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El entrenamiento en cirugía laparoscópica se basa en que el cirujano debe aprender a trabajar mirando la imagen desde una pantalla, manejando con sus manos la cámara y herramientas quirúrgicas, precisando para ello, desarrollar su percepción de la profundidad y de la fuerza aplicada. Destrezas que solamente se pueden adquirir con un adecuado entrenamiento.
En los últimos 40 años, los programas de entrenamiento han adquirido un gran valor para el desarrollo de las habilidades del cirujano, con el objetivo de aumentar el éxito de las intervenciones de cirugía de mínima invasión. Lo que contrasta con la tendencia de años anteriores, en los que primaba el desarrollo tecnológico y del instrumental. Un entrenamiento adecuado en cirugía de mínima invasión minimiza el estrés y la frustración del cirujano, ayudándole a adquirir y mejorar las habilidades necesarias para realizar las técnicas laparoscópicas.
Este entrenamiento va encaminado a que el cirujano se familiarice y acostumbre al instrumental, a la magnificación de la imagen, así como al manejo de la pincería en espacio reducido y con movimiento limitado. Dentro de las habilidades que el cirujano debe desarrollar para realizar las intervenciones laparoscópicas básicas, se incluye la:
- Capacidad de trabajar con ambas manos.
- Coordinación mano-ojo.
- Precisión en el manejo y orientación del instrumental.
- Reconocimiento de la profundidad de trabajo.
En medicina humana se ha estimado la muerte de aproximadamente 100.000 pacientes debido a errores médicos, de los cuales, el 57 % eran consecuencia de equivocaciones quirúrgicas. Reconociéndose la gran transcendencia de los programas de entrenamiento para la realización de la cirugía, sobre todo las intervenciones laparoscópicas y toracoscopias. En medicina veterinaria, el cirujano se enfrenta a diversos problemas para obtener un adecuado entrenamiento en cirugía de mínima invasión.
Programa de entrenamiento en laparoscopia
Se han diseñado diferentes programas de entrenamiento, cuya planificación se centra en la formación primero de las habilidades básicas del alumno, y posteriormente de los procedimientos quirúrgicos más complicados o específicos. Uno de los aspectos más importantes para que el programa de entrenamiento sea un éxito es la motivación del alumno, aunque es un punto que no se puede implementar y es implícito con cada persona.
Los métodos de entrenamiento en laparoscopia más utilizados son los basados en los programas de simulación. Estos ejercicios deben incluir todos los aspectos críticos de cada procedimiento quirúrgico, aunque se tendrá que valorar si la práctica incluirá la técnica completa o solamente las etapas que requieren mayor habilidad. El aprendizaje quirúrgico se debe asentar en cuatro pilares fundamentales:
- El conocimiento de la teoría.
- Mejora de la habilidad del cirujano.
- Adquisición de experiencia.
- Y la toma de decisiones.
Junto con estos pilares, el cirujano debe desarrollar habilidades de comunicación y trabajo en equipo. El tener en cuenta todos estos puntos es fundamental, ya que, un entrenamiento simulado que solamente tenga en cuenta las habilidades técnicas conllevará la formación de cirujanos experimentados, pero no expertos, que ante situaciones diferentes a las practicadas frecuentemente, se presentarán complicaciones intraoperatorias, no son capaces de tomar buenas decisiones, haciendo que la técnica quirúrgica sea un fracaso.
Por otra parte, no hay que olvidar que, todo programa de entrenamiento simulado se basara en tres elementos esenciales:
- Un simulador, que debe ser fidedigno y accesible.
- Tutores acreditados, con experiencia en las técnicas laparoscópicas, así como en metodología de aprendizaje y evaluación.
- Y la presencia de alumnos a los que entrenar.
El simulador adecuado
A la hora de diseñar un programa de entrenamiento óptimo, se debe de en cuenta algunas herramientas educacionales, como son:
- El entrenamiento por etapas: consiste en fragmentar una técnica quirúrgica en pasos de actuación. Tiene como objetivo que el alumno se centre en cada etapa del procedimiento de manera secuencial, dominando y consolidando cada fase de la intervención, hasta obtener el conocimiento completo y habilidad para realizar la cirugía.
- Sesiones teóricas: con el fin de optimizar el tiempo de entrenamiento, haciendo que las horas de simulación sean más productivas. Para esta fase se suele emplear la presentación expositiva, manual o de vídeos de instrucción, en los que se explicara como y porque realizar una tarea específica. Así como vídeos o vídeos-portafolios que contienen los errores más comunes del alumnado, así como las correcciones realizadas por los instructores.
- Retroalimentación: es una de las herramientas más importantes. Consiste en la realización de la técnica en el quirófano y no en el laboratorio, en la que el alumno realizará el procedimiento bajo la estrecha observación del tutor, para poder corregir cualquier error o intervenir si es necesario en caso de complicaciones.
Los programas de simulación son una valiosa herramienta de aprendizaje para la preparación del cirujano de cirugía la paroscópica. Esto al permitir la adquisición de las habilidades quirúrgicas, acortando la curva de aprendizaje seguro y controlado. El simulador ofrece la oportunidad al cirujano de aprender en un modo estructurado y eficiente pudiendo realizar de forma repetitiva el procedimiento. Aunque tiene algunas limitaciones, como son:
- Requerir su realización en laboratorios especializados.
- Presencia de tutores acreditados y entrenados en esta nueva metodología de aprendizaje.
- Altos costos para su implantación y mantenimiento.
- El alumno entrena en condiciones “ideales” de forma repetitiva, pudiendo crear una falsa seguridad en el cirujano.
Simuladores como parte vital del proceso
Por todo ello, el entrenamiento con el simulador es un complemento y una parte más de la curva de aprendizaje. Existen distintos tipos de simuladores y programas de simulación, así como diferentes metodologías de entrenamiento. De forma general, los simuladores se dividen en dos categorías: aquellos que utilizan objetos inanimados y los que utilizan animales vivos.
Simuladores con modelos inanimados:
Modelo de simulación física o cajas de simulación laparoscópica Se les conoce por sus nombres en inglés: endotrainers, pelvitrainers, box trainers o bench models. Consisten en una caja donde hay una cámara que se proyecta en un monitor. Además tiene un par de orificios por los que introducir un par de instrumentos.
Tiene una amplia utilidad al servir para una gran variedad de ejercicios, desde los más simples, como “tomar y soltar objetos”, corte de tejidos o uso de lazos para sutura; hasta procedimientos más complejos, como la realización de sutura intra o extracorpórea o anastomosis. Se diseñan para el uso de objetos inertes (como trozos de goma, garbanzos, cuerdas, esponjas, etc.) o tejidos ex-vivos (como un fragmento intestinal, etc.).
Ejemplos de algunos simuladores
Se han desarrollado varios programas, pero hasta la fecha el más famoso es el MISTELS (McGill Inanimate Simulator for training and Evaluation of Laparoscopic Skills). En medicina veterinaria, se ha desarrollado un programa de entrenamiento para veterinarios denominado “Veterinary Applied Laparoscopic Trainig” (VALT), que incluye dentro de los ejercicios:
- Transferencia de tablero de clavijas o “Pegboard transfer”: donde utilizando la mano no dominante y usando pinzas de agarre laparoscópicas, se levanta cada una de las clavijas del tablero y se cambian a la pinza de la mano dominante, llevando dichas clavijas a un segundo tablero.
- Práctica de corte: implica cortar un círculo de 4 cm en una pieza de 10 x 15 cm, en una gasa u otro material suspendida entre pinzas de cocodrilo.
- Colocación de ligaduras en lazo o loop ligature (figura 4): consiste en colocar un lazo sobre una marca y ceñirlo con un empujador de nudos.
- Sutura extracorpórea e intracorpórea: consiste en practicar los diferentes patrones de sutura en las piezas que se ha cortado en la práctica de corte.
- Modelos cadavéricos: Permiten simular la totalidad de la cirugía, de una forma fiel, empleando cadáveres animales. Sin embargo, tiene entre sus desventajas, su alto coste, su limitada disponibilidad, las diferencias en textura y manejo con respecto al tejido vivo, así como las restricciones éticas del uso de cadáveres.
- Simuladores virtuales: Es un programa que está en pleno desarrollo. Se comercializan tanto para el entrenamiento de habilidades básicas como para todo tipo de procedimientos quirúrgicos de mayor dificultad. Actualmente todos ellos están basados en la anatomía y medicina humana por lo que no serán del todo fiables para el cirujano veterinario, aunque son de gran ayuda para su entrenamiento.
El especialista en cirugía veterinaria
TECH Universidad Tecnológica actualmente desarrolla un amplio portafolio dedicado a la excelencia educativa profesional. Tal es el caso de Su Facultad de Veterinaria donde se han desarrollado programas de la mano de expertos en el campo. Ejemplos claros de ello son su Máster en Dermatología de Pequeños Animales y el Máster en Ensayos Clínicos Veterinarios. Por otra parte, para aquellos profesionales enfocados en el ámbito de la cirugía y en como puede la misma aplicarse a diversas especies de pequeños animales, no cabe duda que su mejor elección será el Máster en Cirugía Mínimamente Invasiva en Pequeños Animales.