El objetivo de todo tratamiento farmacológico es alcanzar un nivel terapéutico sin efectos adversos. Los farmacéuticos comunitarios comparten con el resto de profesionales sanitarios la misión de garantizar el uso seguro, efectivo y eficiente de los medicamentos. Sin embargo, en algunos casos, estas reacciones pueden aparecer: es por ello que existen los servicios de ajuste de dosis. Existen situaciones que pueden alterar la farmacocinética de los fármacos, pudiendo aparecer efectos indeseados por haberse provocado cambios en la absorción, distribución, metabolismo y excreción de los fármacos.

Hay otros casos, como en las interacciones farmacodinámicas en que se puede potenciar o inhibir la acción terapéutica. En muchas de estas situaciones se debe individualizar la terapia en estos pacientes. La OMS (1985) ya definió el concepto de uso racional del medicamento. Es cuando los pacientes reciben los fármacos adecuados a sus necesidades clínicas, en las dosis correspondientes a sus requisitos individuales, durante un periodo adecuado y al menor coste para ellos y para la comunidad.

La dispensación farmacéutica permite garantizar el acceso de la población a los medicamentos, ofrecer información suficiente para que los pacientes conozcan la correcta utilización de los mismos, así como evitar y corregir algunos problemas relacionados con los medicamentos. En el documento de Foro AF-FC se define la dispensación como el servicio profesional del farmacéutico encaminado a garantizar, tras una evaluación individual, que los pacientes reciban y utilicen los medicamentos de forma adecuada a sus necesidades clínicas; en las dosis precisas según sus requerimientos individuales, durante el periodo de tiempo adecuado, con la información para su correcto proceso de uso y de acuerdo con la normativa vigente.

Definición

Este servicio se puede definir como el Servicio profesional prestado por el farmacéutico comunitario dirigido a garantizar a los usuarios de los medicamentos que las dosis que utilizan se adaptan a sus necesidades clínicas según sus requerimientos individuales, colaborando con el resto de profesionales sanitarios. Para ello se revisa la dosis de la medicación prescrita y/o dispensada en función de las características del paciente (anciano, insuficiencia renal (IR), insuficiencia hepática (IH)…) y en caso de necesidad de ajuste se deriva al médico con una propuesta para que valore su idoneidad en dicho paciente.

Objetivos del servicio

Individualizar las dosis de los tratamientos que reciben los pacientes según sus requerimientos. Revisar, evaluar y ajustar las dosis prescritas a un grupo de pacientes con características clínicas determinadas.

Población diana

Este servicio está dirigido a aquellos pacientes que acuden a la farmacia comunitaria y son susceptibles de valoración de ajuste de dosis debido a su situación fisiológica o farmacológica (pacientes con insuficiencia renal, pacientes con insuficiencia hepática, población pediátrica, población obesa, población geriátrica y en caso de interacciones entre fármacos).

Recursos necesarios

El/los farmacéutico/s que realicen el servicio deben disponer de conocimientos en las diferentes situaciones fisiológicas que presenta la población diana y herramientas para realizar este servicio como disponer de fuentes de información sobre medicamentos y guías clínicas. El servicio se realizará en una zona de atención personalizada (ZAP) equipada para ello.

Derivación

En el transcurso del servicio de ajuste de dosis, el farmacéutico puede detectar situaciones susceptibles de derivación que precisen de la intervención de otro profesional.

Protocolización

Todo el personal de la farmacia debe conocer los servicios que se realizan en ella y ser capaz de seguir los protocolos internos de detección y derivación de pacientes a estos servicios. El servicio de ajuste de dosis, al igual que los otros servicios que la farmacia esté capacitada para prestar debe estar protocolizado y se recomienda la elaboración y seguimiento de un PNT para la realización del mismo. A continuación se exponen los diferentes grupos de pacientes diana de este servicio y la forma de actuar en cada uno de ellos.

Insuficiencia renal crónica (IRC)

Se calcula que aproximadamente un 10 % de la población general sufre algún grado de enfermedad renal crónica (ERC) y un 21,4 % en edades superiores a los 64 años, según datos del estudio EPIRCE. La ERC se asocia a morbimortalidad cardiovascular con costes sanitarios significativos y riesgo de evolución a insuficiencia renal grave.

Los factores de riesgo asociados a esta patología son: hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus (DM), edad (mayores de 60 años), haber tenido complicaciones cardiovasculares o antecedentes familiares de enfermedad renal, tabaquismo, obesidad, toma de fármacos nefrotóxicos, y pacientes con enfermedades autoinmunes, infecciones crónicas y neoplasias.

Con el paso de los años, los riñones pierden capacidad de excreción y la función renal disminuye aproximadamente 8 ml/min/1,73 m² por década a partir de los 40 años. Según un estudio realizado por Vía y col, uno de cada dos medicamentos que utilizan los pacientes de más de 65 años necesita especial vigilancia en caso de deterioro de la función renal, con el correspondiente ajuste de dosis en caso necesario.

Muchos medicamentos se excretan vía renal, en función renal disminuida. Puede producirse una acumulación que puede ocasionar resultados negativos de la medicación (RNM) causados por problemas de seguridad de los medicamentos (PRM).

Definiciones

  • Enfermedad renal crónica (ERC): disminución de la función renal, expresada por un filtrado glomerular estimado (FGe) <60 ml/min/1,73 m² o por la presencia de daño renal persistente durante al menos tres meses.
  • Daño renal: alteraciones histológicas en la biopsia renal o presencia de marcadores como albuminuria o proteinuria, alteraciones de sedimento urinario o en pruebas de imagen.
  • Insuficiencia renal crónica (IRC): TGe < 60 ml/ min/1,73 m² de forma persistente durante al menos 3 meses.
  • Microalbuminuria: presencia de albúmina en orina en al menos dos de tres determinaciones. Esto según los siguientes valores: 30-300 mg/g (cociente albumina/creatinina) en muestra de orina o 30-300 mg de albumina en orina de 24 horas.
  • Macroalbuminuria o proteinuria: excreción urinaria de albúmina > 300 mg/g o > 300 mg en 24 horas.

Objetivos terapéuticos para pacientes con IRC5

Se deben introducir estilos de vida saludables que permitan conseguir los siguientes objetivos, con el fin de reducir la mortalidad cardiovascular y reducir la progresión de la Insuficiencia renal:

  • Reducir la presión arterial a <140/90 mmHg.
  • Reducir la proteinuria a < 500 mg/g.
  • Control glucémico de forma general se recomienda HbA1c<7 %.
  • Dejar de fumar.
  • Control de la dislipemia LDL<100 mg/dl.
  • Minimizar el uso de fármacos nefrotóxicos.

Fármacos nefrotóxicos

Son fármacos o sustancias que pueden provocar efectos adversos a nivel renal, los fármacos que lo provocan de forma más frecuente son:

  • Antinflamatorios no esteroideos (AINES) y analgésicos: pueden presentar diferentes formas de nefrotoxicidad.
    • Insuficiencia renal aguda, por aumento de la vasoconstricción, generalmente es reversible.
    • Nefritis instersticial aguda por hipersensibilidad, hay que retirar el tratamiento y puede tardar semanas o meses en solucionarse.
    • Hiperkalemia.
    • Hipertensión arterial.
    • Nefropatía crónica por analgésicos.
  • Alopurinol y colchicina, puede aparecer hipersensibilidad aguda.
  • Inhibidores del eje renina-angiotensinaaldosterona. Pueden producir insuficiencia renal aguda. El uso de estos fármacos se puede asociar a una reducción de FGe que no requiera retirar el tratamiento si es <30%. Monitorizar el potasio sérico.
  • Bifosfonatos: no se ha descrito toxicidad renal con los de vía oral pero si con los de vía endovenosa a dosis altas.
  • Uso de contrastes:
    • Contrastes yodados.
    • Galodinio.

El farmacéutico como figura de bienestar

Dentro de toda comunidad es importante que existan profesionales de apoyo que asistan a la población de manera inmediata. En estos servicios uno de los principales es el profesional en farmacia, ya que es el quien se encarga de la salud. Por esta razón, es crucial que esta figura cuente con amplios conocimientos y un desarrollo laboral impecable en cada una de sus acciones.

En TECH Universidad Tecnológica el principal objetivo es la capacitación constante del cuerpo profesional de manera íntegra y completa. Ejemplo claro de ello es su Facultad de Farmacia, donde se hallan posgrados como el Máster en Avances en Fitoterapia Aplicada para Farmacia y el Máster en Dirección y Gestión de la Oficina de Farmacia. Por otra parte, para aquellos profesionales que buscan dominar el campo de la atención a la comunidad desde su labor, no cabe duda que su mejor elección será el Máster en Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales en Farmacia Comunitaria.

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