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El transporte sanitario pediátrico permite acercar los recursos humanos y materiales para la atención a los lugares que carecen de ellos y aproxima el niño enfermo al lugar donde se encuentran esos recursos para su atención, sobre todo, cuando se requieren cuidados intensivos y/o cirugía de emergencia. Por ello, el TS es una pieza clave en la supervivencia del niño grave y en la continuidad de su atención.

Modelos de transporte sanitario pediátrico

Existen dos modelos diferentes de organizar el transporte sanitario pediátrico: el europeo, en el que el personal asistencial está compuesto por un médico, un diplomado en enfermería y un técnico conductor, y el americano, que emplea a técnicos de transporte y paramédicos. Los vehículos utilizados son ambulancias de soporte vital avanzado y helicópteros medicalizados.

El TS debe ofrecer al paciente grave un estándar de cuidado similar al que se le ofrece en la unidad de cuidados intensivos. Para lograr estos estándares es necesario un equipo entrenado en el transporte pediátrico y con capacidad de proveer cuidados críticos. La decisión de transportar a un paciente dentro del mismo hospital o a otra institución se basa en la evaluación de los beneficios que reportarán al paciente, los cuidados a los que se le acerca contrapuestos a los potenciales riesgos, ya que existe un incremento de la morbilidad y la mortalidad durante el transporte.

Transporte sanitario primario o extrahospitalario

Consiste en la atención que se produce en el lugar del accidente o donde se presenta la enfermedad de forma súbita y su traslado al centro asistencial elegido. El equipo de transporte realizará:

Exploración rápida y atención inicial según el ABC

  • A (Airway): valorar si presenta vía aérea permeable que puede estar obstruida por sangre, vómitos, dientes o cuerpos extraños. Si no hay una vía aérea permeable segura debe intubarse por vía orotraqueal.
  • B (Breathing): ventilación adecuada (si respira, presencia de cianosis, dificultad respiratoria o agitación), administración de oxígeno y, si es preciso, se intubará, auscultando la entrada de aire en ambos campos pulmonares y fijando de forma segura el tubo endotraqueal.
  • C (Circulation): estado circulatorio, valorando el latido cardiaco, frecuencia cardiaca y pulsos centrales y periféricos. Se canalizará vía venosa periférica (dos en caso de shock), si no se consigue, vía intraósea en tibia o fémur para la administración de fluidos y drogas con objeto de mantener una circulación eficaz.
  • Examen neurológico (estado de conciencia y pupilas).
  • Según el estado del paciente, se valorará una exploración general más completa.

Traslado

El paciente debe ir en una posición cómoda y adecuada a su situación: tumbado si está en shock y semisentado si presenta insuficiencia respiratoria. Si se requiere intubación se colocará una sonda nasogástrica. Debe trasladarse al centro más cercano con medios suficientes para atender su afección. En todo momento el hospital receptor tiene que estar informado y preparado para recibir al paciente. Durante el traslado se administrará oxígeno y se vigilarán las constantes vitales y la temperatura (sobre todo, en niños pequeños).

Al llegar al centro receptor, el médico responsable debe informar de la afección del paciente o los síntomas, signos vitales iniciales y, durante el traslado, tiempo transcurrido en el traslado, medidas terapéuticas instauradas y la respuesta del niño a ellas.

Transporte secundario o interhospitalario

Los traslados de niños críticos entre dos hospitales, responden fundamentalmente a dos causas: La incapacidad de tratar al paciente en un centro que no dispone de los medios materiales y/o el personal adecuados, y la realización de pruebas complejas, pudiendo retornar de nuevo al hospital de origen al finalizarlas. Para realizar un traslado seguro, debe existir una buena organización, un vehículo adecuado, material suficiente y personal entrenado en su realización.

Organización

Se requiere de una persona que coordine el traslado, una comunicación rápida, continua y detallada entre el médico emisor, médico receptor y equipo de traslado.

Personal

El personal involucrado en el traslado requiere ser experto en las técnicas de reanimación pediátrica y transporte. El personal capacitado y conocedor de los riesgos durante el transporte puede anticiparse a las complicaciones y resolverlas cuando se presenten. Composición del personal:

  • Médico emisor.
  • Coordinador.
  • Equipo de transporte.
  • Médico receptor.

Paciente

Las causas más frecuentes que motivan los traslados de los niños graves son:

  • Insuficiencia respiratoria aguda.
  • Politraumatizado y TCE grave.
  • Paciente que precise monitorización, vigilancia y tratamiento intensivo que no pueda recibir en el lugar donde se encuentra.
  • Cirugía especializada urgente.

Índices de gravedad

Se pueden utilizar diferentes escalas para valorar la gravedad de los pacientes y el riesgo de mayor deterioro del paciente durante el traslado. Si bien estas escalas se han utilizado para indicar el tipo de transporte, el recurso material y humano necesario, sería de mayor utilidad conocer los eventos que pueden ocurrir durante el transporte y asegurar los recursos materiales y humanos para enfrentarlos.

Preparación para el transporte

Pueden producirse problemas inesperados durante el traslado, la mayoría se deben a una mala preparación. Se debe pensar que el ambiente durante el traslado es ruidoso, deficientemente iluminado y el acceso al paciente es difícil.

Los pacientes generalmente están inestables por lo que no deben trasladarse hasta que se logre su estabilidad. El tiempo empleado en lograr estabilizarlo y en asegurarse que va a mantenerse estable durante el traslado no es tiempo perdido. La estabilización media de los neonatos suele estar entre 75 y 80 minutos y en el niño, 45 minutos.

Transporte terciario o intrahospitalario

El transporte sanitario pediátrico intrahospitalario puede ser desde urgencias a la UCIP o quirófano, o desde la UCIP al servicio de Rx o quirófano. La preparación del transporte sigue los mismos principios que el interhospitalario. Aunque los trayectos sean más cortos, el paciente debe ir monitorizado (FC, TA, FR, pulsioximetria y, si está intubado, también capnografía portátil) y se debe llevar todo preparado por si surge alguna complicación.

El servicio de Rx es un lugar donde el paciente grave se puede inestabilizar, por lo que antes del traslado se deben valorar los riesgos frente a los potenciales beneficios: si la prueba no va a modificar el tratamiento se evitará el traslado. Lo ideal es practicar los procedimientos a la cabecera del paciente.

Si el paciente precisa la realización de una resonancia magnética, hay que tener en cuenta que el tubo endotraqueal no puede ser anillado, por lo que debe sustituirse por otro antes de su traslado. Tampoco puede tener otros materiales metálicos como capnógrafo y bombas. En caso de ser imprescindibles las bombas por requerir infusión de drogas inotrópicas o sedantes, deben colocarse alargaderas suficientes, antes de su traslado, para garantizar su infusión si la bomba se sitúa fuera de la habitación de la resonancia.

Cuando está decidido el traslado, se planificará por el lugar más seguro, rápido y con espacio suficiente para no tener problemas con la camilla y el equipamiento.

Urgencias pediátricas

El transporte sanitario pediátrico de pacientes críticos conlleva un riesgo potencial de complicaciones, relacionado directamente con la gravedad del paciente antes del transporte. Su manejo, en caso de producirse, es especialmente complejo durante el traslado. Para los médicos que quieren especializarse en los cuidados pediátricos en urgencias, desde TECH Universidad Tecnológica tenemos preparado el Máster en Urgencias Pediátricas, un programa con el que aprenderás a dominar la difícil gestión de las urgencias infantiles con las novedades científicas y técnicas de los últimos años.

Si te interesa la especialidad de pediatría, contamos con el Máster en Actualización Profesional para Atención al Paciente Infantil en Primaria, enfocado en el acompañamiento y la supervisión del crecimiento y desarrollo del paciente pediátrico. En el área de urgencias contamos con el Máster en Cuidados Críticos Cardiovasculares en el Servicio de Urgencias, un programa sumamente especializado en el manejo de estas cardiopatías.

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