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La neuroeducación es uno de los grandes avances de la educación de los últimos años. Gracias a ella se incorporan al aula los adelantos logrados desde las neurociencias, el estudio y evolución de los procesos cognitivos y a la optimización de estos dentro del ambiente escolar. Implementando estos fundamentos se aumenta la eficacia del aprendizaje por parte del alumnado.
Procesos psicológicos en el aula
Los procesos cognitivos son aquellos que permiten tratar la información sensorial, tanto externa como interna. Ayudan a percibirla y analizarla para dar una respuesta adecuada. Este proceso se complica cuando se incorporan otros como la memoria, la atención, la emoción o el aprendizaje.
Cada uno de estos procesos va a ser objeto de estudio, dependiendo del trauma o enfermedad que se esté analizando. Es decir, trastornos que van a tener una mayor incidencia sobre la atención como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (T.D.A.H.) u otros que afectan la memoria (Enfermedad de Alzheimer). De ahí la importancia de explorarlos, para llevar un seguimiento sobre la evolución del proceso o procesos afectados. Esto informará de la evolución de la enfermedad o traumatismo. Han sido varias las aportaciones teóricas que tratan de dar cuenta del funcionamiento de procesamiento.
Objeto de estudio
El objeto de estudio de la neuropsicología son los procesos psicológicos como la memoria, la atención o el lenguaje y cómo estos funcionan. Se evalúan en conjunto y se desarrollan con la edad y con el entrenamiento.
Igualmente estudia cuándo estos se ven alterados en su evolución “normal”. En el caso de los trastornos del neurodesarrollo, o cuando los individuos pierden habilidades ya conseguidas, se analiza si se debe al transcurrir del tiempo, especialmente en la tercera edad, o como consecuencia de algún traumatismo o enfermedad.
Relación con psicología
Existiendo una estrecha relación entre el mundo psicológico y el cerebro, tal y como sucede en el caso de algunos traumas y enfermedades psiquiátricas, se tiene en cuenta que a medida que la persona se va desarrollando, se van formando nuevas experiencias en la vida. En consecuencia van moldeando al individuo en cómo es y lo que hace, afectando a las decisiones presentes y futuras.
Uno de los aspectos más polémicos con respecto a los orígenes de la psicología fueron sus teorías, relativas al trauma infantil. Algo que los primeros autores afirmaban marcaría a la persona el resto de su vida, argumentando que en ocasiones se puede pensar que las decisiones actuales no son del todo “libres”. Al contrario, pueden verse determinadas de alguna forma por la vivencia de experiencias traumáticas del pasado.
Tratar de explicar el comportamiento de un adulto basado en aquello que le pasó cuando era joven parece una propuesta bastante limitada. Pero igualmente, ignorar los acontecimientos pasados, sobre todo si estos fueron traumáticos, puede ser desafortunado. Sin embargo, ¿existen evidencias de cómo afectan al cerebro los traumas infantiles?
Estudios relacionados al trauma
Los resultados de un importante estudio muestran que aquellos que han sufrido hechos traumáticos presentes o en la infancia van a mostrar significativamente más síntomas depresivos y ansiosos frente a los que no lo han sufrido. Con respecto a la morfología cerebral, se hallaron diferencias en el córtex del cíngulo anterior, resultando este significativamente más pequeño.
Hay que destacar que los traumas pasados y presentes tengan los mismos efectos tanto emocionales como cerebrales. No obstante, estos últimos no se producen en la amígdala, el centro de control emocional, tal y como cabría esperar, sino en el córtex del cíngulo anterior. Está encargado de regular la toma de decisiones, la empatía y las emociones. Por tanto, se produce una alteración en la morfología que se puede traducir en un cambio en la forma de relacionarse con los demás. Todo ello además unido a la presencia de sintomatología depresiva y de ansiedad.
Basado en estos resultados, hay que evitar, en la medida de lo posible, los traumas infantiles. Aunque no van a determinar el comportamiento adulto, sí van a llegar a modificar su cerebro y la forma en que este procesa la información emocional.
Neuroeducación en el aula
La Neuroeducación es una de las últimas ramas de la neurociencia que estudian cómo se comporta el cerebro ante una situación de aprendizaje, buscando optimizar dicho proceso. En los últimos años han surgido multitud de aplicaciones de la neurociencia gracias al avance de la tecnología. Esto ha permitido avanzar en cuanto al conocimiento del órgano más complejo del cuerpo, el cerebro, tanto a nivel anatómico como de sus conexiones neuronales.
Son diversas las aplicaciones que actualmente se está realizando desde estos avances. Ya sea en el ámbito de la publicidad, mediante el neuromarketing, de las finanzas mediante la neuroeconomía o la pedagogía mediante la neuroeducación.
Al respecto, se ha tratado de acercar el conocimiento de cómo funciona el cerebro y los procesos cognitivos para incrementar la eficacia de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Así se posibilita un mayor aprovechamiento de su paso por la escuela a los estudiantes.
Bases y objetivos
La neuroeducación está basada en las últimas aproximaciones del constructivismo, las inteligencias múltiples y el aprendizaje activo. Está basado en el descubrimiento de todos los aportes de los últimos años que han supuesto un cambio en la concepción de la educación tradicional. De esta manera se otorga un mayor protagonismo al proceso de aprendizaje por parte del alumnado.
Siendo la justificación de estas aportaciones en muchos casos el beneficiar al desarrollo cerebral del estudiante, se siguen las reglas de funcionamiento cognitivo. Igualmente, y con el mismo objetivo en el aula, se han incorporado todo tipo de tecnologías con la idea de «a mayor disponibilidad de recursos, mayor aprovechamiento». Esto facilita la labor de aprendizaje, aunque al final es el propio alumno quien debe de «aprovechar la oportunidad» de adquirir nuevos conocimientos y desarrollos.
De hecho, se ha comprobado que, a pesar de incorporar mucha tecnología educativa, la eficacia en el aula no depende tanto de ello, sino del correcto uso que haga el docente de la misma. Debe saber cómo y cuándo usarla para permitir el desarrollo del alumnado, pero ¿hasta qué punto es efectiva la neuroeducación?
Efectividad
Los resultados de un importante estudio muestran diferencias significativas en el nivel de aprendizaje alcanzado entre los estudiantes que han recibido su formación basada en la neuroeducación, frente a los que han seguido una enseñanza tradicional. En el primer grupo fue donde se obtuvieron mejores resultados.
Entre las limitaciones del estudio, es fundamental mencionar que se trata de una población con una idiosincrasia particular, por lo que se precisa nueva investigación en otras localizaciones para poder concluir al respecto. Igualmente, a pesar de tener datos tanto de chicos como de chicas, no se realizó un análisis en función del género, por lo que no se puede conocer si el efecto positivo de la neuroeducación afecta más a hombres o a mujeres.
Limitaciones
Por último, a pesar de que los investigadores hablan sobre la incorporación de políticas siguiendo los avances de la neuroeducación, no especifican en qué medida se llevaron a cabo ni cuáles implementaron. Así se impide poder replicar la investigación ni poder incorporar dichas políticas en los centros escolares.
Por todo lo anterior, se puede afirmar que la neuroeducación funciona y es efectiva, pero que todavía queda implementarse guías que ayuden a los centros a incorporar los avances que día a día van surgiendo con respecto a esta joven rama de las neurociencias.
Neuroeducación escolar
La neurología y la fisiología trabajan de la mano a través de TECH Universidad Tecnológica en algunos de sus programas como el Máster en Fisioterapia en el Abordaje del Daño Cerebral Adquirido o el Máster en Fisioterapia Neurológica en Enfermedades Neurodegenerativas.
Las neurociencias se han convertido en una forma revolucionaria de entender casi todas las áreas del desarrollo humano. Su lógica es indiscutible: el cerebro, moderador, organizador y creador de cada proceso humano tiene las claves de estos procesos.
Los nuevos procesos científicos de exploración han abierto la ventana hacia la comprensión más profunda de todos estos estados cognitivos, los cuales pueden comprenderse a profundidad por medio del Máster en Neuroeducación y Educación Física para Fisioterapeutas.
