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La apariencia del ser humano ante sus semejantes ha sido una de sus preocupaciones prioritarias y tal vez la que más repercusiones ha tenido sobre el desarrollo de las diferentes civilizaciones. Como consecuencia del culto a la apariencia, el ser humano ha tenido muchos conflictos, algunos de los cuales han evolucionado hacia francas confrontaciones. La historia de la belleza brinda información de como se ha concebido este concepto desde la sociedad. Además, desde el punto de vista médico profesional, mediante la medicina estética, a través de los años.

Desde finales del siglo XX, la especie humana ha alcanzado las más altas cotas de supervivencia. Esto se debe a la mejora de las condiciones de vida, al auge de la educación y al progreso de la medicina. Actualmente, la medicina además de curar, se centra en cuidar y potenciar una mayor longevidad acompañada de una mayor calidad de vida. Esto se asocia con la necesidad de mejorar el aspecto, lo que da origen a una nueva especialidad, la medicina estética, que trata de mantener, prolongar y mejorar la estética y la belleza.

Primeros pasos en la historia de la belleza

Tal vez la publicación más antigua que se conoce es el “Papiro de Ebers” (3500 a. de J.C.), en el cual se describen formulas cosméticas y algunos trasplantes hísticos. La civilización egipcia, plasmó también sus conocimientos en el “Papiro de Edwin Smith” (2200 a. de J.C.) describiendo tratamientos faciales.

El concepto de belleza es aplicable a los estudios sobre el tema efectuados por los filósofos, especialmente desde la Grecia clásica. Cabe señalar, por ejemplo, que los antiguos griegos tenían un vocablo equiparable al actual concepto de estética, que era φιλοκαλία (filocalía), «amor a la belleza». Se podría decir que en Grecia nació la estética como concepto. En Roma, Galeno introdujo en el siglo II una clasificación de las artes que llegó hasta la era moderna, divididas en «artes liberales» y «artes vulgares», según si tenían un origen intelectual o manual.

Entre las liberales se encontraban: la gramática, la retórica y la dialéctica – que formaban el trivium–, y la aritmética, la geometría, la astronomía y la música –que formaban el quadrivium–; las vulgares incluían la arquitectura, la escultura y la pintura, pero también otras actividades que hoy se consideran artesanía.

Durante la Edad Media, la idea de belleza se liga a Dios, que supone la verdad, el bien y la belleza, teniendo todos los seres una impronta divina, con lo que el maquillaje queda relegado, ya que oculta dicha impronta.

Durante el renacimiento y el barroco, se recupera el maquillaje y las líneas redondas. Aparecen los primeros tratados de belleza escritos por médicos que hacen alusión a la combinación de distintos productos químicos de aplicación cosmética.

Con el romanticismo llega la máxima expresión del maquillaje y el gusto por la apariencia artificial, con un modelo más sofisticado.

Belleza a partir del siglo XX

En el siglo XX se cuestiona lo que hasta ese momento se conocía como bello y se muestran nuevas alternativas para reflejar los cambios que están ocurriendo en ese momento. Al principio de siglo, los modelos de belleza están encarnados en ser saludable y tener una gran fortaleza física.

Más adelante, durante la Primera Guerra Mundial, la mujer se incorpora al mercado laboral con lo que adquiere independencia económica; además la gran revolución tecnológica con la llegada del cine y la televisión determina que la imagen y el aspecto adquieran una importancia impensable en anteriores épocas.

Finalmente, hoy en día se vive en un sistema capitalista que proporciona las herramientas técnicas que permiten tener más tiempo libre y aparecen en el mercado productos de belleza cada vez más eficaces y asequibles para todas las clases sociales. Todo lo anterior ha condicionado la aparición y el desarrollo de la medicina estética como una necesidad social que los médicos estéticos pretenden cubrir.

Medicina estética como base en la historia de la belleza

La medicina estética oficial surgió en 1973 en Francia, momento en el que se fundó la Sociedad Francesa de Medicina Estética. Esta sociedad pretendía cubrir las siguientes necesidades y demandas sociales:

  • Las especialidades médicas no trataban problemas estéticos.
  • Se requería aportar a los médicos practicantes amplios conocimientos teóricos y de aplicación clínica.
  • El aumento del nivel de vida económico y cultural hizo que los pacientes solicitasen cuidados estéticos más eficaces, con mayor demanda legal de buenos resultados garantizados por médicos cualificados específicamente para esta especialidad.
  • El aumento de la esperanza de vida hace que haya una mayor demanda de estos tratamientos.

Así pues, se ha logrado constituir un referente integral dentro del campo médico al agrupar desde el punto de vista clínico y terapéutico las alteraciones estéticas que estaban minusvaloradas por otras especialidades.

Pronto se estableció la Unión Internacional de Sociedades de Medicina Estética (UIME), que agrupa las sociedades nacionales reconocidas y que hoy integra las sociedades nacionales de Medicina Estética de 28 países. Casi todas organizan un congreso anual, y muchas de ellas jornadas o reuniones periódicas. En la actualidad se realiza un congreso europeo y panamericano cada dos años y uno mundial cada cuatro.

En 2013 Bélgica reconoció la medicina estética como especialidad médica.

Criterios de la medicina estética

La Medicina Estética hoy en día es una actividad médica especializada. Esta reúne los tres criterios que definen una especialidad médica: objetivo unificado, existencia de una base científica y técnica, y demanda social.

  • Objetivo: Restauración, mantenimiento y promoción de la estética, la salud y el bienestar.
  • Cuerpo de doctrina sólido: Refrendado por la existencia de tratados, monografías y revistas dedicados exclusivamente a temas de Medicina Estética. Así como formación universitaria específica y diploma de capacitación expedidos por los Colegios de Médicos.
  • Demanda social: La respuesta a esta demanda (inherente a la mejora del nivel de bienestar social) queda reflejada en el gran número de médicos, que ejercen la actividad, así como por la existencia de sociedades profesionales de Medicina Estética nacionales e internacionales que realizan congresos, reuniones y actividades.

El contenido de la Medicina Estética se encuentra avalado por las sociedades médicas nacionales e internacionales y publicaciones de reconocido prestigio científico y médico. Existen en la actualidad numerosos libros de texto y consulta. El primer compendio de Medicina Estética fue editado en 1987: “Manual Practique de Medecine Estetique”, dirigido por los Dres. C. Bartoletti y J.J. Legrand con la colaboración de 30 especialistas.

Esta obra fue traducida a varios idiomas y reeditada en varias ocasiones. En España, la Sociedad Española de Medicina Estética publica desde su fundación en 1984 la Revista de la Sociedad Española de Medicina Estética.

Medicina estética aplicada

Actualmente, el mercado de la medicina estética tiene unos altos índices de demanda, de esta manera ha logrado posicionarse como una de las áreas de la salud en donde mayor cantidad de especialistas se requiere.

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