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La construcción y la financiación de buques en construcción son procesos largos y complejos que requieren de la disponibilidad de (muy) importantes cantidades de capital en el momento apropiado de las diversas fases constructivas. En el centro de dicho proceso se sitúan el astillero constructor y el armador contratante del buque, participando asimismo multitud de subcontratistas y suministradores de todo tipo de materiales y equipos, conformando, entre ellos, un complicado entramado de relaciones económicas, comerciales y jurídicas. En este artículo se expondrán los principales medios de financiación a disposición de astillero y armador para la construcción de un buque, centrándose en la importancia que tiene en la actualidad la financiación bancaria (especialmente en España).

Se analizarán los principales objetivos e intereses de ambas partes, que se caracterizan por ser simultáneamente “contrapuestos” y “yuxtapuestos”, en tanto existe un proyecto común de construcción, pero en el que cada parte persigue y busca asegurarse sus propios intereses. También, se refiere al papel de las llamadas “agencias de crédito a la exportación” (“Export Credit Agencies” –ECAs-), como figura (habitualmente) estatal o semiestatal interesada en la promoción de las exportaciones y la industrial nacional en general. Por último, se refiere someramente a determinados mecanismos alternativos de financiación utilizados (principalmente) en otros países.

Proceso de financiación para la construcción de un buque (perspectiva española)

Cuando se habla de financiación de la construcción de un buque, se refiriere a la obtención del capital necesario para el pago de los servicios, trabajos, equipos y materiales necesarios para el desarrollo y terminación de la obra constructiva, es decir, del buque.

La construcción de un buque mercante por un astillero se puede encuadrar dentro de un modelo de producción en unidades específicas que, dejando de lado el caso muy particular de las pequeñas embarcaciones fabricadas en serie u otros supuestos específicos, responde a criterios de baja estandarización, y en el que cada nuevo buque demandado por un armador es una construcción nueva con características particulares (“taylor made”); en términos generales, el proceso de construcción de un buque se desarrolla habitualmente a través de las siguientes fases:

  1. Análisis y búsqueda en el mercado para conseguir un encargo o contratación.
  2. Diseño del buque de acuerdo con los requerimientos del armador, las sociedades de clasificación y las autoridades de bandera.
  3. Negociación del SBC y obtención/estructuración de la financiación necesaria.
  4. Desarrollo de la construcción
  5. Entrega y “servicio post-entrega”

Cada una de las fases exige el desarrollo de una serie de actividades, entre las que destaca sobre todo el diseño técnico y el aprovisionamiento de materiales y equipos que, combinado con la necesidad de mano de obra intensiva, explica la necesidad de contar con importantes sumas de capital para lograr el buen fin del proyecto constructivo. Durante la primera fase, los astilleros suelen financiar las actividades (básicamente comerciales y de mantenimiento de las instalaciones) con recursos propios o mediante préstamos bancarios.

Métodos de financiación

La financiación de la construcción de un buque es, por tanto, uno de los aspectos más importantes y problemáticos para la industria naval. Esto de modo que es esencial un adecuado análisis de la tesorería, la solvencia, las formas, medios y plazos de pago bajo el SBC. Además, los diversos contratos de suministro de bienes y equipos, así como de servicios. Existen fundamentalmente dos maneras de financiar la construcción de un buque:

  • Mediante el pago por el armador al astillero durante construcción (“buyer´s credit”).
  • Mediante el pago aplazado por el armador al astillero (habitualmente) a la entrega del buque (“seller´s credit”).

La elección de una u otra alternativa depende de diversos factores, sobre todo de la situación económico-financiera de cada una de las partes, del propio mercado marítimo en general y del sector de la construcción naval en particular, elementos que asimismo determinan en gran medida el “poder negociador” de los interesados.

El llamado buyer´s credit es el mecanismo más utilizado en España (casi de modo exclusivo). Suele conllevar el pago por el armador al astillero, mediante fondos propios, del primer 20/25% del precio del SBC, financiando el 75/80% restante mediante un préstamo/ crédito bancario, cuyas disposiciones se utilizan para pagar al astillero. Se sujetan al previo cumplimiento de un hito determinado, por ejemplo: corte del acero, puesta de quilla o botadura, certificado por la sociedad de clasificación.

Bajo este esquema, el armador suele requerir (casi siempre) del otorgamiento de garantías de reembolso de los pagos anticipados y, a su vez, el (los) banco(s) financiador(es) exige(n) su cesión/pignoración a su favor en garantía de la suma prestada más los correspondientes intereses, algo que tiene su propia complejidad y problemática.

Financiación de buques en construcción: perspectivas e intereses fundamentales de las partes de un SBC

Es conviene tener muy presente que la evolución económica de la industria naval, y la mayor o menor disponibilidad de las distintas alternativas y fuentes de financiación. De ello depende en gran medida de los “ciclos” del mercado marítimo, los cuales juegan un papel fundamental; tanto en la toma de decisión por parte del armador de adquirir una nueva construcción como en la fuerza negociadora de las partes del SBC. Además de también de los suministradores. En términos conceptuales, es posible afirmar que cuanto “mejor” es la situación económica general y del comercio internacional en particular, mayor es la demanda de construcción de buques.

Perspectivas e intereses fundamentales del astillero

El objetivo fundamental de un astillero, como empresa de construcción naval, no es otro que la construcción de buques con las características y condiciones técnicas. Mismas que son pactadas con su cliente, en el tiempo/plazo acordado y con el menor coste posible. Esto a fin de obtener un margen o beneficio económico. Tal objetivo se enfrenta con numerosas dificultades; esto puesto que el proceso constructivo puede sufrir importantes variaciones, tanto en tiempo como en coste, que en su caso debe también financiarse.

En la práctica, teniendo en cuenta la enorme competencia en el seno de la industria de la construcción naval, es habitual que los astilleros se sitúen en una posición comúnmente considerada como “búsqueda de la supervivencia operativa” que les permita seguir “girando la rueda” y, así, asegurar su viabilidad a medio y largo plazo. Un astillero necesita construir buques que les permitan seguir financiando el desarrollo de su actividad. De ahí que sus departamentos comerciales estén en constante movimiento a la búsqueda de nuevos contratos. En todo caso, para conseguir dichos objetivos, los astilleros deben disponer de:

  • Capacidad de financiación para mantener un flujo de caja positivo durante todo el proceso de construcción del buque, motivo por el cual les interesa que la mayor parte de los pagos del armador se concentren al inicio de la construcción y por eso las actuaciones durante la fase de negociación de la financiación se dirigen hacia ese objetivo.
  • Solvencia para obtener avales y garantías
  • Capacidad de negociación con los suministradores que les permitan alcanzar acuerdo de pago favorable, en precio y sobre todo en plazo.
  • Capacidad técnico-productiva suficiente

Legalidad en el campo marítimo

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