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Spinoza es uno de los mayores promotores del racionalismo, Baruch Spinoza que, por no pertenecer a ninguna escuela, no fue considerado hasta mucho después de su muerte, ya que fue prácticamente descubierto por los pensadores de la ilustración. Para él la realidad no es ni mental ni física, siendo la realidad lo mismo que la sustancia, esa única sustancia es para él, Dios. Para él, el cuerpo y el alma es una unidad indivisible en único elemento cuerpo-mente. Es aquí donde se hace importante conocer la influencia que ha tenido el monismo desde Spinoza a Donald Davidson.
El racionalismo de Spinoza además de monista es absolutista, ya que el saber; solo se adquiere partiendo de las ideas, y si se obtienen esas ideas es cuando se podrá ser libre. Como ya hemos señalado el monismo es una parte de la filosofía donde el alma y cuerpo no son de naturaleza radicalmente diferente sino manifestaciones distintas de la sustancia única que constituye la totalidad de las cosas (arqué).
Esta filosofía sostiene la existencia de una sola sustancia a la que pueden reducirse como manifestaciones suyas de la totalidad de seres del universo. Se establece un único principio al que se reduce todo lo real. Así, para el monismo materialista, la sustancia primigenia del universo sería la materia y, por el contrario, para los idealistas sería el espíritu esa sustancia básica.
Los principales filósofos monistas son Parménides, Demócrito, Spinoza, Berkeley, Hume y Hegel. Los partidarios de un planteamiento monista de la cuestión niegan la existencia de la mente como una realidad distinta del cerebro y adoptan alguna forma de reduccionismo, tratando de explicar los fenómenos mentales en términos físicos o biológicos.
Baruch Spinoza. (1632-1677)
Configura un monismo ontológico absoluto, lo que significa que el universo está constituido por una sola sustancia que es también su causa. El monismo neutro fue introducido en el siglo XVII por Spinoza y plantea que la sustancia básica no es ni física ni mental, sino que puede ser reducida a una misma materia neutra cuya naturaleza no sería ni física ni mental. Deus, vive Substancia, sive Natura, la famosa fórmula de Spinoza expresa una noción de Dios diferente al de la Escolástica e incluso a la de Descartes. Dios es la naturaleza, la naturaleza es un todo, una sola substancia.
Las cosas no son sino partes «inmanentes» del Todo. El hombre, al estar dotado de cuerpo y alma, conoce y se compone de ambos atributos, tanto la extensión como el pensamiento. Cuerpo y alma los concibe el filósofo como una unidad formada por cuerpo y mente, no son dos entes separados. La auténtica comprensión de la realidad se encuentra, para Spinoza, en poder captar la unidad de este «todo». Por un proceso en el que la ordenación de las ideas -concreción del pensamiento tiene que coincidir con el orden de las cosas u objetos físicos -concreción de la extensión-.
Frente al planteamiento cartesiano, Spinoza afirmó que el pensamiento y la extensión, la mente y el cuerpo, son aspectos distintos de una misma sustancia. Esta concepción solventa el problema que para Descartes suponía la integración y la interacción de dos sustancias distintas. En la perspectiva spinozista no tiene sentido plantearse si el cuerpo causa la mente o si la mente actúa como una causa con respecto al cuerpo. Desde un pensamiento ético la filosofía de Spinoza, en el ámbito del pensamiento ético y político, la función del Estado.
Damasio
Propone completar las intuiciones de Spinoza con ayuda de los conocimientos neurobiológicos que no podía tener a su alcance, así como, en cierta medida, corroborar algunos principios de su filosofía a partir de argumentos científicos.
Damasio aprecia acertadamente que para Spinoza “mente y cuerpo son procesos paralelos y mutuamente correlacionados, que se imitan el uno al otro en cada encrucijada, como dos caras de la misma moneda” Muchos han sido los principales filósofos monistas, como Bertrand Russell y Thomas Hobbes en el lado materialista, y GW Leibniz y George Berkeley en el campo de idealista.
El monismo materialista
Supone principalmente que la actividad mental se reduce a un conjunto de procesos fisicoquímicos y neurofisiológicos. El cerebro humano es un complejo y perfecto ordenador biológico, compuesto por neuronas, conexiones sinápticas, árboles de neuronas, etc., capaz de generar estados mentales. El ser humano es en el fondo un autómata consciente, dotado de un sofisticado equipamiento biológico.
Se trata por tanto de una teoría fisicalista, puesto que todos los seres y grados de realidad se pueden explicar finalmente mediante propiedades y leyes físicas. Como ya hemos visto en el apartado anterior, la existencia del Monismo espiritualista niega legitimidad a la noción de cuerpo como algo realmente distinto del espíritu o del conocimiento. La realidad sería enteramente psíquica (panpsiquismo), o ideal, como sucede en general en el idealismo de Berkeley (1685-1753).
La filosofía de Berkeley
No es un empirista consecuente, puesto que su filosofía puede clasificarse como una metafísica inmaterialista, ya que niega la existencia del mundo corpóreo y afirmando la existencia de sustancias espirituales como «Dios» y «alma» encontrándose en una posición totalmente opuesta a Hobbes.
Donald Davidson
Es materialista rechaza la posibilidad de explicar ningún fenómeno apelando a causas no físicas. De ello se sigue que los estados mentales son idénticos a estados físicos. Pero, a la vez, Davidson considera que el vocabulario intencional no es reductible al vocabulario físico. Esta combinación de estas dos ideas dio lugar al denominado monismo anómalo. Para él, las creencias y los deseos son razones que justifican las acciones.
Las creencias que posee un sujeto son el resultado de su relación directa con el mundo. Los significados no están en la mente, están en el mundo. Si esto fuera así, es decir si no hubiese estados mentales y todo fuera cerebro; si no existiera la emoción, deseos, carencias, sentimiento, propósito, como entenderíamos la respuesta enferma de aquella persona que mantiene un control farmacológico. Misma que ha equilibrado el nivel plasmático de sus neurotransmisores (esto lo podemos medir) así como la activación adecuada de la neurología cerebral. Sin embargo mantiene ataques de pánico o un cuadro depresivo.
Los que somos clínicos sabemos muy bien que solo la biología no explica, ni consigue que el paciente deje de tener su patología, los que trabajamos con el ser humano en la clínica entendemos que hay una parte del tratamiento que no tiene que ver con el cerebro y que tiene que ver con los procesos mentales tales como las emociones, los sentimientos, las carencias, los deseos, los propósitos, etc. No obstante, no hay que rechazar ni a Spinoza, ni a Davidson, ya que el monismo es real en una zona de nuestra relación cerebro-mente, posteriormente según vamos elevándonos en la evolución cerebral nada se mantiene sin un dualismo racional.
El especialista en educación desde el cerebro
Para el educador moderno se hace necesario que tenga tantos conocimientos como le sea posible. Esto se debe al constante cambio y evolución que tiene la metodología de estudio que surge dentro y fuera de las aulas. Este conocimiento no resulta fácil de adquirir, ni mucho menos de comprender; es por ello que gran parte de los educadores toman la especialización académica como primera opción.
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