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La diferenciación de conceptos como Prana, Nadis, Kundalini y Mudras parece fundamental en la práctica del Yoga Terapéutico. Y a pesar de que los métodos de investigación yóguica difieren mucho de los científicos, ambas partes concuerdan en ciertos factores relevantes que se han establecido como «promotores de la salud» alrededor del mundo.
Introducción
Conceptos
- Prana: es la energía universal. Aunque el prana es uno, según su especialización o su residencia se denomina de muchas maneras.
- Kundalini: es un tipo de prana que se relaciona con la fuerza creativa y generadora de la especie humana.
- Chakras: son diversos centros de prana que se relacionan, cada uno de ellos, con un aspecto psiquico-físico del ser humano.
- Nadis: son canales por donde circula el prana.
Investigaciones
- La investigación yóguica es subjetiva. Se basa en la observación interna (introspección). El yogui estudia su propio organismo vivo, dinámico y de manera global. El consenso se logra cuando miles de meditadores de diversos tiempos y lugares coinciden en la misma experiencia. Existe un ejemplo sencillo de comprender: es posible definir el trayecto del nervio ciático por el dolor que se produce en las hernias de disco lumbar, siendo esta una experiencia compartida por millones de estos enfermos.
- El método científico es objetivo. Sólo se considera real aquello que es visible, capaz de ser reproducido mediante experimentos. Analiza las partes separándolas del conjunto. Gran parte de los estudios anatómicos y fisilógicos se realizan sobre cadáveres o tejidos vivos separados del cuerpo (aislados de su contexto).
Prana
Cuando se habla de prana, se habla de energía; e la energía vital que todo lo anima, que está detrás de toda forma de vida. También de la energía universal, la que anima el movimiento, la creación y destrucción de todos los fenómenos de la naturaleza: el movimiento de los astros, el calor de las estrellas, la lluvia, el aire, etc. Prana es la suma de todas las energías contenidas en el universo. Todo aquello que vive se caracteriza por su capacidad de captar prana hacia sí, acumularlo y transformarlo. El prana fluye por la naturaleza y los seres vivos lo captan constantemente. En el momento que se deja de captarlo, se muere. Se capta prana solo por el hecho de estar vivos, de manera inconsciente.
Pero el yogui lo hace conscientemente. La ciencia yóguica enseña cómo manejar el prana mediante ciertos procesos mentales (meditación, concentración y proyección). También de hacer acúmulo de él en el plexo solar (cavidad situada a la altura del ombligo).
Controlando el prana se puede controlar el cuerpo y la mente. Permite impulsar la mente hacia el plano del supraconsciente y elevar la conciencia. También se puede curar a otros moviendo la energía (los grandes sanadores de la historia fueron personas con control sobre el prana, lo supieran o no). Las personas que pronuncian, que conmueven y convencen están cargadas de prana. Aquellos en cuya compañía se sienten bien, o que elevan, como los grandes maestros, son gente capaz de acumular e irradiar grandes cantidades de prana.
Medios de control
La relajación es una capacidad fundamental en relación con el prana porque evita el derroche de la energía. Es un estado de espera. No tiene que ver con la indolencia sino todo lo contrario: una persona que no derrocha prana inútilmente tiene más capacidad de trabajo, de atención, de creatividad, etc. No se tiene que temer a usar la energía. La vida es un intercambio continuo y al igual que se libera, se vuelve a recuperar. El problema es cuando se gasta en exceso y no se sabe recargar. Sería la diferencia entre liberar energía y desgastarse. El derroche viene a través de tensión muscular constante o excesiva, la ira, la ansiedad, la preocupación, etc.
Existen muchos medios por los que se puede absorber prana. Sus fuentes son el aire que se respira, el agua que se bebe, la comida que alimenta; también el sol y el mar; el descanso y el dormir; el amor, la compañía, incluso la cultura. Todo aquello que entra en cada uno y que da vida tiene prana. Si se es consciente, se puede extraer aún mayor cantidad de prana.
La respiración larga y profunda, con retenciones, proveerá abundantemente. Esta y otros tipos de respiración forman parte de los llamados ejercicios de pranayama (literalmente, control del prana). En cuanto a los alimentos, los que se eligen de calidad. La forma de aprovechar mejor la energía que ofrecen es masticando largamente cada bocado, hasta que el sabor de este prácticamente desaparezca. El sabor indica la existencia de prana y la lengua es uno de los receptores principales. En cuanto al sol y al mar, se puede sentar y de un modo consciente permitir que recarguen a través de otro de los órganos de recepción más importantes, la piel. Los otros receptores básicos son los alvéolos pulmonares y las terminaciones nerviosas de las fosas nasales. Las manos y los pies son también importantes receptores y transmisores de prana.
Tipos
Se ha hablado antes de la existencia de distintos tipos de prana, de su mayor o menor sutileza, etc. El siguiente ejemplo puede ayudar a comprender mejor esto: no hay diferencia entre el agua que compone un tercio del planeta, la que cae del cielo y la que compone la mayor parte del organismo. Sin embargo, cada una tiene su peculiaridad e incluso existen distintas palabras para designarlas (lluvia, océano, y ya en el cuerpo, sangre, líquido intracelular, linfa, lágrima, etc). Asimismo, aunque todo el prana es cada uno, se diversifica y adopta distintas funciones en el cuerpo.
Existen cinco tipos principales:
- Prana: se asienta en el corazón.
- Apana: se asienta en el ano.
- Samana: se asienta entre el diafragma y el ombligo.
- Udana: se asienta en la garganta.
- Vyana: se mueve por todo el cuerpo.
Cada tipo de prana se asocia con una función que recibe el nombre del prana en cuestión más la palabra Vayu que significa aire o también impulso. Estas son:
- Prana Vayu: su función es la absorción de prana por la respiración.
- Apana Vayu: se encarga de eliminar del organismo lo que sea pertinente (anhídrido carbónico, heces, sudor, orina, menstruo, semen, entre otros). Ayuda a las mujeres en la hora del parto.
- Samana Vayu: asume todas las funciones de asimilación del organismo. Digiere el alimento.
- Udana Vayu: controla la expresión hablada y la deglución.
- Vyana Vayu: asegura la circulación sanguínea, linfática y energética por todo el organismo.
El equilibrio entre Prana Vayu y Apana Vayu es fundamental. En primer lugar, porque asegurarán el buen funcionamiento del organismo si lo que entra y sale está equilibrado. En segundo lugar, porque el yogui busca que ambas energías se mezclen y permanezcan unidas. Cuando esto ocurre se produce la combustión, la chispa que despierta a la serpiente enroscada. Kundalini Shakti comienza a elevarse.
Nadis
Los nadis (en sánscrito, “tubos”) son canales por donde circula el prana. No han de entenderse como canales anatómicos, sino energéticos. Los intentos de hallar estructuras físicas que coincidan con los nadis han fracasado. Existen autores empeñados en identificarlos con los nervios, pero son muchos más los que dicen las estructuras energéticas no tienen por qué coincidir en su forma con las materiales.
Existe una metáfora interesante para comprender la naturaleza de los nadis. Aunque la electricidad se expande hacia todas partes, existen materiales que la conducen mejor que otros. Por ejemplo, fluye mal a través de la madera o del aire, pero el agua o el metal son excelentes conductores. Igual sucedería con el prana. El prana circula por todas partes, pero existen circuitos preferentes, y estos son los nadis.
Las escrituras tradicionales hablan de 72.000 nadis. Algunos tratados de yoga señalan que todos tienen su origen común en el kanda, pequeño bulbo situado entre los chakras primero (ano) y segundo (genitales). Otros textos hablan de diferentes puntos de partida para cada nadi (los pies, los genitales, la lengua, el ano, etc).
Destacados
Los nadis más importantes son 10. El principal es el Sushumna o Nadi Central, que discurre por el interior de la columna vertebral y médula espinal. Parte desde el primer chakra (ano-coxis) y se dirige, por el centro de la médula espinal, hacia el séptimo chakra (coronilla). Conduce la energía Kundalini desde la base de la columna en dirección ascendente.
Los otros 9 gobiernan los 9 “orificios (de entrada y salida) del cuerpo”, a:
- 2 orificios nasales.
- 2 ojos.
- 2 oídos.
- 1 boca.
- 1 ano.
- 1 genito-urinario.
De estos 9, los más significativos son los de los orificios nasales. El nadi del orificio nasal izquierdo se llama Ida. Se origina en la ventana nasal izquierda y desciende hasta el primer chakra. Vehiculiza la energía de naturaleza femenina (lunar, intuitiva, observadora, imaginativa, reposada y fría).
El nadi del orificio nasal derecho, Píngala. Se origina en la ventanilla nasal derecha y desciende hasta el primer chakra. Vehiculiza la energía masculina (solar, activa y caliente) Ida y Píngala tienen ambos forma ondulante, entrecruzándose en cada chakra en su descenso hacia el primero. Shushumna es recto en su ascenso central. Las dos serpientes y el caduceo simbolizan esta relación.
Los nadis se reflejan en cabeza, paladar, orejas, labios, manos o pies, dibujando mapas de reflexología, que contienen toda la representación corporal.
Kundalini
Kundalini deriva de la palabra sánscrita “kunda”, que significa enroscado o rizo. De un modo más poético se traduce como “el rizo del amado/a”. Kundalini es la energía del alma. Surge del mismo momento en que Shiva (el dios vacío; Purusha) fecunda a Shakti (la diosa creadora; Prakriti) y surge el universo. Kundalini es la energía creativa, que es la misma energía creativa primordial de la Shakti, aquella que da origen a todo. Es la energía de la consciencia. Para Harish Johari es “la voluntad de la conciencia cósmica”.
Se dice que es una energía específicamente humana, capaz de contener todas las posibilidades de evolución y crecimiento. Curiosamente Kundalini, está dormida hasta que no se hace algo por despertarla, como una hermosa metáfora del esfuerzo que se debe realizar para conquistar el derecho a llamarse seres humanos.
El poder evocador y simbólico del concepto Kundalini es inmenso. Ningún otro tipo de energía ha sido tan representado, vituperado o ensalzado como esta. Por un lado, se le representa como una serpiente enrollada tres vueltas y media sobre sí misma, dormida en el primer chakra, a la espera de la fuerza capaz de despertarla. Por otro lado, es un aspecto de la Shakti, poder femenino, o naturaleza que al elevarse a través de los chakras hasta alcanzar la cima, se une con Shiva, poder masculino o conciencia suprema. Esto es conocido con la expresión de “bodas sagradas”. Este viaje hacia arriba se realiza a través del sushumna (nadi o canal principal) situado en la zona de la columna. Es un símbolo de las fases del despertar de la conciencia humana hasta que se produce la iluminación o superación de la dualidad: naturaleza y conciencia, individuo y especie, conciencia individual y conciencia cósmica se hacen uno.
Mudras
Los mudras tienen una conexión directa con todo el temario que se ha estudiado hasta ahora. Los mudras se pueden usar de la forma que se va a describir a continuación, pero no sería más que un vademécum que refleja la cultura occidental. La realidad que se aconseja es saber qué alteraciones tiene el paciente o se tiene como profesional (a través de las técnicas diagnósticas aprendidas) para poder usar mejor los mudras que mejor conecten con la alteración percibida. Se potencia la realidad terapéutica. Los mudras deben acompañarse de un espacio de meditación y pueden ser usados de forma combinada con los mantras.
Los yoguis crearon mapas de las áreas de la mano y reflejos asociados. Cada mudra es un código para dirigir un tipo especial de energía al sistema cuerpo- mente. Además, y con su tendencia holística, los yoguis relacionaron estos mapas con planetas y distintas capacidades o facetas humanas.
Los mudras más clásicos consisten en conectar el pulpejo del pulgar con el pulpejo de cualquiera de los otros cuatro dedos. El dedo pulgar es el yo, el ego individual, y cada uno de los cuatro dedos restantes simboliza una fuerza o energía físico-mental.
Gyan mudra
Se realiza uniendo las yemas de los dedos pulgar e índice. El dedo índice es el dedo de Júpiter, planeta del conocimiento que se regala; la generosidad, la abundancia y la expansión. Júpiter es jovial, alegre. Gyan Mudra significa que el yo conecta con esta energía. Estimula el conocimiento y las habilidades; da receptividad y expansión. La modalidad activa se realiza colocando el índice debajo del pulgar.
Shuni mudra
Se unen las yemas de los dedos pulgares y medio. Este último es el dedo de Saturno, planeta de la restricción y del maestro. Saturno es viejo y seco, austero y estricto. Es el conocimiento a través de los errores, del esfuerzo, del estudio y de la propia experiencia. (Júpiter le regala el conocimiento; Saturno hace que lo gane). Shuni Mudra da paciencia, sabiduría y responsabilidad. No deben llevarse anillos en este dedo pues se estimularía la restricción.
Surya mudra
Unión de las yemas de los dedos pulgar y anular, que es el dedo del Sol y también de Venus. El sol representa la extraversión, la salud, el prana y la fuerza. Venus es el planeta del amor y de la belleza. Este mudra, además de estimular las cualidades solares, incrementa el prana.
Buddhi mudra
Se unen las yemas de los dedos pulgar y meñique. Este dedo es el de Mercurio, planeta de la inteligencia, la mente y la comunicación. Otorga comunicación clara y desarrollo psíquico.
“Expansión de los planetas”
Hay mudras donde se estira un dedo y el resto permanece flexionados en la palma, sujetos por el pulgar. Por ejemplo, estirar el dedo de Júpiter estimula las cualidades de expansión, sabiduría, generosidad, etc., mientras las demás energías permanecen sujetas, bajo el control del yo. Otro ejemplo es estirar el meñique (en meditaciones para la mente y la comunicación).
Mudra del cristo
Estirar los dedos de Júpiter y Saturno, mientras el anular y meñique permanecen flexionados sujetos por el pulgar. Simboliza la reunión entre la mente positiva (Júpiter) y la negativa (Saturno) para estimular la mente neutral. Hay meditaciones que mantienen estos dedos separados (para observar la mente sin reaccionar) o los juntan y separan (para equilibrar la mente).
Candado de venus
Se entrecruzan los dedos. Los hombres imbrican sus dedos de la mano derecha por encima de los respectivos dedos de la izquierda. El pulgar derecho se sitúa por fuera del izquierdo, y se apoya bajo el monte de Venus de la mano izquierda. Las mujeres lo hacen al revés. Canaliza la energía sexual, promueve el equilibrio glandular, estimula la comunicación entre hemisferios cerebrales y ayuda a enfocarse.
Candado del oso
La palma de la mano izquierda mira hacia fuera y la de la mano derecha hacia adentro, los dedos se enganchan entre sí y se tira de ellos como si se quisieran separar. Estimula el corazón y promueve la concentración.
Mudra de oración
Palmas de las manos unidas sobre el pecho, la base del pulgar sobre el final del esternón. Equilibra el lado izquierdo y el derecho.
Buda mudra
Una mano descansa sobre la otra y ambas sobre el regazo. Los pulgares se tocan apenas lo justo como para sostener una hoja de papel. Las mujeres colocan su mano izquierda sobre la derecha y los hombres lo hacen al revés. Promueve el silencio y la atención meditativa.
Mudra del mendigo
Se colocan ambas manos boca arriba, juntas por el borde interno, en forma de copa. Se escucha el mantra “Ardas Bhei, Amar Das Guru”. Hay varias modalidades de meditar: pedir algo; imaginarse una lluvia de oro que cae en las manos, e inhalarla bendiciones y exhalar el dolor; inhalar gozo y exhalar cualquier pensamiento.
Investigación yóguica
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Gracias a la profundización en estos ámbitos sanitarios (antes marginados), surgen más posgrados basados en un profundo conocimiento anatómico y fisiológico del cuerpo. Este Máster en Yoga Terapéutico adapta la disciplina fisioterapéutica en función de las características biomecánicas y patológicas del paciente por medio de una herramienta que, en la actualidad, es aceptada por los profesionales de la salud.