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El mantenimiento de la fisiología gastrointestinal y endocrina del paciente anestesiado es importante por dos motivos principales: por un lado, cuanto mejor sea, antes se recuperará la motilidad intestinal, la ingesta de alimentos y, por consiguiente, el alta hospitalaria; y, por otro lado, porque las complicaciones asociadas al sistema digestivo en el paciente anestesiado pueden tener complicaciones serias durante el postoperatorio, incluso desde el postoperatorio inmediato (o incluso intraoperatorio). Dentro del sistema gastrointestinal, además, se engloban órganos tan cruciales como el hígado, páncreas, etc. Y se le da un papel básico en el paciente séptico, llegando a ser el sistema de inicio o mantenimiento del proceso séptico. Añadido a todo esto, las complicaciones anestésicas pueden ocasionar relevantes alteraciones en estos sistemas.
Motilidad gastrointestinal
La motilidad gastrointestinal es una función básica del sistema digestivo relacionada íntimamente con fenómenos tan importantes en el paciente quirúrgico como la inmunidad, digestión (y consiguientemente absorción de proteínas, grasas e hidratos de carbono) y funciones neuroendocrinas específicas. El papel de la motilidad hay que valorarlo en toda su integridad, desde la orofaringe hasta el ano.
Fisiología de la motilidad intestinal
La regulación de la motilidad intestinal se debe principalmente a la integración del sistema nervioso central, el entérico, sopa hormonal digestiva y los factores locales que afectan al músculo liso. En la motilidad intestinal, interactúan diferentes estructuras únicas en el sistema digestivo. El sistema muscular está formado por grupos celulares de músculo liso interconectados directamente (conexiones gap) desde el punto de vista “eléctrico”, funcionando como un único órgano funcional.
Por otro lado, existen unas células específicas, las células intersticiales de Cajal, que presentan una doble funcionalidad, por un lado, una actividad mecánica y, por otro, una actividad eléctrica espontánea. Estas células se encuentran entrelazadas con el resto de los componentes del músculo liso cerca del plexo mesentérico, generando una actividad de marcapasos, actuando como receptoras de los estímulos inhibitorios y excitatorios y comunicándolo al resto de los componentes. El sistema neural estará compuesto por dos sistemas independientes, pero íntimamente conectados:
- Plexo mientérico: relacionado con el control primario de la motilidad. Su actividad aumentará el tono, ritmo y velocidad de conducción.
- Plexo submucoso: principalmente relacionado con la actividad secretora y absortiva.
En el tracto gastrointestinal existen dos tipos de movimientos principales, los propulsivos y los de segmentación. Los movimientos de propulsión (peristaltismo) se generan, principalmente, por contracción de la capa circular muscular creando un “anillo” de movimiento alrededor del tubo digestivo, moviéndose en dirección caudal. El estímulo más común para que se inicie este movimiento es la propia distensión del estómago y, sobre todo, del intestino (existe un volumen mínimo para activarlo y también puede originarse por determinadas sustancias), causante de un estímulo directo sobre el sistema nervioso entérico, el cual, estimula, a su vez, la contracción a una distancia de 2 a 3 cm de donde se generó el estímulo inicial y de nuevo en dirección caudal.
Fisiología gastrointestinal y endocrina: Íleo postoperatorio
Todos los pacientes anestesiados sufrirán en mayor o menor medida efectos deletéreos en la motilidad gastrointestinal, pero no solo por el efecto directo de los fármacos sino también, por la activación simpática por dolor y por estrés quirúrgico. En el paciente enfermo, y no necesariamente con patología digestiva, estos efectos serán mucho más marcados. El uso de técnicas locorregionales ha demostrado ser una de las mejores formas de controlar este íleo, tanto por el grado de control del dolor como por un menor uso de fármacos que puedan disminuir la motilidad.
Es frecuente que después de la cirugía, sobre todo en casos de cirugía abdominal, se encuentren pacientes con un estado transitorio de obstrucción intestinal. Esto por déficit en la motilidad en todo o parte del sistema digestivo. En la mayoría de los casos, este íleo postoperatorio (IP) se suele resolver espontáneamente en pocos días sin mayor implicación para el paciente. Es un fenómeno que aparece como un mecanismo adaptativo más que ayuda a la recuperación postquirúrgica del paciente.
El principal problema de este íleo es el retraso en la ingesta de alimentos. En algunos casos, además, puede prolongarse tanto que provoque un cuadro clínico. Mismos que puede llegar a ser peligroso para el paciente, comportándose como una obstrucción mecánica. Los signos clínicos más frecuentes del paciente con íleo serán: distensión abdominal, falta de ruidos intestinales y acúmulo de heces, gases y fluido gastrointestinal. Es frecuente que aparezcan vómitos y aumente el riesgo de aspiración pulmonar. Indirectamente, se ve alterada la ventilación del paciente, ya que la distensión digestiva y aumento del volumen gástrico impide una adecuada ventilación diafragmática.
Fisiología gastrointestinal y endocrina: sistema endocrino y anestesia
Es muy frecuente que se encuentren pacientes con alteraciones endocrinas, incluso, en muchos casos, es muy posible que no estén ni siquiera diagnosticadas. En todos los casos, un manejo anestésico adecuado puede afectar positivamente a su pronóstico. En todos los casos, desde la consulta preanestésica, se debe evaluar al paciente y optimizarlo lo máximo posible frente al procedimiento.
Es importante y necesario conocer el funcionamiento básico de todos los sistemas endocrinos; pero son principalmente dos los que tienen un rol más importante para el anestesiólogo: el sistema tiroideo y el suprarrenal. Han sido muchos los estudios realizados sobre el efecto de la anestesia y el estrés anestésico-quirúrgico. Esto sobre la morbimortalidad del paciente, sobre todo, en medicina humana.
Al inicio se pensaba que los protocolos locorregionales provocaban mínimos efectos. Desde el punto de vista teórico sí es así, pero no ha llegado a ser demostrado completamente. En el caso de los pacientes que deben de estar en planos de sedación/anestesia más profundos. El efecto sí puede ser más importante, ya que la respuesta simpática a la nocicepción y dolor quedará más controlada.
Glándula tiroides
Es una glándula ricamente vascularizada con una doble inervación (simpática y parasimpática). Tiene un papel fundamental en el metabolismo del paciente tal, que una ausencia total en función tiroidea provoca un descenso metabólico del 50-60%; mientras que una secreción excesiva puede aumentarlo entre un 60-100%. La liberación de las hormonas tiroideas se produce por un mecanismo de reentrada de una proteína específica (tiroglobulina) a las zonas más periféricas de la glándula y de ahí, tras ciertos fenómenos bioquímicos se secreta a la circulación periférica.
Hay que tener en cuenta que únicamente la fracción libre tiene acción biológica en el individuo. Existen dos factores que regulan la secreción de estas hormonas: la TSH (regulada a su vez por las concentraciones de hormonas tiroideas circulantes y la TRH) y la concentración intratiroidea de yodo. A nivel del tiroides, el efecto de la anestesia parece ser mínimo y en general, se encuentra con disminución en los niveles hormonales que se valoran también durante el postoperatorio y que se considera un estado de hipotiroidismo funcional pasajero.
El conocimiento anatómico en veterinaria
El profesional en veterinaria debe conocer ampliamente cada una de las partes y sistemas que conforman el cuerpo de los diferentes animales. A mayor cantidad de conocimiento el mismo podrá aplicar sus habilidades en diferentes situaciones, reaccionando de manera adecuada. Por esta razón se hace importante que en anestesiología veterinaria se cuente con la adecuada especialización académica que le permita ejecutar cualquier tipo de tratamiento.
TECH Universidad Tecnológica ha diseñado un amplio portafolio educativo enfocado en el éxito profesional. Su Facultad de Veterinaria se dedica al cuidado y salud del animal dentro de este ámbito profesional. Allí, es posible encontrar posgrados tales como el Máster en Medicina y Cirugía en Animales Exóticos y el Máster en Producción y Sanidad Animal. Por otra parte, para aquellos profesionales que buscan dominar el campo de la anestesiología para animales, no cabe duda que su mejor decisión será optar por el Máster en Anestesiología Veterinaria.