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Intentar clasificar los centros y servicios sanitarios veterinarios no es una tarea fácil. Antes de ello, hay que establecer un criterio claro que sobre todo pueda entender el consumidor y, además, ofrecer cierta seguridad jurídica a las empresas. Podría parecer un tema banal y sin trascendencia, pero la inseguridad jurídica es el primer escollo que se puede encontrar a la hora de poder aplicar procesos de calidad.
Al no existir ninguna nomenclatura oficial para la clasificación de los centros y servicios veterinarios, se tiende a recurrir a la que hace la Organización Colegial Veterinaria Española en su “Reglamento para el ejercicio profesional en clínica de animales de compañía”. Este reglamento los clasifica en consultorios, clínicas y hospitales, pero adolece de muchas lagunas debidas a su concepto en sí.
Además, hace clasificación obsoleta que para nada atiende a las necesidades y la evolución del mercado. Igualmente, el consumidor cada vez está más informado y es más exigente con lo que la evolución lógica es. Por lo tanto esta clasificación, emula a lo que él está acostumbrado: la jerarquía asistencial de la medicina humana. Sobre ese texto hay que hacer tres consideraciones:
- Según su título, el texto pretende regular el “ejercicio profesional en clínica de animales de compañía” y, sin embargo, no lo hace. Lo que si hace es clasificar a los centros según su equipamiento y número de veterinarios en consultorios, clínicas y hospitales (ordenados de menor a mayor entidad).
- Tiene un escaso valor jurídico, ya que la organización colegial solo es competente sobre los profesionales colegiados. No es competente en la organización de las empresas.
- También existe una laxa y dispar aplicación de este, existiendo tantos criterios como colegios profesionales.
Centros sanitarios veterinarios
Clasificación
Se clasificará los centros en función del tipo de asistencia que se ofrece en los mismos. Pero se intentará hacer un paralelismo con la denominación clásica. Pero antes, hay que entender que, en la denominación clásica, la única diferencia notable entre clínicas y hospitales es que estos últimos tienen los medios y el personal necesario para hospitalizar de forma ininterrumpida más de 24 horas a un paciente ofreciendo supervisión del paciente en todo momento.
También se tendrá en cuenta que, en la denominación clásica, la diferencia entre clínicas y consultorios es que las clínicas tienen los medios y el personal adecuado para ofrecer tratamientos quirúrgicos, tanto preventivos como resolutivos. Es precisamente aquí donde esa denominación empieza a carecer de sostenibilidad, ya que, de hecho existen clínicas especializadas. Estas ofrecen soluciones terapéuticas que no necesariamente tienen que ser quirúrgicas como, por ejemplo, fisioterapia, etología, etc. Por ello, es mejor clasificar a los centros según el tipo de atención y servicio que ofrecen; esto teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos no son excluyentes.
Centros de atención primaria
Aquí se engloba a todos los centros sanitarios que ofrecen los servicios de medicina preventiva; tanto por medicamentos como por procedimientos quirúrgicos, y aquellos servicios de medicina resolutiva que se realizan mediante diagnóstico y tratamiento en primera instancia y se llevan a cabo por medios diagnósticos básicos. Esto incluyendo la hospitalización ambulatoria, es decir, aquella que se realiza bajo supervisión durante unas horas antes de dar de alta al paciente.
Dentro del concepto one healt son fundamentales para una óptima calidad asistencial y para la divulgación de la cultura sanitaria de los propietarios. Estos servicios son ofrecidos tanto por consultorios como por clínicas generalistas y hospitales (según la denominación clásica).
Centros de atención especializada
Son los centros sanitarios veterinarios que ofrecen servicios de medicina resolutiva en sus instalaciones. Dando la atención veterinaria mediante diagnóstico y tratamiento de aquellas patologías que requieren de mayor profundidad de estudio y seguimiento.
Dentro de este grupo se incluiría la cirugía, tanto ambulatoria como compleja que requiera de hospitalización. Aquí también se incluyen aquellos servicios de diagnóstico externos. Tanto en los que el especialista se desplaza al centro de atención primaria o al centro de atención especializada, como aquellos centros de diagnóstico de referencia; pueden ser laboratorios de análisis clínicos, resonancias magnéticas, TAC, etc.
Subcategorías
Dentro de la atención especializada también se pueden establecer subcategorías:
- Centros sanitarios veterinarios especializados por especies como, por ejemplo, centros de medicina felina. Además de centros de medicina de animales exóticos o centros de medicina equina (especie en la frontera del animal de compañía y el animal de producción).
- Los centros sanitarios veterinarios especializados por tipos de diagnóstico como, por ejemplo, laboratorios de análisis clínicos, TAC, resonancia magnética, ecografía, endoscopia, etc.
- Centros sanitarios veterinarios especializados en patologías y terapias como, por ejemplo, fisioterapia, oftalmología, comportamiento, neurología, traumatología y todas aquellas especialidades que se presenten.
Hay que aclarar que esta clasificación, como se ha dicho anteriormente, no es excluyente, ya que en un mismo centro se puede estar ofreciendo atención primaria y atención especializada, y dentro de la atención especializada (contando con los medios y el personal adecuados) puede ofertar varias especialidades.
Otras clasificaciones
- Centros sanitarios veterinarios que ofrecen hospitalización supervisada 24 horas. Serian estos centros que tienen la capacidad, tanto por medios como por personal de mantener a los pacientes hospitalizados y supervisados permanentemente.
- Centros sanitarios que ofrecen atención de urgencias 24 horas. En esta clasificación existe controversia, ya que algunos opinan que los centros que no disponen de personal permanentemente en el centro no deberían ofrecer este servicio. Sin embargo, el autor no ve problema que existan estos centros y que ofrezcan este servicio a sus clientes, para atender urgencias que no requieran hospitalización.
- Centros sanitarios veterinarios de referencia. Esta es una clasificación que se englobaría a aquellos centros que ofrecen sus servicios especializados, tanto de forma exclusiva como no exclusiva a otros centros sanitarios veterinarios. En esta categoría habría que aclarar que la mejor política para los centros de referencia es ofrecer estos servicios exclusivamente a pacientes referidos por otros centros sin que el cliente pueda acudir sin la prescripción previa de su veterinario habitual. Esta política evita suspicacias de los centros referentes y facilita que estos refieran pacientes sin el temor de quedarse sin el cliente.
El término de “animal exótico” se puede prestar para confusión en el público, porque engloba prácticamente a todo animal de compañía que no sea perro o gato, desde una tortuga a un loro, desde un hurón a una serpiente. Sin embargo, este término es el habitualmente usado por tradición entre los profesionales veterinarios y se usa en este texto (otro término que tiende a confundir al público general es el de “pequeños animales”, ya que engloba, por ejemplo, desde un hámster a un perro mastín de 90 kilogramos).
La gestión adecuada en veterinaria
La tarea de la gestión y la administración no escapa a ningún campo profesional. Esto se debe a que esta resulta la base de un correcto direccionamiento del lugar y el equipo de trabajo correspondiente. Por esta razón, cada uno de los campos requieren de personal que cuente con el conocimiento adecuado en ello, además de tener habilidades en su sector laboral.
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