El entrenador profesional es la figura que debe encargarse de la supervisión y control del proceso de construcción de habilidades físicas. Como inicio del abordaje del entrenamiento de fuerza en prevención y readaptación de lesiones, es preciso dejar claro algunos términos que se prestan a confusión:
Prevención
Según la Real Academia Española (RAE) su definición es “acción y efecto de prevenir”; “preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo o ejecutar algo”. Como se ve al leer la definición de “prevención”, esta queda muy distante de la realidad en el deporte. En primer lugar, no se puede, no se es capaz, por lo menos a día actual, de poder prevenir una lesión deportiva. Dichas lesiones ocurren y seguirán ocurriendo. Lo que sí se puede es disminuir el índice de incidencia de estas lesiones y bajar su nivel de probabilidad, pero todo esto está muy lejos de prevenir.
Entrenamiento preventivo
Este es otro término que se debe revisar. No existe un entrenamiento preventivo, o en todo caso, todo lo que se hace es de carácter preventivo. Por citar un ejemplo, dosificar y controlar cargas es de carácter preventivo, cualquier entrenamiento que potencie la demanda de rendimiento es preventivo, cualquier entrenamiento que disminuya los factores limitantes del rendimiento es preventivo, con lo cual se debe tener claro que no hay un método preventivo en sí mismo.
Rehabilitación
Conjunto de métodos que tienen por finalidad la recuperación de una actividad, función perdida o disminuida por traumatismo o enfermedad.
Readaptación
Este es uno de los términos que más confusión puede crear. En primer lugar, que esta palabra “readaptación” no existe en el diccionario de la RAE Sería el paso previo para entrenar es como decir entrenar para poder entrenar, y luego el paso final sería entrenar para poder competir.
Entrenamiento funcional
Otro término mal utilizado en el argot del entrenamiento, y más cuando se habla de recuperación de lesiones. Funcional, “como es obvio”, proviene de función. La pregunta sería ¿qué entrenamiento no es funcional? Si ya por el solo hecho de seleccionar un ejercicio, sea el que sea, es porque cumple una función, de lo contrario sería absurdo.
Más específicamente en la “readaptación”, lo funcional viene dado por la incidencia del ejercicio en la recuperación de una función perdida, dañada por la lesión, pero nada tiene que ver con el material que se utiliza (bosu, elásticos, etc.), tampoco si es uniplanares o multiplanar, monoarticular o polialrticular.
Lesión deportiva
Existen dos tipos de lesiones deportivas. Las lesiones agudas ocurren de repente mientras se está jugando o haciendo ejercicio. Las lesiones crónicas ocurren después de practicar un deporte o hacer ejercicio por mucho tiempo. Ambos tipos pueden ser autógenos (causadas por la acción dinámica del propio deportista) y exógenas (causadas por contacto corporal o descoordinación). Sánchez, et al. (2001) definieron para su estudio la lesión deportiva como la participación deportiva que hace que el jugador sea retirado del partido o entrenamiento, o que le impide participar en el siguiente partido, entrenamiento o en ambos.
Desde el punto de vista científico, el empleo del tiempo perdido como definición de las lesiones deportivas está sujeto a importantes errores, no determina la gravedad y no existe un criterio común para el registro en lo que respecta al periodo de inactividad en horas, días, semanas, meses e incluso años. Sin embargo, una vez identificada la lesión, existen varios métodos de clasificación que permiten describir mejor las características de la lesión, el tejido afectado, la localización anatómica y la duración de la lesión, es decir, si es aguda o crónica (Pfeiffer & Mangus, 2007).
Por lo tanto, siguiendo las indicaciones del comité de investigación del American Orthopaedic Society for Sports Medicine y las especificaciones anteriores, se define la lesión como el daño, percance o contratiempo que ocurre durante la competición o los entrenamientos y que cause baja en la competición o en dos o más días de entrenamiento, o que conlleve un descenso en la carga de entrenamiento en dos o más sesiones consecutivas. Navarro (2003) establece como causas de las lesiones dos grupos: los factores predisponentes o intrínsecos y los factores desencadenantes o extrínsecos.
Mecanismo lesional
Las lesiones deportivas pueden encuadrarse en dos mecanismos básicos, macrotraumatismos de impacto simple y microtraumatismos reiterados o por uso excesivo. Cualquiera de ellos puede producir lesiones en cualquier parte del cuerpo, indistintamente. Estas lesiones son, a menudo, asociadas con técnicas de entrenamiento deficientes o con la ausencia de entrenadores profesionales. Los atletas profesionales evitan más frecuentemente este tipo de lesiones, ya que el volumen e intensidad del entrenamiento están cuidadosamente planeados.
Entrenamiento de fuerza y prevención y rehabilitación de lesiones bajo la evidencia científica
En la comunidad científica, la fuerza es tomada en cuenta como uno de los factores más citados en estudios con relación a las lesiones deportivas. No obstante, la fuerza es aún tema de controversia. Esto gracias a que algunos autores no han podido encontrar relación entre diferentes índices en las pruebas de evaluación y la prevalencia lesional.
Autores como Garret et al (1987) citado por Opar et al (2012) obtuvieron datos experimentales, obtenidos a partir de animales. Estos arrojaban que los músculos totalmente estimulados son capaces de tolerar un estrés mayor antes de que se produzca el fallo inducido por el estiramiento. Esto en comparación con los músculos parcialmente activados.
En consecuencia, músculos más fuertes proporcionan un efecto protector contra la lesión inducida por tensión. Por ejemplo, un posible mecanismo de lesión sería la incapacidad que tiene el músculo isquiotibial para poder generar la suficiente fuerza excéntrica para producir la deceleración de la pierna que se encuentra libre en la fase final de swing.
Por lo expuesto, es de suponer que una acentuada falta de fuerza en los isquiotibiales sea el factor desencadenante en la producción de lesiones en dichos músculos. Con base en lo expuesto anteriormente, varios autores corroboraron dicha debilidad al evaluar la tensión producida por los músculos isquiotibiales en pruebas de intensidad máxima, y su relación con otros grupos musculares. Es por ello que se proponen dos métodos para poder evaluar la fuerza de los isquiotibiales y así poder cuantificar su desequilibrio, asimetría de los isquiotibiales a nivel contralateral y la relación entre la fuerza del isquiotibial.
Definición del método
Si bien se está de acuerdo en las grandes ventajas que proporciona el poder entrenar/estimular la fuerza desde un marco basado preferentemente en la teoría ecológica en la prevención y rehabilitación de lesiones, se es “conscientes” de que hay una variedad de metodologías que se alejan en mayor o menor medida de la teoría ecológica, pero que aportan grandes beneficios, y que quizás dicha teoría no los aporta o por lo menos no en tal magnitud.
Con este postulado se hace referencia a trabajar la fuerza con ejemplos de cargas externas, de manera que deban vencer resistencias por encima de la propia del peso corporal, con el fin de lograr adaptaciones específicas que el entrenamiento sin resistencia no les aporta.
El especialista en entrenamiento de exigencia
Dentro de las diversas ramas que tienen los deportes, el entrenamiento resulta una de las más relevantes. Es allí donde la formación de las habilidades y características físicas son formadas poco a poco, y es por ello que debe existir supervisión en este proceso. Para ello, el entrenador debe capacitarse de manera adecuada, adquiriendo la capacidad para aplicar sus conocimientos en un campo real.
En TECH Universidad Tecnológica se desarrollan a diario los mejores programas de especialización enfocados en el profesional moderno y sus necesidades. Tal es el caso de su Facultad de Ciencias del Deporte, donde se encuentran programas como el Máster en Gestión Deportiva y el Máster en Neuroeducación y Educación Física. Por otra parte, para aquellos profesionales enfocados en el ámbito del rendimiento con base en la exigencia, no cabe duda que su mejor opción educativa será el Máster en Alto Rendimiento Deportivo.