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La aproximación fisioterapéutica orientada al cuerpo trata de lograr la eliminación de la distorsión de la imagen corporal. Por medio de una adecuada consciencia de cómo es usado, así como la conducta e interacción con uno mismo y con los demás, los pacientes que presentan trastornos de la conducta alimentaria pueden percibirse de manera más positiva.
Técnicas psicomotoras
El concepto de conciencia corporal fue acuñado por Roxendal. Fue definido como la percepción de sensaciones corporales, impulsos, sentimientos y reacciones originados en el cuerpo. Integrar el cuerpo en la completa experiencia de uno mismo sería el objetivo de la terapia de conciencia corporal. Busca restablecer la conciencia del cuerpo y el control del mismo, a la par que mejora el desarrollo de la vivencia de emociones y afectos. Reconocer el cuerpo, observarlo, sin interferir ni juzgar, aquí y ahora, es el punto clave del trabajo. Para ello, la mejor de las experiencias es trabajar la admiración. Es decir, poder contemplar sin criticar, sin juzgar, sin enjuiciar. Es necesario para ello una activación acetilcolinérgica y un estado de tranquilidad y relajación.
Distintos estudios muestran que trabajar esta conciencia corporal da lugar a una experiencia más positiva del cuerpo y del Yo. En consecuencia, mejora la calidad de vida relacionada con la salud. La conciencia del cuerpo y el contacto corporal están relacionados con la estabilidad corporal. A su vez, está conectado con los sistemas muscular, neuromuscular y propioceptivo. Rigidez muscular, alteraciones en la respiración, entre otros, tienen efectos adversos en dicha estabilidad.
El equilibrio y control neuromuscular del cuerpo son esenciales para la estabilidad. La estabilidad del tronco está conectado con la actividad muscular como la del diafragma, la musculatura transversal del abdomen, los músculos del suelo pélvico o los transverso-espinales. Para el trabajo de todo ello, la respiración y relajación son aspectos a entrenar a fin de evitar la rigidez e inadecuada estabilidad.
Fisioterapia y anorexia
En pacientes con anorexia nerviosa, a la insatisfacción corporal, con diferentes expresiones, se une ansiedad, compulsividad, depresión y dificultades con la expresión y regulación de emociones. Además de múltiples problemas físicos, los pacientes suelen presentar afectación de la conciencia corporal y del contacto corporal, patrones respiratorios alterados, alteraciones posturales y tensión muscular. A ello se une la compulsividad hacia la actividad e incapacidad para el relax. Todo ello requiere un tratamiento que, desde el punto de vista fisioterapéutico, puede hacerse en grupo o individualmente.
Alteración de la conciencia corporal
El contacto corporal es un concepto que abarca el contacto con dimensiones motoras y sensoriales del cuerpo, así como las sensaciones y emociones en el cuerpo. El clásico concepto de imagen corporal incluye aspectos perceptivos, actitudinales, conductuales y cognitivos, pero no parece captar todas las experiencias de las sensaciones corporales. Por ello, desde la perspectiva de la fisioterapia, los conceptos de conciencia corporal y contacto corporal resultan interesantes.
Es frecuente que los pacientes con AN muestren confusión en cuanto a sensaciones y estados corporales, falta de contacto con su cuerpo cuerpo y severa dificultad para describir experiencias corporales. No es infrecuente que no sepan “cómo hacer” en situaciones como estar de pie, caminar, sentarse o tumbarse. Claro está, de una forma natural, espontánea. No es rara alguna experiencia en la que tras un tratamiento un paciente señale que al fin ha conectado su cabeza con su cuerpo. Esta es una experiencia a veces muy angustiosa. Otras veces el hecho de estar de pie tratando de reconocer el centro de gravedad o percibir cambios en su patrón respiratorio causa reacciones de ansiedad.
En cuanto el cuerpo se vive “también” como algo real, abierto, visible, detectable, origina fuertes sensaciones en pacientes que, a veces, durante años viven ajenos al cuerpo y lo que en él acontezca.
Ejercicios de ajuste de la silueta
Dibujar la imagen percibida y la imagen real
La técnica empleada, la técnica de la silueta, consiste en una variación de la técnica de la silueta empleada en psicodrama. En este caso, la técnica consiste en que la paciente dibuja, sobre papel continuo, su silueta tal y como ella la percibe, a tamaño real. Después, se tumba boca arriba y el terapeuta dibuja el contorno real con color diferente (intentado hacer coincidir la cabeza y los pies de la figura dibujada por la paciente con la real de su cuerpo). Se tienen así, dos siluetas superpuestas: la silueta real de la persona y la silueta percibida.
La técnica está basada en el método propuesto por Finn Askevold (1975) para medir la imagen corporal en pacientes con diferentes problemas somáticos. En ella, el sujeto, situado frente a un papel como si fuese un espejo, marca los puntos de su cuerpo. Como indica Rey (1990): “Con este método, Askevold observó, en pacientes anoréxicas y obesas, una sobreestimación significativa de la anchura de los hombros, caderas y cintura”.
Esta técnica cumple dos funciones de diagnóstico al permitir evaluar si existe distorsión de la imagen corporal y en qué grado se da esta distorsión. También tiene una función terapéutica al permitir trabajar con la paciente la confrontación, aceptación y valoración de la silueta real mediante una serie de ejercicios. Por tanto, los objetivos de los ejercicios que a continuación aparecen son:
- Intervenir sobre la distorsión de la imagen corporal tomando conciencia de la distorsión. Conseguir ajustar la imagen corporal percibida a la imagen real.
- Trabajar sobre el rechazo al cuerpo: aprender a aceptar el propio cuero y ser capaz de valorar los aspectos positivos del mismo.
- Conseguir, de esta forma, mejorar la autoestima.
Colorear las partes del cuerpo
Colorear cada una de las partes de su cuerpo, en la silueta real, de los colores que quisiera. Después de colorear las distintas partes de su cuerpo se le pide que explique lo que había hecho, cuál era el significado de cada uno de los colores para ella y por qué había puesto cada uno de esos colores a cada parte del cuerpo. El objetivo es que se dé cuenta de que los colores que no le gustan o le transmiten sensaciones negativas los utiliza para las partes de su cuerpo con las que no está a gusto. Lo mismo sucede al contrario con los colores que sí le gustan.
Identificar emociones
Poner una emoción a cada una de las partes de su cuerpo en su silueta real. Al igual que en los ejercicios anteriores, tras asignar las emociones, se comenta con el terapeuta explicando qué emociones habían puesto y por qué. El objetivo es que se dé cuenta del rechazo que siente hacia su propio cuerpo. Probablemente, cuando se encuentra mal, desfoga contra su propio cuerpo y lo negativa que es consigo misma.
Tanto este ejercicio como el anterior sirven para trabajar las partes de su cuerpo que generan más malestar. Se debe trabajar en expresar cómo se sienten con cada una de esas partes. También ayuda a tomar conciencia de que hay algunas partes de su cuerpo que sí le gustan, con las que se sienten a gusto y que les trasmiten sensaciones y emociones positivas.
Enfrentarme a mi silueta
Enfrentarse a la propia silueta, la real, la dibujada en el papel continuo y dialogar con ella primero. Se coloca en frente de ella (rol de paciente) y le expresa sus sentimientos y pensamientos. Después se tumbra sobre ella en el suelo (rol de silueta) y contesta a todo lo dicho por ella misma desde la posición anterior. Le expresa cómo se sentía y qué pensaba de lo expresado en el paso anterior por “la persona” (el terapeuta puede hacer de ella).
Por último, se intercambian los roles de nuevo y la paciente vuelve a colocarse frente a su silueta para adoptar el rol de persona y hablar a su silueta. Allí le responde tras haber escuchado lo dicho por ésta en el segundo paso. Es importante dedicar tiempo a comentar todo lo experimentado con el terapeuta.
Construcción de un collage
Pedirle a la paciente que haga un collage en su casa utilizando recortes de revistas, periódicos, fotos, etc. Con ellos rellena la propia imagen corporal, la silueta real dibujada en el papel continuo.
Una vez en consulta, comentarle todos los aspectos que llaman la atención o que son interesantes del collage. Acto seguido, pedirle que cuente qué imágenes había utilizado y su significado, por qué las ha elegido y por qué las ha colocado de esa forma, qué representan y qué relación tenían las imágenes elegidas con los distintos aspectos de su vida. El objetivo es abordar vivencias, necesidades, miedos, deseos y dificultades de la paciente.
Trastornos de conducta alimentaria
La intervención psicológica debe ser diferente para cada uno de los trastornos que puedan presentarse en la consulta. Por lo tanto, TECH Universidad Tecnológica reconoció la necesidad de que los profesionales de esta disciplina tuvieran múltiples herramientas de especialización para que, en la práctica, pudieran abordar de forma correcta cada uno de los casos.
El Máster en Intervención Psicológica de los Trastornos Piscosomáticos y el Máster en Intervención Psicológica en Dificultades del Aprendizaje son algunas de estas opciones enfocadas en el abordaje de diferentes patologías mentales. Sin embargo, quiere hacerse un énfasis especial en el Máster en Intervención Psicológica en Trastornos de la Conducta Alimentaria debido al crecimiento exponencial de pacientes que presentan este tipo de desórdenes mentales.