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La fisioterapia en España fue creada para dar respuesta a una necesidad social, centrada en la reinserción productiva de personas que sufren alteraciones funcionales (por las secuelas de la epidemia de poliomielitis que sufría Europa, heridos de la guerra civil, accidentes laborales y de tráfico…), pero también, y esto resulta más importante para el ámbito, para dar respuesta a las demandas cada vez más importantes de un colectivo cada vez más numeroso, los pensionistas, personas ya no activas en la sociedad productiva, pero que cada vez va a vivir más y reclama hacerlo en mejores condiciones.

Antes de 1957

Para la fisioterapia en España, el antecedente más claro es la figura del Practicante, dado que recogía entre sus competencias muchas de las que actualmente se podrían considerar como propias del fisioterapeuta. El practicante hereda técnicas y procedimientos de profesiones anteriores como el barbero, el cirujano menor, el sangrador y el ministrante, profesiones que desaparecen legalmente en 1857 con la aparición de los títulos de matrona y de practicante que absorben todas sus funciones.

La creación legal de la profesión de practicante viene motivada por la necesidad de regular la situación de las titulaciones de medicina y las denominadas profesiones auxiliares de la medicina. Un informe de la época describe 35 profesiones diferentes y cinco tipos de facultativos dentro del ámbito sanitario.

Por esta razón, en 1857, se promulga la Ley de Instrucción Pública que regulará los estudios tendentes a la obtención de los títulos profesionales de médico, médico-cirujano habilitado, practicante y matrona. En realidad, las funciones que recogía esta ley venían a heredar, como se ha dicho, las de sus antecesoras vigentes legalmente en ese momento, las de ministrante, topiquero, sangrador y cirujano menor. La ley también recoge las disposiciones que describen los estudios y experiencia necesarios para poder obtener esta nueva titulación para los profesionales que ejercieran las profesiones en ese momento eliminadas.

En 1860 se describen legalmente cuáles deben ser los contenidos que deben cursarse para la obtención del título de practicante y las condiciones para ser cursado:

  1. Nociones de la anatomía exterior del cuerpo humano, y con especialidad de las extremidades y de las mandíbulas.
  2. Arte de los vendajes y apósitos más sencillos y comunes en las operaciones menores y medios de contener los flujos de sangre y precaver los accidentes que en éstas pueden ocurrir.
  3. Arte de hacer las curas por la aplicación al cuerpo humano de varias sustancias blandas, líquidas y gaseosas.
  4. Modo de aplicar al cutis tópicos irritantes, exutorios y cauterios.
  5. Vacunación, perforación de las orejas, escarificaciones, ventosas y manera de sajarlas.
  6. Sangrías generales y locales.
  7. Arte del dentista y del callista.

1957: profesionalización de la fisioterapia en España

Será en 1957 cuando se aprueba formalmente mediante la publicación del decreto que crea, dentro de los estudios de ATS, la especialización de Ayudante en Fisioterapia. Este nombre generó una gran polémica al no adecuarse al colectivo ni ir en sintonía con la realidad de los profesionales en el resto de Europa.

Para la obtención del título de ayudante en Fisioterapia debía estarse en posesión del ATS, tener menos de 36 años, “no padecer ningún defecto físico que dificulte el ejercicio de la profesión” (esto determina la concepción ejecutiva con que se crea la titulación) y cursar dos cursos académicos. Entre los contenidos de estos dos cursos están la anatomía, fisiología, rehabilitación de diferentes afecciones médicas y quirúrgicas (sobre todo las relacionadas con traumatología, ortopedia y neurología), masaje, electroterapia, hidroterapia y gimnasia. La posesión del título habilitaba para realizar, siempre bajo dirección médica, servicios auxiliares de fisioterapia y rehabilitación.

Por tanto, esta fecha se debe considerar como la de creación de la profesión en España y considerar que fue creada como un perfil meramente técnico y de “aplicador de técnicas” indicadas por el médico (especialmente el médico rehabilitador).

1960 – 1990

No será hasta el año 1969 que no se crea la primera asociación profesional en España. Será la Asociación Española de Fisioterapeutas (la AEF) que se ocupará de la defensa y el desarrollo de la fisioterapia. Entre sus logros están la integración de los fisioterapeutas españoles en la Confederación Europea para la terapia física, en 1971, y en la WCPT (donde desde entonces es el representante de España) en 1974, iniciando la posibilidad de participación de la fisioterapia española a nivel internacional.

En el año 1970 se produce el cambio de denominación de la profesión, desapareciendo la de Ayudante de Fisioterapia y siendo sustituida por la de fisioterapeuta. En los años 80 se produce un cambio trascendental para la Fisioterapia porque se aprueba la creación, el título universitario de Diplomado en Fisioterapia publicándose definitivamente en el BOE, en 1982. Este hecho consolida la entrada de la Fisioterapia en la universidad de manera independiente. La primera en ofrecer los estudios será la Universidad de Valencia, en el curso 1983-1984, y, por tanto, en 1986 aparecen los primeros titulados en España.

En 1989, y tras acuerdo del Consejo de Universidades de 24 de abril, se determinó que el área de conocimiento de Fisioterapia fuese un área específica de escuelas universitarias de Fisioterapia. Esta nueva disposición permitió incorporar a los diplomados en Fisioterapia a la docencia universitaria, y, por ende, a la investigación en el ámbito referente a su campo competencial.

1990 – Actualidad

A partir del año 1990 se inicia el proceso de creación de los Colegios Profesionales de Fisioterapia y en 1998 se constituye el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España. Este hecho se debe considerar capital porque se crean de facto las organizaciones que deben velar por el cumplimiento de los requisitos legales, código deontológico de la profesión y que ejercerán el poder de representación de los fisioterapeutas ante las instituciones. Es así porque, al existir colegiación obligatoria, están legitimados para negociar en nombre de la profesión y no como una parte de ella como se hacía hasta este momento. Desde otro punto de vista la creación de los colegios y su evolución de creación de estructuras colegiales significarán un nuevo e importante impulso en la difusión y avance científico de la profesión.

En 2008 se produce la puesta en marcha del título de grado en Fisioterapia, cuya importancia es crucial para la fisioterapia, ya que, desde ese momento permite el acceso al tercer ciclo de enseñanza universitaria y a que aumente el número de doctores en la disciplina, y lo que es más importante, formados directamente desde el ámbito competencial. Todo ello ha contribuido a una mejor formación de los fisioterapeutas en investigación y que, por tanto, la posibilidad de avance científico de la profesión haya crecido exponencialmente.

La situación de la fisioterapia en España hoy

Como lo hemos visto, la fisioterapia en España ha vivido un proceso de continuo crecimiento, evolución e independencia. A día de hoy, los campos académico, laboral y social de esta disciplina están en pleno auge. Esto debido, por un lado, a los avances en la profesionalización y la investigación científica, y, por otro, al aumento de la demanda de fisioterapeutas y médicos rehabilitadores por poblaciones como la geriátrica. Sin embargo, uno de los mayores retos es la necesidad de formar profesionales de la salud especializados para garantizar mayor calidad en el servicio. En TECH Universidad Tecnológica lo sabemos, así que hemos diseñado el Máster en Medicina Rehabilitadora en Geriatría para responder a la necesidad de llevar los conocimientos en fisioterapia a un nivel mucho mayor.

Te ofrecemos, además, otros programas académicos relacionados del más alto nivel como el Máster en Ecografía Musculoesquelética en Medicina Rehabilitadora, que se enfoca en el uso aplicado de las más recientes técnicas ecográficas, o el Máster en Electroterapia en Medicina Rehabilitadora, que aplica los campos magnéticos como un tratamiento eficaz de diversas patologías.

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