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Se sabe que los trastornos de la personalidad son sensibles a ciertos factores de riesgo. Las pérdidas, las enfermedades y el deterioro cognitivo favorecen su aparición en la tercera edad, momento en el cual estos agentes proliferan con más facilidad. Se ha visto que la afectación de estas áreas está mediada por numerosos elementos que pueden mejorar o empeorar el pronóstico a estas edades.
Introducción
Autores como Agronin y Maletta colocan la dificultad en el estudio de la personalidad en la tercera edad en la existencia de numerosos problemas para obtener una historia longitudinal. Está claro que los instrumentos de evaluación no están ajustados para estas edades. Por último, la desconexión que hay en los estudios de estos trastornos con la edad.
La seguridad, y por lo tanto la “sensación de control” o percepción de la propia capacidad ante las circunstancias, es otro tipo de proceso cognitivo. Se ha mostrado en relación positiva con el bienestar mental, físico y emocional en personas de edad avanzada.
Sensación de control
Como mediadores de la relación entre la sensación de control y la salud, pueden incluirse mecanismos de comportamiento fisiológico y psicológico. La fuerza de dicha relación tiende a aumentar con la edad debido a los cambios fisiológicos, los estereotipos sociales y la probabilidad incrementada de que la gente mayor se tenga que enfrentar a retos mayores para su sensación de control según avanzan los déficits funcionales y otras pérdidas.
El incremento de la percepción o sentimiento de control de los individuos se ha relacionado con una mejor salud física y psicológica. Una teoría reciente de la sensación de control se ha centrado en los factores cognitivos que contribuyen a crear las opiniones de control y las falsas percepciones de control.
Desarrollo de la depresión
Percepciones subjetivas de expectativa de vida parecen contribuir a la relación inversa que mantienen la sensación de control y la edad avanzada. Estudios empíricos recientes en sujetos ancianos han descubierto que un mayor control percibido disminuía los efectos del estrés en la salud mental. Han distinguido también efectos del control percibido en distintos aspectos de la depresión.
En este último estudio, percepciones de control del curso de la enfermedad, control de síntomas y control en general se asociaban con menos síntomas depresivos en análisis transversales. Sin embargo, la sensación de tener control sobre el inicio de la enfermedad era un predictor de la aparición de más síntomas depresivos a los ocho meses de seguimiento. Mientras tanto, la depresión de base era inversamente proporcional al control en general.
Estrategias de afrontamiento
El afrontamiento es otro tipo de proceso cognitivo en el que se han fijado los investigadores. Funciona como moderador de los efectos de acontecimientos estresantes y malestar psicológico. El afrontamiento tiene dos funciones principales: regular las emociones y los problemas surgidos de las relaciones persona-medio.
Lista
Se han distinguido ocho estrategias de afrontamiento, definidas en la ampliamente extendida Lista Revisada de Estrategias de Afrontamiento:
- Confrontación.
- Distanciamiento.
- Autocontrol.
- Búsqueda de apoyo social.
- Aceptación de responsabilidades.
- Evitación-escape.
- Resolución de problemas.
- Reevaluación positiva.
En un estudio acerca de las diferencias del afrontamiento con la edad, los sujetos mayores confrontaban menos y utilizaban más la reevaluación positiva, la evitación-escape, el distanciamiento y la aceptación de la propia responsabilidad que los jóvenes.
Tendencias en los mayores
Aunque había diferencias en el tipo de problemas a los que se enfrentaban jóvenes y mayores, las diferencias en las estrategias de afrontamiento con la edad seguían siendo evidentes. Aún después de ajustar los datos para los distintos tipos de estresores.
Mckee y colaboradores estudiaron las estrategias de afrontamiento empleadas por familias de cuidadores de pacientes con demencia (n=144) y sin demencia (n=114). Emplearon la lista de 31 ítems de Maneras de Afrontamiento y otras medidas distintas auto administradas y recogidas por el entrevistador. Los cuidadores tenían una media de edad de 59 años. Los registros de los entrevistadores recogían que el 40% de los cuidadores hacían un buen afrontamiento; el 45% lo hacía medianamente bien y que el 15% lo hacía mal.
Siguiendo la línea marcada por investigaciones anteriores, las estrategias de afrontamiento se dividieron en centradas en la emoción y centradas en el problema. Las estrategias centradas en la emoción implican una reevaluación del problema estresante. Mientras tanto, las centradas en el problema llevan al sujeto a actuar sobre el medio y sobre sí mismo. Los autores encontraron que el 75% de los cuidadores empleaban estrategias de afrontamiento centradas en la emoción mientras que el 25% empleaba estrategias centradas en el problema.
El empleo de estrategias centradas en el problema en vez de las centradas en la emoción se asociaba con mayor capacidad de afrontamiento percibida por el sujeto y por el entrevistador.
Percepción geriátrica
Muchos ancianos se enfrentan a la enfermedad médica o mental volviendo a la religión como una estrategia de afrontamiento primaria. De hecho, en un estudio sobre las estrategias de afrontamiento empleadas por personas mayores frente a las experiencias vitales estresantes, la religión se mencionaba de forma espontánea más que cualquier otro método. En una muestra de pacientes geriátricos ambulatorios, el 73% no estaban de acuerdo con la afirmación: “Confío muy poco en la religión cuando tengo que tratar con el estrés y los problemas”. El 82% estaba de acuerdo con la afirmación: “la fé religiosa es la influencia más importante de mi vida”.
Lo que es más, la religiosidad se asociaba con menor ansiedad crónica y menos síntomas depresivos en mujeres y con menor consumo de alcohol en hombres. En un estudio de 850 hombres mayores hospitalizados, el 20% mencionó de forma espontánea la religión como un método primario de afrontamiento. Un 56% opinaba que las creencias y actividades religiosas eran muy útiles a la hora de afrontar su situación. Además, el afrontamiento por medio de la religión se relacionaba de forma inversa con las tasas de síntomas depresivos relatados y observados. También con una menor cantidad de síntomas depresivos en una submuestra de 202 pacientes que volvieron a ingresar en los siguientes 20 meses después de controlar los datos con los índices de depresión y la presencia o ausencia de seis diagnósticos médicos.
Más resultados relacionados a la religión
Un estudio posterior dentro de esta misma muestra encontró que el
afrontamiento religioso se relacionaba especialmente con escasos síntomas cognitivos de la depresión, como grupo de síntomas opuesto al de los síntomas somáticos. En otro estudio distinto, se mostró que la religiosidad intrínseca estaba relacionada con una más temprana remisión de los síntomas depresivos después de la hospitalización por problemas médicos.
Un amplio estudio epidemiológico concluyó que el acudir regularmente a la iglesia se asociaba con un mejor estado de salud y un menor índice de depresión.
Profundización de la psiquis
En el momento actual de los conocimientos, se ha de reconocer que todavía son muchos los elementos que se desconoce de la personalidad. No se sabe mucho acerca de su formación, su desarrollo y su manera de alterarse. La ignorancia aumenta cada vez más a pesar de que se está avanzando en su conocimiento.
Si al desconocimiento presente se le une la enorme capacidad que el mundo actual tiene para cambiar el entorno tanto físico como psicológico, más o menos acorde con la evolución tecnológica y social, podrá darse cuenta de la ingente labor que queda para comprender lo que significa el conflicto y la personalidad en sí misma.
Es estimulante adentrarse al mundo psíquico donde parece que nada tiene un final. Así mismo, donde el devenir propio y del entorno tiene preparadas nuevas sorpresas, nuevos descubrimientos y nuevas metas. En ello están todos implicados. Mucho queda por aprender y de todos depende el progreso adecuado. Por el momento, el deseo como profesionales de la salud mental es modesto: aliviar, prestar atención y acompañarle para y por un mundo personal mejor.
Diferencias culturales
Por otro lado, las investigaciones más recientes han examinado las diferencias culturales en la prevalencia de los trastornos de la personalidad. Aunque algunos trastornos parecen ser más frecuentas en ciertas culturas que en otras, todos los trastornos de la personalidad tienen una sustancial validez transcultural. Es decir, en mayor o menor medida aparecen en casi todas las culturas.
Por consiguiente, dada la universalidad del esquema del DSM sobre los constructos de la personalidad y la interrelación entre la personalidad y la cultura antes mencionada, debería ser posible generalizar los constructos de un modelo teórico de la personalidad en el ámbito cultural. El modelo evolutivo está formado por tres dimensiones que motivan, impulsan, vigorizan y dirigen la conducta humana. Están basadas en tres imperativos evolutivos:
- Supervivencia.
- Adaptación.
- Replicación.
Psicogeriatría
TECH Universidad Tecnológica provee a sus estudiantes de conocimientos actualizados por medio de programas como el Máster en Psicología Clínica InfantoJuvenil y el Máster en Psicología de la Salud Comunitaria e Intervención Social.
Como puede verse, cada uno de estos posgrados están enfocados en una población específica. En cuanto a la población mayor, el Máster en Psicogeriatría está centrada en la evaluación e intervención desde la psicología clínica y la psicoterapia en este grupo al cual denominamos «tercera edad».