Warning: strpos() expects parameter 1 to be string, array given in /home/site/wwwroot/wp-content/themes/twentynineteen-child/functions.php on line 163
Ortopedia y ortodoncia, ambas especialidades de la odontología, tienden a veces a ser confundidas. Sin embargo, son muy distintas, ya que cada una está indicada para corregir diferentes patologías y se utilizan en diferentes etapas del crecimiento humano. La ortopedia, en particular, se enfoca en el desarrollo dentofacial de la población infantil y adolescente. En este artículo veremos las diferencias prácticas y teóricas entre las dos disciplinas.
¿Cuál es la diferencia entre ortopedia y ortodoncia?
La ortopedia suele tratarse de aparatos removibles que, mediante fuerzas biológicas, actúan en dientes, lengua, labios, músculos, entre otros, y se encargan de corregir la función respiratoria, masticatoria, de deglución, otros. De esta manera, corrigiendo la función, hará que se tenga un crecimiento adecuado de la boca con un crecimiento óseo optimo (ni en exceso ni en defecto). Así, posteriormente no habrá problemas de espacio a la hora de salir los dientes, y el maxilar y la mandíbula guardarán una buena relación, evitando hábitos que conduzcan a mal posiciones dentarias.
La ortodoncia en cambio, sólo se encarga de realizar mediante aparatos fijos o removibles de alinear y colocar los dientes en una posición correcta mediante fuerzas mecánicas que hacen que se desplacen los dientes para tener una mejor función y estética. Lo ideal sería combinar ambos tratamientos y aprovechar la etapa de crecimiento del paciente para tratarlo con ortopedia y para que, de esta forma, tenga un buen equilibrio entre maxilares y eliminar malos hábitos. Después, cuando su etapa de crecimiento haya finalizado, usar la ortodoncia para corregir la alineación de sus dientes.
La ortodoncia ha sido tradicionalmente una especialidad en la que contaba mucho la opinión de los especialistas más destacados. Sin embargo, la maduración de todo grupo profesional lleva a basar sus decisiones más en las evidencias que en las opiniones. Pero, aunque se disponga de datos excelentes procedentes de ensayos clínicos, es difícil predecir cómo responderá un determinado individuo a un plan de tratamiento. Cabe esperar cierta variabilidad.
¿Qué tratamiento utilizar?
En ortodoncia existen dos factores interrelacionados que contribuyen notablemente a esa variabilidad: el patrón de crecimiento y los efectos del tratamiento sobre la expresión de dicho crecimiento. Por otro lado, las extracciones en el tratamiento de la maloclusión han generado mucha controversia. Existen dos razones por las que se realizan extracciones en un tratamiento:
- Conseguir espacio para alinear los restantes dientes cuando existe apiñamiento severo.
- Permitir el movimiento de los dientes (normalmente la retracción de los incisivos) para reducir la protrusión o camuflar problemas esqueléticos de Clase II o III.
La alternativa a las extracciones al tratar el apiñamiento dental consiste en expandir las arcadas, pero se debe tener cuidado con la recidiva y con los limites basales. Resumiendo, en un plan de tratamiento se deben valorar condiciones estéticas, oclusales y estabilidad. Los principales problemas a la hora de plantear el tratamiento son hasta qué punto se puede modificar el crecimiento y si resulta ventajoso el tratamiento temprano. Se van a valorar diferentes problemas en la maloclusión, aplicando un tratamiento ortopédico para saber dónde están sus límites de tratamiento.
Límites biológicos de tratamiento
Uno de los conceptos más importantes cuando un ortodoncista empieza un tratamiento reside en conocer el rango de movimiento dental que puede ser conseguido dentro de los límites biológicos del sistema. Por lo tanto, el rango de movimiento dental requerido para un paciente está determinado por la naturaleza y severidad del problema ortodóncico. Esto determina la cantidad y dirección de movimiento dental necesario y el modo de intervención ortodóncica que podría ser necesario para conseguirlo. Para cada maloclusión característica, existen cuatro grados de corrección.
Aunque las cifras sirvan únicamente como guía de referencia, si se matizan, se distinguen varias posibilidades terapéuticas. El desplazamiento sagital será mayor que el potencial de desplazamiento vertical o transversal. Hay unas limitaciones en cada sentido del espacio en función del marco biológico y de la reacción individual que marcan el techo máximo de lo que en clínica se puede llegar a alcanzar.
Compresión maxilar
La deficiencia del maxilar superior en el plano transversal puede aparecer en niños con las restantes proporciones maxilares normales, aunque suele asociarse con un desarrollo vertical excesivo en un paciente con una maloclusión esquelética de Clase II o formar parte de una deficiencia tridimensional del maxilar superior en uno de Clase III.
Cuando se realiza expansión del maxilar, se induce formación de nuevo hueso en el paladar separando la sutura palatina media y aplicando convenientemente una fuerza intensa a través del arco dental superior. Sin embargo, es muy importante tener en cuenta la edad del paciente. El crecimiento en anchura de los maxilares se completa antes que el crecimiento anteroposterior y vertical, suele concluir aproximadamente al mismo tiempo que el pico de crecimiento puberal. Es decir, hacia los 6 años de edad se ha completado el 95% de las dimensiones transversales del cráneo, llegando a finalizar totalmente alrededor de los 14 y 17 años, en el caso de las mujeres y los hombres respectivamente.
Mientras que, si se analiza el crecimiento transversal del maxilar, existe una fase de crecimiento rápido entre los 8 y 12 años que corresponde con el rápido desarrollo de los procesos dentoalveolares debido a la erupción de los segundos molares permanentes. Le sigue una fase de estabilización del crecimiento, siendo alcanzadas las dimensiones transversales finales alrededor de los 15 años y 16 años, en el caso de las mujeres y los hombres respectivamente. Por lo tanto, el momento más adecuado para realizar modificaciones en el crecimiento se encuentra alrededor del desarrollo de la dentición mixta temprana, es decir, cuando los incisivos permanentes y los primeros molares ya han hecho erupción.
Complemento entre ortopedia y ortodoncia
La ortodoncia y la ortopedia son dos ciencias muy cercanas que muchas veces se complementan. Para lograr el éxito en los tratamientos, es fundamental conocer el desarrollo del complejo maxilo-mandibular y aplicar esos conocimientos en el día a día.
Es fundamental conocer los límites de la ortodoncia, así como los de los aparatos ortopédicos. En ocasiones, con un simple tratamiento ortodóncico se conseguirá corregir las maloclusiones presentes en el paciente. En cambio, en otros pacientes será necesario una primera fase de tratamiento ortopédico para la corrección de discrepancias óseas y una segunda fase de ortodoncia. Cuando se trata de casos más severos de malposiciones esqueléticas, incluso con tratamiento ortopédico-ortodóncico, no es posible la corrección total y se hace necesario un abordaje en conjunto con cirugía ortognática.
Actualización en ortopedia y ortodoncia
Las diferencias entre ortopedia y ortodoncia son cada vez mayores, debido a los avances cada vez más acelerados de cada especialidad. Si como profesional de la odontología te interesa profundizar en el desarrollo facial y su relación con los dientes, tratar las maloclusiones y acompañar integralmente a tus pacientes infantes y jóvenes, en TECH Universidad Tecnológica hemos preparado el Máster en Ortopedia Dentofacial. Este programa te brindará las claves para ser un destacado profesional con conocimientos actualizados y completos de la materia.
Si, por otra parte, te interesa la endodoncia, te ofrecemos el Máster en Endodoncia y Microcirugía Apical, con el que lograrás llevar tu perfil profesional al siguiente nivel. Contamos también con el Máster en Medicina Oral, que te especializará en el diagnóstico y tratamiento de las patologías de la cavidad oral y sus tejidos anexos. Nuestros programas cuentan con la tecnología más avanzada en enseñanza online y la comodidad de balancear tu vida laboral y personal.