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En la actualidad, la coyuntura económica opera con supremacía, y bajo ella queda subordinada cualquier actividad. Se ve forzada a adentrarse a un aperturismo en el que la realidad se contempla como un todo unitario e interrelacionado. Desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial, la globalización económica se ha propagado de forma imparable a través de la expansión del comercio, el movimiento de los flujos financieros, la creación de nuevos canales de comunicación e incluso el creciente flujo migratorio.
Las conexiones se han multiplicado de tal manera que la interrelación entre cualquier tipo de sector y actividad es ya incuestionable. La globalización ha provocado un cambio en la visión de cómo gestionar el mundo desde el punto de vista político, económico y social. Esto sucedió, que ya los mercados globales tienen más relevancia que cualquier mercado nacional. En este contexto, el sector empresarial y financiero es uno de los que mejor ejemplifican los efectos de la globalización. Aunque una organización tenga su sede o su oficina central en un país, la producción se puede realizar en otro; además los trabajadores pueden proceder de cualquier parte del mundo.
Pero, ¿qué se entiende por globalización? En función del ámbito a quien se pregunte, la globalización puede ofrecer diferentes significados. Para los economistas, “la globalización es el proceso de integración económica internacional, medido a través del volumen, la intensidad y diversificación de los movimientos de bienes, servicios, dinero, personas e ideas entre países, de modo que las economías son cada vez más interdependientes”.
La actualidad económica
Un sistema financiero donde no existen fronteras estatales y donde hay una liberalización de las barreras que separan los mercados. Así, la economía global del siglo XXI se rige por los siguientes fundamentos:
- Deja de tener una producción integrada: ya no es necesario que todas las actividades de producción se realicen en una misma fábrica. Las fábricas pueden localizarse donde las ventajas de especialización sean mayores que las ventajas de localización y donde el transporte (barato, rápido y seguro) garantice el suministro.
- Crecimiento exponencial de empresas multinacionales: Mueven sus fábricas, sedes o cadenas de producción y distribución a aquellos países donde los costes sean más bajos.
- Gran competitividad: La apertura de los mercados hace que exista un mayor número de empresas que compitan y/o rivalicen con sus productos o servicios. Esto hacia un mismo segmento de mercado.
- Creciente modulación de los procesos productivos: La funcionalidad del producto final no se ve afectada cuando los módulos (partes y componentes) son completados separadamente y posteriormente son ensamblados.
- Nuevas tecnologías y revolución digital: La era digital, los avances en tecnología y en canales de comunicación han contribuido a mejorar la coordinación de actividades o tareas en los procesos productivos.
- Expansión de las redes de producción internacional: suponen un cambio en el patrón de ventaja comparativa global. Ya no basta con identificar en qué país se finaliza el producto, puesto que el resto de bienes y servicios que forman parte de la cadena de valor son tan importantes y relevantes como el bien final.
- Dificultad para medir las ganancias de comercio: Las ganancias de comercio que crean las redes internacionales de producción ya no son específicas a los factores de producción localizados en un país, puesto que se reparten entre los factores de varios países.
Realidad en el mundo
La realidad de la economía global conlleva la existencia de unas instituciones que la regulen y de unas organizaciones multilaterales que funcionen. Lo anterior a partir de la implementación de políticas de carácter global y de gran alcance, donde los sistemas democráticos se vean fortalecidos. Una economía global sin una regulación adaptada al contexto actual conlleva un abandono de la democracia y de principios como la solidaridad.
Y es que la economía global, en su sentido más estricto, se constituye sobre la base de un conjunto de relaciones que utilizan el espacio mundial para tejer vínculos, de naturaleza directa o indirectamente económica, y que pueden ser de cuatro tipos: vínculos que interactúan con el entorno biofísico, los que afectan a la reproducción de la vida humana y a los movimientos de la población mundial; los que se articulan en torno a la actividad financiera y, por último, los de naturaleza política e institucional que se encargan de regular el comportamiento económico.
Ahora bien, en este contexto de economía globalizada; ¿hasta qué punto siguen teniendo vigencia los estados/naciones en las decisiones o regulaciones económicas si la economía global se caracteriza por la ruptura de barreras y fronteras?, ¿qué grado de globalización es el deseable para no quitar competencias a los Estados?.
En este sentido, cabe señalar que es necesario encontrar un equilibrio entre la economía global y la economía nacional. A pesar de que se necesita una economía global y plural, los Estados deben seguir conservando su autonomía para desarrollar sus propias estrategias económicas. Y es que, “la mejor manera en la que las naciones pueden servir al bien económico mundial es poniendo en orden sus propias economías nacionales”.
La globalización de la empresa y los mercados financieros
La creciente expansión de la globalización empresarial ha provocado la integración de los mercados financieros a partir del libre movimiento de capitales. Además de la desregulación financiera o las nuevas tecnologías, que son, sin duda, uno de los factores más relevantes en esta era. Lo anterior debido a que ha propiciado una mejor conexión entre los mercados y ha agilizado la negociación entre los servicios integrados de diferentes mercados.
Los canales de comunicación e información en la era digital y tecnológica son unos de los principales protagonistas de la globalización económica del siglo XXI. Esto gracias a ellos, se podría decir que la evolución y la aparición de nuevas alianzas financieras son casi imparable. Y es que los actuales procesos de integración económica son el resultado de un modelo financiero global. Este busca el acercamiento entre los diferentes estados a través de acuerdos preferenciales, acuerdos de cooperación o de complementación de la economía. Mismos con los que concretar normativamente su relación económica internacional.
Por tanto, si se tiene en cuenta que la globalización económica, con la que se busca la armonía de economías a través del intercambio de bienes, servicios, capitales, personas o tecnología, tiene puesto el foco de atención en la integración de los mercados y del flujo de capital superando cualquier tipo de barreras y donde las nuevas tecnologías ocupan un papel relevante en la consecución de este objetivo, la interrelación e interconexión económica y financiera a nivel mundial obliga a que las empresas tengan una visión global para poder adaptarse a las necesidades y demandas del mercado.
Sin embargo, existe una desigual actividad empresarial en el proceso de globalización económica, puesto que las grandes empresas multinacionales de los países desarrollados son las que ejercen la mayor influencia y el mayor índice de productividad.
La comunicación como proceso mundial
Dentro del periodismo deben tenerse en cuenta diversos factores que hacen parte de los parámetros globales de interés para el mundo. Uno de ellos, y que resulta de los más importantes, es la economía y todo lo que la rodea. Por esta razón, se hace claramente necesario que el profesional de este campo domine el ámbito de la globalización y todo lo que consigo lleva.
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