Warning: strpos() expects parameter 1 to be string, array given in /home/site/wwwroot/wp-content/themes/twentynineteen-child/functions.php on line 163

Los principios de equidad e inclusión son el punto de partida para considerar una educación óptima para todos los alumnos; sean cuales sean sus características individuales, de manera que los alumnos con necesidades educativas, también los de altas capacidades, puedan integrarse plenamente en la dinámica escolar y en el entorno social de su comunidad. La educación inclusiva lleva implícitos cambios paradigmáticos a la hora de afrontar la multiplicidad de variables que envuelven al alumno. La organización del currículo y las altas capacidades permiten llevar una planeación organizada y estructurada en la educación inclusiva.

Estos cambios requieren una organización del currículo en cuanto a espacios, tiempos, medidas educativas, documentos reguladores y planificación. Cuando un equipo educativo enfoca la atención a la diversidad desde el proyecto curricular de centro, seguramente comparte el principio de que cada alumno es diferente. Como lo es también el profesorado y las instituciones educativas.

El reto reside en tratar educativamente y hacer formativas las diferencias. Solo compartiendo y asumiendo este principio se puede dar un enfoque innovador, integrador y promocionado de las diferencias sufridas desde siempre en nuestros centros. En este artículo se presentará un modelo o manera de organizar el currículo pensando en los alumnos de altas capacidades. Pero que realmente nos sirve para todo el alumnado, dentro de la visión inclusiva que se adopta.

Proyecto educativo de centro (pec) y plan de atención a la diversidad

El PEC es el elemento vertebrador de la vida de un centro. Ha de ser un documento referente para toda la comunidad educativa y ha de estar sometido a la evaluación continua que garantice su adaptación. Además de su mejora en función de las necesidades de las personas y del contexto. En nuestro estado, la actual legislación loe-lomce contempla la autonomía de los centros educativos y regula cómo ha de ser dicho proyecto educativo.

Así pues, desde el punto de vista pedagógico, los centros establecerán sus proyectos educativos. Deberán hacerse públicos con objeto de facilitar su conocimiento por el conjunto de la comunidad educativa (artículo 121 de la loe). El proyecto educativo del centro recogerá pues:

  • Las características del entorno social y cultural del centro.
  • Los valores, los objetivos y las prioridades de actuación.
  • La concreción de los currículos.
  • El tratamiento transversal en las áreas, materias o módulos de la educación en valores y otras enseñanzas.
  • La atención a la diversidad del alumnado.
  • La acción tutorial.
  • El plan de convivencia.

La autonomía de gestión y recursos, contemplada en los artículos 122 y 123, posibilita que los centros puedan utilizar recursos tanto humanos como materiales. Esto para ofrecer una enseñanza de calidad y garantizar la igualdad de oportunidades.

Desde el punto de vista organizativo (artículo 124) los centros también disponen de autonomía para elaborar sus normas de organización y funcionamiento interno. Los alumnos con altas capacidades y sus familias tienen derecho, al igual que el resto del alumnado, tengan o no necesidades educativas, a acceder a esta documentación y poder ver las medidas educativas que cualquier centro dispone para dar respuesta a su alumnado.

Requerimientos necesarios

Dentro del PEC ha de quedar reflejado el plan de atención a la diversidad (PAD). Recogerá el conjunto de actuaciones dirigidas a dar respuesta a la diversidad del alumnado del centro teniendo en cuenta su idiosincrasia o particularidad, resultado del análisis y la identificación de sus necesidades. En este sentido, han de desarrollarse programas específicos que permitan personalizar y adaptar el proceso de enseñanza y aprendizaje a dicha singularidad de cada alumno.

El principal objetivo es garantizar el éxito escolar y el normal desarrollo del alumno con altas capacidades, de manera que está motivado y que se incorpore a la dinámica escolar dentro de un contexto favorable de cara al desarrollo de dichos procesos de enseñanza y aprendizaje. La respuesta educativa consistirá pues en un continuo de medidas tanto de tipo organizativo como curricular dirigidas al conjunto del alumnado; partiendo de las medidas generales para llegar a las medidas singulares dirigidas a los alumnos con necesidades educativas específicas.

En el marco inclusivo todo el alumnado ha de poder beneficiarse de estas medidas y por ello es importante establecer prioridades anticipando qué tipo de medidas van a ser generales, la mayoría de ellas, y qué tipo de medidas se adopta de tipo personal, con las debidas precauciones, sin sobrestimar a ningún alumno y siempre pensando en el grupo clase.

La atención a la diversidad es responsabilidad de todo el profesorado

La atención a la diversidad es responsabilidad de todo el profesorado del centro, por lo que todos han de implicarse en la respuesta a la diversidad del alumnado, en la elaboración del plan de atención a la diversidad, en la puesta en práctica de las distintas medidas organizativas y curriculares, en la elaboración, seguimiento y evaluación de los planes de trabajo personalizados, etc. Los alumnos con altas capacidades necesitan un enfoque educativo diverso y diferente al ordinario, en el que se les permita participar de manera activa en su aprendizaje.

La respuesta a la diversidad, en este caso, se concreta pues en un “portafolio” o plan de trabajo y seguimiento individual, coordinado por los tutores de cada alumno, y adaptado a sus intereses y al desarrollo de las competencias esperadas. Es conveniente concretar áreas, contenidos, objetivos específicos y líneas metodológicas. En la organización del proceso se incluirán actividades tanto individuales como colectivas o cooperativas, la distribución de espacios y tiempos, los grupos, materiales, responsables y otros recursos. Entre las medidas que pueden tomarse con los alumnos con altas capacidades, nuestra legislación contempla la flexibilización y el enriquecimiento curricular. Algunos de los objetivos de dicha respuesta son:

  • Promover el desarrollo de sus capacidades buscando la excelencia.
  • Potenciar su motivación, huyendo de la sombra del aburrimiento.
  • Garantizar experiencias de aprendizaje enriquecedoras y adaptadas a sus intereses.
  • Crear un clima positivo que posibilite el desarrollo emocional y contribuya a favorecer los procesos socializadores en las aulas y en el centro.
  • Fomentar un ambiente acogedor, de buen humor, diversión y disfrute en el aula.
  • Implementar actuaciones educativas que conformen un continuo de medidas de tipo organizativo, metodológico y curricular dirigidas a todo el alumnado.
  • Promover los aprendizajes de un mayor grado de profundidad, extensión e interdisciplinariedad.

Preparación del centro educativo

El tutor o tutora, en coordinación con la familia y el resto del equipo docente y con el asesoramiento del responsable de orientación del centro, debe de determinar la respuesta educativa de cada alumno y alumna. Para establecer este plan de trabajo individualizado el centro debe armonizar:

  • Los objetivos y/ o competencias básicas que debe adquirir el alumno, es decir, aquellos conocimientos, destrezas y actitudes necesarios para que una persona alcance su desarrollo personal. Desde esa perspectiva, la incorporación de las competencias básicas al currículo obliga, por un lado, a plantearse cuáles son los aprendizajes fundamentales que debe adquirir todo el alumnado en cada una de las etapas, áreas y materias y, por otro, a establecer prioridades entre ellos.
  • Las medidas organizativas y curriculares, que el centro, en el ejercicio de su autonomía y singularidad, debe establecer, adecuándolas a su realidad concreta, de tal manera que cualquier alumno pueda beneficiarse de todas aquellas medidas que mejor se adapten a sus características, intereses y motivaciones para el desarrollo de las competencias básicas.

El educador con énfasis en la inclusión

Para TECH Universidad Tecnológica es de vital importancia que su alumnado tenga las capacidades para enfrentarse a cualquier caso en su profesión. Por ello, diversos programas de nuestra Facultad de Educación se centran en capacitar al profesional para cada caso puntual y específico, basado en la experiencia de expertos. Caso tal son sus especializaciones como la Maestría en Mediación y Resolución de Conflictos y la Maestría en Investigación en Educación. Sin embargo, para el profesional con interés por el área de la educación inclusiva, su mejor elección para complementar su carrera será la Maestría en Altas Capacidades y Educación Inclusiva.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *