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El estudio de los pares craneales es extenso y complejo por tres motivos. Primero, por la trascendencia clínica del sistema, esencial en la práctica médica habitual. En segundo lugar, por la complejidad estructural. Finalmente, por la gran cantidad de funciones que afectan la práctica multidisciplinar al involucrar también a otros especialistas (ORL, oftalmología, cirugía maxilofacial, cardiología). En este artículo daremos un repaso breve a los doce pares craneales.

Sistema olfatorio (I par)

Este sistema se compone de la mucosa olfatoria nasal, filetes olfatorios, el bulbo y la cintilla olfatorios y finalmente, una región cortical (paleocortex) que se extiende desde el uncus del lóbulo temporal hasta la cara medial del lóbulo frontal, bajo la rodilla del cuerpo calloso.

Principios básicos de neurooftalmología (pares II, III, IV y VI)

Los pares craneales II, III, IV y VI se encuentran involucrados en el sistema óptico, tanto para la percepción visual como para el control de los movimientos oculares. Se trata de un sistema altamente complejo que además está controlado por extensas áreas de la superficie cortical.

Nervio trigémino (V par)

El nervio trigémino es mixto, de predominio sensitivo para toda la cara y con un componente motor menor (musculatura de la masticación). El ganglio del trigémino o de Gasser equivale a un ganglio espinal cuya prolongación periférica conecta con receptores táctiles de discriminación, presión, dolor y temperatura, cuya prolongación central enlaza con el núcleo sensitivo principal del trigémino y el núcleo espinal.

El ganglio trigeminal se encuentra en la base del cráneo sobre la parte petrosa del hueso temporal. Da 3 ramas periféricas que constituyen los nervios oftálmicos (V1, que abandona la cavidad craneal por la hendidura orbitaria), maxilar (V2, a través del agujero redondo mayor) y mandibular (V3, a través del agujero oval).

Nervio facial y nervio intermediario de Wrisberg (VII par)

De los pares craneales, el VII tiene dos componentes, siendo el mayor de ellos puramente motor e inerva la musculatura de la cara (mímica). Le acompaña además un nervio compuesto por fibras aferentes somáticas y viscerales y por fibras eferentes viscerales parasimpáticas, que recibe el nombre de nervio intermediario de Wrisberg.

Este núcleo motor del facial participa en varios arcos reflejos (corneal, del estornudo, ya mencionados) y, además, el reflejo ante la luz excesiva con cierre palpebral, para el cual hay impulsos ópticos que descienden del tronco cerebral hasta el núcleo del facial. Existe una actividad refleja del músculo estapedio que regula la tensión timpánica para adaptarla a la intensidad de los sonidos y proteger la vía auditiva del ototrauma sónico.

El nervio intermediario contiene fibras aferentes y eferentes con los somas neuronales localizados en los ganglios geniculados. Parte de estas fibras conectan con los corpúsculos gustativos de los dos tercios anteriores de la lengua y acompañan inicialmente a la rama lingual del trigémino, de la cual se desprenden a través de la cuerda del tímpano, donde llegan al ganglio geniculado. Prosiguen con el nervio intermediario hasta el núcleo del fascículo solitario, donde también llegan las fibras gustativas del glosofaríngeo que inervan el tercio posterior de la lengua y las fibras del vago procedentes de la epiglotis.

Sistema auditivo y del equilibrio (VIII par)

Las ondas sonoras llegan hasta el órgano de Corti por el oído, donde las vibraciones del aire son captadas por el tímpano, que transmite en forma de vibración mecánica a través de la cadena de huesecillos del oído medio hasta el líquido contenido en la cóclea o perilinfa. Aquí se transforman en ondas de presión y a través de la ventana oval, estas ondas se transmiten de manera ascendente por la rampa vestibular hacia su extremo, donde comunican con la rampa timpánica.

Nervio glosofaríngeo y sistema vagal (IX par)

En el estudio del IX de los pares craneales es necesario considerar que sus fibras se entremezclan con otros pares craneales, formando un conjunto difícilmente diferenciado. Los nervios involucrados son el glosofaríngeo, el intermediario, el vago y la parte craneal del espinal, con muchas características comunes que permite su designación como sistema vagal a su conjunto.  Son todos nervios mixtos con núcleos comunes (núcleo ambiguo y núcleo del fascículo solitario).

Nervio vago o neumogástrico (X par)

Al igual que el glosofaríngeo el vago tiene dos ganglios, el superior o yugular y el inferior o nudoso, localizados el territorio del agujero rasgado posterior. A partir del ganglio nudoso, sigue el curso de la carótida interna y luego de la carótida común, hasta entrar en el mediastino. Allí continúa su descenso por delante de los grandes vasos (arteria subclavia y arco aórtico) y detrás de los bronquios para continuar ambas su trayecto junto al esófago: la rama derecha por detrás y la izquierda por delante, desarrollando ese nivel el plexo esofágico.

Nervio espinal (XI par)

El nervio espinal tiene dos tipos de raíces: las craneales y las espinales. Las raíces craneales tienen sus células en el núcleo ambiguo junto a las del vago cumpliendo funciones similares. A diferencia de la parte espinal, la parte craneal abandona el tronco del espinal justamente por el agujero rasgado posterior y se reúne enseguida con el vago, perteneciendo por tanto al sistema vagal.

El núcleo ambiguo proporciona eferencias motoras a los nervios IX, X y XI y recibe impulsos supranucleares de ambos hemisferios cerebrales a través del haz corticonuclear, de tal modo que la interrupción unilateral de este haz no tiene consecuencias importantes.

Nervio accesorio (Raíces espinales del XI par)

Se origina en una columna de células en la parte ventral-lateral de las astas anteriores desde C2 a C5-C6. Las fibras radiculares salen al espacio subaracnoideo en posición intermedia entre la raíz anterior y la posterior, en posición dorsal respecto al ligamento dentado. Ascienden por el espacio subaracnoideo y se reúnen en un solo tronco que sale de la cavidad craneal a través del agujero occipital, donde se unen con las raíces craneales del mismo nervio al pasar por el agujero rasgado posterior. Las fibras espinales se separan de las craneales dando una rama externa que inerva los músculos de la nuca (esternocleidomastoideo y trapecio) contribuyendo además fibras de las raíces espinales anteriores C2 a C4 que inervan el músculo trapecio.

Nervio hipogloso (XII par)

Su núcleo está en el tercio inferior del bulbo y está formada por varios grupos de células que envían inervación a los músculos de la lengua. Son del todo equivalentes a las motoneuronas del asta anterior medular. El núcleo del hipogloso recibe aferencias de la formación reticular, del núcleo del fascículo solitario (gusto), del mesencéfalo y de los núcleos trigeminales aportando arcos reflejos para la deglución, masticación, succión y el acto de lamer.

Avances en la neurología

La comprensión de los doce pares craneales es clave en el diagnóstico de problemas nerviosos de diversa índole, desde desórdenes oculares, pasando por paresias, hasta trastornos en el sistema del equilibrio. Las últimas novedades en el diagnóstico neurológico han sido cruciales en el avance de la disciplina, de modo que todo médico ha de considerar una actualización en sus conocimientos para estar al día con los avances científicos y la introducción de nuevas tecnologías sofisticadas que posee la neurología hoy. Para lograrlo, desde TECH Universidad Tecnológica hemos planeado el Máster en Actualización en Neurología, un programa profesional de altísimo nivel para que logres procesar el inmenso flujo de información y estar a la vanguardia en esta especialidad.

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