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El aprendizaje es algo que se puede considerar natural, forma parte de ser del humano, le permite dar una mejor respuesta a las demandas del ambiente, a medida que va perfeccionándose mediante prueba y error, o por otras prácticas de aprendizaje. Las estructuras relacionadas con el aprendizaje hacen parte de este proceso en el ser humano, recopilando la información relacionada con el mismo. Pero el aprendizaje no es exclusivamente humano, sino que se puede observar en otros muchos seres de la naturaleza. Aunque no en todos los seres vivos, ya que requiere de una serie de condiciones como son:
- Una capacidad sensitiva con la que percibir el mundo exterior.
- Un procesamiento, aunque sea básico de la información sensitiva que va a provocar una respuesta.
- Un sistema de almacenamiento de información, en donde se recojan tanto información sensitiva como la respuesta y sus consecuencias.
Es precisamente en este punto de retro-información sobre la respuesta donde se empieza a delimitar el proceso de aprendizaje. Este permite ir optimizando la forma de atender las demandas ambientales, adaptándose a las mismas. Sin aprendizaje únicamente se trataría de una respuesta más o menos fortuita; cada vez que se presenta una estimulación, aunque esta haya sido la misma una y otra vez.
Tal como sucede a aquellas personas que, por alguna lesión y trauma craneoencefálico, no pueden acceder a su memoria a largo plazo; así pues, rigiéndose exclusivamente por su memoria a corto plazo. En donde, pasados unos momentos, esos “recuerdos” se disipan y todo le vuelve a parecer nuevo y novedoso. Por tanto, el aprendizaje se puede considerar como un proceso superior, en el que participan otros más básicos, como la sensación, la percepción, la atención, la memoria, y las emociones.
Clasificación del Encéfalo
El encéfalo se divide en el tronco encefálico, el cerebelo, el diencéfalo y el cerebro.
- El tronco encefálico consta de tres partes, bulbo raquídeo (donde se regulan funciones como la respiratoria, el diámetro vascular y los latidos cardíacos; además del hipo, la tos o el vómito), protuberancia (participa en la regulación de la respiración) y mesencéfalo (contiene la sustancia negra, y participa de la regulación de la actividad muscular). Del tronco salen diez pares craneales que inervan estructuras de la cabeza. La formación reticular por su parte mantiene la atención y el estado de alerta.
- El cerebelo es el encargado de la coordinación motora fina y gruesa, además de participar en la postura, el equilibrio y el tono muscular.
- El diencéfalo se divide en tálamo (encargado de la integración de información, la conciencia, el aprendizaje, el control emocional y la memoria) e hipotálamo (regula el comportamiento y las emociones, la temperatura corporal, la sed y el hambre, los ciclos circadianos y estados de conciencia, la secreción hormonal de la hipófisis y la regulación del sistema nervioso autónomo).
- El cerebro, donde se desarrollan las funciones cognitivas, decisiones conscientes, aprendizajes relacionales, o el lenguaje entre otras muchas.
Formación del Encéfalo
La formación del sistema nervioso se inicia en el vientre materno. En el momento del nacimiento todavía no está terminado de formar, requiriendo de años para que llegue al estado de adulto. El sistema nervioso se desarrolla a partir del tubo neuronal. Allí, a partir de la cuarta semana de gestación, se divide en tres vesículas del encéfalo, el romboencéfalo, el mesencéfalo y el prosencéfalo.
A las cinco semanas de gestación ya se conforman las cinco vesículas de donde se desarrollarán el encéfalo, dividiéndose el romboencéfalo en metencéfalo (protuberancia y cerebelo) y melencéfalo (médula oblonga o bulbo); el mesencéfalo dará lugar al pedúnculo cerebral y a cuatro colículos, dos superiores relacionados con la visión y dos inferiores con la audición; el prosencéfalo se dividirá en dos, el diencéfalo (tálamo, hipotálamo, subtálamo, epitálamo y tercer ventrículo) y el telencéfalo (hemisferios cerebrales).
A pesar de que el cerebro no termina de desarrollarse dentro del vientre materno, se ha comprobado cómo el bebé es capaz de captar diferencias estimulares, tanto visuales como auditivas, y a través de estas se le puede “enseñar”, pero hay que entender lo limitado del proceso, debido a que los circuitos neuronales no están consolidados, a pesar de lo cual, se han observado cambios en la actividad eléctrica cerebral en neonatos, ante determinados estímulos presentados mientras se estaba en el vientre materno, al comparar bebés expuestos, frente a no expuestos, mostrando así el aprendizaje.
Tal y como lo muestra un estudio llevado a cabo por la Universidad de Helsinki (Finlandia), publicado en el 2013 en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, en donde participaron treinta y tres mujeres embarazadas. A la mitad se las hizo oír repetidamente una pseudopalabra, es decir, una palabra inventada, que no existe en su idioma.
Estructuras relacionadas con el aprendizaje: el papel del cerebro en el aprendizaje
El cerebro que es el órgano de cuerpo más complejo, a la vez que el encargado de la integración sensorial y de los procesos superiores y en definitiva del aprendizaje, se encuentra protegido por los huesos del cráneo y por las meninges (duamadre, aracnoides y piadrame) flotando en el líquido cerebro-espinal. Este se puede dividir en:
- La sustancia gris (corteza cerebral), formada por cuerpos neuronales y dendritas, en donde se produce la integración de la información y las funciones cognitivas superiores, y adquiere forma de núcleos, corteza y formación reticular.
- La sustancia blanca, formada por fibras nerviosas mielínicas que interconectan distintas áreas neuronales adquiriendo la forma de tractos, fascículos y comisuras.
- Los núcleos estriados, dentro de la sustancia blanca.
Anatómicamente la corteza cerebral está dividida por el surco central, dejando a un lado el hemisferio derecho y al otro el izquierdo, y bajo ambos se encuentra el diencéfalo, que son estructuras interiores (tálamo, subtálamo, hipotálamo, epitálamo metatálamo y tercer ventrículo) que conecta con el tallo cerebral (mesencéfalo, puente de Varolio y el bulbo raquídeo).
Los hemisferios por su parte pueden dividirse en lóbulo frontal (situado en la parte frontal del cerebro), lóbulo parietal (tras el lóbulo frontal, sobre el lóbulo temporal y delante del lóbulo occipital), lóbulo temporal (bajo el lóbulo temporal) y lóbulo occipital (situado en la parte anterior del cerebro). El lóbulo frontal está asociado a las funciones ejecutivas, esto es, a la capacidad de organización, toma de decisiones y supervisión de las mismas. Es donde se recibe “toda” la información, se procesa y responde a partir de ahí. La lesión de esta estructura conlleva desorganización de la conducta, desinhibición sexual y aumento de conductas de riesgo.
Neuroeducación aplicada
Dentro de la educación es de crucial importancia que el docente a cargo tenga en cuenta los diferentes procesos de aprendizaje. Además de ello, el tener en cuenta que no todos los alumnos obtienen información de la misma manera es un deber del mismo. Comprender esto a cabalidad puede requerir de tiempo y esfuerzo, pero el resultado será provechoso, tanto para él como para la sociedad.
TECH Universidad Tecnológica ha diseñado un portafolio educativo enfocado en las necesidades de los profesionales. Es por ello que cada uno de los programas ofertados responde a las solicitudes de los expertos en los campos más demandados laboralmente. Caso ejemplo de ello sucede en su Facultad de Educación, donde se desarrollan posgrados como el Máster en enseñanza del latín y cultura clásica y el Máster en Educación Bilingüe en Infantil y Primaria. Por otra parte, para aquellos docentes que buscan dominar el campo de la educación desde los procesos neuronales, no cabe duda que una de sus mejores decisiones será optar por el Máster Investigación en Neuropsicología.