Warning: strpos() expects parameter 1 to be string, array given in /home/site/wwwroot/wp-content/themes/twentynineteen-child/functions.php on line 163
La psicología del liderazgo y las habilidades directivas del líder son el conjunto de aspectos que determinan el carácter, actitudes, aptitudes y comportamientos de una persona ante las situaciones que se le presentan. El gran riesgo del líder es concebirlo como una super-persona que no tiene defectos y que por místicas razones tiene una personalidad perfecta. Esto no es así, un líder es una persona y como tal debe desarrollar las diversas dimensiones de la persona. Una realidad es que el líder idealmente se concibe como una persona ecuánime, observadora, que tiene una visión de la realidad diferente, inspira, sabe motivarse y motivar a los demás, sabe escuchar, sabe guiar. Algunos aspectos o rasgos esenciales del líder son:
- Madurez.
- Resiliencia.
- Autoestima.
- Inteligencias múltiples.
- Influencia.
- Pensamiento crítico.
Madurez
La madurez se puede definir como la coherencia de vida, una congruencia entre lo que se piensa y lo que se hace. La base de la madurez es el ejercicio de reflexión que lleva al autoconocimiento. Este proceso de maduración le permite al líder descubrirse tal cual es, sin máscaras, conocer sus cualidades y limitantes, descubrir la trascendencia en su ser.
Lo que le lleva a ser humilde (Larrea, 2016), a la vez de que se vuelve exigente, para superar sus limitaciones. En el proceso de madurez y autoconocimiento el líder al conocerse se abre a la posibilidad de conocer su semejante, no de forma superficial, sino profunda, entendiendo la riqueza de cada persona y reconoce el valor de la imperfección.
En la madurez un líder ejerce su liderazgo en la imperfección (Pozo, 2016), no se ciega con una visión distorsionada de una realidad perfecta ni de su persona, ni de las circunstancias que lo rodean. Esta dimensión de lo perfectible es lo que le permite destacarse de los demás, al ser consciente de las áreas de oportunidad puede buscar superarlas, se puede animar a superarse a sí mismo y puede impulsar a otros a superarse. La imperfección le hace escuchar, le hace valorar a los demás, le impulsa a formarse, le ayuda a guiar mejor. La madurez ayuda al líder a buscar el mayor bien posible viviendo en libertad y verdad con ecuanimidad, equilibrio y responsabilidad.
Resiliencia
Se entiende resiliencia como la capacidad de adaptarse a las dificultades y superarlas (APA, s. f.). Al reflexionar sobre la resiliencia e intentar ahondar en su origen podríamos dirigir nuestra mente a situaciones extremas donde muchos hombres gracias a su resiliencia lograron sobrevivir.
En los libros El Archipiélago Gulag (Solyenitzin, Ed. Electrónica 2007) o en el libro El hombre en búsqueda de sentido (Frankl, 1991), vemos descritas algunas de las páginas más obscuras de la historia de la humanidad, una atrocidad del hombre contra el hombre, en donde se hizo realidad la sentencia de Hobbes “Homo homini lupus” (El hombre es un lobo para el hombre).
Es ahí donde podemos descubrir la esencia de la resiliencia. ¿Cómo sobreponerse a situaciones extremas? ¿Puede recuperarse de las experiencias de dolor profundo? ¿Cómo sobrellevar las situaciones de dificultad que atentan contra la propia dignidad? Mediante la resiliencia. Frankl comenta en su libro que “A medida que la vida interior de los prisioneros se hacía más intensa, sentíamos también la belleza del arte y la naturaleza como nunca hasta entonces”, es en esa vida interior, en la búsqueda de razones que den sentido a la existencia donde nos abrimos a la trascendencia y encontramos esperanzas de algo mejor.
Entender la dimensión trascendente de la persona ayuda a tener una sana aceptación (no resignación) de su entorno y anima a buscar nuevos caminos para seguir adelante. La resiliencia se convierte en esfuerzo y constancia, consciente de que los grandes logros no son casualidades o fruto de una actitud pasiva. El misterio del dolor impacta la vida del hombre en su paso por este mundo, en mayor o menor profundidad. La resiliencia le ayuda a encontrar una armonía a esa nota discordante del dolor (Gar-Mar, 1942).
Autoestima
La autoestima, lejos de lo que parece es un constructo complejo, que se constituye de tres núcleos conceptuales: Las expectativas y proyectos, las cualidades y carencias, y la persona como valor (Ortega, Mínguez, & Rodes, 2001). Podríamos decir que es el autoconocimiento que genera una imagen de sí mismo apegada a la realidad, aceptándola y proyectando las mejoras que puede tener.
El líder se acepta no porque sea perfecto, sino porque reconoce en su imperfección que es una posibilidad o potencia para ser mejor, y en la trascendencia, descubre la dignidad como persona. La autoestima le ayuda a abrirse a los demás, no es narcisista pues ya ha visto sus limitaciones y en esa humildad reconoce el poder del liderazgo como donación porque siempre hay algo bueno que puede aportar tanto a personas como a situaciones.
La autoestima le permite admitir las críticas y la retroalimentación constructiva. Sabe cuándo pedir ayuda y dónde debe centrar su atención para cultivar sus habilidades de liderazgo (Goleman, Boyatzis, &McKee, 2002). La autoestima le ayuda a conocer y valorar: a sí mismo, a sus semejantes y a sus circunstancias.
Inteligencias múltiples (Regader, 2017)
Para Gardner las capacidades de la mente no forman solo una habilidad llamada inteligencia, sino de muchas que trabajan en paralelo. Es decir, el líder debe fomentar las diversas habilidades mentales que tiene con el fin de potenciar sus capacidades. Es importante apreciar cada inteligencia con el fin de tener más medios para responder a las circunstancias que se van presentando en la vida.
Influencia
Algunas definiciones reduccionistas sintetizan el liderazgo en influencia (Limas, 2012), aunque es muy discutible la propuesta que hacen algunos autores, sí es importante el rasgo que comentan. Sin duda un líder influye en su entorno. La influencia es la capacidad para entusiasmar, transmitir confianza y respeto a los colaboradores. El líder es una persona que inspira y guía a los demás. La capacidad de influir se ve amplificada si cuenta con una eficaz capacidad de comunicación de palabra y por escrito, con verdad, con respeto a los demás y con eficacia expresiva.
Pensamiento crítico (Castillero, s. f.)
Otro rasgo a destacar es el pensamiento crítico, lo que le ayuda al líder a pensar por sí mismo, hacer críticas constructivas. Con la visión del pensamiento crítico toma decisiones fundamentadas en la verdad, y ayuda a los demás a saber tomarlas. El pensamiento crítico implica la capacidad de recibir, analizar, discriminar y evaluar la información que recibe, buscando sacar una conclusión con datos ciertos, evitando lo más posible los sesgos.
El pensamiento crítico tiene por lo menos dos fines, el analítico y el evaluativo. En una primera instancia busca entender y evaluar los argumentos en su contexto. Y en un segundo término busca formar su criterio de valor para juzgar una adecuada estrategia de acción e inclinarse a optar por el bien y evitar el mal.
La figura de líder en el ámbito educativo
Para el profesional en educación es importante la capacitación constante en diversos ámbitos. Esto se debe a la gran cantidad de papeles que el mismo puede desarrollar, dentro y fuera del aula. Este proceso educativo le permitirá aplicar su saber en diferentes papeles que van mucho más allá que solo el educar a su alumnado. La dirección y gestión aplican y encajan perfectamente en esta afirmación, y es por ello que esta figura debe ser un líder nato.
TECH Universidad Tecnológica busca capacitar al profesional moderno mediante su novedosa metodología digital. Por ello en su Facultad de Educación pueden encontrarse programas enfocados en la excelencia, como el Máster en Educación Católica y el Máster en Neuroeducación y Educación Física. Sin embargo, para aquellos profesionales que buscan complementar sus conocimientos con el área de la gestión adecuada, sin lugar a duda que su elección deberá ser el Máster Dirección y Gestión de Centros Educativos.