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Hace algunas décadas, en las redacciones de los medios de comunicación más importantes, el becario o el periodista en prácticas era muy común y conocido en los ambientes periodísticos a donde se le enviaba a cubrir un suceso o, incluso, un juicio, sin tener en cuenta su escasa formación o preparación para cubrir una noticia tan especializada. Es aquí donde nace el periodismo de tribunales en una redacción como parte de la información enviada por medios masivos.
Pero esta situación nada tiene que ver con la realidad, y el periodista de tribunales adquiere uno de los papeles más relevantes dentro de un medio informativo, como lo pueda tener el cronista político o el económico. Si la justicia se caracteriza precisamente por la imparcialidad, el periodismo judicial ha de ser, justamente, el más imparcial de todos los periodismos, mostrándose siempre respetuoso con el derecho fundamental a la dignidad que asiste a toda persona. Informar no puede, ni debe, significar juzgar anticipadamente al ciudadano que se encuentra sometido al proceso.
Por eso, no cualquier periodista puede llevar a cabo en una redacción la misión de ser el cronista judicial. El periodista de tribunales ha de ser el “más claro ejemplo de imparcialidad del periodismo”, como hace un juez impartiendo justicia. Dentro de una redacción, el periodista de tribunales tiene conexión directa y obligatoria con el resto de áreas del medio de comunicación.
Estructura informativa de una redacción
El máximo responsable de un medio de comunicación en el área informativa es el director. Este es quien decide, al final, qué se publica o se emite y qué no. Tiene un equipo como el subdirector, director adjunto, redactores jefes y/o jefes de sección. Existe la empresa editorial, que es la propietaria del periódico o revista, y otros departamentos o secciones del medio escrito como; talleres, publicidad, administración, distribución y redacción. En la radio y en la televisión es parecida la estructura, pero aparecen otros departamentos como programas, estudios, emisiones, platos, servicio técnico, etc.
En los últimos años se debe añadir a estos departamentos y secciones la redacción online y/o web del medio de comunicación que existe. Además, no se puede olvidar que hay medios que solo son online, como un periódico digital. La redacción de un medio de comunicación es la sección donde se encargan los periodistas de trabajar; es decir, de seleccionar, elaborar y redactar las noticias.
Pero en el caso del periodista de tribunales su presencia en la redacción es muy escasa. Los medios tecnológicos le permiten difundir sus informaciones desde la sede judicial mediante un ordenador con conexión a internet. El cronista judicial, con su portátil, puede dar la noticia de un juicio desde la sala de vistas cuando es en audiencia pública.
Es decir, lo hace en tiempo real, como también hacen los periodistas de las agencias de noticias. Sin embargo, la dificultad aparece para los informadores de la radio y la televisión. En el caso de un juicio, necesitan medios técnicos para darlo en directo. Solo en algunos países, los gabinetes de comunicación de los tribunales disponen de un servicio de audio o televisión; o las salas están preparadas para el seguimiento informativo de un juicio.
La posición del periodista de tribunales
El fenómeno de la especialización periodística tiene su origen como una de las posibles respuestas a la crisis de lectores. Esta afectaba por igual a la prensa de todos los países de Europa occidental, durante el segundo tercio del siglo XX, según Rodríguez (2015). La profesora Quesada (1998) asegura que la profesionalización del periodismo se produce en el primer tercio de 1900.
Es en ese momento cuando se genera lo que se conoce actualmente como: periodista especializado, entre ellos, el dedicado a informar sobre sucesos. Los especialistas en la historia de la profesión periodística, entre los que destaca el norteamericano John Hohenberg, coinciden en situar el nacimiento de la profesionalización del periodismo en torno a 1920 en Estados Unidos, y a lo largo del periodo de entreguerras en Europa (De Aguinaga, 2002). En esa especialización está la clave.
El periodista especializado en información de tribunales debe disponer y contar, además de tener una actitud e inquietud por los temas judiciales, de una buena formación de base con conocimientos en temas de justicia, criminología, derecho (sobre todo penal y procesal) y, por supuesto, como de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y de la administración de justicia. Debe dominar las técnicas de redacción, especialmente del reportaje y la crónica. Es importante saber contar los hechos a través de una narración lineal o secuencial, como un juicio.
Debe disponer siempre de buenos contactos y fuentes. En su trabajo diario va a abordar una gran diversidad y complejidad de temas criminales, laborales, contenciosos, etc., especialmente hechos delictivos y sucesos como los homicidios, el narcotráfico, las agresiones sexuales, los robos o la corrupción policial, las catástrofes o los accidentes de tráfico que terminarán en un proceso judicial. Es un periodismo de calle, no de redacción, es un periodismo de un tribunal.
Importancia y relevancia del periodista de tribunales
Nadie cuestiona que, en la actualidad, el periodista de tribunales se ha consolidado como un nuevo habitante de la administración de justicia en la mayoría de los países, sobre todo en los democráticos, donde los juicios se celebran en audiencia y se publican con acceso a los medios de comunicación para informar de la vista oral. Es habitual, en cualquier sede judicial, la presencia del periodista judicial para cubrir las numerosas informaciones que genera el complejo mundo de los tribunales.
En el caso español, hace un par de décadas existió una “fiebre informativa” especializada que ha crecido y sigue creciendo cada día, ya que interesa al público y a los medios de comunicación. Aquí se encuentra la importancia y la relevancia del periodismo judicial. Este auge por la información judicial o de tribunales exige una mayor preparación específica del profesional, que redundará en la mejora de la calidad y veracidad de este hacer periodístico.
En España, en los años ochenta y noventa del siglo XX, la información judicial empezó a cobrar protagonismo en los medios. Sin entrar en el debate sobre si se sigue la información judicial porque los medios la ofrece a su audiencia, o bien porque es la audiencia la que quiere seguir estas noticias, la consecuencia es que, por los pasillos de las administraciones de justicia, están los periodistas.
Entre el público, durante una vista oral, es normal ver a los diversos representantes de medios de información que acuden para seguir un juicio, interesarse por una sentencia o conocer datos de una investigación que esté realizando la policía judicial para un juez de instrucción. Cada día las empresas de comunicación y los propios periodistas demandan una mayor preparación específica de sus informadores judiciales sobre este complejo y laberíntico mundo de los tribunales.
La importancia de la noticia
Desde siempre, las noticias han jugado un papel crucial en nuestra sociedad. Es nuestra forma de mantenernos conectados con lo que sucede a nuestro alrededor y es por ello que se convierte en un puente con el mundo. Sin embargo, el proceso del periodismo ha tenido un largo recorrido en el mundo, poniendo así una mayor facilidad a través de la evolución al periodista moderno.
En TECH Universidad Tecnológica se desarrollan a diario algunos de los mejores programas educativos del mundo. Caso ejemplo de ello es su Facultad de Comunicación y Periodismo, donde destacan programas como el Máster en Periodismo Escrito y el Máster en Periodismo Internacional. Por otra parte, para aquellos profesionales interesados en dominar el campo del periodismo bajo aspectos legales, no cabe duda que su elección debería inclinarse por el Máster en Periodismo Judicial.