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El VBT en el deporte de ejecución es un nuevo paradigma (lo de nuevo es relativo, ya que autores como J.J. Badillo hablan de VBT en el 1991), que viene a resolver las problemáticas que se han encontrado a la hora de poder programar la carga con un alto grado de precisión. Esta problemática viene asociada a las limitantes que presentan los indicadores que tradicionalmente se han utilizado para poder programar y dosificar la carga de entrenamiento (1RM y nRM). La VBT aportará información de gran valor para poder resolver las tres problemáticas complejas a las cuales se enfrentan continuamente en el entrenamiento deportivo, siendo estas las siguientes:
- Dosificación de la carga programada
- Control de la carga aplicada
- Evaluación del efecto del entrenamiento
Estas problemáticas quedarían resueltas si se consigue saber el valor de:
- El grado de esfuerzo que representa la primera repetición de una serie (casi nunca es la primera).
- El grado de esfuerzo que representa la perdida de velocidad dentro de la serie.
Sustento del entrenamiento basado en la velocidad de ejecución:
Fuerza = masa x aceleración.
La masa de un objeto es la cantidad de materia que tiene; se mide en kilos.
Aceleración
Es el cambio de velocidad de un cuerpo por unidad de tiempo. Es decir, cuánto cambia la velocidad de un cuerpo en una cantidad de tiempo determinada.
Fuerza
Lo que se debe saber sobre la fuerza (F), es que se ve representada en la aceleración que lleva un objeto con una masa determinada:
- A mayor aceleración, más fuerza aplicada
- Teniendo en cuenta que se parte de una barra que está inmóvil (velocidad 0), cuanto mayor sea la velocidad que se alcance, más fuerza aplicada se habrá ejercido.
Grado de estabilidad de la velocidad de ejecución con porcentaje de 1RM
“Si se pudiera medir la velocidad de los movimientos de cada día y con información inmediata, este sería posiblemente el mejor punto de referencia para saber si el peso es el adecuado o no”. “También se podría tener registrada la velocidad máxima alcanzada por cada levantador con cada tanto por ciento, y en función de esto valorar el esfuerzo” (González Badillo, 1991, p.172).
Esta hipótesis que ya tiene algunos años al día de hoy se puede decir, que, gracias a varios estudios, en los cuales destacan los realizados por González Badillo y su equipo, está confirmada y es una de las grandes soluciones al problema que a cada entrenador se le presenta a la hora de programar la carga.
En estudios del mencionado autor González Badillo con Sánchez Medina (2010), sus resultados confirman que cada porcentaje de 1RM tiene su propia velocidad, la cual es muy estable para cada sujeto aun cuando se modifica su valor de 1RM o rendimiento, esto quiere decir que aunque el valor absoluto de su 100 % mejore (o empeore) los porcentajes relativos se moverán a la misma velocidad que antes aunque su valor absoluto sea diferente, este fenómeno marca un antes y un después en la programación de la carga.
Esto también soluciona la problemática de la fluctuación del valor 1RM diario intra-sujeto. Además, el valor de velocidad a la que se desplaza cada porcentaje relativo es bastante similar en todos los sujetos independientemente de las posibles diferencias en el rendimiento (esto es una verdad mediasverdad media y más adelante se verá el ¿por qué? Y como solucionarlo).
Diferencia entre carga programada y carga real de entrenamiento
- Carga programada: es el conjunto de estímulos programados que están interrelacionados entre sí, descritos por las variables de volumen, intensidad y densidad, en el caso del entrenamiento de fuerza viene expresado por un porcentaje de la 1RM, por ejemplo: cuatro series de ocho repeticiones al 75 % de la 1RM con dos minutos de pausa.
- Carga Real: se puede definir como lo que realmente representa para el atleta la carga programada, esta diferencia entre carga real y carga programada se justifica en que la carga programada se la entiende como algo estable, cuando se sabe de sobra que el valor de la 1RM es fluctuante, como se analizará a continuación.
Variables que intervienen en la diferencia entre carga programada y carga real de entrenamiento
La variable más conflictiva que vincula a la carga programada y a la carga relativa es sin duda el valor de la 1RM. Si se tiene en cuenta que este valor (carga absoluta), es en el cual se teoriza para programar la carga ya se parte con un problema de base: El valor de 1RM no es estable, es más, fluctúa mucho intra-sujeto, algunos de los factores que intervienen en su fluctuación son los siguientes (muchos muy relacionados el uno con el otro):
- Estado de forma actual del atleta
- Motivación
- Descanso
- Estado de ánimo
- Fatiga
- Hora del día
- Que el valor del test de 1RM sea real
- Entre otros
La VBT como solución a la problemática de la utilización de la 1RM y de nRm para programar cargas
En primer lugar, se van a enumerar los inconvenientes que conlleva la utilización de valores referidos a la 1RM y a nRM:
- 1RM es la carga que solo se puede desplazar una vez y no dos.
- La utilización del valor de 1RM para programar las cargas de entrenamiento trae el principal inconveniente, y es que se asume que este valor es estable, o que por lo menos lo será durante todo el ciclo de entrenamiento. Nada más lejos de la realidad, este valor de 1RM fluctúa con tal magnitud que no se puede asumir sus cambios.
- Si el atleta es de poca experiencia este valor de 1RM tiende a aumentar significativamente en las primeras sesiones de entrenamiento.
- Si el atleta es experimentando en el entrenamiento con sobrecarga es muy probable que su valor de 1RM esté por debajo del valor medido/evaluado previamente al inicio del ciclo de entrenamiento.
- Todo lo expuesto en los puntos anteriores dan como consecuencia que nunca se podrá saber la magnitud real de la carga que se utiliza durante el ciclo de entrenamiento, lo cual trae una consecuencia nefasta y es el no poder explicar los motivos reales de la mejora o no del atleta, ya que se ignoró su carga real de entrenamiento.
- Otro problema añadido al que el valor de la 1RM no estable y fluctúa, es que la mayoría de las 1RM evaluadas su resultado es falso, no es real. Esto se debe a que no todos los atletas, se podría decir que casi todos, no están preparados para la realización de una 1RM, ni desde los físicos, pero principalmente desde los psicológicos para un esfuerzo de tal magnitud.
VBT y grado de fatiga
El entrenamiento basado de la velocidad de ejecución aporta otra gran herramienta que es poder determinar el grado de fatiga que se quiere asumir, por ejemplo, en una serie. Por medio del control de la perdida de velocidad de ejecución dentro de la serie, se puede determinar con gran precisión el grado de esfuerzo (fatiga) que representa una serie o entrenamiento para el atleta. La fatiga es una disminución involuntaria e inevitable de la fuerza aplicada después de un esfuerzo. (Enoka & Stuart, 1992).
La velocidad de ejecución ante una misma carga disminuye según se entrena, ya que no se es capaz de aplicar tanta fuerza. La pérdida de velocidad es una buena expresión de la fatiga que ocurre en un entrenamiento. (Gonzalez-Badillo, et al, 2017). Además, se debe de tener en cuenta que al contrario que la fuerza, la velocidad de ejecución es muy fácil y práctico de medir, por ejemplo la utilización de una enconder.
Aplicación de los tipos de entrenamiento
Dependiendo de las necesidades del paciente, el entrenador deberá tener en cuenta el tipo de entrenamiento a aplicar. Esto se debe a que cada tipo de rutina, y su intensidad, entre otras características, le brindarán al paciente resultados distintos. Esto se acrecienta para el caso del deportista profesional, en donde el mismo debe enfocar sus habilidades físicas a un área puntual.
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