidad de entender y producir música. Entre las áreas implicadas están el hemisferio izquierdo, el lóbulo frontal derecho y el lóbulo temporal.
- La inteligencia espacial da cuenta de la capacidad de observar el mundo y los objetos desde distintas perspectivas, pudiendo imaginar e interpretar mapas y dibujos en dos y tres dimensiones. Las bases neuronales se encuentran en el hemisferio derecho en diestros, implica también en el cálculo espacial. Implica la capacidad de imaginar, formar y dibujar, fijándose en los detalles, lo que le proporciona además una gran ventaja mnémica a la hora de recordar imágenes y escenas.
Desarrollo de la inteligencia
Según este autor, las personas tienden a desarrollar más de una de estas inteligencias, respondiendo a las demandas del ambiente, por tanto potencialmente cada uno podría desarrollar todas estas inteligencias. Esta aproximación es muy similar a la de las Altas Capacidades, la cual define a aquellas personas que destacan por tener altos niveles de inteligencia, pero sin llegar a poseer superdotación; pudiendo destacar en matemáticas, pero no así en otras habilidades, como las artísticas o las sociales, o al revés, destacando en las artísticas, pero no en el resto.
La persona con superdotación, sería aquella que es capaz de destacar en varias o todas las habilidades al mismo tiempo. Por lo que algunas personas van está especialmente dotadas para la creatividad, lo que implicará el mayor desarrollo de determinadas inteligencias, así una persona creativa dedicada al arte, tendrá una mayor inteligencia espacial; una dedicada a la narrativa una mayor inteligencia lingüística; una dedicada a la danza, una mayor inteligencia corporal-cinética.
Aspecto, el de la creatividad, que no ha sido tenido en cuenta hasta aproximadamente 1950, donde surge el interés por conocer cuáles son las aportaciones que desde la misma se puede realizar a la comprensión del ser humano y sus potencialidades. Con posterioridad fueron varias las corrientes que trataron de explicar como funciona la creatividad basada en sus modelos teóricos, así desde el conductismo, se ha tratado de explicar que la creatividad surge por asociación acumulativa de elementos, sin la cual no puede llegar a generarse nuevos desarrollos. Por su parte, la Gestalt se centra en las etapas de la creatividad que llevan a la consecución de la solución de un problema.
La importancia de la creatividad en la neuroeducación: evaluación psicométrica
Sobre la evaluación desde la psicometría se han desarrollado distintos instrumentos de evaluación para detectar el nivel de desarrollo de la creatividad para ser comparado con el grupo de referencia según su edad, y con ello conocer su potencialidad, así como determinar si tiene un “problema” que requiera de intervención al respecto.
- CREA: Inteligencia Creativa. De aplicación individual y colectiva. A partir de los 6 años. Evaluando un único índice de creatividad.
- TCI: Test de Creatividad Infantil. De aplicación individual y colectiva. De 6 a 12 años. Evaluando un único índice de creatividad.
- PIC-N: Prueba de Imaginación Creativa – Niños. De 8 a 12 años. De aplicación individual y colectiva. Evalúa la Fluidez, Flexibilidad, Originalidad, Elaboración, Título y Detalles especiales; ofreciendo índices para la Creatividad Gráfica, la Creatividad Narrativa y una Puntuación Total de creatividad.
- PIC-J: Prueba de Imaginación Creativa – Jóvenes. De aplicación individual y colectiva. De 12 a 18 años. Evalúa la Fluidez, Flexibilidad, Originalidad, Elaboración, Título y Detalles especiales; ofreciendo índices para la Creatividad Gráfica, la Creatividad Narrativa y una Puntuación Total de creatividad.
- PIC-A: Prueba de Imaginación Creativa – Adultos. De 18 en adelante. De aplicación individual y colectiva. Evalúa la Fluidez, Flexibilidad, Originalidad, Elaboración, Título y Detalles especiales; ofreciendo índices para la Creatividad Gráfica, la Creatividad Narrativa y una Puntuación Total de creatividad.
Con respecto a los marcadores neurobiológicos de las personas creativas, hasta hace relativamente poco, se mantenía la idea de que no existían tales. En la actualidad no se puede mantener esta afirmación, gracias a los últimos descubrimientos ofrecidos por el avance de las técnicas empleadas en el estudio y análisis del cerebro.
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