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El estudio de las amnesias requiere de diferenciar las clasificaciones de sus diversos tipos. De esta manera no sólo se obtendrá información sobre la gran cantidad de variables que existen, sino que también se entrará en detalle acerca de los principales síndromes que las generan. Todas estas patologías que suelen acompañar la falta de memoria afectan el cerebro, por lo que es fundamental la disciplina que comprende la educación en neuropsicología.

Clasificación

Se pueden clasificar las amnesias atendiendo a multitud de factores. Sin embargo, habitualmente se clasifican atendiendo a aspectos como:

Duración en el tiempo

  • Amnesias transitorias: son aquellas amnesias en las que el déficit de memoria que presenta el paciente puede ser recuperado de manera completa en un tiempo que, a pesar de que no es determinable, suele implicar días o semanas.
  • Amnesias permanentes: son aquellas amnesias en las que el déficit de memoria permanece como secuela. Se da en consecuencia de una lesión en alguna estructura cerebral implicada en la memoria que resulta irreversible.

Forma de aparición

  • Amnesias de inicio abrupto: son aquellas amnesias que aparecen de forma abrupta. A menudo son consecuencia de daños cerebrales repentinos como son los accidentes cerebrovasculares. Por ejemplo, un ictus cerebral.
  • Amnesias de inicio subagudo: son aquellas amnesias cuyas apariciones se realizan rápidamente, pero no de forma abrupta. Suelen desarrollarse como consecuencia de un virus como la hepatitis C.
  • Amnesias de inicio insidioso: son aquellas amnesias que aparecen y se desarrollan de manera progresiva, frecuentemente como resultado de un tumor cerebral o la evolución de una enfermedad degenerativa como el Parkinson o el Alzheimer.

Áreas cerebrales implicadas

  • Amnesias bitemporales: son aquellas amnesias que se producen por lesiones en el lóbulo temporal, concretamente en sus áreas mediales. La más frecuente es aquella que se desarrolla como resultado de una anoxia cerebral (falta de oxígeno en el cerebro).
  • Amnesias diencefálicas: son aquellas amnesias que se producen como resultado de lesiones en las diferentes estructuras del diencéfalo, principalmente en el tálamo. La más frecuente es aquella que se desarrolla como resultado del síndrome de Korsakoff.
  • Amnesias basales: son aquellas amnesias que se desarrollan como resultado de una lesión en los núcleos basales o su desconexión con el área prefrontal basal. Dentro de ellas, la más frecuente es aquella que se produce como resultado de la rotura de una arteria comunicante.

Reversibilidad en el tiempo de aparición

  • Síndromes amnésicos abruptos y de recuperación incompleta: engloban dentro de esta los trastornos craneoencefálicos que provocan amnesia, intoxicación por monóxido de carbono, anoxias, infartos cerebrales basales anteriores, etc.
  • Amnesia abrupta y de duración breve: engloban dentro de esta las amnesias provocadas por epilepsia en el lóbulo temporal, postraumáticas, amnesias globales transitorias, etc.
  • Amnesia subaguda y de recuperación variable: suelen cursar con déficits residuales como el síndrome de Korsakoff, encefalitis herpética, meningitis que provoca amnesia, tuberculosis, etc.
  • Amnesia progresiva: provocada por enfermedades degenerativas que afectan a los lóbulos temporales.

Principales síndromes amnésicos

Síndrome de Wernicke-Korsakoff

Se trata de una combinación de los síntomas de la encefalopatía de Wernicke y la psicosis de Korsakoff. Hace referencia a un cuadro caracterizado por una fase aguda (encefalopatía de Wernicke) en la que, de forma posterior, se desarrollan secuelas cognitivas y conductuales (psicosis de Korsakoff).

Estos podrían estar causados por una disminución o déficit en la vitamina B1 o tiamina, responsable del metabolismo de la glucosa y que participa en la oxigenación cerebral, principalmente de áreas como el tálamo, el hipotálamo y los cuerpos mamilares. Por tanto, una disminución abrupta de esta vitamina puede provocar lesiones en dichas áreas, lo que puede afectar a la capacidad de aprendizaje, la memoria en general y la retención de información en la memoria a largo plazo.

Se trata de una de las causas de amnesias más frecuentes. Puede ser el resultado de un abuso prolongado del alcohol o alcoholismo crónico que, a menudo, genera síntomas que pasan desapercibidos hasta que se realiza un estudio anatómico. Por ello, a menudo estos pacientes conviven con el trastorno de memoria sin saberlo. Puede aparecer también en personas afectadas por trastornos alimenticios, mal nutrición o vómitos frecuentes, así como en personas que presentan dificultades en la absorción de tiamina.

Encefalopatía de Wernicke

Se trata de un cuadro clínico que, en su fase aguda, suele cursar con una serie de características clínicas como:

  • Suele iniciarse manera aguda y abrupta, desarrollándose en un plazo desde pocas horas hasta dos días.
  • Alteraciones de conciencia y confusión, que a menudo se acompañan de estados de agitación y agresividad.
  • Posibles alucinaciones, siendo las más frecuentes las visuales, pero también pueden aparecer alucinaciones somatosensoriales.
  • Diferentes alteraciones neurológicas.

Cuando la encefalopatía de Wernicke se presenta en su fase aguda, suele ser motivo de ingreso. Se proporciona un rápido tratamiento con tiamina lo que, en muchos casos, puede provocar que los síntomas reviertan. Sin embargo, a pesar de ello, se considera un síndrome grave por presentar una mortalidad de aproximadamente el 10% de los casos clínicos.

Síndrome de Korsakoff

Se trata de un síndrome que suele ser el resultado de una disminución de la tiamina. Puede provocar daños en el tálamo, el hipotálamo y los cuerpos mamilares, además de provocar una disminución del oxígeno en estas áreas. Por ello, la principal consecuencia es la alteración en la memoria reciente, aunque puede provocar también un síndrome amnésico grave. Pueden aparecer alteraciones en otras áreas como el cerebelo, lo que suele provocar el desarrollo de problemas relacionados con el equilibrio y en las funciones ejecutivas.

  • Desorientación en el tiempo.
  • Alteraciones en la memoria anterógrada, lo que provoca dificultad para adquirir nuevos aprendizajes.
  • Problemas en la memoria reciente, mostrando los pacientes dificultad para recordar aquello que han realizado en un pasado próximo (hace pocas horas, ayer, etc).
  • Alteraciones en la memoria episódica, lo que provoca dificultades para adquirir nuevos aprendizajes y para retenerlos en la memoria a largo plazo.
  • Alteraciones en la memoria retrógrada, provocando dificultad para recordar la información que ha sido almacenada de forma previa al inicio del síndrome.
  • Preservación de las funciones intelectuales, pero la alteración de aquellas habilidades cognitivas que suelen implicar velocidad o visuoespacialidad. A pesar de ser frecuente, suele estar más relacionado con los problemas de alcoholismo que con el síndrome en sí mismo.
  • Trastorno de confabulación, que implica la representación inventada de experiencias pasadas, así como acontecimientos reales distorsionados o intenciones futuras trasladadas al pasado. Se presenta en la fase aguda y suele desaparecer con el tiempo tras recibir el tratamiento. Se trata de un intento de rellenar toda aquella información que no pueden recuperar. Suele estar relacionado con daños en el córtex frontal.
  • Anosognosia: incapacidad de los pacientes para reconocer sus propios déficits funcionales neurológicos.
  • Déficits cognitivos variados y problemas conductuales que, a menudo, son más consecuencia del alcoholismo que del síndrome propiamente.
  • Trastornos y problemas emocionales como apatía, irritabilidad, y alteraciones en las funciones ejecutivas.

Amnesia secundaria a encefalitis herpética

La encefalitis herpética es una enfermedad provocada por el virus del herpes (herpes simplex) que puede afectar al sistema nervioso central y desarrollarse en cualquier momento, a pesar de que suele ser más frecuente entre los 20 años y los 50 años. Se desarrolla como resultado de una lesión provocada por el virus del herpes en áreas cerebrales como lóbulos temporales mediales, tanto de forma unilateral como bilateral. Provoca, en muchos casos, amnesias totales que afectan a le memoria anterógrada, tanto visual como verbal.

  • Alteraciones del nivel de conciencia.
  • Fiebre.
  • Alteraciones neurológicas como cefaleas, afasias, etc.
  • Crisis epilépticas.
  • Alucinaciones, principalmente olfativas y gustativas.
  • Alteraciones en la memoria reciente, mostrando los pacientes dificultad para recordar aquello que han realizado en un pasado próximo.
  • Alteraciones en la memoria anterógrada, lo que provoca dificultad para adquirir nuevos aprendizajes.
  • Alteraciones en la memoria retrógrada, provocando dificultad para recordar la información que ha sido almacenada de forma previa al inicio del síndrome.
  • Alteraciones conductuales y emocionales como resultado de una afectación del sistema límbico. Se puede desarrollar como consecuencia el síndrome de Klüver-Bucy, que suele presentarse acompañado de conductas de desinhibición sexual e hiperoralidad.
  • Anomia o aislamiento social.
  • Afasia o alteraciones en el habla.

Amnesia secundaria a hipoxia

La hipoxia cerebral hace referencia a la falta de oxigenación cerebral que puede producirse de manera total (anoxia) y causar la muerte del tejido neuronal. Las causas más frecuentes que provocan la falta o ausencia de oxígeno en el cerebro son:

  • Paro cardíaco.
  • Bloqueo respiratorio.
  • Inhalación de monóxido de carbono.
  • Asfixia por aspiración de humo.

Independientemente de cuál sea la causa para la falta de oxígeno, esta puede provocar lesiones irreversibles a nivel cerebral. Pueden afectar a estructuras cerebrales o, en casos graves, a la totalidad del cerebro. Por tanto, las consecuencias de esta hipoxia dependerán de las estructuras afectadas y el tiempo que se ha sufrido privación de oxígeno. Puede generar desde leves trastornos de memoria hasta demencias generalizadas y muerte cerebral.

Amnesia global transitoria

La amnesia global transitoria, conocida como AGT, es un tipo de amnesia de carácter transitorio y poco frecuente que se puede observar en pacientes con edades superiores a los 50 años. Se caracteriza por:

  • Instaurarse de forma abrupta.
  • Provocar una amnesia anterógrada severa.
  • Tener una duración de entre 3 y 4 horas, aunque en algunos casos, se puede alargar hasta las 24 horas.
  • La posibilidad de recuperar la capacidad de memoria habitual.

Una de las dificultades que presenta este tipo de amnesia es que, al ser tan repentina, suele generar mucha ansiedad, especialmente si se presenta en lugares que no son habituales para el paciente, en los que no puede reconocer el lugar en el que se encuentra ni decidir a dónde acudir.

Otras patologías

Traumatismos craneoencefálicos

Los traumatismos craneoencefálicos son la causa más frecuente del desarrollo de amnesias permanentes. Se debe a que pueden provocar lesiones, tanto focales como difusas, que generalmente causan déficits de memoria. En la mayoría de los casos, estas no se presentan de manera aislada, exceptuando los casos leves en los que la memoria suele recuperarse.

Muchos traumatismos craneoencefálicos, además de provocar trastornos en la memoria, tienen como secuelas otras alteraciones, especialmente de tipo cognitivo y conductual. Muchas habilidades y capacidades se encuentran controladas por el lóbulo frontal que, a menudo, recibe mayor número de contusiones y lesiones por su ubicación. En este sentido, las lesiones más frecuentes, ya sean de tipo isquémico o hemorrágico, que pueden producir amnesia son:

  • Lesiones y hemorragias en la arteria cerebral posterior, la cual irriga el hipocampo.
  • Lesiones y hemorragias en las arterias perforantes, las cuales irrigan el tálamo.
  • Lesiones y hemorragias en la arteria paramedial, que irrigan el tálamo.

Aneurismas

Los aneurismas hacen referencia a una zona de la pared de un vaso sanguíneo que es más débil que la restante pared, lo que provoca que esta se sobresalga o se abombe. Cuando se produce en el cerebro, recibe el nombre de aneurisma intracraneal o cerebral. Pueden estar presentes desde el nacimiento o desarrollarse de manera posterior. Dentro de los factores de riesgo para el desarrollo de aneurismas, se destacan:

  • Antecedentes familiares de presencia de aneurismas cerebrales.
  • Diferentes problemas y enfermedades como:
    • Poliquitosis renal: enfermedad por la que se crean
      quistes (bolsas o sacos de agua) en los riñones.
    • Coartación de la aorta: defecto cardíaco congénito
      consistente en un ensanchamiento de la aorta.
    • Endocarditis: inflamación en el revestimiento
      interno de las paredes internas del corazón.
  • Malos hábitos de vida como el consumo de tabaco, alcohol o drogas, especialmente en casos de hipertensión.

Tumores cerebrales

Los tumores cerebrales, especialmente aquellos que se encuentran localizados en torno al lóbulo temporal o que comprimen el sistema límbico, pueden provocar amnesia. Esta, junto con las alteraciones conductuales, son de los primeros signos que hacen sospechar a los médicos de un tumor cerebral.

En relación con tumores que se encuentran en la hipófisis, pueden provocar lesiones en estructuras próximas como los cuerpos mamilares o el fórnix, así como en sus vías de conexión. Esto también puede provocar el desarrollo de síndromes amnésicos. Además, en el supuesto que la extirpación del tumor suponga una sección del fórnix, la secuela más probable es una alteración en la memoria que puede ser permanente.

Epilepsias

A menudo las epilepsias pueden provocar déficits de memoria, especialmente aquellas cuyo foco epileptógeno se sitúa en el lóbulo temporal. Sin embargo, estos déficits en la memoria no se producen de forma aislada, sino que a menudo aparecen acompañados de otras dificultades cognitivas. Por ejemplo: alteraciones en las denominaciones o disminución de la velocidad de procesamiento de la información.

En aquellas epilepsias que se producen en el lóbulo temporal, a menudo se observa esclerosis o atrofia del hipocampo. Esto conlleva una pérdida neuronal que se acompaña con una disminución del volumen del hipocampo. Sin embargo, no existe acuerdo si las crisis repentinas de epilepsia se producen por dicha disminución del volumen o lesión en el hipocampo que puede estar presente desde el nacimiento o si es la propia epilepsia la que provoca dichas lesiones o esclorosis.

Amnesia psicógena

La amnesia psicógena o fuga disociativa (anteriormente fuga psicógena) es aquellos trastornos de la memoria caracterizados por la pérdida abrupta de la memoria autobiográfica. Puede afectar a la propia identidad, provocando la tendencia a la deambulación. Suele presentar las siguientes características:

  • El olvido se centra en acontecimientos personales.
  • No existe dificultad para los nuevos aprendizajes ni para realizar de manera correcta todas aquellas actividades relacionadas con la vida diaria (actividades cotidianas).
  • La pérdida de memoria suele estar limitada a un periodo de tiempo.
  • La amnesia suele experimentarse a partir de la vivencia de un acontecimiento estresante o traumático.
  • Los recuerdos que se encuentran ausentes se relacionan con el propio evento traumático vivido por la persona.
  • No existe evidencia de lesión cerebral que justifique la presencia de los síntomas.
  • No existe lesión que pueda justificar la pérdida de información, no es consecuencia de la edad, ni puede ser explicado como un fenómeno normal.
  • Es reversible.
  • Tiene una duración limitada a unas pocas horas o días, alargándose más de este período en muy pocos casos.
  • No existe causa neurológica que explique el trastorno, exclusivamente psicológica.
  • Se desarrolla de forma abrupta.

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