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Para poder definir a la carga de entrenamiento se debe hacer referencia, en primer lugar, al principio de adaptación de los seres vivos a las exigencias a la cuales son sometidas por el contexto donde habitan.

El mejor rendimiento del sujeto solo vendrá precedido por la aplicación de una carga que se ajuste de manera adecuada al nivel de prestancia del individuo. Esto en lo que se refiere a su capacidad, rendimientos previos, su experiencia previa y por sobre todo a los objetivos que se pretenden alcanzar. Solo así se producirán las adaptaciones adecuadas/deseadas. La carga se puede entender como el conjunto de exigencias físico/biológicas, también psicológicas a la cual se somete al sujeto; en lo que es denominado entrenamiento. Según Badillo, 2019 se puede distinguir dentro del concepto carga dos variantes muy bien definidas:

  • La carga real que se debe entender como el grado que se programa. Este se manifiesta por el conjunto de exigencias biológicas y psicológicas provocadas por las actividades de entrenamiento. Lo que viene expresado por el desgaste/distintas alteraciones fisiológicas/alteración del equilibrio homeostático. Este desgaste y alteraciones reflejan el esfuerzo realizado por el sujeto.
  • Por carga propuesta se debe entender el conjunto de estímulos expresados en forma de entrenamientos (series, repeticiones, tiempos, velocidades, distancias, pausas de recuperación, etc.) a los que se enfrenta el deportista de manera sistemática. Es la causa de las modificaciones funcionales, bioquímicas, morfológicas y físicas.

Con esto debe quedar muy claro que lo que los entrenadores programan es la carga real. Esta viene representada por el esfuerzo programado, el cual debe venir muy bien expresado y definido por la carga propuesta.

Los objetivos de la carga de entrenamiento

El principal objetivo a la hora de programar la carga de entrenamiento es la precisión. Esto en cuanto a la relación entre la carga real y la carga programada. Con esto quedan dos problemáticas muy definidas a resolver:

  • La carga real debe venir muy definida en todos sus aspectos y así asegurar que es la carga correcta.
  • La carga real que fue programada por el entrenador para el atleta debe estar representada con exactitud por la carga propuesta.

De lo anterior se desprende que los propósitos tanto de la teoría del entrenamiento como por parte del entrenador serán:

  • Determinar de manera muy precisa y fiable la carga de entrenamiento.
  • Poder controlar y analizar las relaciones formadas entre la carga real y la carga propuesta. Además de la relación existente entre estos dos tipos de carga y el rendimiento deportivo

Luego, a raíz de todo lo expresado surge la problemática de cómo medir y cuantificar tanta la carga real como la carga propuesta. Hay dos variables que definen la carga, una es su magnitud y la otra es su nivel de especificidad. En lo que se refiere a la magnitud de la carga está totalmente supeditada al grado de estímulo que significa para el deportista dicha carga.

El estímulo es el agente mediante el cual se provoca una reacción funcional a nivel orgánico del deportista. Esta a su vez compuesta por dos factores que determinan su magnitud:

  • Amplitud: estará representada por la tensión (fuerza) en cada una de las unidades de acción que realice el deportista.
  • Tiempo: que estará representado por la duración de la amplitud o la tensión/fuerza.

Componentes de carga

Otro componente de la magnitud de la carga (el tercer componente) la cual termina de describir es el ejercicio que realiza el atleta. Suponiendo a que igual peso a desplazar (intensidad) con similar número de repeticiones a realizar (volumen), si se compara realizar flexiones profundas de piernas contra realzar flexiones de la articulación del codo, como es de suponer estos estímulos serán de una magnitud muy diferente para el deportista. Teniendo en cuenta los valores a cuanto a las posibles combinaciones de volumen e intensidad estos pueden dar tres posibles objetivos a perseguir para el deportista:

  • 1: la mejora del rendimiento del atleta.
  • 2: mantener los niveles de rendimiento adquiridos por el atleta.
  • 3: permitir/estimular la recuperación de los niveles de rendimiento del atleta.

Ya definida la magnitud de la carga ahora queda por definir y contextualizar la especificidad de la carga, esta viene a ser definida por el nivel en que la carga se asemeja a las demandas metabólicas, cinemáticas y las características a nivel dinámico de la competición propiamente dicha. Esto deja de manifiesto que en la medida que el volumen de la carga, la intensidad de la carga y el ejercicio propiamente dicho más se adapte/asemeje a las características específicas de la competición más específica será la carga. Estos 3 factores son determinantes para que la carga sea realmente específica, ya que si uno de ellos no lo fuese la carga también dejaría de serlo.

Concepto de carga: volumen

El volumen viene a describir de alguna manera la cantidad de trabajo/entrenamiento que realiza el atleta. Viene determinado por el tiempo/duración, cantidad de acciones y la frecuencia, la magnitud de la carga viene representada por la variable tiempo en representación del volumen. Cabe destacar y tener muy en cuenta que si el volumen no viene acompañado del factor intensidad no podrá describir con casi ninguna precisión en la mayoría de los casos la magnitud del estímulo.

Cuando se hace referencia a estímulos/entrenamientos de fuerza (ejercicios de sobrecarga, lanzamientos, saltos, etc.) el volumen viene expresado por la cantidad/ número de repeticiones realizados por el atleta. Pero teniendo en cuenta lo escrito en el párrafo anterior en ningún caso se puede asumir que dos entrenamientos con un mismo ejercicio y de igual volumen son iguales si sus respectivas intensidades son diferentes. La gran problemática a resolver, a la hora de programar el volumen del entrenamiento es decidir la cantidad a realizar por el atleta.

Este gran problema no posee una respuesta universal, ni precisa tampoco una respuesta nivel matemático, el solo hecho de buscar alcanzar el volumen suficiente para poder lograr obtener adaptaciones en el deportista es muy complejo, pero más complejo es recordar que el volumen por si solo es carente de valor a la hora de describir las características de la carga, este si o si debe venir asociado al nivel de intensidad programado.

Para poder intentar dar algunas pautas que les orienten a la hora de tomar decisiones cuando se programa el volumen del entrenamiento deberían tener en cuenta algunas investigaciones científicas cuyos resultados arrojan algo de luz y pueden ser de gran utilidad.

Concepto de carga: intensidad

La intensidad de la carga como era de esperarse también solo puede ser definida con precisión si viene acompañada del volumen de la carga. Esto deja de manifiesto que es tan importante la intensidad como el número de veces que se va a repetir esa intensidad (volumen).

La intensidad se puede definir como el nivel o grado de esfuerzo que exige al deportista, cada ejercicio o tarea de entrenamiento en cada repetición o unidad de acción. Esta exigencia en el grado de esfuerzo puede hacer referencia al grado de actividad muscular, ya sea este al vencer el propio peso corporal (saltar, esprintar, cambiar de dirección, etc. Todas ellas sin peso añadido) o para vencer una resistencia externa.

Entrenamiento de fuerza aplicado

Para el profesional es de vital importancia conocer como se desarrolla el entrenamiento, además de manejar métodos para medir el progreso en el mismo. Para ello, el mismo cuenta con amplios conocimientos en el área, que le permiten ajustar el entrenamiento dependiendo de las características físicas de la persona. Sin embargo, la capacitación no deja de ser una opción, debido a las nuevas metodologías aplicadas en el campo del deporte.

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