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En las últimas décadas, se ha asistido al proceso de envejecimiento activo de las pirámides poblacionales de casi todas las sociedades mundiales. Este proceso es la consecuencia lógica del aumento de la esperanza de vida y de una mortalidad en descenso. Lo que significa que la fisioterapia geriátrica tiene hoy más que nunca un rol muy importante entre las disciplinas sanitarias.

Concepto de envejecimiento

La primera necesidad, al hablar de envejecimiento entre profesionales sanitarios, debería ser dejar claro que el envejecimiento no es una enfermedad en sí mismo, sino un proceso biológico (es la única manera posible de vivir muchos años). Para ser más certeros en su definición, se podría decir que el envejecimiento es la suma de todas las alteraciones que se producen en un organismo con el paso del tiempo. Conducen a pérdidas funcionales y a la muerte. Como puede verse claramente, esta definición excluye la enfermedad de manera explícita. Es cierto que el proceso de envejecimiento desembocará en un estado en el que se facilita la comorbilidad de diferentes enfermedades que contribuirán a acelerar el momento de la muerte, pero que no forman parte en sí mismo de él.

Se debe huir de situaciones donde la característica principal del diagnóstico o de la decisión terapéutica es la edad de la persona sin tener en cuenta otros factores como estado de salud, dependencia, enfermedades concomitantes, etc. El fenómeno del edadismo se considera una forma de maltrato y discriminación. Actualmente se considera que es la tercera causa de discriminación a nivel mundial, solo superada por el racismo y el machismo. La valoración como profesionales debe ir siempre enfocada al estado de la persona en todas sus dimensiones y no a su edad cronológica. Se hace énfasis en esto en otros puntos de este módulo.

Siendo el objetivo “envejecer bien”, se encuentra la necesidad de definirlo. Está claro que esta definición no puede ser evitar las consecuencias del envejecimiento dado que, como proceso biológico, no se puede detener ni eliminar. A temor de esta situación han surgido multitud de conceptos con mayor o menor éxito, entre los que se encuentran: envejecimiento productivo, envejecimiento saludable, envejecimiento satisfactorio o envejecimiento activo, siendo este último, con diferencia, el de mayor aceptación. No se debe utilizar todos los términos como si fueran sinónimos, puesto que no lo son. Posiblemente el éxito del concepto de envejecimiento activo reside en que, de alguna manera, engloba a la mayoría de los demás, resultando el más completo.

Clasificación

Se hace necesario intentar abordar la clasificación de las intervenciones que se realizan en el fomento del envejecimiento activo, intentando describir en lo posible los efectos destacados. Por la gran diversidad de los factores a tener en cuenta en el envejecimiento activo y de las actividades posibles, se hace muy difícil establecer esta clasificación. Para hacerlo, se sigue un criterio acertado, clarificador y que valora adecuadamente todos estos factores.

Esta clasificación se basa en la clasificación de las actividades de envejecimiento activo en dos ejes fundamentales. Los recursos requeridos para su realización (en términos de tiempo, capital humano, capital social o grado de compromiso) y un segundo eje referido a si la actividad tiene una orientación individual (dirigida a uno mismo) o prioritariamente social (dirigida a otros). Desde este punto de vista se puede describir cuatro cuadrantes que quedarían definidos así:

Cuadrantes

  • Actividades que implican pocos recursos y de orientación individual: aquí se encontrarían tanto las actividades recreativas organizadas por entidades y centros de personas mayores, como aquellas que la persona realiza por iniciativa propia. Los contenidos de estas actividades pueden ser artísticos, de salud y bienestar, sociales o culturales.
  • Actividades que implican muchos recursos y de orientación individual: podrían englobarse en esta categoría la asistencia a cursos, la práctica deportiva de intensidad moderada o alta intensidad, entre otras.
  • Actividades que implican pocos recursos y orientadas principalmente a otros: se incluirían las actividades que se dan en el ámbito familiar (ofrecer ciertos cuidaos a familiares o nietos) y algunas que se ofrecen en comunidad.
  • Actividades que requieren de muchos recursos y orientadas principalmente a otros: donde se tienen nuevamente las que se realizan en ambientes familiares (cuidado intensivo de familiares dependientes, nietos, etc), las que se realizan en comunidad (voluntariados muy especializados o intensivos en cuanto a dedicación) y las de naturaleza política (participación en partidos políticos, sindicatos, plataformas ciudadanas, asociaciones, etc).

El paciente

En los últimos años, uno de los conceptos que se ha extendido más en la atención geriátrica y en la fisioterapia en particular es el de atención centrada en la persona. Lo que parece relevante e imprescindible es que, siguiendo el principio de la ACP de concretar los objetivos relevantes para el paciente y no solo los del terapeuta en las intervenciones, en este punto se ha de analizar la opinión que tiene el paciente de lo que es el envejecimiento activo y de cuáles son sus expectativas al respecto.

El uso de esta visión no profesional que puede aportar la población mayor sobre su envejecimiento, la forma en que prefieren envejecer, las dimensiones que más valoran y la autoevaluación que realizan sobre su calidad de vida, como indicador de resultados del envejecimiento activo, se fundamenta en el reconocimiento de los derechos humanos de las personas mayores y en los principios de las Naciones Unidas de independencia y participación.

Se partirá de la base de un estudio cuantitativo y cualitativo sobre la percepción de los factores esenciales del envejecimiento activo realizado con población española de más de 50 años. Se ha considerado interesante este punto de partida puesto que el envejecimiento activo debe comprender todo el ciclo vital del individuo. La inclusión de esta franja de edad anterior a lo que socialmente se consideraría persona mayor, permite analizar no solo el comportamiento de la actual población mayor, sino que también puede asegurar una cierta expectativa de que los resultados pueden mantenerse durante algún tiempo vigente.

Papel del fisioterapeuta

Con todo lo dicho hasta este momento, queda claro que el papel del fisioterapeuta no puede quedarse en el de un mero prescriptor de ejercicio físico. En este caso, su papel será marginal y la adherencia que conseguirá será mínima.

Para que se pueda considerar que una intervención es realmente una actividad de envejecimiento activo, esta debe estar enmarcada en un programa más amplio que fomente actividades en otros ámbitos de la persona. Si esto no se produce, esta actividad será simplemente un programa de ejercicios. Tendrá muchos beneficios, pero no conseguirá ir más allá de eso.

El fisioterapeuta debe convertirse en un elemento de modificación del estado de salud de la sociedad que le rodea. Para ello, se debe iniciar un proceso de acercamiento a ella, salir del gimnasio y concebir las actividades propias no como hechos aislados sino como parte de una intervención comunitaria.

Conceptos valorados

Respecto al resto de ítems que se consideran importantes en esta valoración, se deben tener en cuenta algunos en concreto que aportarán, con mayor facilidad, datos objetivos de beneficio de los pacientes y orientaciones para la modificación y evolución de los ejercicios incluidos en los programas. No se desarrollará la manera en que se realizarán estas valoraciones, ya que será parte principal en otros temas de este módulo.

  • Fuerza muscular: una determinación habitual en la que, no por ser la más habitual probablemente en las valoraciones, no se debe mencionar.
  • Equilibrio: se debe valorar el equilibrio de los usuarios tanto en estático como en dinámico. La falta de equilibrio se correlaciona con el riesgo de caída.
  • Velocidad de la marcha: hay información diversa que apunta a una relación directa entre la velocidad de la marcha y la disminución del riesgo de caída.

Recomendaciones de la OMS

Según describe la OMS en el documento Recomendaciones globales sobre la actividad física para la salud, en adultos de 65 años o más, la actividad física incluye actividad física durante el tiempo libre (por ejemplo: caminar, bailar, hacer jardinería, nadar), transportación (por ejemplo, caminar o andar en bicicleta), ocupacional (si la persona todavía está trabajando) tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios planificados, en el contexto de actividades diarias, familiares y comunitarias.

Con el fin de mejorar la aptitud cardiorrespiratoria y muscular, la salud ósea y funcional, reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, depresión y deterioro cognitivo:

  1. Los adultos mayores deben realizar al menos 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada durante la semana. O realizar al menos 75 minutos de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa durante la semana. O una combinación equivalente de actividad de intensidad moderada y vigorosa.
  2. La actividad aeróbica debe realizarse en períodos de al menos 10 minutos de duración.
  3. Para obtener beneficios de salud adicionales, los adultos mayores deben aumentar su actividad física aeróbica de intensidad moderada a 300 minutos por semana. O realizar 150 minutos de
    actividad física aeróbica de intensidad vigorosa por semana. O una combinación equivalente de actividad de intensidad moderada y vigorosa. Si bien se ha comprobado que a mayor actividad el beneficio es mayor, sí que se ha podido constatar que a partir de esa cifra de 300 minutos la mejora es insignificante mientras que el aumento de las posibilidades de lesión aumenta.
  4. Los adultos mayores, con poca movilidad, deben realizar actividad física para mejorar el equilibrio y evitar caídas en 3 o más días por semana.
  5. Las actividades de fortalecimiento muscular, que involucran grandes grupos musculares, deben realizarse 2 o más días a la semana.
  6. Cuando los adultos mayores no pueden hacer las cantidades recomendadas de actividad física debido a las condiciones de salud, deben ser tan activos físicamente como lo permitan sus habilidades y condiciones.

Beneficios del ejercicio

A pesar de que son sobradamente conocidos por todos, por su relevancia y por la necesidad de tenerlos presentes, se debería hacer un repaso a los beneficios demostrados del ejercicio físico. Para ello se volverá a recurrir a la OMS que dice que las pruebas sólidas demuestran que, en comparación con los hombres y mujeres menos activos, los adultos mayores que son físicamente activos:

  • Tienen menores tasas de mortalidad por cualquier causa. Enfermedad coronaria, presión arterial alta, apoplejía, diabetes tipo 2, cáncer de colon y cáncer de mama, un mayor nivel de aptitud cardiorrespiratoria y muscular, masa corporal y composición más sanas.
  • Tener un perfil de biomarcador que sea más favorable para la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y la mejora de la salud ósea.
  • Exhiben niveles más altos de salud funcional, un menor riesgo de caídas y una mejor función cognitiva. Tienen un riesgo reducido de limitaciones funcionales moderadas y severas y limitaciones de roles.

Ejemplo de intervención

La intervención del fisioterapeuta en una residencia geriátrica debería poder considerarse, en los casos en que no se está tratando una determinada situación aguda, como un buen ejemplo de actividad de envejecimiento activo. Cumple con los parámetros que se han señalado como necesarios para que sea considerada como tal.

Como se ha visto, el criterio de cercanía de la actividad es uno de los condicionantes que marcan el nivel de participación en las actividades por parte de las personas mayores. En el caso de la residencia, esta distancia es nula, ya que la actividad se desarrolla en el mismo domicilio del usuario.

Una residencia cuenta con un equipo técnico multidisciplinar que es el que planifica cada una de las intervenciones que se realizan, cada uno desde su campo competencial. Al analizar el estado actual de la fisioterapia en geriatría, las ratios actuales harán que esta presencia de profesionales no sea todo lo continua que sería necesaria, pero se asegura la presencia de un gran número de ellos.

Fisioterapia geriátrica

El fisioterapeuta se ve enfrentado, en su práctica clínica, a numerosas situaciones que requieren de conocimientos específicos. Por esta razón TECH Universidad Tecnológica quiere ofrecer a estos profesionales diferentes herramientas de profundización académica. Para ejemplificar, está el Máster en Fisioterapia Deportiva y el Máster en Fisioterapia Respiratoria.

El abordaje de diferentes situaciones terapéuticas en la tercera edad también necesita de una capacitación específica. Por ello existe el Máster en Fisioterapia en Geriatría, el cual conoce de forma amplia y completa los avances de la medicina y la tecnología que pone al servicio de esta área de trabajo.

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